Monday, May 26, 2014

Las Florecillas de San Francisco. Capiltulo 1



En el nombre de nuestro Señor Jesucristo crucificado
y de su madre la Virgen María.

Este libro contiene ciertas florecillas, milagros y ejemplos devotos del glorioso pobrecillo de Cristo messer San Francisco y de algunos de sus santos compañeros.

En alabanza de Cristo. Amén


Capítulo I
Los doce primeros compañeros de San Francisco

Primeramente se ha de considerar que el glorioso messer San Francisco, en todos los hechos de su vida, fue conforme a Cristo bendito; porque lo mismo que Cristo en el comienzo de su predicación escogió doce apóstoles, llamándolos a despreciar todo lo que es del mundo y a seguirle en la pobreza y en las demás virtudes, así San Francisco, en el comienzo de la fundación de su Orden, escogió doce compañeros que abrazaron la altísima pobreza.

Y lo mismo que uno de los doce apóstoles de Cristo, reprobado por Dios acabó por ahorcarse, así uno de los doce compañeros de San Francisco, llamado hermano Juan de Cappella, apostató y, por fin, se ahorcó. Lo cual sirve de grande ejemplo y es motivo de humildad y de temor para los elegidos, ya que pone de manifiesto que nadie puede estar seguro de perseverar hasta el fin en la gracia de Dios.

Y de la misma manera que aquellos santos apóstoles admiraron al mundo por su santidad y estuvieron llenos del Espíritu Santo, así también los santísimos compañeros de San Francisco fueron hombres de tan gran santidad, que desde el tiempo de los apóstoles no ha conocido el mundo otros tan admirables y tan santos. En efecto, alguno de ellos fue arrebatado hasta el tercer cielo, como San Pablo, y éste fue el hermano Gil; a otro, el hermano Felipe Longo, le fueron tocados los labios con una brasa, como al profeta Isaías; otro, el hermano Silvestre, hablaba con Dios como lo hace un amigo con su amigo, como lo hacía Moisés; otro volaba con la sutileza de su entendimiento hasta la luz de la sabiduría divina como el águila, o sea, Juan Evangelista, y éste fue el humildísimo hermano Bernardo, que explicaba con gran profundidad la Sagrada Escritura; otro fue santificado por Dios y canonizado en el cielo cuando aún vivía en la tierra, y éste fue el caballero de Asís hermano Rufino (1).

Y así, todos se distinguieron por singulares señales de santidad, como se irá viendo seguidamente.

Las Florecillas de San Francisco Capitulo 2




Capítulo II
Cómo messer Bernardo,
primer compañero de San Francisco,
se convirtió a penitencia

El primer compañero de San Francisco fue el hermano Bernardo de Asís, cuya conversión fue de la siguiente manera: San Francisco vestía todavía de seglar, si bien había ya roto con el mundo, y se presentaba con un aspecto despreciable y macilento por la penitencia; tanto que muchos lo tenían por fatuo y lo escarnecían como loco; sus propios parientes y los extraños lo ahuyentaban tirándole piedras y barro; pero él soportaba pacientemente toda clase de injurias y burlas, como si fuera sordo y mudo. Messer Bernardo de Asís, que era de los más nobles, ricos y sabios de la ciudad, fue poniendo atención en aquel extremo desprecio del mundo y en la gran paciencia de San Francisco ante las injurias, y, viendo que, al cabo de dos años de soportar escarnios y desprecios de toda clase de personas, aparecía cada día más constante y paciente, comenzó a pensar y decirse a sí mismo:

-- Imposible que este Francisco no tenga grande gracia de Dios.

Y así, una noche lo convidó a cenar y a dormir en su casa. Y San Francisco aceptó; cenó y durmió aquella noche en casa de él.

Entonces, messer Bernardo quiso aprovechar la ocasión para comprobar su santidad. Le hizo preparar una cama en su propio cuarto, alumbrado toda la noche por una lámpara. San Francisco, con el fin de ocultar su santidad, en cuanto entró en el cuarto, se echó en la cama e hizo como que dormía; poco después se acostó también messer Bernardo y comenzó a roncar fuertemente como si estuviera profundamente dormido. Entonces, San Francisco, convencido de que dormía messer Bernardo, dejó la cama al primer sueño y se puso en oración, levantando los ojos y las manos al cielo, y decía con grandísima devoción y fervor: «¡Dios mío, Dios mío!» 

Polémico Guionista de Hollywood Revela su Conversión al Catolicismo.


Joe Eszterhas es un guionista de cine conocido en Hollywood como el creador del "thriller erótico", un género compuesto por películas oscuras que combinan el sexo y la violencia. En unos días publicará su más reciente libro en el que narra su asombrosa conversión al Catolicismo.

Eszterhas se hizo millonario por escribir los guiones de películas taquilleras como Basic Instinct, Showgirls y Jagged Edge, todas conocidas por su explícito contenido sexual. Además fue editor de la revista Rolling Stone.

El escritor, nacido en 1944, creció en campos de refugiados en Hungría después de la Segunda Guerra Mundial hasta que llegó con su familia Cleveland, Estados Unidos. Trabajó como reportero de noticias policiales, cubriendo incontables tiroteos y peleas urbanas.

En ese tiempo, sostiene que su vida era muy oscura, llena de muerte, asesinatos, crímenes y caos, lo que marcó su posterior carrera de guionista.

 En el verano del año 2001, Eszterhas fue diagnosticado con cáncer de garganta. Debió someterse a una delicada cirugía y recibió la orden médica de dejar el alcohol y el tabaco. Eszterhas tenía 56 años, siempre tuvo un estilo de vida alocado y sabía que cambiar sus hábitos no sería fácil.

Sunday, May 18, 2014

¿QUÉ ES LA SANACIÓN INTERIOR? 7 PASOS PARA LOGRARLA.



Colaboracion del Padre Jose Luis Aguilar.

La sanidad interior o sanidad del alma es el proceso mediante el cual el individuo es liberado de ataduras que le impiden gozar de su nueva vida en Cristo y tener una plena realización como cristiano bíblico y como individuo.

La obra redentora de Jesús.
La obra redentora de Jesús ofrece mucho mas que solamente el perdón; ofrece también la redención integral y total del individuo en su Espíritu, Alma y Cuerpo. Siendo el hombre un ser tripartido (tres partes) tiene necesidades en cada una de esas áreas, pero en Jesucristo hay provisión para cada una de ellas.

Isaías 53,4-6, 11.

“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Yahve cargó en él el pecado de todos nosotros.”. “11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos”.

LA MENTE O EL ALMA
1) Nuestra mente o alma tiene 3 niveles, el conciente, el subconsciente y el inconciente.

A. El conciente es todo conocimiento o pensamiento, que sabemos con claridad. A este nivel opera el carácter social.

B. El subconsciente es el reino de oposición a la razón. Aquí opera sentimientos y deseos egoístas.

C. El inconciente es el reino de los pensamientos descontrolados.


2) Nada se olvida. Nuestra mente es como una grabadora.

3) Heridas que permanecen sin sanar, afectan nuestra conciencia, cambian, controlan nuestro carácter y permanecen hasta que tomamos acción para eliminarla.

El Orden de Dios para el hombre.
El orden que Dios ha dado al hombre para que se gobierne a si mismo, es que su espíritu debe gobernar sobre su alma (emociones, mente y voluntad) y sobre su cuerpo. Sin embargo a causa de heridas sufridas en nuestro interior, este orden se pierde en varias formas:

Debido al pecado (heridas), el cuerpo gobierna al hombre, quedando sujetas el alma y el espíritu (Gálatas 5,16-17). Ver 2 Timoteo 1,7. “7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”.

¿En que consiste la sanidad interior?
La sanidad interior esta relacionada con el individuo y su pasado. En la vida emocional no hay espacio ni tiempo, lo que afecto al individuo en el pasado (niñez, adolescencia, adultez) tiene vigencia en el presente y futuro.

ORACIÓN PARA LA SALUD DE UN HIJO ENFERMO



 Amado Señor, tú conoces el corazón de tus hijos, y no te quedas indiferente ante el pobre que te suplica. Tú sabes lo que nos aflige el bienestar de nuestros niños, tu comprender la preocupación de los papás ante la enfermedad de alguno de sus hijos. Vengo hoy, como el funcionario real del Evangelio, a pedirte que desciendas y sanes a nuestro niño/a (nombre con fe al niño/a enfermo por quien se está orando de manera especial y el mal que lo aqueja). 

Aún desde la preocupación que nos causa su enfermedad, desde el dolor y el desconcierto, si esta enfermedad está dentro de lo que tu permites, aceptamos este momento como ocasión de purificación, de abandono en tus manos, de ofrecimiento generoso de nuestras vidas. Aceptamos este momento como una ocasión para unirnos desde el sufrimiento a los dolores de Cristo por la salvación del mundo (Colosenses 1, 24) (Tómese unos minutos y, en calma, que su corazón se una a lo que acaba de decir con sus labios: “con este sufrimiento, me uno, Señor, a tu pasión…”) 

Ahora, Señor, a ti que quieres que tengamos vida en abundancia, te pido que por el poder del misterio de tu infancia y tu vida oculta en el hogar de Nazaret, sanes al niño/a a quien tú conoces y amas. Cuida de su cuerpito y de su alma. Pasa tu mano sanadora sobre él para que sienta tu alivio, tus cuidados y se restablezca prontamente, según tu voluntad. 

Tú, que recibiste los amorosos cuidados de María y José, consuela y reanima a su papá y a su mamá, no dejes que caigan en la desesperación, en la duda, en la depresión, sino que desde su dolor y preocupación recurran a ti como fuente de verdadera, plena, y duradera sanación del cuerpo y del alma. Te presentamos el lugar donde se encuentra el niño, reviste ese sitio con tu fuerza y gracia. Aleja de allí todo lo que, material o espiritualmente, puedan ser un obstáculo para la pronta recuperación. Te presentamos los profesionales médicos que atienden al niño, revístelos con tu sabiduría, ilumínalos para que logren dar con acierto en el diagnóstico y encuentren la medicación y tratamiento indicado. Tómalos como instrumentos de tu sanación. 

María, madre de Jesús y madre nuestra, que con esmero y constancia, cuidabas de tu niño, mira el corazón de la madre e infúndele confianza, para que también ella, como tu, pueda ver crecer a su hijo en estatura, sabiduría y gracia, delante de Dios y de los hombres. 

Querido San José, tú que fuiste el protector de la Sagrada Familia, y la defendiste de todos los peligros y hasta de la muerte segura en la persecución de Herodes, te presento al papá de esta criatura, intercede ante tu amado Hijo Jesús, para que logre mantenerse fuerte aún en el dolor y la preocupación. Que logre conseguir los medios necesarios para la buena atención de su hijo/a. ayúdalo a no decaer y a mantenerse lúcido a la voluntad de Dios. 

Señor, tu dijiste que creyéramos que ya hemos obtenido lo que te pedimos con fe en oración, ahora levanto mi voz y mis brazos para darte gracias por la salud que recibirá este niño por el poder de tu amor que escucha esta oración confiada. Reconocemos que ya estás actuando y sanando. Como el funcionario del Evangelio, nosotros también reconoceremos que es en este mismo momento que estas restableciendo salud y bienestar. Te alabo en fe. Te reconozco Señor y Salvador de nuestras vidas, sin ti estamos perdidos. Te amamos Señor y reconocemos tu grandeza. A ti la gloria por los siglos sin fin. Amén. 

(Padrenuestro, Ave María, Gloria)

Wednesday, May 14, 2014

Confesión, Sacramento de Sanación






Juan 20, 20-23

Les dijo: «¡La paz con vosotros! ». 20Dicho esto les mostró las manos y el costado. Los discípulos se llenaron de Gozo al ver al Señor. 21El les volvió a decir: «¡La paz esté con ustedes!«. Así COMO EL PADRE ME ENVIO A MI, ASI LOS ENVIO A USTEDES. 22Dicho esto soplo sobre ellos: «RECIBAN EL ESPIRITU SANTO: 23A QUIENES USTEDES PERDONEN QUEDAN PERDONADOS, Y A QUIEN NO LIBREN DE SUS PECADOS, QUEDAN ATADOS.”

En este texto del Evangelio de San Juan JESUS nos habla específicamente del pecado, no se habla de “atar y desatar” en una manera amplia como en el texto de San Mateo 16, 19, aquí JESUS se refiere muy directamente al perdón de los pecados.

Este es un pasaje de gran solemnidad. Son las primeras palabras del Resucitado a sus apóstoles en congregación, son las primeras palabras de JESUS a sus discípulos después de la Redención. 

JESUS establece un paralelismo entre la misión que le encomendó el PADRE y la que El les encomienda. 

El PADRE le dio una misión: La Redención, JESUS la cumplió a cabalidad y ahora El envía a sus escogidos para mantener el ministerio con una misión nueva: Ser los administradores de la consecuencia de la Redención, del perdón de los pecados. ¿Por qué? ….Misterio arcano que solo JESUS , su PADRE y el Espíritu conoce y que a nosotros no nos corresponde enjuiciar, sino creer en Fe. 

Hijo Mío, Cuando Estés Enfermo no te Deprimas..



Dice la Biblia:

"Hijo mío, cuando estés enfermo no te deprimas: ruégale al Señor para que te cure." (Eclo 38, 9)

Pocos enfermos pueden aceptar la búsqueda de la sanación desde la conversión, es decir, el verdadero proceso de sanación comienza con la reconciliación con nosotros mismos y con Dios.  Dice también el Eclesiástico:

"Conviértete al Señor y renuncia al pecado, rézale y disminuye tus ofensas. Vuélvete al Altísimo y apártate de la injusticia, ten horror de lo que es abominable." (Eclo 17, 25-26)

Quizás la enfermedad es la única manera de que algunos de nosotros entremos en razón y pensemos en Dios. ¿No dice acaso la Biblia que el Señor corrije a los que ama? (lee Ap 3, 19) Es bueno pensar en la enfermedad como una ocasión de rendirse ante Dios, sobretodo porque ella puede ser consecuencia directa de nuestros pecados, de heridas de la vida o en general de aflicciones emocionales, ciertamente, la sanidad espiritual es lo importante. Jesús dijo una vez a una mujer:

Pregunta al Padre Miguel A. Fuentes, IVE

Pregunta:
Estimado Padre: Tengo una hermosa familia; buena y piadosa esposa y dos hijas. Yo en lo personal me considero católico practicante y muy consciente de la presencia de Dios en todo lo que nos rodea. Estoy en una muy difícil situación, pues desde hace año y medio no tengo trabajo. Mi trayectoria profesional fue de excelencia y lo que hago y propongo estoy seguro es de muy alta calidad. En todo este tiempo desempleado he pedido mucho a Dios que me ayude y también he solicitado la intercesión de la Virgen y de algunos santos, incluso, algo que nunca se me había ocurrido, he hablado con mi ángel de la guardia. Pero el tiempo pasa y se me agotan los fondos de sobrevivencia, de tal manera que me acerco a un colapso económico con sus secuelas de infelicidad para mi familia. En ésta situación creo como que Dios me ha volteado la mirada, no entiendo que espera de mí. El sermón de la Misa del domingo anterior me puso muy reflexivo, pues el sacerdote se refirió a no esperar ‘magia’ en nuestra relación con Dios. Hasta ahora he pensado que Dios tiene injerencia en nuestra vida y que respetando nuestra libertad y responsabilidad, busca nuestro bien, y que le gusta que toquemos su puerta y le pidamos como a un Padre que es. Dentro de mi desesperación he pensado en obviar la presencia de Dios en lo referente a mi vida profesional y económica y circunscribirla a la conducta de cumplir con la práctica religiosa y pedirle ayuda para no pecar. Padre aconséjeme para no desesperar en esta situación tan agobiante. Gracias anticipadas

Respuesta:
Estimado:
Para los planes de Dios sobre cada uno de nosotros no existen respuestas teológicas concretas. No sé qué quiere Dios de usted, ni hasta donde lo probará con el infortunio. Sabemos ciertamente que la Escritura dice que ‘las aguas nos llegan hasta el cuello pero no nos ahogan’. No le voy a mentir diciendo que ya van a terminar sus sufrimientos. Eso hacen los horoscopistas que mienten a la gente y juegan con su sed de esperanza y su credulidad. Pero a pesar de mentirle no le solucionan nada.
Debemos mantener firmes algunos principios claros:
1) Todo sucede para el bien de los que Dios ama (Romanos 8,20). Aunque allí no se dice qué se incluye en ese ‘todo’: va desde los dones materiales de Dios, hasta la cruz y el martirio.
2) Dios no permite que seamos probados más allá de nuestras fuerzas.
3) Muchas veces las aguas nos llegan hasta el cuello, pero no nos ahoga.
4) Muchas veces Dios espera que le pidamos lo que necesitamos, incluso con sacrificios, penitencias y votos generosos, y luego actúa. Porque quería suscitar en nosotros esos actos que nos han de santificar.
5) La cruz está en el camino ordinario de toda persona llamada a la santidad. Y debemos aceptar con paciencia y resignación nuestras cruces; para eso podemos leer con fruto el Libro de Job.
6) Esto no nos exime de poner de nuestra parte todos los medios materiales para encontrar una salida. Precisamente muchas veces la gracia que Dios nos da no es el encontrar la salida de nuestros problemas sino la gracia de ‘intentarlo una vez más’, lo cual también viene de Dios.
7) En nuestra debilidad se manifiesta la fuerza de Dios, como dice San Pablo. A veces Dios espera a que estemos completamente abatidos y recién allí actúa, para que se vea que ha sido su mano la que nos salvó y no nuestras fuerzas.
Cuente con mis oraciones.
En Cristo y María.
P. Miguel A. Fuentes, IVE

Friday, May 9, 2014

Todos los sacerdotes, diaconos, seminaristas, religiosas y laicos que conformamos Comunidad Catolica Tiberiades y a traves de Ministerio Jesus Te Sana enviamos una muy afectiva felicitacion y un abrazo muy caluroso a todas las Mamas del Mundo que este fin de semana celebran su dia.

Dios les llene de sus Santas Bendiciones por decir Si a la Vida.

Muchas felicidades!

Sunday, May 4, 2014

Derriben los Muros..


Los nuevos santos Juan XXIII y Juan Pablo II nos muestran cómo hacerlo.

El 27 de abril celebramos algo inédito en la historia moderna de nuestra Iglesia: el Papa Francisco canonizó a dos de sus predecesores: los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II. Por tal motivo, dedicamos un artículo especial a estos dos héroes de la fe.

Como san Pedro y tantos otros que les precedieron, estos dos papas se dedicaron a propagar la buena noticia de Jesucristo tanto en la esfera internacional como en ocasiones inesperadas.

Derriben los muros

Los nuevos santos Juan XXIII y Juan Pablo II nos muestran cómo hacerlo

Jerzy Kluger, de nueve años, lleno de alegría porque él y su mejor amigo Lolek habían sido admitidos a la misma escuela secundaria, fue corriendo a la Iglesia de Santa María, donde éste servía de monaguillo en la Misa. Jerzy se sentó al final de la iglesia, pero vio que dos señoras lo miraban con ceño fruncido y murmuraban entre sí.

Finalmente, una le preguntó: “¿No eres tú el hijo de Kluger?” El muchacho respondió que sí. “Pero, ¿qué haces aquí? ¡Tú eres judío! Los judíos no pueden entrar en la iglesia.” Atemorizado, Jerzy respondió: “Perdón, no lo sabía.”

La Enfermedad y el Pecado: ¿Qué Vínculo Hay Entre el Perdón y la Sanación?


Por Francis MacNutt


La primera y más profunda curación que Jesús nos trae es el perdón de los pecados. Cristo murió para librarnos del pecado y hacer posible la salvación; pero ahora a nosotros nos toca hacer nuestra parte: arrepentirnos y convertirnos.

Esta es la salvación y la sanación en su nivel más profundo. Pero lo que he visto en mi experien­cia es que el perdón de los pecados está íntimamente conectado con la curación física y la sanación emocional. No se trata de procesos separados; incluso me atrevería a decir que muchas veces la enfermedad física es una señal de que hay alguna situación espiritual o emocional que aún no se ha resuelto con Dios o con el prójimo:

Porque si come y bebe sin fijarse en que se trata del cuerpo del Señor, para su propio castigo come y bebe. Por eso, muchos de ustedes están enfermos y débiles, y también algunos han muerto.

Testimonio: Dios Ha Transformado mi Vida..




Conocer a Jesús es lo mejor que me ha pasado. Les voy a contar la historia.

Nací y crecí en una familia católica, pero en realidad al principio no me gustaba buscar de Dios. De adolescente, me daba pereza ir a los grupos, las misas y todo lo referente a la religión. Mis padres siempre me hablaban de un encuentro personal con Jesús y del inmenso amor de Dios, y yo pensaba: “Claro, si Dios existe, nos debe amar”, pero nunca había experimentado su amor y su presencia cercana.

En aquella época, como aún no seguía los caminos del Señor, empezaron las fiestas, la parranda, la bebida, el cigarrillo, el juego, los casinos, el ocio y lo demás, todo lo que ofrece la sociedad de consumo y las malas amistades. Cada vez yo me alejaba más de Dios y de los valores que mi familia me había enseñado.

Recuerdo incluso que los compañeros de la universidad me ofrecían drogas, vicios y hasta negocios ilícitos. En ese momento empecé a preguntarme: ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Qué sentido tiene todo esto? ¿A dónde voy a llegar si sigo por este camino? Porque el peligro iba creciendo en este ambiente: las propuestas de afectividad y sexualidad ilícita y sin amor, sin responsabilidad y yo recordaba siempre los valores católicos que desde niño me habían enseñado. No me atrevía a entrar en ese mundo, pero tampoco estaba buscando a Dios.