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Sunday, March 10, 2013

Mensaje a Los Enfermos

(P. Marcos Pizzariello)

Quisiera ahora llegar, por medio de estas líneas, a todos los que están sufriendo de alguna manera, para decirles que la única solución a su problema, es la fe vivida intensamente, con todas sus vibrantes y vivificantes consecuencias.
No es fácil saber sufrir cuando se tiene una fe lánguida; es imposible cuando se cree que los límites de la vida terminan definitivamente en la tumba. Sólo cuando se tiene una perspectiva de eternidad, sólo cuando se enfocan todas las vicisitudes de la existencia con una visión sobrenatural, el misterio del dolor humano tiene sentido.

EL DOLOR SALVÍFICO


BIENAVENTURADOS LOS MISERICORDIOSOS

Cuando el ángel se apareció a la Virgen para anunciarle que iba a ser Madre de Jesús, también le dijo que su prima Isabel estaba esperando un hijo: Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios (Lc 1,36-37). Isabel era ya anciana, por eso la Virgen, apenas oyó lo que el ángel le dijo, se puso en camino para ayudarla: María se levantó y se fue con prontitud...; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa (Lc 1,39-40.56).
Hermoso es el ejemplo que nos da la Virgen: el ángel no le manda que vaya a casa de Isabel; éste era un viaje largo y pesado para aquellos tiempos, pues había que hacerlo en asno, aprovechando alguna de las caravanas que pasaban por aquellos lugares. Exigía mucho sacrificio. Pero María no duda ni necesita que le digan nada; su corazón es generoso y propenso a las obras de misericordia.

En esto María es modelo de todos los cristianos. Jesucristo nos ha enseñado que seremos juzgados por nuestras obras de misericordia: Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el Rey a los de su derecha: “Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme”. Entonces los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?”. Y el Rey les dirá: “En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis”. Entonces dirá también a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis”. Entonces dirán también éstos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”. Y Él entonces les responderá: “En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo”. E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna (Mt 25,31-46).

Tuesday, February 19, 2013

El Poder Sanador del Perdón


 
Todos queremos tener una fe más fuerte. Sin embargo, esto implica llegar a ser más fuertes en nuestra santidad. Hemos sido hechos santos por el Espíritu Santo, de quien recibimos la plenitud durante nuestros Bautismos, pero aprendiendo a vivir como somos realmente, no es fácil en el mundo de hoy. Y sin embargo es esencial para aumentar nuestra fe y tomar parte en el poder milagroso de Dios.

Sunday, February 17, 2013

Paz Interior. La Ciencia de Dios, la Biblia, nos Dice como Conseguirla.



La paz. Que palabra tan importante. La paz es lo que todos buscan y no lo saben. La paz interior, el tesoro mas grande que podemos tener, no viene en cápsulas. El estrés, que es la ausencia de paz interna, puede causar tensión alta, bocio, migrañas, artritis, enfermedades del corazón, ulceras gastrointestinales, y todo tipo de enfermedades mentales. La paz con Dios puede curar estas enfermedades.

Saturday, February 2, 2013

PERDONAR ES SANAR



Robert De Grandis, S.S.J.

En la famosa película "Historia de Amor" hay una frase que dice: "Amar significa nunca tener que pedir perdón". Muchas personas rechazan esta frase. Hay una cosa cierta, que para entender el amor cristiano siempre tenemos que decir: "yo te perdono". Lo más fundamental de cualquier oración, es lo que Jesús nos enseñó a decir: "Padre Nuestro... perdónanos nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden". (Mt. 6, 12).

Ser cristiano es ser persona de oración. El Señor nos habló con gran claridad cuando dijo: "Y cuando se pongan de pie pare orar, si tienen algo contra su hermano, perdónenlo, para que el Padre de ustedes que está en los cielos, les perdone también sus faltas" (Mc. 11, 25).

Sunday, January 13, 2013

Testimonio de Vida y Mensaje de Sanación Interior.Pbro. Leonardo Roa


¿YO  O  DIOS?    

Un saludo fraterno y cariñoso para la persona que reciba y lea este mensaje de sanación interior.  .

Digamos: Espíritu Santo de Dios ven en mi auxilio y dame la gracia de abrir y gozarme con el regalo que me tienes con esta nueva experiencia de fe.

La Biblia, La Palabra de Dios, es viva y actual.  Lo que le sucedió a Adán y Eva es lo que nos está sucediendo.  Ellos “quisieron ser como Dios”, ellos quisieron ser grandes y cuando “se pusieron en el puesto de Dios” se les abrieron los ojos y se dieron cuenta que “estaban desnudos”, es decir, sin la gracia que Dios les había regalado (Génesis 3,1-13).

Cuando “yo quiero ser como Dios” con el tiempo, los tropezones y la misericordia de Dios me doy cuenta que soy pequeño, que no puedo hacer siempre lo que yo quiero y siempre lo que yo deseo.  Entonces me enfermo y no tengo ni paz ni libertad.

Tuesday, November 20, 2012

¡Queda Limpio!

 

Colaboración de Neil Velez (Predicador Católico).
 
1 Pedro 2,24
 
Por Sus Llagas

Un día, estando Jesús en un pueblo, llegó un hombre enfermo de lepra; al ver a Jesús, se inclinó hasta el suelo y le rogó: – Señor, si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad. Jesús lo tocó con la mano, diciendo: – Quiero. ¡Queda limpio! Al momento se le quitó la lepra al enfermo, y Jesús le ordenó: – No se lo digas a nadie; solamente ve y preséntate al sacerdote, y lleva por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que conste ante los sacerdotes. Sin embargo, la fama de Jesús aumentaba cada vez más, y mucha gente se juntaba para oírlo y para que curara sus enfermedades. Pero Jesús se retiraba a orar a lugares donde no había nadie.
 





Oración de Alabanza

Muchas veces en las asambleas de oración escuchamos a los animadores decir: “Hermanos, hemos venido a alabar a Dios, porque él se merece ser alabado por su pueblo”.

Todos gritan “¡amén!”, y comienza una oración que en el mejor de los casos podría resumirse en menos de diez expresiones: ¡Aleluya!, ¡glorificado!, ¡a El la gloria por siempre!, ¡hay poder! ... Amén.

La Alabanza, Medio de Sanación



La alabanza a Dios nos sirve para sanar. Nosotros somos quienes alabamos y Dios recibe la alabanza. Mas nosotros somos quienes recibimos el beneficio. 

Con la alabanza se rompen cadenas. Se libera el alma. Satanas es derrotado. "Huyen los Demonios cuando canta el Pueblo. Huyen los Demonios cuando cae el fuego. Huyen los Demonios porque no soportan la alabanza a El".

Escucha esta alabanza. Si te es posible, cierra tus ojos y piensa en Jesus. Piensa que estas junto a El, que El escucha tu canto y en tu canto entregale todos tus problemas, tus angustias, las enfermedades tuyas y las de tus familiares. Tus problemas de falta de trabajo o empleo.

Dios siempre te escucha, no desesperes. El tiene algo maravilloso para ti. 

Guarda silencio y dejale ser Dios.

Colaboracion de Jorge Quetzalcoatl
Canta: Neil Velez (Predicador Catolico)



Friday, November 2, 2012

LAS LUCES DEL CIEGO

Colaboracion: P. Alejandro Ortega Trillo, L.C.
Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
Monterrey, N.L. Mx.
 
Ciegos célebres

Los ciegos nos sorprenden a veces con una “visión” más clara y profunda que la nuestra. Es bien conocido el caso de Hellen Keller, quien de muy pequeña quedó ciega y sorda. Años después, habiendo aprendido heroicamente a escribir, ella misma relataría: «Podía compararme con un insensible pedazo de corcho. De pronto, sin que recuerde el lugar, el tiempo o el procedimiento exactos, sentí en el cerebro el impacto de otra mente y desperté al lenguaje, el saber, el amor, a las habituales nociones acerca de la naturaleza, el bien y el mal». Según sus biógrafos, aprendió los nombres de las cosas que podía tocar; aprendió a “hablar” y a “escuchar” con las manos. Escribió, entre otros, un libro titulado Luz en mi oscuridad. Otro ciego célebre es Andrea Bocelli. No cabe duda de que la ceguera, lejos de obstaculizar su talento, lo ha amplificado. Y san Francisco de Asís, quien ya viejo y casi ciego, dio a luz el más célebre de sus escritos: el Cántico de las creaturas. En el fondo, estos ciegos han visto tanto gracias a la luz interior de su espíritu. «Nadie puede apreciar el secreto de su desarrollo –escribe Paul Sperry sobre el caso Keller– sin conocer algo de su fundamento espiritual. Para ella la religión era una manera de vivir día a día, y la vida espiritual era tan real y práctica como la vida natural».

Monday, October 15, 2012

¿Porqué el Dolor?¿Cuál es el Sentido del Sufrimiento?



Pregunta:

 Estimado Padre: Mi duda concreta es la siguiente: ¿deseo saber el porqué de la injusticia, del dolor, de la enfermedad? Entiendo que debemos ser pacientes y aceptar la voluntad de Dios, ya que Él es el único que tiene las respuestas, no obstante al ver la realidad que enfrentamos en la vida diaria ¿cómo no perder el camino? De antemano le agradezco el tiempo que se sirva dedicarme para aclarar estas dudas. ¡Que Dios lo Bendiga! Atentamente 

Responde el P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E. 

Friday, October 5, 2012

¿Qué es una Misa de Sanación?


Un sacerdote explica de qué se tratan las celebraciones que llevan este título. El lugar del exorcismo y la unción de los enfermos.
 
El P. Pedro Velázquez Figueroa, comisionado de Pastoral de la Salud de la Arquidiócesis de México, explica qué es una Misa de Sanación. El sacerdote dio estas explicaciones en una entrevista concedida al Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME) que a continuación reproducimos.

Padre Pedro, ¿qué es una Misa de Sanación?

Tuesday, September 11, 2012

LA SANACIÓN INTERIOR: ¿CÓMO SANARSE DE RECUERDOS DOLOROSOS?



P. Daniel Barrera Hdz., msp.

Es difícil tratar con la realidad compleja de los sentimientos que guarda el corazón humano. Sobre todo, cuando la persona sufre graves y duros golpes que han marcado su destino para siempre. No son sólo noticias, tragedias, muertes inesperadas, los actos de violencia intrafamiliar, más que nada, son hechos que le ocurren a «alguien». La expresión bíblica «Todo lo que Dios permite es para bien del hombre» ( cf. Rom 8, 28) , no siempre es bien digerida por los que cargan la pena o la desgracia.

Salía de misa de 12 cuando me abordaron dos fieles de la comunidad sumamente afligidos. Me informaron de la muerte de un joven conocido que frecuentaba los grupos de la parroquia. Tenía 20 años y se había ahogado en la playa cuando veraneaba con un grupo de jóvenes. Así que no tuve que pensar para salir inmediatamente y hacer una oración, esperando encontrar unas palabras de consuelo para los familiares y amigos.

Tuesday, August 14, 2012

LAS SANACIONES DE JESÚS



La actividad de Jesús como sanador ocupa un lugar notable en los evangelios. Si comenzamos a leer el evangelio de Marcos nos encontraremos enseguida con diversos relatos de sanación: curación de un leproso, de un paralítico, de un hombre con la mano seca, de una mujer con flujo de sangre, de ciegos, mudos, etc. Estos relatos de los evangelios se parecen bastante a otros que circulaban por entonces en el imperio romano atribuidos a personajes famosos. Por esta razón con frecuencia se ha pensado que los relatos de los evangelios podrían haber sido compuestos a partir de esos otros relatos de la época con el fin de presentar a Jesús como uno de los sanadores de entonces. Sin embargo, parece que en la tradición evangélica hay indicios suficientes para afirmar que de hecho Jesús realizó sanaciones.

Después de someter los relatos evangélicos a una severa crítica, comparándolos con otros de la época, aún nos queda un fondo de tradición muy vinculada a las condiciones concretas de la vida en la Palestina del siglo primero que sólo pueden explicarse si realmente Jesús realizó estas sanaciones. Es cierto que el número de estos relatos pudo multiplicarse en el tiempo que media entre la vida de Jesús y la redacción de los evangelios, y que tal vez fueron razones ìmisionerasî las que provocaron esta ampliación, pero este mismo hecho exige que en el punto de partida hubiera datos que posibilitaran dicha ampliación.

En las palabras de Jesús se da por supuesto que realizó este tipo de curaciones, pues las presenta como uno de los signos de su mesianidad (Mt 11,2-6 = Lc 7,18-23). Sus adversarios y otros testigos de estos signos realizados por Él no negaron el hecho de que hiciera tales cosas, sino que le criticaron por realizar sus curaciones en sábado o por no observar la Ley de Moisés. El historiador judío Flavio Josefo se hace eco de la fama que tenía Jesús como ìhacedor de obras portentosasî (Ant 18,63-64). El mismo Jesús se refirió a sí mismo dos veces utilizando la imagen del médico (Mc 2,17; Lc 4,23).

Finalmente, las sanaciones figuran, junto con los exorcismos, en casi todos los sumarios de la actividad de Jesús. Esto significa que quienes redactaron los evangelios tenían la certeza de que Jesús había realizado ambas cosas.



Nuestra perplejidad ante la actividad de Jesús como sanador es bastante explicable si tenemos en cuenta que nuestra forma de entender y vivir la salud y la enfermedad es muy diferente a la que tenían Jesús y sus contemporáneos. Los estudiosos de la Biblia se han dedicado durante mucho tiempo a estudiar la forma literaria de los relatos de sanación y su mensaje teológico, pero no han explicado lo más importante de estos relatos, que es precisamente contar las sanaciones que Jesús realizó. Para ello necesitamos acercarnos a su forma de entender y vivir la salud y la enfermedad, que es muy parecida a la de algunas culturas no-occidentales actuales.

Los sistemas sanitarios suelen tener tres sectores: a) el popular (familia y vecinos), que es donde empieza a interpretarse y tratarse siempre la enfermedad; b) el profesional (médicos, instituciones sanitarias, etc), que en tiempos de Jesús estaba mucho menos desarrollado que entre nosotros, y además se basaba en principios muy diferentes a los de la medicina profesional de hoy; y c) el étnico, que aglutina una serie de medicinas alternativas y sobre todo a los sanadores populares. Las sanaciones de Jesús deben situarse en este tercer sector. Jesús fue un sanador popular al estilo de Elías, y se entendió a sí mismo como mediador de la sanación que viene de Dios.

La explicación del origen de la enfermedad y sus causas era muy distinta a la que nosotros solemos dar. Entonces se pensaba que el pecado o los espíritus malignos eran los causantes de la enfermedad. Para ellos la enfermedad no era sólo una patología física, sino que tenía dimensiones sociales y sobrenaturales. La enfermedad y la sanación eran percibidas entonces de una forma mucho más global que ahora.

Otro aspecto que conviene tener presente es que la enfermedad marcaba entonces negativamente a las personas mucho más que hoy. El hecho de estar enfermo, y sobre todo ciertas enfermedades (leprosos, ciegos, etc) tenían connotaciones muy negativas y hacían del enfermo una persona estigmatizada, que era marginada por la sociedad.

Para entender las sanaciones de Jesús es conveniente también conocer estrategia terapéutica que seguían entonces los sanadores populares. Es muy diferente a la que sigue la medicina científica occidental. Este tipo de sanadores compartía la visión del mundo, de la salud y de la enfermedad que tenían sus ìpacientesî; aceptaban los síntomas que les presentaban; trataban a sus pacientes en público; y en general estaban más cercanos a la situación social del enfermo. Todos estos rasgos aparecen en las sanaciones de Jesús.



Las sanaciones realizadas por Jesús, sobre todo cuando las situamos en el contexto de lo que entonces significaba la enfermedad y la salud, revelan aspectos muy interesantes de su actuación.

En primer lugar nos muestran una imagen de Jesús que hoy nos resulta más difícil de aceptar. Nuestra cultura nos predispone para imaginar a Jesús como un maestro, que pronunciaba parábolas y sentencias llenas de sabiduría, o como un profeta que anunciaba la llegada de un mundo mejor. Y sin embargo, la imagen de Jesús como un sanador popular que pasó curando a la gente es tan real como la anterior. Al actuar así, Jesús empalma con la tradición de Elías. Esta reflexión nos invita a descubrir los aspectos de Jesús que nuestra cultura tiende a colocar en la penumbra.

En segundo lugar, las sanaciones de Jesús muestran su cercanía a los marginados. Los enfermos, y por causa de ellos sus familias, tenían que soportar una situación de sospecha y marginación. La idea que entonces se tenía de la enfermedad acentuaba esta condición social de marginación (recordemos p.e. la situación de los padres en el relato de la curación del ciego de nacimiento de Jn 9). El hecho de que Jesús se acerque a ellos y se deje tocar por ellos, o de que los cure de formas poco ortodoxas, era un atentado contra las normas de pureza que gobernaban la sociedad palestina del siglo primero. Jesús no tuvo inconveniente en transgredir estas normas, pues sólo así podía acercarse a los que estaban en situaciones más marginales.

Finalmente, sus curaciones son un signo de que el Reinado de Dios está empezando a llegar. Los profetas habían anunciado que la curación de los cojos, ciegos, sordos, etc sería el signo de que se cumplían las promesas de Dios. Jesús se refiere a esta profecía para explicar sus curaciones (Mt 11,2-5 = Is 35,5-6).

Friday, July 27, 2012

PERDON Y SANACION – CITAS BIBLICAS



"Muchos le siguieron, y El los sanó a todos" (Mt 12, 15)

"Su fama crecía más y más y muchas personas acudían a El,
para que los sanara de sus enfermedades" (Jn 5, 14-15)

"No son las personas sanas las que necesitan médico, sino
las enfermas..." (Lc 5, 31)

"Echen fuera la amargura, las pasiones, los enojos, los
insultos y a toda clase de maldades. Sean buenos y com-
prensivos unos con otros, perdónense unos a otros, como
Dios los perdonó a todos ustedes en Cristo." (Ef. 4, 31-32).

"Dios nos libró del poder de la oscuridad y nos llevó al Reino
de su amado Hijo, por quien nos salvó y nos perdonó muchos pecados"
(Col 1, 13-14)

"Jesús predicaba la Buena Nueva del Reino y sanaba
Todas las dolencias y enfermedades de la gente."
(Mt. 4, 23)

La Voluntad de Dios es Que Todos Estemos Sanos en el Espíritu, en el Cuerpo y en el Alma.



PARA MEDITAR

La voluntad de Dios es que todos estemos sanos en el espíritu, en el cuerpo y en el alma. Por lo tanto pedir por la curación no es pedir contra su voluntad. Si fuera así ¿por qué entonces acudir al médico y tomar medicinas?

Jesús, consciente de su misión salvadora de todo hombre, llegó a Nazaret, entró en la sinagoga y se puso de pie para leer las Escrituras. Le dieron el libro del profeta Isaías y cuando lo abrió, encontró el lugar donde estaba escrito:

"El espíritu del Señor está sobre Mí, porque me ha ungido,
para dar buenas noticias a los pobres, para sanar a los
afligidos de corazón, para anunciar a los presos la libertad,
para dar vista a los ciegos, para poner en libertad a los
oprimidos"
(Lc. 4, 16-19)

Hoy, El sigue sanando por medio de sus seguidores. La sanación puede ser del espíritu, de la mente o del cuerpo (2 Tes. 5, 23). La sanación del espíritu quiere decir que la persona ha sido fortalecida en su espíritu, su fe, su amor y confianza en Dios.

La sanación de la mente (sanación psicológica), significa que ha recibido un toque de Dios que produce paz, satisfacción, confianza, aceptación de sí mismo, comprensión, perdón a los demás o cualquier otra cualidad que contribuya a la armonía de las personas.

La sanación del cuerpo significa una vuelta a la salud de alguna parte del organismo. Esto es, muchas veces producto de la sanación espiritual y psicológica. Muchas enfermedades inician su proceso de sanción con el perdón.

ETAPAS EN LA SANACION DE UN RECUERDO



Relájate y llénate del Espíritu. Encuentra a Dios en tu interior.

A.- Negación: Señor, déjame ver, lo que Tú ves en mi vida y yo no veo. ¿Cuántas veces, te negué, en la imagen de algún hermano? Tal vez me hablabas en el dolor de mi enemigo...pero comprendí tus estos de amor.

B.- Enojo: Señor sana mis heridas internas, dolores y enfermedades. Perdóname si soy desafiante, rencoroso y lleno de enojo, si no acepto las órdenes de mis superiores y soy orgulloso.

C.- Regateo: Señor, permíteme perdonar, como Tú, incondicionalmente me perdonas. ¡Quiero que sean Sanados en mí, los pensamientos y los sentimientos diferentes a los tuyos!
No tuve en cuenta tanta generosidad de tu Redención. Asumí una actitud mezquina de regateo y Pobreza de espíritu, perdón Señor.

D._ Depresión: Señor ilumina mi mente y espíritu para salir de ésta tristeza, angustia y dolor que oprime mi alma. No comprendo, todavía el por qué de esta herida o dificultad. Transforma mi dolor en fe, Esperanza y caridad.

PERDONAR ES LIBERARSE



"Había ahí una mujer que, hacia dieciocho años estaba
poseída de un espíritu que la tenía enferma, y estaba tan
encorvada que de ninguna manera podía enderezarse.
Al verla Jesús, la llamó. Luego le dijo:
Mujer, quedas libre de tu mal. Le impuso las manos y en
Ese mismo instante ella se enderezó, alabando a Dios"
(Lc 13, 11-13)

Esta mujer encorvada bajo su enfermedad es la imagen de lo que nosotros somos, encorvados bajo el peso de nuestros pecados y de todos nuestros pesos físicos y morales. Jesús viene como Salvador. Con una sola Palabra El sana y salva, para gloria de Dios.

Cuando te perdonas y perdonas a los demás, eres efectivamente libre. El perdón, siempre va acompañado de un tremendo sentimiento de libertad.

Al perdonar, te haces un regalo. Te liberas de las experiencias y relaciones pasadas. La iniciativa de perdonarnos a nosotros mismos, también viene de Dios, como la iniciativa para poder perdonar a los otros.

Debemos dejar que el Señor nos libere, cure todas las enfermedades y sane las heridas más profundas del corazón humano, y así ser hombres sanados en su totalidad.

PERDON ES EXPRESION DE AMOR



En el amor no hay temor. El amor perfecto
Echa fuera el temor, pues el temor mira el castigo.
Mientras uno teme, no conoce el amor perfecto"
(Jn 1, 18)

¿Crees Tú, que el perdón es una expresión de amor?

"La presencia de Dios es la paz y el lenguaje de Dios es el Amor"

Jesús, quiere que seamos felices y profundamente amorosos "Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia" (Jn 10, 10). Así vemos que la acción de Jesús es siempre de perdón, de sanación, de liberación. (Lc. 4, 18-19).

La santidad, la salud y la felicidad, están en la voluntad de Dios "Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo Unico, para que todo el que crea en El no muera, sino que tenga vida eterna" (Jn 3, 16).

Esta es una verdad, que debemos repetir en todas partes. El es nuestro Padre y como tal, quiere lo mejor para sus hijos.

"Echen fuera las amarguras, las pasiones, los enojos, los insultos y toda clase de maldades. Sean buenos y comprensivos unos con otros y perdónense unos a otros, como Dios los perdonó a todos ustedes" (Ef 4, 31-32).

"Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lc 23. 34)

"Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden" (Mt 6, 12)

"Padre, pequé contra Dios y contra ti, ya no merezco llamarme hijo tuyo" (Hijo Pródigo) (Lc 15, 21)

"Si confesamos nuestros pecados, El por ser fiel y justo, nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad" (1 Jn 1, 9)

Friday, July 20, 2012

Temas de Sanacion: ¿Por qué debemos perdonar?



¿Por qué debemos perdonar?

Un psicólogo norteamericano, Robert Enright, afirmó que las personas que han sido profunda e injustamente heridas pueden sanar emocionalmente perdonando a su ofensor. El insigne fraile dominico Henri Lacordaire dijo: "¿Quieres ser feliz un instante? Véngate. ¿Quieres ser feliz toda la vida? Perdona".

Un discípulo de Jesús le preguntó: "¿Maestro, cuántas veces he de perdonar a mi hermano? ¿Siete veces?" "Siete veces no, setenta veces siete", le contestó Jesús. Perdonar es un don de Dios. La oración sincera, procedente de un corazón limpio de pecado, ayuda a "desmantelar" la ofensa, a perdonar al que nos hirió.

Los primeros pasos hacia el perdón

A menudo una mujer que ha sido víctima de maltratos físicos o emocionales durante mucho tiempo, siente ira contra sí misma por todo lo que permitió que le sucediera. La primera persona a quien ella debe perdonar es a sí misma.

"Para poder perdonar a su agresor, la víctima debe comprender que lo sucedido fue una ofensa. Debe reconocer que ella es tan valiosa como todas las demás personas, y que sus necesidades y sentimientos son importantes. Si intenta perdonar antes de valorarse, su perdón no será apropiado. Hasta que la víctima comprenda el valor que tiene como persona, no se respetará a sí misma." ("Forgiveness and the intrinsic value of persons", Margaret R. Holmgren, American Philosophical Quarterly, octubre de l993.)

"Desde el punto de vista psicológico, según el psiquiatra norteamericano Richard Fitzgibbon, hay tres formas básicas de lidiar con la ira: l. Negarla. 2. Expresarla de muchas maneras mientras pretendemos que no estamos ofendidos. 3. Perdonar. El Dr. Fitzgibbon y otros psiquiatras y psicólogos, aplican una terapia que induce al paciente a perdonar, y comprueban que hay una mejoría considerable. Aquí se ve que la verdadera Ciencia coincide con el Evangelio de Cristo. Estos son los pasos terapéuticos que ellos recomiendan:

l. Confrontar la rabia interior, la vergüenza, la herida. La persona puede estar deprimida sin saber por qué, hasta que descubre la causa, oculta por muchos años o sólo por horas.

2. Reconocer la fuente de la herida, y descubrir el porqué.

3. Elegir perdonar. Aunque haya base para la ira y la venganza, no se elige eso, sino perdonar. Y no tiene que ser sólo por motivos religiosos, sino también por instinto de conservación: le va a hacer bien psíquica y físicamente.

4. Buscar una nueva forma de pensar sobre esa persona que nos ha hecho mal. Cuando lo hacemos, por lo general descubrimos que es un ser vulnerable, probablemente con heridas.

"Debemos liberarnos del dominio que la persona que nos ha herido ejerce todavía sobre nosotros mediante nuestro odio. Perdonar libera la memoria y nos permite vivir en el presente, sin recurrencias constantes al pasado doloroso.

"Todo insulto recibido puede convertirse en una nueva oportunidad de crecimiento interior, una gracia que nos envía Dios, porque al perdonar somos canales de Su misericordia. Pero además, como dice el "Padre Nuestro", la oración que el mismo Cristo nos enseñó, cuando perdonamos también nosotros somos perdonados por Dios. Si rabiamos por una ofensa, si planeamos vengarnos por un insulto, si el odio se aloja en nuestra alma, el adversario (Satanás), habrá ganado la batalla arrastrándonos al mal mayor."

Nota: Esta información fue tomada del artículo escrito por Dora Amador y publicado en "El Nuevo Herald", junio 5 de l997.

A la pregunta sobre por qué perdonar, los creyentes respondemos que la experiencia de haber sido perdonados muchas veces por Dios nos compromete a perdonar a nuestros semejantes.


Para comprender mejor lo que significa pedir perdón y perdonar

"Perdón es la fragancia que la violeta suelta, cuando se levanta el zapato que la aplastó". (Mark Twain)

"Pedir perdón no es lo mismo que disculparse, porque disculparse es excusar los motivos por los cuales uno ejecutó una acción con el objeto de que la persona afectada por ella pueda comprenderla. Pedir perdón es asumir la totalidad de nuestra falta, con toda ella, y sentir todo el mal que produjo, decir que aunque no puedas del todo repararla, te produjo dolor la acción, lo sientes, estás arrepentido, y quieres de vuelta procurar lo bueno... La estatura humana del perdón por ello es mucho más alta y propia de los grandes, y necesaria en los cristianos porque hemos sido perdonados desde antes de existir, y así como perdonemos se nos perdonará". ("El perdón", C.S.Lewis)

"Un conocido teólogo escribió que ' Los santos, muchas veces al rezar tartamudeaban. Este tartamudeo es más agradable a Dios que las frases retóricas, por más bellas y brillantes que puedan ser '. Muchas veces nos cuesta pedir disculpas a nuestros amigos, compañeros... por un mal acto que hemos cometido. Pedir perdón por una mala acción es la forma más poderosa de demostrar nuestra humildad y honestidad. Sería interesante que hoy recordaras a aquellas personas con las cuales mantienes una enemistad por culpa tuya. ¡Reconcíliate con ellas con palabras fáciles y honestas y si hace falta tartamudea! Hay una frase increíble que te ayudará a pensar: 'El perdón de las flores es tan bonito que llegan incluso a perfumar a aquél que las aplasta con la mano' ".

"Perdonar no es olvidar, es recordar sin dolor, sin amargura, sin la herida abierta; perdonar es recordar sin andar cargando eso, sin respirar por la herida, entonces te darás cuenta que has perdonado.

"En una parte del Padre Nuestro Dios nos dice: ' perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden'. Perdonar, es una decisión que deja en libertad tu corazón, y deja limpia toda herida, la amargura en ti ya no reinará. Si tú quieres experimentar el perdón del Señor, debes primero perdonar.

"Dios dijo: 'Yo soy la vid y ustedes la rama, ustedes lejos de mí no pueden hacer nada' y nada incluye todo, incluye perdonar. Dejemos que Dios nos ayude con nuestra decisión de perdonar. No fuimos hechos para odiar, sino para amar ..."

"Amar a quien nos ha ofendido desarma al adversario y puede incluso transformar un campo de batalla en un lugar de solidaria cooperación. Éste es un desafío que concierne a cada individuo, pero también a las comunidades, a los pueblos y a la entera humanidad. Afecta, de manera especial, a las familias. No es fácil convertirse al perdón y a la reconciliación. Reconciliarse puede resultar problemático cuando en el origen se encuentra una culpa propia. Si en cambio la culpa es del otro, reconciliarse puede incluso ser visto como una irrazonable humillación. Para dar semejante paso es necesario un camino interior de conversión; se precisa el coraje de la humilde obediencia al mandato de Jesús. Su palabra no deja lugar a dudas: no sólo quien provoca la enemistad, sino también quien la padece debe buscar la reconciliación (cfr. Mt 5, 23-24). Juan Pablo II ." (Extracto del Mensaje de Cuaresma 2001 de Juan Pablo II. )

"Perdonar y pedir perdón, es dejar que actúe el Espíritu en el lugar donde existe nuestro orgullo y nuestro resentimiento."(Anónimo)

Nota: Este último texto fue preparado por el Instituto Tomás Moro en Asunción, Paragüay y se reproduce con su autorización.

"Dios nos mira más allá de nuestros pecados con mucho amor...Cuanto más vemos y sentimos su bondad, más nos enamoramos de Él. En cuanto más nos enamoramos de Él, nuestras vidas automáticamente se van alineando con Él. Toda sanación en nuestras vidas fluye de esta relación amorosa. Al entrar en un profundo conocimiento de su amor, es cuando, de hecho, nos sanamos y tenemos la experiencia más sutil de la unión con Él, sabiendo que su amor puede transformar las más profundas heridas.