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Sunday, September 8, 2013

Sexualidad Cristiana:

Pregunta:
Por favor, Padre, quisiera saber si es pecado la masturbación y qué dice la Iglesia al respecto. 



Responde el P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E.
Respuesta:

Estimado:

La masturbación es pecado cuando es un acto libre y premeditado (o sea, cuando reúne las condiciones que exige todo pecado mortal: material grave, conocimiento y consentimiento perfectos); distinto es el caso de aquellas personas que realizan estos actos de modo enfermizo y compulsivo (razón por la cual el Catecismo en el número 2352 aclara: 'para emitir un juicio justo acerca de la responsabilidad moral de los sujetos y para orientar la acción pastoral, ha de tenerse en cuenta la inmadurez afectiva, la fuerza de los hábitos contraídos, el estado de angustia u otros factores psíquicos o sociales que pueden atenuar o tal vez reducir al mínimo la culpabilidad moral').

Friday, February 22, 2013

10 Razones Para Vivir la Abstinencia en el Noviazgo

 
 
1. La pureza ayuda a tener una buena comunicación con tu pareja
        Cuando una pareja vive la abstinencia sexual, su comunicación es buena porque no se centran solamente en el placer sino en la alegría de compartir puntos de vista y vivencias, además, sus conversaciones son más profundas. Por el contrario, la intimidad física es una forma fácil de relacionarse pero eclipsa otras formas de comunicación. Es un modo de evitar el trabajo que supone la verdadera intimidad emocional, como hablar de temas personales y profundos y trabajar en las diferencias básicas que hay entre ambos.

Thursday, January 31, 2013

Sexualidad Cristiana:



 
Pregunta:

Escribo desde Estados Unidos. Tengo 22 años. He leído en su pagina la consulta '¿Son ilícitas las relaciones prematrimoniales?'. Todo lo que ustedes dicen es exactamente lo que yo pienso y lo que mi mamá me enseñó durante años. Hace seis meses de estoy novia con un muchacho al cual estoy segura que amo y que me gustaría compartir toda mi vida con él. Pero él tiene diferentes maneras de ver la vida con respecto a este tema y a pesar de que durante estos meses me ha respetado, día a día me sale diciendo que se le esta haciendo muy difícil y que además físicamente necesita hacer el amor. También me dice unas veces que si sus hermanas y su mejor amigo saben que el no tiene sexo conmigo van a burlarse de él y lo van a llamar homosexual. Peor es a veces cuando no puedo contestar las preguntas que él me hace, como '¿por qué los católicos vemos la virginidad tan importante?' o '¿por qué yo quiero esperar, por quién, debido a qué?' Y la única respuesta que le doy, es por el amor que le tengo a Dios, pero el no entiende. A veces me surge la pregunta: '¿Por qué la iglesia acepta el sexo fuera del matrimonio en los hombres y no en las mujeres?' Yo no sé qué tan cierto es eso de que mi novio físicamente está teniendo problemas por el deseo sexual que tiene; pero yo no sé qué hacer. No puedo negar que a veces me cuesta mucho decir 'basta'. Pero en todo momento pienso en Dios, en lo que mi mamá me enseñó y sobretodo no quiero hacer nada con mi cuerpo que después me vaya a arrepentir. ¡Gracias por su pagina!

Responde el P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E.
 

Estimada C.:

Friday, December 28, 2012

La Importancia del Método de Ovulación Billings



 La importancia del Método de Ovulación Billings.

La planificación familiar comprende no solo conocer los métodos de anticoncepción, sino también saber cuál es el momento biológicamente propicio para tener hijos. Un sistema que contempla ambos conceptos es el conocido como Billings, que tiene gran número de practicantes en países del primer mundo, ¿lo conoces?

Monday, December 10, 2012

La Sexualidad Humana en la Moral Cristiana

 

 Cuando una pareja de novios llega a la oficina parroquial para hablar con el sacerdote sobre sus planes e intenciones de obtener matrimonio muy cierto que se preguntaran como visualizan o proyectan vivir su sexualidad. Son muchas las preguntas que como seres humanos nos podremos nos podremos hacer. Ahora bien, sin entrar en detalles de las normas y enseñanzas (por ahora) que establece la Iglesia Católica hay que establecer con juicio infalible que las relaciones sexuales deben enfocarse exclusivamente desde el matrimonio. Pero el matrimonio no solamente se basa en ese aspecto. El matrimonio como signo sagrado o sea sacramento debe basarse, como explicaría el sacerdote a la pareja de novios, en una profunda conexión entre ambos donde puedan ser capases de llevar una intimidad humana y espiritual comprometiéndose maduramente dentro de la relación.

Tuesday, July 17, 2012

Sexualidad Cristiana: La Adicción al Sexo y el Cerebro



El impulso sexual es algo natural. Pero cuando el sexo comienza a preocupar sus pensamientos, se interpone en el camino de la intimidad con su pareja, o afecta a su trabajo y las finanzas, su libido se ha convertido en un problema. Entonces, ¿podemos asignar diferentes tipos de adicción al sexo en el cerebro? ¿Y cuales son los tratamientos posibles que pueden ayudar a adictos al sexo a controlar las compulsiones sexuales?

Vamos a verlo paso por paso.

¿Cómo puede el sexo ser adictivo?

Aunque los expertos aún no están de acuerdo en cómo llamar a la adicción al sexo, lo que sí parece claro es que algunas personas (la mayoría de los cuales son hombres) tienen dificultad para controlar sus demandas sexuales. En estas personas, parece que ciertos químicos se liberan en el cerebro durante y justo después de la liberación sexual, que alteran el estado de ánimo. Al igual que las drogas, estas endorfinas estimulan centros del placer en el cerebro y pueden ser adictivos. Esto significa que los comportamientos sexuales repitidos provocan una sobre-exposición a sustancias químicas que pueden alterar la química del cerebro hasta el punto en que más de la química es “necesaria” para sentirse “normal”. Por lo tanto, un adicto al sexo continúa su ciclo de búsqueda, participa ya pesar de todo siente que nunca está satisfecho con el sexo.


Las causas de la adicción al sexo en el cerebro

Por el momento, no se considera ninguna causa biológica única como causante de conductas sexuales compulsivas. Existe poca evidencia científica entre las personas diagnosticadas con compulsión sexual, incluyendo estudios de imágenes cerebrales de neurotransmisores. De hecho, la adicción al sexo no es tan conocida como el consumo de drogas y los cambios que está produce en el cerebro. Sin embargo, los hallazgos preliminares sugieren que:

1. El daño al lóbulo frontal del cerebro puede desencadenar en expresión de conductas disinhibidas, lo que podría explicar parcialmente la mayor actividad sexual junto con la disminución del control entre las personas con enfermedades neurológicas que implican los lóbulos temporales y áreas de mediados del cerebro (crisis convulsivas, enfermedad de Huntington, demencia, etc)

2. Los casos de conducta sexual hiperactiva se han observado entre las personas que consumen estimulantes que aumentan la cantidad de serotonina, dopamina y norepinefrina en el cerebro.

3. Es posible que las regiones de la recompensa y el placer en el cerebro se vean afectados por las hormonas sexuales y faciliten o mejoren la respuesta a las relaciones sexuales y el deseo de sexo en adictos al sexo.


Anulación de la respuesta sexual

Es posible reemplazar el instinto que tenemos que buscar el placer. De hecho, es el poder de razonamiento del cerebro que puede ayudar a los adictos al sexo a dejar de actuar sexualmente y controlar los impulsos. Se recomienda comprender en mi primer lugar las influencias biológicas para empezar a controlar los impulsos. A continuación, se puede elegir el apego, la vinculación y el compromiso como expresiones alternativas de la sexualidad y empezar a vivir en la realidad en lugar de en un mundo de fantasía.


¿Cómo hacer eso?

A través de mucha práctica, desarrollo personal, y orientación de un consejero certificado que se especializa en el tratamiento de la conducta sexual compulsiva. A menudo, las conductas sexuales compulsivas tienen sus raíces en nuestra familia de origen, a medida que aprendemos de niños a través de la modelización de nuestros padres. La recuperación de la adicción sexual incluye el descubrimiento de los sentimientos, pensamientos y creencias del pasado y sustituirlos por otros más saludables. Sabiendo que usted es digno de ser amado le ayuda a reconstruir la confianza, el control y la autoestima que es necesaria para la recuperación de la adicción sexual. Pero hay que estar dispuesto a hacer el trabajo.

Monday, April 16, 2012

Sexualidad Cristiana



¿Tiene consecuencias médicas la ligadura de trompas?

Pregunta:

Estimado Padre: Mi esposa y yo, por problemas que no viene al caso relatarle, no queremos tener más hijos, y por eso hemos decidido recurrir a algún método definitivo. Tengo entendido que la esterilización (ligadura de trompas) no es aceptada por la Iglesia, pero al margen de la cuestión moral no ofrece contraindicaciones médicas sino que es el medio más seguro. Sé que usted no está de acuerdo con esto, pero sólo le pregunto si estoy en lo cierto al pensar que no ofrece complicaciones médicas. Disculpe que le plantee esta pregunta. Francisco.

Responde el P. Miguel A. Fuentes, I.V.E.

Estimado F.

La posición de la Iglesia al respecto de la esterilización contraceptiva (a decir verdad, no es sólo el Magisterio de la Iglesia sino la Ley natural) es muy clara: se trata de una mutilación ilícita. No me extiendo sobre el tema pues puede usted leer los artículos sobre el tema que ya han sido publicados en la página de El Teólogo Responde (http://www.iveargentina.org/Teolresp/Teologoresponde.htm) y también los que se encuentran en la página Foro de Teología moral (http://www.iveargentina.org/Foro_SAlfonso/index.htm).

De todos modos, su pregunta es de orden médico y plantea si esta intervención quirúrgica (la esterilización mediante la ligadura de trompas) no tiene complicaciones médicas. Debo decirle que, a pesar de lo que dicen algunos médicos interesados en la difusión de este método contraceptivo, estudios recientes afirman que sí tiene problemas. Así, un reciente estudio realizado en Estados Unidos afirma que aumenta el riesgo de cáncer ovárico.

Lea atentamente la siguiente noticia: Estudio revela: Ligadura de trompas aumenta riesgo de cáncer ovárico. WASHINGTON DC, 7 Ago. 03 (ACI).-Un reciente estudio publicado en la última edición de la revista médica Obstetricia y Ginecología, demostró que las mujeres que se han sometido a una esterilización por medio de la ligadura de trompas son 70 por ciento más propensas a ser diagnosticadas con cáncer al ovario.

La investigación confirma los mismos resultados anunciados en México, donde se comprobó que las mujeres esterilizadas tenían en doble de posibilidades de tener quistes al ovario en relación con las que no usan ningún tipo de contracepción.

La doctora Victoria L. Holt del Centro de Investigación de Cáncer Fred Hutchinson, junto con un grupo de colegas, estudió los resultados médicos de 392 mujeres de edad gestante -entre los 18 y 39 años- diagnosticadas en los últimos cuatro años con quistes al ovario de ¡dos centímetros! o más; comparándolas con 623 mujeres de la misma edad que no están diagnosticadas con quistes.

'Como la esterilización es el método de contracepción más común en Estados Unidos, esta asociación se encarga de las investigaciones más grandes que incluyen también a mujeres de 40 años o mayores, quienes son más propensas a tener estos problemas', explicó la doctora.

Según Holt, el aumento de riesgo de quistes en el ovario en relación con las esterilizaciones 'persistió y aumentó' cuando los investigadores evaluaron sólo a las mujeres con quistes de mayor tamaño o que hayan sido sometidas a alguna operación. (Esta noticia fue publicada en Aciprensa, 7 de agosto de 2003.

Saturday, December 3, 2011

Sexualidad Cristiana..


Pregunta:

Estimado Padre: ¿Qué es la castidad y cómo vivirla? y ¿qué es el pudor? ¿hay alguna diferencia entre una y otra?

Responde el P. Miguel A. Fuentes, I.V.E.

Estimado:

Te contesto con el siguiente artículo, tomado textualmente del P. Jorge Loring, 'Para Salvarte', n. 68,25-26.

1. LA CASTIDAD

La castidad consiste en el dominio de sí, en la capacidad de orientar el instinto sexual al servicio del amor y de integrarlo en el desarrollo de la persona. La castidad cristiana supone superación del propio egoísmo, capacidad de sacrificio por el bien de los demás, nobleza y lealtad en el servicio y en el amor .

La castidad es el gran éxito de los jóvenes antes del matrimonio. Es, además, la mejor forma de comprender y, sobre todo, de valorar el amor. No es una negación de la sexualidad, sino la mejor de las preparaciones para la vida conyugal. Porque es un entrenamiento en la generosidad, en el deber y en el dominio de sí mismo, cualidades tan importantes para el ejercicio de la sexualidad humana.

En los jóvenes, la castidad entrena y forma la personalidad. Supone un esfuerzo que va dotando a la persona de solidez en la voluntad y de una sensación de posesión y dominio de sí mismo, que, a su vez, es fuente de profunda paz y alegría. Los jóvenes castos, normalmente, son más constantes en el trabajo y en el estudio, tienen más ilusiones, son más idealistas.

La pureza es una virtud eminentemente positiva y constructiva que templa el carácter y lo fortalece.

Produce paz, equilibrio de espíritu, armonía interior. Purifica el amor y lo eleva; es causa de alegría, de energía física y moral; de mayor rendimiento en el deporte y en el estudio, y prepara para el amor conyugal.

El Papa Juan Pablo II dijo a los jóvenes en Lourdes el 15 de agosto de 1983: 'Los que os hablan de un amor espontáneo y fácil os engañan. El amor según Cristo es un camino difícil y exigente.

El ser lo que Dios quiere, exige un paciente esfuerzo, una lucha contra nosotros mismos. Hay que llamar por su nombre al bien y al mal'. También Juan Pablo II dijo a los miles de jóvenes reunidos en Rímini (Italia) en agosto de 1985: 'Quieres encerrarte en el círculo de tus instintos? En el hombre, a diferencia de los animales, el instinto no tiene derecho a tener la última palabra'.

Los jóvenes reciben de la oración fuego y entusiasmo para vivir con pureza y realizar su vocación humana y cristiana con un sereno dominio de sí y con una donación generosa a los demás .

Lo que es imposible es guardar la pureza de cuerpo sin guardarla también de corazón y de pensamiento. Si no vigilas tu imaginación y tus pensamientos, es imposible que guardes castidad.

El apetito sexual es sobre todo psíquico. Si no se arrancan las raíces de la imaginación es imposible contener las consecuencias en la carne.

Por eso es necesario saber dominar la imaginación y los deseos. El apetito sexual aumenta según la atención que se le preste. Como los perros que ladran cuando se les mira, y se callan si no se les hace caso.
Dice el gran moralista belga José Creusen: 'La impureza, sin ser el más grave de los pecados, es el más frecuente de los pecados graves.

La castidad, sin ser la más perfecta de las virtudes, es una de las más necesarias. (...). En materia de castidad lo más fácil es el dominio completo. Andar a medias es muy peligroso'(864).

Muchos quieren liberarse de la moral católica que consideran represiva, y lo que hacen es caer en la esclavitud del pecado que degrada al hombre. El yugo de Cristo es suave y ligero, si se lleva con amor y voluntad corredentora.
La pureza no puede guardarse sin la mortificación de los sentidos.

Quien no quiere renunciar a los incentivos de la sensual vida moderna, que exaltan la concupiscencia, es natural que sea víctima de tentaciones perturbadoras, y que la caída sea inevitable. La pureza no se puede guardar a medias.

Con nuestras solas fuerzas, tampoco; pero con el auxilio de Dios, sí.

Quien -con la ayuda de Dios- se decide a luchar con todas sus fuerzas, vence seguro. No es que muera la inclinación, sino que será gobernada por las riendas de la razón.

En la vida hay que entrenarse. Entrenarse es hacer un esfuerzo cuando no hace falta, para saber esforzarse cuando haga falta. El que no sabe decir no cuando pudiera decir sí, no sabrá decir no cuando tenga que decir no. El que no sabe privarse de lo lícito por ensayo, no sabrá privarse de lo ilícito cuando sea necesario.

La explotación de la sexualidad por sí misma y sobre todo, con el único fin de conseguir la satisfacción sexual, es funesta, tanto para la vida individual como colectiva.

Aunque los pornócratas, para defender su negocio, dicen que la virginidad ha dejado de ser virtud, y nos presentan la homosexualidad y la masturbación como cosas naturales, por encima de todas las palabras de los hombres está la ley de Dios que nos señala lo que es bueno y lo que es malo.

Hoy se oyen con frecuencia palabras de menosprecio hacia la virginidad. Generalmente provienen de personas que la han perdido.

Como en el cuento de la zorra y las uvas, es natural menospreciar lo que uno no es capaz de conseguir. Pero las joyas no pierden valor porque haya personas que son incapaces de apreciarlas.

Ha escrito el P. Lebrato, dominico: 'Si hubiéramos de responder ateniéndonos a duros hechos externos que definen masivamente nuestra sociedad, tal vez hubiéramos de concluir que, a juicio de muchos, la castidad, hoy, es todo lo contrario de un valor: es un antivalor que hay que arrumbar para siempre. Si fue un valor, hoy es un lastre.

Pero si la respuesta la damos analizando la naturaleza misma de la castidad, contrastada con el concepto filosófico del valor para el hombre, entonces hay que concluir que la castidad es un valor, un valor por sí mismo, primario y absoluto por su bondad intrínseca y por la conveniencia esencial con la naturaleza humana.

Acaso todo depende del concepto que tengamos de castidad. Si la entendemos como una represión, una mutilación, un comportamiento negativo, una actitud desnaturalizante, entonces no es ni puede ser un valor. Qué es entonces la castidad? Sencillamente, la castidad es el ordenamiento de la potencialidad sexual del hombre en consonancia con su condición específica de persona racional, inteligente y autodeterminativa...

Ser un esclavo de los instintos en el campo sexual, le convierte en animal, lo desnaturaliza de su condición de persona libre y de su condición de sujeto autodeterminativo. Usar mal de la capacidad sexual, es una traición a la sexualidad humana. Al ser la castidad la recta ordenación de las fuerzas sexuales y de la afectividad en el hombre en consonancia con los fines específicos de la sexualidad y con la condición integral de la persona como ser inteligente y dueño de sus instintos, no cabe duda que la castidad perfecciona al hombre en su misma condición de hombre. Una perfección en lo esencial siempre es un bien. El bien, en sus múltiples formas, es un valor.

Una joven de 16 años dice:

Con la castidad yo pienso que aprendemos a respetarnos a nosotros mismos y a no hacernos animales. Los animales lo hacen todo por instinto. Si nosotros no tuviéramos un principio regulador, un medio para dominar nuestros instintos nos haríamos como ellos. Es bonito que aprendamos a valorar algo que nosotros tenemos y ellos no tienen. Es una satisfacción disfrutar de algo adquirido por tu propio esfuerzo, por tu decisión, por tu voluntad. Con la castidad voluntaria yo me hago superior a los animales. Esto creo que tiene su belleza y su valor...

- Te es fácil vivir la castidad a los dieciséis años?

-En principio, me cuesta, como creo que les cuesta a los demás. Pero debo confesar que a mí me es fácil vivirla.

- Por qué te es fácil?

-En primer lugar, me doy cuenta de que no merece la pena perder la castidad por el placer sexual de un momento. Pero acaso me cueste poco por la educación que he recibido desde mi infancia...

- Encuentras valores en la castidad?

-El saber que nuestro cuerpo tiene un destino superior al de dejarlo aquí en la tierra. Los planes de Dios sobre los hombres nos hablan de una glorificación de nuestro cuerpo en la vida futura. Aparte de la glorificación corporal donada por Dios, tiene que ser también un don de este cuerpo, el haber sabido conservarlo íntegro, inmaculado, como Él nos lo dio.

Y una joven madre soltera contesta:

-En realidad, no ha sido la castidad mi fuerte. Para mí prácticamente no ha existido. No he sido casta. Pero hoy, que me he dado cuenta, la considero maravillosa. Para mí la castidad no ha entrado en mi vida por el hecho de haberme apartado de Dios. Hoy creo que la encontré y la veo fenomenal.

- Te atreverías a decirme por qué no has sido casta?

-Sí. No he sido casta por el hecho de no pensar, por vivir al margen de todo. Tal vez por comodidad, por dejadez. Te dejas llevar por cualquier impulso.

- Cuándo diste el cambio?

-Al mes de dar a luz tuve la oportunidad de estar sola, pensar mucho, y me di cuenta de que había algo más que todo aquello que había vivido. Y vi claro que aquel Dios que mis padres y mi colegio me habían enseñado, existía realmente y era algo verdadero... Si amo ahora la castidad es porque le amo a Él... Dios importa mucho para mi vida.

- Qué otros valores crees que tiene la castidad?

-Creo que hay otros valores. Antes, que no era casta, que me dejaba llevar por los impulsos, no era libre. En cambio, ahora que tiendo más a ser casta, me siento más libre, me he liberado de mis impulsos. Al dejar esos impulsos a un lado, el mismo cuerpo gana serenidad, dominio, salud, belleza. Y hasta dignidad, porque el cuerpo no debe ser sólo un instrumento del placer, sino un medio de realizarse en la vida cumpliendo una misión'(865).


Por otra parte, la castidad es fácil de guardar, si se busca el auxilio de la gracia de Dios, y se fortifica el alma con los sacramentos de la confesión y la comunión.

El mejor consejo que se puede dar al que ha empezado a rodar por la pendiente del vicio es comunión frecuente y confesión con un Director Espiritual fijo. Es un remedio seguro para corregirse y salir del pecado. No hay pecador que resista. El sacramento de la confesión, además de ser un remedio curativo, es un remedio preventivo. La Comunión y la Dirección Espiritual dan fuerza y luz para obrar con eficacia.

Dice Charboneau:'Se puede, por tanto, hablar, y hay que hacerlo, de un imperativo de la pureza que se impone a los novios, no como una coacción penosa cuya única finalidad sería crearles molestias, sino como una fuerza interior que vivifica el amor elevándolo y manteniéndolo en un plano superior. Esta pureza pretende estar libre de todo desprecio hacia el cuerpo y se basa, al contrario, sobre el respeto soberano a la carne, a la que restituye su equilibrio, eliminando los elementos de defección que son un peligro para ella. En cuanto al amor mismo, lo consolida; y prepara así la felicidad de que gozará la pareja cuando se halle ligada por la vida común'.

Manuel Viera escribe: 'El que la castidad prematrimonial sea perjudicial a la salud es ya un mito descartado hace tiempo por la ciencia médica y la psicología, y algo en que sólo tratan de creer los que buscan una excusa para no ser castos.

Para Freud toda neurosis era de origen sexual. Hoy sus mismos discípulos no sostienen esta doctrina. Adler afirma: 'No siendo verdad que la libido reprimida sea causa de la neurosis, el dar salida al instinto sexual no cura por sí mismo esta neurosis'. La castidad educa la voluntad por el vencimiento que supone. Una educación que no exige esfuerzos, conduce a la anarquía, no forma adultos sino desequilibrados, sin aptitud para hacer frente a las dificultades de la vida. El vencimiento propio es indispensable para la formación del ser humano. Decir que los impulsos sexuales son irresistibles no es científico. La biología moderna declara que los reflejos genitales pueden dominarse con el ejercicio de la voluntad. El poder del espíritu sobre el cuerpo, de lo psíquico sobre lo físico es muy grande. Esto lo confirma la psicología actual'(866).

Dice Robinson: 'La castidad protege vuestro futuro amor. Los jóvenes que han sabido estar a la altura de su deber son los que sabrán después estar a la altura de su amor. El amor conyugal, les va a exigir entrega, generosidad y sacrificio, y ellos ya traen un buen entrenamiento en todo esto. Además, el mejor regalo que podréis haceros unos esposos es el de un cuerpo y un alma íntegros.

La castidad juvenil es un esfuerzo. Pero es un esfuerzo que lleva consigo una recompensa inmensa.

Un esfuerzo que va reforzando y madurando tu personalidad. Es un esfuerzo que lleva consigo una profunda alegría. Un esfuerzo que comprenden y practican los que saben qué es el amor'.

Los jóvenes reciben de la oración fuerza y entusiasmo para vivir con pureza y realizar su vocación humana y cristiana con un sereno dominio de sí y con una donación generosa a los demás.

El mundo se ríe de la pureza y de la castidad, como si se tratara de cosas trasnochadas y pasadas de moda. El mundo dice: 'Hay que darse el máximo de satisfacciones en la vida'. Pero Cristo dice: 'Véncete a ti mismo, toma tu cruz, procura entrar por la puerta estrecha'(867). El mundo dice: 'Hay que liberarse de viejos tabúes!'. Pero Cristo dijo:

'Bienaventurados los limpios de corazón'(868).

El mundo dice: 'El amor no es pecado. Lo que se hace por amor es bueno'. Pero la Biblia limita las relaciones sexuales al matrimonio:

'Absteneos de la fornicación'(869). 'Dios juzgará a los fornicarios y a los adúlteros'(870).

2. EL PUDOR

El pudor es un mecanismo de defensa, propio de la castidad, que protege instintivamente la intimidad sexual con la vergüenza. Es un muro protector de la pureza.

Pudor no es miedo al cuerpo desnudo, sino respeto a él. No es casto el que trata de ignorar lo sexual, sino el que sabe mirarlo con ojos limpios.

El pudor distingue al hombre de los animales.

El pudor ayuda a evitar eficazmente excesos y peligros morales de todo tipo en materia sexual.

Además, evita aquellos aspectos de vulgaridad, chabacanería y desorden que acompañan a ciertas expresiones sexuales.

Alfonso López Quintás, en su libro 'El amor humano' escribe: 'El pudor no indica gazmoñería, apego irracional a costumbres pacatas. Supone respeto a lo más personal del hombre. Protegerse de la mirada ajena, no indica ñoñería sino salvaguardar su sexo del uso posesivo de los demás. Palpar algo es, en cierta medida, un acto de posesión. Ver es como tocar a distancia. Ofrecer a la mirada ajena las partes íntimas del cuerpo supone dejarse poseer en lo que tiene uno de más íntimo.

Toda exhibición sugiere un acto de entrega. Hacerlo en público se asemeja a la prostitución'(871).

Dice el psicopedadogo Bernabé Tierno:

'La educación del pudor sólo es posible allí donde imperan ideas nobles y sentimientos limpios.
El pudor sólo es sentido por quien todavía es sensible a las amenazas que sufre la virtud. En medio de un ambiente que apenas distingue la línea divisoria entre lo que es bueno y lo que es malo, hay que devolver a los jóvenes el sentido de dignidad personal, y a la opinión pública una mayor sensibilidad. Pero no podemos cometer el error pedagógico de atribuir a toda realidad sexual una sensación de vileza o un sentimiento de vergüenza que se identifica muchas veces con el pudor.

Los educadores hemos de poner el acento, no sobre la educación sexual, sino sobre la educación de la persona. No educamos la sexualidad del muchacho; es él el verdadero artífice de su educación como persona, que, en consecuencia, se expresa también en sus comportamientos sexuales. Lo que debe ser educado, no es la sexualidad, sino la persona.

La actitud egocéntrica de la persona hace neuróticamente compulsiva, especialmente en la adolescencia, la necesidad de autoafirmación que se manifiesta claramente en el sector de la sexualidad. La compulsión se hace tanto más fuerte cuanto más se convence el joven de su falta de valía, lo que le hace aferrarse al sexo como único medio de autoafirmación...

Está claro que una atmósfera cargada de hedonismo sexual que se nos cuela de rondón en casa a través de la 'ventana televisiva', envuelve al joven por doquier, y no contribuye lo más mínimo a una higiene mental que favorezca el dominio normal sobre los propios impulsos.

La trivialización de la sexualidad conduce a la desvalorización de las relaciones heterosexuales, cada vez más frecuentes y precoces. En el fondo es la desvalorización misma de la persona del 'otro' que queda reducida a la condición de simple instrumento al servicio del placer...

La apología que ciertos medios de comunicación hacen de aberrantes conductas sexuales contribuye a deformar el concepto y la naturaleza de los papeles sexuales con los que deben identificarse los jóvenes'(872).
Esforcémonos por ver todo lo que tiene el vicio de repugnante y abominable. Esto nos ayudará a amar la castidad. Todo lo que tiene ella de grande y de noble, de dominio propio y de respeto, lo tiene el vicio impuro de bajo y despreciable.

La persona impura es una persona sin voluntad. La razón, que debería ser la señora, se vuelve esclava de los instintos animales; el hábito vicioso se convierte en el peor de los tiranos, exige cada vez más y vuelve a la persona egoísta, con un egoísmo de la peor especie: la persona impura lo sacrifica todo para satisfacer su propia pasión. El vicio impuro quita a la persona la tranquilidad de conciencia, la alegría, la libertad, la fe, la esperanza, el verdadero amor, la honra, la fortuna, la salud y, en fin, la gloria del cielo.

No es raro que a la persona que se deja dominar del vicio impuro le sobrevenga, antes o después, la dureza de corazón, la pérdida de la fe, y al fin la condenación eterna.

Hay que tener en cuenta que los pecados contra la pureza no son los únicos, ni los más graves. No podemos olvidarnos que el buen cristiano, además de la virtud de la pureza, debe tener la de la justicia y la caridad. Hay entre nosotros demasiada ambición, avaricia, egoísmo, soberbia, odio, envidia, ruindad de corazón y falta de honradez profesional.

Los fieles tienen derecho a ser informados fielmente en la doctrina católica.

El 7 de enero de 1987 la Comisión Episcopal Española para la Doctrina de la Fe, publicó un documento donde dice: 'A quienes elaboran materiales catequéticos, de enseñanza religiosa o de divulgación teológica, les pedimos que pongan un empeño especial en transmitir con fidelidad e integridad la enseñanza de la Iglesia sobre estos temas. A los fieles cristianos les asiste el derecho a que no sean difundidas, con ligereza y arbitrariedad, doctrinas parciales o hipótesis relacionadas con la moral, y en concreto con la moral sexual, sin que previamente hayan sido sometidas al estudio y al parecer de la comunidad teológica y, en última instancia, al discernimiento de los pastores (n 18)... El fin de las normas objetivas morales no es la represión de la sexualidad, sino proteger y favorecer que el dinamismo profundo de la sexualidad llegue a su plenitud y sentido (n 15)'.


Rafael Gómez Pérez resume la concepción cristiana de la sexualidad así:

'a) Dios estableció la institución matrimonial como principio y fundamento de la familia y de la sociedad.

b) El sexto precepto del Decálogo -no fornicar- protege el amor humano y señala el camino moral para que el individuo coopere libremente en el plan de la creación, usando la capacidad de engendrar, que ha recibido de Dios, solamente dentro del matrimonio.

c) El sexo es un don de Dios abierto a la vida, al amor y a la fecundidad. Su ámbito natural y exclusivo es el matrimonio. Jesucristo elevó el matrimonio a la dignidad de sacramento.

d) La generación no es el resultado de una fuerza irracional, sino de una entrega libre y responsable -es decir, humana- de acuerdo con la dignidad natural de la persona creada por Dios.

e) Como los demás mandamientos, el sexto precepto del Decálogo está impreso en la naturaleza humana, es parte de la ley natural, y, por tanto, obliga a todos los hombres.

f) La virtud de la castidad consiste esencialmente en la ordenación de la función sexual al fin que Dios le ha señalado; por eso es una virtud positiva que se ha de vivir según las características de la vocación regida por Dios: virginidad o matrimonio.

g) Con frecuencia, la corrupción de las costumbres comienza por los pecados contra la castidad; se tiende a querer justificarlos, de modos diversos, a través de la deformación del juicio de la conciencia.

h) Por tratarse de una exigencia de la ley natural, todos los hombres reciben de Dios la ayuda necesaria para cumplir este precepto del Decálogo. Por otra parte se señala la necesidad de medios sobrenaturales que Dios no niega nunca a los creyentes que los imploran por medio de la oración'.

NOTAS.

(864) - EDUARDO ARCUSA, S.I.: Eternas preguntas, IV, 2. Ed. Balmes. Barcelona
(865) - J. R. LEBRATO: Junto al erotismo, 1ª, II. Ed. Studium. Madrid, 1974. Breve pero interesantísimo libro en el que se exponen unas entrevistas sobre la castidad a gran variedad de personas.
(866) - MANUEL VIERA: Vida sexual y psicología moderna, VI, 1. Ed. Mensajero. Bilbao
(867) - Evangelio de San Mateo, 16:24
(868) - Evangelio de San Mateo, 5:8
(869) - SAN PABLO: Primera Carta a los Tesalonicenses, 4:3
(870) - Carta a los Hebreos, 13:4
(871) - ALFONSO LÓPEZ QUINTÁS: El amor humano,XII, 2, a. EDIBESA. Madrid
(872) - BERNABÉ TIERNO, Fichas 58 y 59 de Aprender a Educar. YA Domingo, 17 y 24-III- 1991

Wednesday, November 16, 2011

¿Cómo saber si tengo un problema de Adicción Sexual?


Pregunta:

Bueno primeramente me da gusto encontrar a una persona como usted y espero me pueda ayudar. soy un hombre con 15 años de casado, y amo mucho a mi esposa pero vivo terriblemente atormentado por la pornografía y me masturbo muy frecuentemente y eso está creando en mí que no me ame y sienta en ocasiones odio por mí mismo . Le he pedido ayuda a DIOS pero cada vez es peor al grado que mi vida ya no es vida ya no disfruto los momentos de mi existencia, le pido por favor ayuda y una oración por mi alma.

Responde el P. Miguel A. Fuentes, IVE

Estimado:

Considero que su problema tiene que ver con la adicción sexual. Lo primer que usted tiene que hacer es examinarse a sí mismo para ver si su problema es un simple vicio que puede llegar a dominar con ayuda puramente espiritual o bien ya es un problema adictivo; en este segundo caso, necesita ayuda profesional.

Le envío a continución un examen orientativo que ofrecen en la página de Sexólicos Anónimos ( http://www.sa.org/ ) y que puede servirle para ver cuál es la gravedad de su problema.

Examínate a Ti Mismo

1.- ¿Se te ha ocurrido alguna vez que necesitas ayuda para modificar tu comportamiento o pensamientos sexuales?

2.- ¿Que te iría mucho mejor si no te 'dejaras llevar' por los impulsos sexuales?

3.- ¿Que el sexo o los estímulos exteriores te controlan?

4.- ¿Has tratado alguna vez de parar o limitar aquello que consideras perjudicial en tu conducta sexual?

5.- ¿Utilizas el sexo para huir de la realidad, aliviar la ansiedad o porque no sabes resolver los problemas que la vida te plantea?

6.- ¿Tienes sentimientos de culpa, remordimientos o depresiones después?

7.- ¿Se ha vuelto más compulsiva tu búsqueda de sexo?

8.- ¿Perjudica a las relaciones con tu cónyuge?

9.- ¿Te ves obligado a recurrir a imágenes o a recuerdos durante el acto sexual?
10.- ¿Se apodera de ti un impulso irresistible cuando la otra parte toma la iniciativa o te propone relaciones sexuales?

11.- ¿Estás siempre saltando de pareja en pareja o de amante en amante?

12.- ¿Crees que 'el amor verdadero' te ayudaría a liberarte de la lujuria, a abandonar la masturbación o a dejar de ser tan promiscuo?

13.- ¿Tienes una necesidad destructiva, una necesidad sexual y emocional desesperada de alguien?

14.- La búsqueda de sexo, ¿hace que no prestes atención a tus necesidades o al bienestar de tu familia y de los demás?

15.- ¿Se ha reducido tu rendimiento y tu capacidad de concentración en la medida en que el sexo se ha vuelto más compulsivo?

16.- ¿Te roba tiempo que debieras dedicar al trabajo?

17.- ¿Cuando buscas sexo acudes a un medio social más bajo?

18.- ¿Te entran ganas de alejarte lo más rápidamente posible de la otra persona una vez finalizado el acto sexual?

19.- ¿Te masturbas y tienes relaciones sexuales con otras personas, a pesar de que tu cónyuge es sexualmente satisfactorio?

20.- ¿Te han arrestado alguna vez por algún delito relacionado con el sexo?

© 1997-2006 Sexaholics Anonymous Inc.

Si usted responde que sí más de una de estas preguntas, le sugiero que lea nuestros otros artículos sobre adicción sexual y busque un profesional que pueda orientarlo o un grupo de Sexólicos Anónimos. En caso de buscar un grupo, asesórese también con un buen sacerdote para que los principios morales que orientan el grupo respondan adecuadamente a la moral que nos enseña la Iglesia.

Sunday, October 16, 2011

Sexualidad Cristiana: ¿Por Qué Está Mal la Masturbación?



Consulta: Quisiera saber desde el punto de vista de la Iglesia por qué es mala la masturbación y por qué los 'sexologos' la defienden, yo lo hago y quisiera saber si lo que hago es un pecado y si es grave y si puede tener problemas para mí en el futuro (o en mi matrimonio cuando me case).

Responde el P. Miguel A. Fuentes, I.V.E.

Lo siguiente lo tomo del libro del Padre Jorge Loring, 'Para salvarte' (n. 68,23).

El vicio solitario (masturbación) consiste en abusar del propio cuerpo excitando los órganos genitales para procurarse voluntariamente el placer hasta el orgasmo. A veces, se comienza por mera curiosidad; pero si no se corrige esta inclinación se convierte en un vicio obsesivo que esclaviza a la persona y le desinteresa por todo lo demás: como le pasa al drogadicto.

La masturbación puede llegar a ser algo obsesivo en la persona. Hace del placer sexual algo egoísta, cuando Dios lo ha hecho para ser compartido dentro del matrimonio. Conozco casos de matrimonios fracasados porque uno de los dos, esclavizado por la masturbación, se negaba a las naturales expresiones de amor dentro del matrimonio.
Quien se deja esclavizar del vicio de la masturbación puede arruinar la armonía sexual de su matrimonio. Una mujer joven se quejaba en la consulta de un médico de que su marido tenía con ella muy pocas relaciones sexuales. Él reconoció, delante de ella, que prefería masturbarse .

Quien tiene la desgracia de verse esclavizado de esta mala costumbre debe poner el mayor esfuerzo en corregirse cuanto antes. Este vicio encadena fuertemente, cada vez es más difícil desligarse de él, y cuando tiene esclavizada a una persona, la envilece, la embrutece, anula su voluntad, destroza su carácter, perturba el desarrollo de su personalidad, debilita la fe, produce desequilibrio nervioso, hace egoístas e incapacita para amar a otra persona.

No se puede abusar del organismo. La naturaleza pasa después la factura. El cuerpo humano tiene sus límites. No se pueden gastar las energías destinadas al desarrollo integral de la persona humana.

Incluso para Freud 'el masturbador incurre en riesgo de bloquear el desarrollo y maduración de su psicoafectividad' (Dr. HONORIO SANJUÁN: Estudios sobre sexualidad, 3º, III. Toledo, 1979).
'La práctica habitual de la masturbación conduce a graves desequilibrios nerviosos' (Dr. JOSÉ TODOLÍ: Estudios sobre sexualidad, 4º, II. Toledo).

Todos los médicos están de acuerdo que cuando la masturbación es frecuente, conduce a la neurastenia (DUBOIS: La revolución sexual, XIII, 2. Barcelona, 1975).

Y cuando la masturbación es un vicio esclaviza como todos los vicios.

'Cuando la masturbación se convierte en hábito, debe ser calificada como falta de madurez. (...) Cuando la masturbación presenta síntomas de psicosis y neurosis, debe buscarse la ayuda de un profesional que la someta a un tratamiento adecuado. (...) Las fuentes que dan pábulo a la fantasía -lecturas, televisión, cine- han de considerarse como la base de muchas acciones que no deberían haber tenido lugar, si no hubiesen sido estimuladas'.

Hay maníacos sexuales que buscan el placer una y otra vez por sí mismo, y caen, como los drogadictos, en el círculo de una insaciable repetición, con el fin de superar en cada nuevo intento, las incesantes frustraciones.

'La masturbación hecha costumbre da por lo general seres psíquicamente replegados sobre sí mismos, especialmente incapaces de elevarse a un auténtico amor sexual' (B. HÄRING: La ley de Cristo, 3º, 3ª, I. Ed. Herder. Barcelona).

El vicio de la masturbación es causa de muchos fracasos en los estudios y en el deporte. Esto lo saben muy bien los estudiantes y los deportistas.

Cuando un ser humano se habitúa a satisfacer un instinto en una forma determinada, puede llegar a perder, a través de un mecanismo psicológico, el deseo o la atracción por todas las demás formas.

El hábito de saciar el hambre sexual de una forma anormal y viciosa, puede llegar a provocar la repelencia por el acto natural, con lo cual el masturbador entra de lleno en el campo de la incapacidad sexual psicológica.

El vicio de la masturbación lleva a la eyaculación precoz en el matrimonio, que impide acomodarse al ritmo de la mujer que es más lenta, y es causa de graves problemas en la armonía sexual matrimonial.

Los médicos americanos que habían tratado a muchachas que se masturbaban, descubrieron que después de casarse resultaban esposas frígidas.

Dice el Dr. Luis Riesgo: 'No es inteligente considerar la masturbación como algo natural, pues causa una serie de trastornos en el adolescente. No sólo en el campo religioso, sino en el afectivo, psicológico, intelectual, etc., donde se hacen sentir sus malos efectos. (...) El que en plena adolescencia el joven sienta fuertemente el impulso sexual, tiene un profundo valor educativo.

(...). Más tarde en su vida conyugal, muchas veces tendrá que dominar sus inclinaciones' (Dr. LUIS RIESGO: Hablando en familia, III, 5. EAPSA. Madrid).

Estas partes del cuerpo deben respetarse con delicadeza, y sólo tocarlas por necesidad, limpieza, higiene, etc. Pero nunca tocar estos órganos sólo por gusto. Con eso no se juega.

Éste es un pecado degradante, repugnante, inconcebible en una persona delicada. Sin embargo, si después te da vergüenza confesarlo, entonces la desgracia es doble e irreparable. Si tuviste la desgracia de la caída, no permitas la de la vergüenza de confesarlo. Acude a un sacerdote y ábrele tu conciencia para que te perdone y te ayude a salir de tan triste estado. Ten confianza. Tienes remedio.

Muchos empezaron esta mala costumbre sin conocer su importancia. Bien porque lo descubrieron de un modo casual, bien porque fueron enseñados por otra persona que intencionadamente quitó importancia al asunto.
Pero la masturbación es un vicio que puede esclavizar fuertemente y transformar el carácter de la persona, y hasta su ideología religiosa.

La masturbación puede llevar a perder la fe. Muchas incredulidades han empezado en la masturbación. El joven siente inclinación a masturbarse, oye que la Iglesia lo prohíbe, y siente la tentación de dejar la Iglesia que le prohíbe lo que le gusta hacer, y quizás le cuesta trabajo evitar.

Dice José Antonio Sayés:'Pero, por otro lado, no podemos olvidar que la masturbación no contribuye a la superación del problema sexual o de la tensión de un momento dado. Conduce, por sí misma, a la larga, a una erotización mayor y a una obsesión creciente, de modo que a la larga el problema no se soluciona.

El sexo, no lo olvidemos, (Chauchard no se cansa de repetirlo) está sobre todo en la cabeza. Tiene una capacidad obsesionante tal, que la solución del problema sólo se logra cuando el hombre consigue entregar su pensamiento a tareas que le ilusionen. La solución al problema del sexo, y a una obsesión excesiva, sólo se encuentra de modo indirecto, cuando el hombre consigue centrar su pensamiento en algo que le ilusiona. He sido testigo de cómo muchachos que se han entregado con ilusión a una ocupación deportiva, incluso en presencia de chicas, o a otro tipo de ocupación, no tenían problema alguno sexual; mientras éste surgía siempre que se dejaban llevar por el ocio'.

Es fácil que quienes han contraído el hábito de la masturbación experimenten un fuerte sentimiento de culpabilidad capaz de destruir todo estímulo de vida y de producir un permanente complejo de inferioridad. El único tratamiento pastoralmente eficaz es el de procurar abrir horizontes hacia expresiones plenas de la afectividad y hacia tareas culturales, profesionales, sociales y religiosas, que den sentido a sus vidas .

La gravedad de cada acto masturbatorio no siempre es fácil determinarla pues depende de muchas circunstancias y pueden darse atenuantes de la responsabilidad. Sin embargo se debe poner un serio empeño en evitarlo por el peligro de caer en la esclavitud del hábito.

Dice Robinson: 'Los trastornos afectivos y algunas situaciones neuróticas provocan frecuentemente manifestaciones de autoerotismo, que alcanza, a veces, un carácter convulsivo claramente psicopático...

Está comprobado que la masturbación ejerce siempre una mala influencia, sobre todo en la psicología juvenil. Debilita la fuerza de voluntad, la confianza en sí mismo, y perturba el desarrollo de la personalidad. Crea melancólicos e introvertidos y, en el fondo, egoístas. La masturbación es una satisfacción sexual egoísta, que marca a la persona y la incapacita para el verdadero amor.

La masturbación es, muchas veces, un recurso barato y triste; una compensación, un consuelillo de segunda clase por algún otro éxito de cualquier otro tipo que no hemos sido capaces de conseguir.

Con todo, no todos los actos masturbatorios son de la misma gravedad.

Cuando un joven tiene interés en corregirse y pone los medios que tiene a su alcance aunque tenga caídas, éstas pueden tener atenuantes a su culpabilidad. Siempre se puede acudir a Dios pidiéndole ayuda, pues Él nunca abandona a los que acuden a Él, pidiéndole ayuda para algo bueno y conveniente. Y como dice San Pablo: 'Todo lo puedo en Aquel que me conforta'.

En la adolescencia, la masturbación puede aparecer como algo pasajero.

Como eso de los granos.

Pero si es repetitivo, puede degenerar en hábito; y esto es grave. Lo lógico es que deje un sentimiento de culpa. Sin duda es mejor dominarse que dejarse vencer. Dominarse es señal de adultez. La victoria es señal de madurez. La caída es señal de debilidad; por eso deja sentimiento de culpa.

En la edad madura, la masturbación puede ser síntoma de algo más serio, sobre todo si es persistente. Puede indicar un estado de adolescencia mental, o alguna otra deficiencia psíquica. Se encuentra, desde luego, en muchos tipos de demencia senil y en el alcoholismo. En general puede aparecer en todos los estados mentales, en los que se dé una descohesión de la personalidad que tenga por consecuencia una pérdida de control de los instintos más primitivos'.

A veces las caídas en la masturbación no son por una intención lujuriosa. Son consecuencia de una depresión, una angustia, una ansiedad que no permite conciliar el sueño, etc. Casos así pueden remediarse con algún sedante inofensivo como Huberplex, Librium, etc.

En una conferencia que le oí en 1976 al Dr. D. José M Poveda Ariño, Jefe del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid, titulada 'Ciencia y Doctrina Moral Sexual', dijo que la masturbación es un fenómeno evitable por cualquier persona normal. Y en los casos en que esta superación parezca difícil es perfectamente asequible con los productos que un médico puede recomendarle.

En enero de 1976 el Vaticano publicó un documento sobre Moral Sexual donde dice: 'El uso deliberado de la facultad sexual, fuera de las relaciones conyugales normales, contradice esencialmente la finalidad de esta facultad (n 5)'. También dice este documento que 'la masturbación es un acto intrínseca y gravemente desordenado (n 9)'.

Y en 1983 el Vaticano ha publicado otro documento sobre la educación sexual donde dice: 'La masturbación es un grave desorden moral .Y aunque sólo Dios conoce la responsabilidad moral subjetiva de cada acto, de ningún modo se puede sostener que en el campo sexual no se cometen pecados mortales'.

Pero no has de considerar pecado todos los tocamientos en tus órganos genitales. Pueden ser pecado los tactos encaminados a excitar el placer sexual; pero otros actos que se hacen por necesidad o por higiene, no son pecado alguno. Y en las conmociones orgánicas que sientas involuntariamente, reprime el consentimiento, y en paz. No has pecado contra la pureza. Aprende a distinguir entre el sentir y el consentir. Puede ser que a veces sientas movimientos contra tu voluntad en tus órganos genitales. Acostúmbrate a prescindir de esas sensaciones.
El pecado no está en el sentir, sino en el consentir. En el noveno mandamiento te expongo el modo de luchar contra estas tentaciones molestas.

Pero si tuvieras la desgracia de haberte complacido voluntariamente en ese placer sexual, entonces manchaste tu pureza.

El orgasmo, que es la sacudida que experimenta el cuerpo con la satisfacción del placer sexual, es derecho exclusivo de casados. Una persona soltera no puede ni procurárselo voluntariamente ni aceptarlo si lo experimenta involuntariamente. A veces el orgasmo se produce imprevistamente. En ese caso tampoco es lícito saborearlo voluntariamente, aunque no se pueda evitar la sensación placentera.

Pero cuando ocurre durmiendo no es pecado alguno.

El placer venéreo completo, el orgasmo, buscado directamente, sólo está permitido dentro del matrimonio, dentro del acto conyugal.

Saturday, August 20, 2011

Sexualidad Cristiana: ¿Se puede curar la Homosexualidad?

Pregunta: ¿Se puede curar la Homosexualidad?

Responde el P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E.

Homosexualidad es la atracción sexual hacia personas del propio sexo. En cromosomas, hormonas sexuales y constitución física los homosexuales son normales. Hubo un tiempo, el de Freud, en que se pensó que se debía a factores hereditarios, pero esta hipótesis hoy ha sido científicamente desechada. Los homosexuales son biológicamente normales, lo que no es normal es el ejercicio de la homosexualidad. Es de advertir que el homosexual tiene instintos heterosexuales; lo que ocurre es que se le bloquean por alguna razón, que puede ser un complejo de inferioridad. Quienes de verdad se empeñan en luchar contra ese complejo, aun en casos de transexualidad, en uno o dos años acaban con sus obsesiones. Para dar la impresión de normalidad, hay quien asegura que quizá uno de cada cinco hombres tiene 'tendencias' homosexuales, pero las estadísticas lo desmienten y ponen de manifiesto que en realidad no pasan de un uno o dos por ciento.

El movimiento mundial para la emancipación de los homosexuales trata de eludir cuestiones fundamentales, se sirve de medias verdades y de falsedades totales y maneja el concepto de discriminación para suscitar compasión. Hace del homosexual una víctima.

UNA CAUSA: LA FALTA DE MADUREZ

En la pubertad, puede tratarse de un fenómeno transitorio. Hay casos en que la homosexualidad arraiga en los primeros años de juventud. Este hecho ha llevado a algunos a pensar que no tiene sentido procurar desarraigarla. La teoría más en boga es que la homosexualidad se basa en una perturbación del llamado 'sentido de identidad sexual'. La realidad demuestra que los homosexuales están afectados no sólo en su faceta sexual, sino en todo su mundo emotivo. Su vida emotiva coincide mucho, por ejemplo, con la de tipo ansioso, compulsivo o depresivo, caracterizada por depresiones, nerviosismo, problemas relacionales y psicosomáticos. No son capaces, en determinados aspectos de su vida emotiva, de madurar y de ser adultos y, pese a querer aparentar jovialidad y alegría no son felices interiormente. La causa no está en la discriminación de la que se quiere acusar a la sociedad que les haría 'víctimas' de ella, sino en fuerzas que actúan en el interior mismo de los interesados (...)

¿SE PUEDE CURAR LA HOMOSEXUALIDAD?

Mucha gente no sabe que la génesis psíquica de esta condición sexual carece en absoluto de misterio y que su terapia es posible. El método que he utilizado consta de dos partes: la primera consiste en hacer adquirir al interesado una visión clara de la propia identidad y de su propio mundo afectivo; la segunda, en afrontar esa situación. Llevamos a las personas a reírse de sí mismas (el humorismo puede ser muy saludable) y a la adquisición de hábitos positivos: valentía, honestidad consigo mismo, autodisciplina, capacidad de amar a los demás; así, hasta lograr que el homosexual pierda sus hábitos neuroinfantiles.

Es esencial neutralizar la autoconmiseración crónica. Es obligado decir que:

- En un treinta por ciento de los casos, la curación es completa: acaban desarrollando actitudes y hábitos sexuales normales y afectivos y una vida emotiva adulta. Por supuesto, una curación sólo sexual no sería una curación completa.

- Otro treinta por ciento de personas cambia más o menos gradualmente, pierde sus obsesiones homosexuales y asume una actitud emotiva nueva, aunque no lo suficiente para poder hablar de curación completa.

- Hay otros que progresan con extremada lentitud por su estado neurótico grave, pero también éstos, si son ayudados por una asistencia y un tratamiento constructivos, adquieren fuerza y coraje y poco a poco van perdiendo sus depresiones, nerviosismos y ansiedades.

RESPONSABILIDAD DE LOS EDUCADORES

Los complejos homosexuales se pueden evitar educando a un muchacho como muchacho y a una chica como tales. No se pueden intercambiar y mezclar las cosas. Una total identificación, la total identidad de roles que quiere cierto feminismo exacerbado es absurda. Los sacerdotes y educadores tienen un papel importantísimo cuando aportan al crecimiento psicológico una contribución mucho mayor de la que a veces son conscientes. Cuidado con creer que todo 'amor' es bueno; hay formas de amor compasivas y neuróticas que revelan una personalidad dividida en sí misma y que necesitan una guía moral firme y segura. Los pacientes que viven su fe de manera positiva tienen las mayores esperanzas de un cambio radical en su homosexualidad: ésta es mi experiencia de años.

El problema de la homosexualidad es presentado en una injustificada atmósfera de fatalismo. La homosexualidad sigue siendo vista por la mayoría de la gente a la luz de prejuicios e ideas preconcebidas, infundadas y superadas de las que, por desgracia, no están ausentes profesionales (médicos, sociólogos, psicólogos, sacerdotes, periodistas). Si a ello añadimos la falta de puesta al día de la Psiquiatría y de la Psicología, se crea una situación de la que se aprovecha la estrategia de la emancipación de homosexuales militantes, flanqueada por el 'establishment progre' occidental que pretende hacer creer que la homosexualidad es una variante normal de la sexualidad humana, que homosexual se nace y que no se puede cambiar. A todos ellos no les vendría mal una mejor información.

LA FALACIA DE LA RESIGNAClÓN

Los responsables mejoran poco a poco las situaciones concretas. Hay directores espirituales que animan correctamente a los homosexuales a vivir la castidad y el dominio de sí mismos, pero de hecho consideran que es imposible desarraigarla. Es muy equivocada la actitud de no pocos hombres de Iglesia que, de buena fe, pero víctimas probablemente de la escasa difusión de las experiencias terapéuticas, consideran que el mejor modo de ayudar a los homosexuales es enseñarles la resignación y la aceptación del sacrificio que supone su situación, en lugar de animarles y ayudarles a salir de ella, con paciencia y perseverancia.

Además de ignorancia, demuestran ingenuidad, ya que es dificilísimo, por no decir imposible, convivir con las propias tendencias homosexuales sin dejarse arrastrar por ellas. El camino de la curación de los homosexuales no pasa por la compasión y mucho menos por la aceptación de su situación como 'normal'. Es impresionante y doloroso constatar cuántos médicos, terapeutas, sacerdotes, psicólogos ignoran el deseo de cambiar que tienen muchas personas con tendencias homosexuales. La afectividad desviada no es más que un aspecto de una personalidad inmadura. La terapia debe apuntar a enseñar al paciente a reconocer y combatir toda una gama de expresiones de ego-centrismo infantil, de temores, complejos de inferioridad, reacciones consolatorias, afectaciones y autocompasiones. En la esfera afectiva crecemos cuanto mayor es la confianza en nosotros mismos como hombres o como mujeres con plenitud y felicidad. Un psiquiatra holandés que militaba en el movimiento de emancipación homosexual cuenta la curación de una lesbiana gracias a un sacerdote dotado de buen sentido psicológico, que le dijo: '¡Si es que tú te has quedado en cuando eras una niña ... ! '. Su proceso de cambio duró un tiempo, pero acabó reconociendo ante el psiquiatra que su problema había desaparecido 'como una pierna amputada, que no vuelve'.

G. J. M. VAN DEN AARDWEG
(MUNDO CRISTIANO)

Gerard J. M. van den Aardweg es un acreditado psicólogo holandés, catedrático desde hace más de treinta años, casado, padre de siete hijos, que ha dictado cursos en Estados Unidos, Canadá y Brasil. Autor de numerosos libros, ensayos y artículos sobre la homosexualidad, aborda en este artículo las causas y las posibles soluciones de una de la variantes de la homosexualidad.

Sunday, August 14, 2011

¿Cuáles son los actos impuros prohibidos por el sexto mandamiento de la ley de Dios?

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Pregunta:

¿Cuáles son los actos impuros prohibidos por el sexto mandamiento de la Ley de Dios?

Responde el P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E.:

Hay dos actitudes erróneas hacia el sexo. Las dos bastante comunes. Una es la del moderno hedonista, de aquel cuya máxima aspiración es la vida del placer. El hedonista ve la capacidad sexual como una posesión personal, de la que no hay que rendir cuentas nadie.

Para él (o ella), el propósito de los órganos genitales es su personal satisfacción y su gratificación física, y nada más.

Esta actitud es la del soltero calavera o de la soltera de fácil 'ligue' que tienen amoríos, pero jamás amor. Es también una actitud que se encuentra con facilidad entre las parejas separadas o divorciadas, siempre en busca de nuevos mundos de placer que conquistar.

La otra actitud errónea es la del pacato, que piensa que todo lo sexual es bajo y feo, un mal necesario con que la raza humana está manchada.

La postura intermedia es la acertada: el sexo no es malo, pues lo ha hecho Dios; pero hay que usarlo según la ley de Dios.

En el sexto mandamiento se nos pide que seamos puros y castos en palabras y obras; y tratemos con respeto todo lo relacionado con la sexualidad. Usamos la palabra sexualidad en su sentido corriente, aunque de suyo es más extensa que 'genitalidad'.

Las conversaciones y chistes verdes (deshonestos, inmorales, obscenos) pueden llegar a ser pecado, si se dicen con mala intención (impura, deshonesta), si contienen una aprobación del mal o una inclinación a él, o encierran un peligro de consentimiento impuro o de escándalo y daño para las almas de los otros.

Las conversaciones obscenas y prolongadas -sobre todo entre los jóvenes- fácilmente son pecado.

Cuando sea necesario hablar sobre asuntos relacionados con la sexualidad, hay que hacerlo con respeto y seriedad.

En las conversaciones deshonestas peca:

a) el que empieza;

b) el que no empieza, pero que sigue la corriente con alguna intervención;

c) el que no participa, pero está escuchando con gusto y buena gana. Pero el que oye de mala gana, el que quisiera que se hablara de otra cosa, el que procura desentenderse del asunto, éste no peca.

Cuando en un grupo se empieza una conversación indecente, si puedes buenamente, procura cambiar la conversación. Si no eres el de más categoría, o no tienes cierto influjo en los demás, el pretender cortar radicalmente puede ser contraproducente. Pero si es posible, retírate, de forma que los demás comprendan que no te gustan esas conversaciones. Si te resulta muy violento marcharte, y no es para ti ocasión próxima de pecado, puedes quedarte, con tal de que no participes y, si puedes, des a entender de alguna manera que no te gustan esas conversaciones. Pero, desde luego, que nadie pueda suponer que las apruebas. En último caso, puedes desinteresarte de lo que se dice, dirigirte a otra persona del grupo para hacerle una pregunta cualquiera, etc.

El definir claramente tu postura en este punto te evitará muchos peligros, pues los demás sabrán que para eso no se puede contar contigo.

Lo mismo te digo sobre los grabados inmorales y novelas indecentes .

Leer revistas pornográficas difícilmente dejará de ser pecado, pues no tiene justificación y puede ser un peligro de aceptación de la lujuria.

Por supuesto que es pecado leer escritos impuros y deshonestos con el fin de despertar la sexualidad. Pero aunque no tengas esta mala intención al comenzar la lectura, interrumpe ésta, si no es necesaria, al advertir que despierta la voluptuosidad y provoca tentaciones. Si el libro es de estudio o formativo, entonces no es necesario dejarlo; pero conviene levantar el corazón a Dios, purificar la intención y rechazar todo consentimiento.

Leer novelas obscenas y pornográficas, por el peligro de pecar que supone, casi nunca dejará de ser pecado. Hay también una nube de novelas que, sin ser descaradamente inmorales, fomentan la morbosidad y halagan la concupiscencia. Su lectura siempre hace daño.

Si te gusta leer, escoge algunos libros que te interesen de la numerosa colección de libros formativos. Y si no conoces, pregunta a alguna persona competente que pueda orientarte. Al final del libro te pongo, en el Apéndice, una lista de libros recomendables por su valor formativo.

Pon también mucho cuidado en no tararear las musiquillas de ciertas canciones, que pudiera hacer creer a tus compañeros que apruebas la letra escabrosa que tienen.

También debes tener cuidado con las miradas. A veces los ojos se van sin querer. Cuando caigas en la cuenta de que estás mirando lo que no debes, los retiras a otra cosa y en paz. No te preocupes.

Para que una mirada sea pecado es necesario ponerse a mirar detenida y voluntariamente cosas deshonestas; pues hay obligación de evitar todo peligro de excitación carnal, a no ser que haya razón proporcionada que lo justifique.

En general, te recomiendo que cuando veas cosas inmorales sepas hacer la vista gorda, y cuando las oigas, muestra indiferencia.

Pero si es cierto que esas miradas involuntarias no deben preocuparte, aunque te causen perturbaciones orgánicas (que debes despreciar), sin embargo, otra cosa muy distinta son las excitaciones producidas por esos abrazos ..., por esos besos ...

Pero, ¿es pecado abrazarse? ¿Es pecado besarse? Depende. El beso puede ser expresión de un cariño sano y limpio. Pero también puede ser un desahogo de pasión y lujuria. Los interesados son los que han de distinguir, sabiendo que no se puede buscar ni admitir la satisfacción sexual fuera del matrimonio(779).

No es lo mismo un ligero besín que un besazo lascivo que desboca la lujuria y lleva fácilmente a cosas peores.

¿En qué consiste la diferencia entre un beso que no es pecaminoso y un beso que se vuelve pecado u ocasión de pecado? Sencillamente, en la pasión. Y la pasión es un elemento muy fácil de conocer.
Uno la siente enseguida, y también se percibe claramente en la otra persona. Un beso puede ser un peligro. Un beso puede ser una ocasión de pecado. Y a veces, una ocasión inmediata.

La juventud es muy inflamable por naturaleza. Sea tu temperamento el que sea, te recomiendo que no te entregues a esos besos lascivos, pues con esto das entrada a la pasión. Y Jesucristo dice que es pecado desear lo que está prohibido hacer. Y es pecado provocar voluntariamente una excitación sexual. El beso en la boca prolongado y ardiente es especialmente excitante, pues va unido al apetito sexual.

Los labios son una zona erógena. La misma policía norteamericana informa de la facilidad con que la práctica del beso pasional puede convertirse en unión genital(780).

Una cosa muy distinta es un beso breve, suave y delicado, expresión de un cariño sano y limpio. Pero ese otro beso voluptuoso y lascivo que enciende la concupiscencia es inadmisible. Ese sensual modo de besar que ha difundido el cine, no se puede permitir nada más que entre quienes han contraído matrimonio. Esos modos de besar suponen cosas que son derecho exclusivo de casados.

Por otra parte el beso en la boca, 'mojado', es antihigiénico. Dice Ramón y Cajal: 'El beso es para el científico un simple intercambio de microbios'(781).

Por lo visto en la boca de cada persona hay unas trescientas especies de microorganismos, y con el 'beso mojado' éstos pueden pasar de una persona a otra. 'A través de un beso se puede infectar a la pareja de mononucleosis infecciosa, conocida como la enfermedad del beso, hepatitis A y salmonelosis'(782).
El doctor San Martín, sexólogo, dijo por Tele-5, el 21 de Enero de 1997, que la sífilis puede contagiarse a través de un beso.

Para vencer las tentaciones, ten en cuenta estos seis consejos:

1) No perder la calma: estar seguros de que todas las tentaciones pueden vencerse con la gracia de Dios.

2) Acuérdate de que sólo la voluntad puede pecar y, por lo tanto, mantenla inflexible.

3) Encomiéndate a Dios y a la Virgen Inmaculada, que jamás abandonan a los que acuden a ellos.

4) Desembarázate de la ocasión, en cuanto puedas. Si hubo victoria, da gracias a Dios. Si caída, arrepiéntete y aprovecha la lección para otra vez.

5) Después de cada caída, haz un acto de contrición, confiésate enseguida y además ofrece en reparación una mortificación que cueste.

6) No vuelvas a pensar más en la tentación; ocúpate de algo.

Para tu tranquilidad has de saber que dice San Pablo que Dios jamás permitirá que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas(783).

Y que el Concilio de Trento afirma que Dios no pide a nadie cosas imposibles, sino que hagas lo que puedas, y pidas lo que no puedas; que Él te ayudará para que puedas.

Después de una tentación pueden ocurrir tres cosas:

1) Victoria clara, porque la rechazaste totalmente en cuanto caíste en la cuenta de la tentación: dale gracias a Dios que te ha ayudado a vencer.

2) Derrota clara, porque te dejaste llevar conscientemente: arrepiéntete, humíllate ante Dios, y pídele que te ayude a vencer en otra ocasión; haz un acto de contrición y propón confesarte pronto.

3) Duda de si consentiste o no consentiste. No estás seguro si resististe completamente a la tentación. En este caso expón al confesor sencillamente tu duda, por ejemplo, diciéndole: 'he tenido malos pensamientos y malos deseos contra la pureza, y no sé si los he rechazado suficientemente'.

No te contentes con dejar la confesión para después de la caída. La confesión también tiene un valor preventivo, porque aumenta la gracia en virtud del sacramento y fortalece la voluntad.

Cuando presientas una posible caída, confiésate aunque no tengas pecados graves. Y si, además, puedes comulgar, todavía mucho mejor.

Para dominar el cuerpo es muy conveniente la mortificación. Es una práctica común de todos los santos. Un cuerpo mortificado es mucho más dócil.

Es necesario luchar mucho para permanecer puros. A las malas inclinaciones de nuestra pasión, se une la inmoralidad que se ve en la calle y en el cine.

(779) - Denzinger: Magisterio de la Iglesia, nº 1140. Ed. Herder Barcelona.
(780) - Loduchowsky: La coeducación de los adolescentes, pg. 22. Ed. Herder. Barcelona.
(781) - Ramón y Cajal: Charlas de café, XI, 83, pg. 35. Imprenta Juan Pueyo. Luna, 29. Madrid
(782) - Diario ABC de Sevilla, 25-II-90, pg. 88.