Monday, May 21, 2012

La Iglesia de Jesucristo

Por el padre Leonardo Roa Torres

Cuando uno camina por un pueblo o una ciudad ve letreros: “Iglesia Bíblica Emaús, Iglesia Pentecostal, Iglesia de los Santos de los últimos Tiempos, Iglesia Metodista, etc. etc. Y otras donde dice Iglesia católica San José o San Francisco o Nuestra Señora de la Altagracia, etc. etc. Especifica “Iglesia católica”.

Que no seamos nosotros los que hablemos sino que sea “La Palabra de Dios hecha carne” la que nos aclare tanta confusión y nos diga la verdad, ya que nos prometió: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”.

Después de la profesión de fe de Pedro Jesús le dice: “Tú eres Pedro (o sea piedra) y sobre esta piedra edificaré mi iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer. Yo te daré las llaves del Reino de los cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo” (Mateo 16,15-19).

Jesús habla en singular: “Edificaré mi Iglesia”, no dice mis iglesias. Y lo especifica: “mi iglesia” como para que nadie venga a usurpar e inventar otra Iglesia. No es la Iglesia de Pedro, aunque sea escogido como piedra, sino la iglesia de Jesús.

Fui a una oficina en San Francisco de Macorís y el señor que me atendió vio la cruz que llevaba en el pecho, aunque no tenía el cuellito que me identificaba que era sacerdote. Antes de atenderme me pregunta: ¿Ud. es cristiano? Le respondí: sí, soy cristiano. Continúa ¿De qué iglesia? Le digo: “De la Iglesia de Jesucristo”. Sigue: ¿Y cuál iglesia de Jesucristo? Añadí: “¿Y cuántas iglesias fundó Jesús? Jesús sólo fundó una iglesia, las demás son fundadas por los hombres”. Agachó la cabeza y comenzó a atenderme. Creo que entendió bien las palabras en San Mateo 16,18.

Jesús le dice a Pedro: “…Simón, Simón… yo he rogado por ti para que tu fe no se venga abajo. Y, tú, cuando hayas vuelto, tendrás que fortalecer a tus hermanos” (Lucas 22,31-32). Esa es la misión del sucesor de Pedro, el Papa, fortalecer a los hermanos en la fe.
¿IGLESIAS IGUALES O DISTINTAS?

Hoy en día han crecido los grupos y una gran mayoría se llaman cristianos y dicen que “su” iglesia es la verdadera y nos atacan mucho a la llamada “iglesia católica”.

Me perdonan pero yo no sé quién ha sido el inventor de una falsa y engañosa respuesta: “Cuando te preguntan si tú eres cristiano responden: no, yo soy católico. Le dicen: ¿de qué iglesia eres? Y contestan: De la iglesia católica. Me parece una “metedura de pata”.

Si Jesús sólo fundó UNA Iglesia tenemos que aprender lo que me enseñó el Espíritu Santo ese día con esas respuestas que le di a ese señor:

¿Ud. es cristiano? Sí, soy cristiano. Nos dice la Palabra: “Y fue en Antioquía donde los discípulos por primera vez recibieron el nombre de cristianos” (Hechos 11,26). Nosotros como discípulos de Jesús debemos responder: sí, soy cristiano por la gracia de Dios.
¿De qué Iglesia? De Iglesia de Jesucristo. De la única iglesia que fundó Jesús.
¿Cuántos apóstoles tenía Jesús? Doce.
¿Cuántas llaves entregó Jesús? Una y a Pedro. Jesús no dijo: Juan, tenga su llave; Andrés, tenga su llave; Santiago, tenga su llave y vaya cada uno a montar “su iglesia”. Sólo entregó una llave, las demás son falsificadas.

San Pablo, el gran apóstol, relatando el proceso de su conversión quería saber si estaba en lo cierto o en la mentira por eso sube donde Pedro: “Más tarde, pasados tres años subí a Jerusalén para entrevistarme con Pedro y permanecí con él quince días. No vi a ningún otro apóstol fuera de Santiago, hermano del Señor. Todo esto lo digo ante Dios; él sabe que no miento… Después de 14 años subí de nuevo a Jerusalén con Bernabé… Siguiendo una revelación, fui para exponerles el evangelio que anuncio a los paganos. Me entrevisté con los dirigentes en una reunión privada, no sea que estuviese o hubiera hecho un trabajo que no sirve… reconocieron que a mí me había sido encomendada la evangelización de los pueblos paganos , lo mismo que a Pedro le había sido encargada la evangelización de los judíos…” “…Santiago, Cefas y Juan reconocieron la gracia que Dios me ha concedido…” (Gálatas, 1,18 hasta 2,10). Puede empezar a leer desde el comienzo del capítulo 1.

San Pablo es claro. El quiere saber si lo que está predicando es verdad o no, si su trabajo va concorde con la Iglesia de Jesús, si ha corrido en vano o no. El no quiere hacer “su iglesia”, sino hacer que Jesús sea conocido y amado. Hasta gritar: “Ya no vivo yo es Cristo quien vive en mí” (Gálatas 2,20).
¿CÓMO SABER RESPONDER?

Un vecino que no sabe leer ni escribir pero es un buen pelador de cocos y buen trabajador fue invitado por un pastor a su culto. El vecino le pregunta: ¿Pastor quién fundó tu iglesia y en qué año? El pastor le dice: “Ya sé quién fue el que le enseñó eso”. Y el vecino lo sigue presionando: “Pastor, pastor dígame quién fue el que fundó tu iglesia y en qué año”. Y al verlo tan seguro se fue y lo dejó sin saber qué responder.

Por eso les estoy enseñando varios pasos para cuando los visiten o se los encuentren:

Los reciben con mucho cariño: Hermano-a bienvenido.
Hacerle una pregunta: ¿De qué iglesia viene? Ellos tienen que responder: de la Iglesia Bautista, Pentecostal, Mormones, Metodistas, Testigos de Jehová, Pare de sufrir, etc., etc.
Inmediatamente dos preguntas: ¿Quién fundó tu iglesia? Y ¿En qué año? Tienen que responder fulano o fulana de tal y en tal año. (En la última página coloco el nombre de iglesias con su fundador y el año en que nació)
Entonces hermano-a tú estás en la iglesia de fulano o fulana y que la fundó en tal año. En cambio, yo estoy en la Iglesia de Jesucristo que empezó desde el principio. Hermano-a te invito a que dejes la iglesia de fulano o fulana y te vengas a la iglesia de Jesucristo.

Nota: Y si responde a la tercera pregunta: “No sé”. Le dices: “Hermano-a, tú estás en una iglesia que no sabe quién la fundó. En cambio, yo estoy en la iglesia de Jesucristo. Por eso te invito que dejes esa iglesia que no sabes quién la fundó y te vengas a la iglesia de Jesucristo.?
AL FINAL DE TU VIDA

Cuando tú llegues al final de la vida te vas a encontrar cara a cara con Jesucristo y no con el fundador de X o Y iglesia. ¿Y qué le vas a decir? Señor, nadie me dijo eso, por eso seguí en la iglesia de fulano o de fulana. La cosa no es de juego, es algo trascendental, es algo de vida o muerte. No podemos seguir enseñando otro evangelio que no sea el de Jesús: “Me sorprende que ustedes abandonen tan pronto a Aquel que según la gracia de Cristo los llamó y se pasen a otro evangelio. Pero no hay otro; solamente hay personas que tratan de dar vuelta al Evangelio de Cristo y siembran confusión entre ustedes” (Gálatas 1, 8-12)

El padre Emiliano Tardif recordaba que la mamá de Martín Lutero cuando ya se despedía de este mundo le pregunta a su hijo: “Cuénteme, Martín, ¿cuál es la iglesia verdadera: la tuya o la católica?”. Martín le responde: mamá, la mía para esta vida, pero la católica para la vida eterna”. Y, continuaba Emiliano: Lutero pudo engañar a todo el mundo menos a su madre.

Vamos a orar con Jesús: “Que todos sean uno, como tú Padre, estás en mí y yo en ti. Que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado” (Juan 17,21). “Tengo otras ovejas que no son de este corral. A ésas también las llevaré; escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño con un solo pastor” (Juan 10,16). Jesús pide que seamos uno porque hay un solo rebaño y El es el único pastor. Una sola iglesia con un solo pastor.

HUMILDAD Y OBEDIENCIA

Vamos a orar por todos los que por una u otra razón o sin-razón se fueron de la iglesia de Jesucristo a una iglesia fundada por los hombres aunque tengan la Biblia y se llamen cristianos. Tenemos que tener los brazos abiertos como el Padre con el hijo pródigo (Lc. 15).

“El es nuestra paz. El ha destruido el muro de separación, el odio, y de los dos pueblos ha hecho uno solo… reunió a los dos pueblos en él, creando de los dos un solo hombre nuevo… (Efesios 2,14-22). ¿Si Jesús destruyó la barrera de judíos y gentiles no podrá destruir la barrera de los que llevamos la Biblia y hablamos y predicamos de Él y en su nombre?
Leer, orar y obedecer a Cor. 12,12-31 / Rom. 12.1-8. San Pablo nos presenta en estos dos pasajes la Iglesia como el Cuerpo de Cristo. ¿Ustedes han visto una cabeza con dos cuerpos? Cristo es la cabeza y nosotros somos el Cuerpo. Por eso la iglesia es “santa y pecadora”. Santa porque la cabeza es santa y pecadora porque el cuerpo, que somos nosotros, es pecador. Hasta que seamos como Jesús: “Quien me ve a mí ve al Padre”(Juan 14,9) y, nosotros podamos decir: “quien me ve a mí ve a Jesús y ve al Padre. ¡Qué misión tan divina tenemos los cristianos en el mundo! ¡Ánimo!

No podemos seguir dividiendo el “Cuerpo de Cristo”. Si los que nos llamamos cristianos viviéramos como hermanos y siendo como Jesús pidió: “Que sean uno como Tú y yo somos uno para que el mundo crea que Tú me has enviado”. El mundo ya hubiera cambiado Debemos ser humildes y reconocer a Jesús.

No podemos seguir con la Biblia en la mano diciendo: “La Biblia dice…” y criticando tanto a la Iglesia de Jesucristo. Y recuerden que la Biblia es completa y no se puede coger un versículo o capítulo y dejar los otros. Eso va en el próximo brochour, Dios mediante. Oremos por ese otro artículo con temas de unión que se sustentan en la Biblia. Amén Jesús. Gracias Jesús.

PRINCIPALES IGLESIAS Y GRUPOS PROSELITISTAS

Adventistas                            William Miller USA                      1818
Adventistas del 7mo día         Elena de White USA                    1863
Anglicanos                             Enrique VIII / Isabel I Inglaterra   1534
Bautistas                               John Smith Inglaterra                     1611
Ciencia Cristiana                   Mary Baker Eddy USA                1879
Cientología (Dianética)          L. R. Hubbard USA                     1954
Hare Krisma                        Abhay Charan India                      1965
Cristianos                            Grupo México                               1980
Espiritismo                          Familia Fox USA                           1848
Espiritualismo                      Roque Rojas México                     1880
Fraternidad                         Rosa Cruz Max Heindel USA        1909
Secta Moon                       Sun Myung Moon Corea                1954
Luteranos                          Martín Lutero Alemania                   1521
Luz del Mundo                  Aarón J. Flores México                   1926

Meditación Trascendental  M. M. Yogui India                           1957
Metodistas                       John Wesley Inglaterra                      1729
Menonitas                        Mennon Simmons Holanda               1543
Mormones                       José Smith USA                               1830
Niños de Dios                 David Berg USA                               1950
Pare de Sufrir                  Edir Macedo Brasil                           1978
Pentecostales                  Grupo USA                                      1900-5
Presbiterianos                 John Knox Inglaterra                         1560
Rosacruces                    Christian Andreae Holanda                 1610
Sociedad Teosófica        Elena Blavatsky USA                         1875
Testigos de Jehová         Ch. Taze Russell USA                        1874
YMCA / YWCA           George William Inglaterra                   1844

Y las miles que hay con nombres Bíblicos pero todas fundadas por los hombres. Hay grupos que dicen: “aquí vienen de todas las iglesias, no hay problema”. Si tú participas en sus actividades estás apoyando una iglesia que no es la de Jesucristo. Eso es peligroso. Y muchos que se han ido ya no quieren volver y se quedan sin nada. Oremos para ser uno en Cristo Jesús.

Los Bendigo en Jesús y en María un servidor,

Leonardo Roa Torres
Parroquia “Santiago Apóstol”
Arroyo al Medio, Nagua, R.D.
Tel. (809) 753-8440
E-mail: sanacioninterior@yahoo.com

Sunday, May 20, 2012

Oración Para los Casos Difíciles



Divino Niño Jesús, ante tí vengo con toda la fe de mi alma, a buscar tu sagrado consuelo en mi difícil situación, no me desampares; en las puertas que se han de abrir que sea tu Brazo amoroso el que las abra para darme la tranquilidad que ansío. 

Súplica que te hace un corazón afligido por duros golpes del cruel destino que lo han vencido siempre en la lucha humana, ya que si tu poder divino no intercede en mi favor, sucumbiré por falta de ayuda. Jesús asísteme, ampárame y condúceme a la gloria celestial.

Gracias dulce Jesús.

¿Cómo Sabemos si Estamos Verdaderamente en Gracia?¿Hay Alguna Forma de Averiguarlo?


Pregunta:

Tengo una duda. Se supone que la fe se compone, o requiere, de la inteligencia, la voluntad y la gracia divina, y que cada quien responde a la gracia, mi pregunta es, ¿cómo nos damos cuenta de la gracia?, no será una especie de sugestión psicológica. Le agradeceré su respuesta. Saludos. R. M.

Responde el P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E.

Estimado:

Como explica Santo Tomás, el conocimiento del estado de gracia (es decir, de que nosotros poseemos la gracia santificante) puede darse de dos maneras diversas:

- O por revelación, lo cual, evidentemente, es un privile­gio particular dado a pocos.

- O por conjetura, es decir, a través de algunos signos. Y tal es el modo ordinario para alcanzar el cono­cimien­to de la gracia.

Dice el Catecismo: 'La gracia, siendo de orden sobrenatural, escapa a nuestra experiencia y sólo puede ser conocida por la fe. Por tanto, no podemos fundarnos en nuestros sentimientos o nuestras obras para deducir de ellos que estamos justificados y salvados. Sin embargo, según las palabras del Señor: 'Por sus frutos los conoceréis' (Mt 7,20), la consideración de los beneficios de Dios en nuestra vida y en la vida de los santos nos ofrece una garantía de que la gracia está actuando en nosotros y nos incita a una fe cada vez mayor y a una actitud de pobreza llena de confianza' (Catecismo, n. 2005)

En cuanto a los signos que nos permiten conjeturar el estado del alma, tres principales nos orientan sobre el estado de gracia:

a) El testimonio de la buena conciencia, que entra­ña: el no tener conciencia de pecado mortal; el dolor sincero de los pecados cometidos; el propósito de enmienda y el horror al pecado; el cumplimiento de los preceptos divinos; la victo­ria en las tentaciones; el amor a las virtudes y el esfuerzo por el evitar el pecado venial.

b) El deleite en las cosas divinas, es decir: el gusto por los libros santos y por la Palabra de Dios; la devoción a la Eucaristía y a la Virgen; la frecuencia de los sacramentos y la oración mental.

c) El desprecio de las cosas mundanas, que supone: no tener apego a las cosas de la tierra, el no sentir gusto en las vanidades del mundo; el huir de las ocasiones del pecado.

Sin embargo, estos signos no nos dan más que una conjetura, por eso, la Escritura nos exhorta a la vigilancia, a la perseverancia, a la oración y confianza en Dios y al esfuerzo continuo en la obra de la santificación:

-Eccl 5,5: Aun del pecado expiado no vivas sin temor, y no añadas pecados a pecados.

-Prov 20,9: ¿Quién puede decir: He limpiado mi corazón, estoy limpio de pecado?

-Sal 18.13: ¿Quién podrá conocer sus pecados? Absuélveme de los que se me oculta.

-1 Cor 4,4: Estoy cierto de que de nada me arguye la conciencia, mas no por eso me creo justificado; quien me juzga es el Señor.

10 Tips Para Combatir la Depresión


Sabemos que hay suicidios todos los días, y un gran porcentaje, sino la gran mayoría, de estas muertes se deben a la depresión.

Los números de muertes por este motivo se incrementan día a día, y creo que esta lista de tips nos puede ayudar a superar la depresión y mejorar nuestra calidad de vida.

1.- Desarrolle intereses. Tal vez una de las razones más comunes para la depresión es la falta de suficientes intereses y actividades. Un pequeño número de ellas, tienden a convertirse en rutina y, a menudo, aburrido. Los intereses y actividades son muy importantes en la salud mental, lo que contribuye a la autoestima y al desarrollo de la felicidad. Dan satisfacción, ayudar a que te sientas bien contigo mismo, y mantener la mente frente a los problemas y los pensamientos negativos y las emociones. Debemos combatir la depresión, el dolor, la adicción, la ira, la ansiedad, la preocupación excesiva, o la culpabilidad. Hay muchas cosas que usted puede hacer en este ámbito: labores de casa, visitar a los enfermos o personas mayores, desarrollar una afición que implica la utilización de las manos, y muchas cosas más.

2.- Manténgase positivo. Los hábitos de pensamientos negativos desempeñan un papel muy importante en la depresión. Investigaciones demuestran que personas deprimidas tienden a minimizar sus logros, talentos y cualidades. Experimentan fracaso, decepción, rechazo, emociones negativas, dolor y tristeza. Pero la gente feliz mantiene una actitud positiva y acepta la tristeza y el sufrimiento como partes normales de la vida, mientras que hacen lo que pueden para solucionar sus problemas. Esto también los hace más agradables a su alrededor y se mejora su vida social.

3.- Solucione sus problemas personales. Trabaje para solucionar sus problemas, utilizando pequeños pasos para asegurarse de no perderá el control. Confíe en amigos, familiares y grupos de apoyo. No se deje vencer por sus problemas. Muchas veces hay lluvia de ideas de soluciones al pedir a otras personas ayuda. Algunas personas deprimidas rechazan todas las soluciones posibles, buscan excusas para considerar cada una de ellas como inaceptable, desagradable, o impracticable. No permita a los pensamientos negativos interferir en la solución de sus problemas. Mantenga una mente abierta a todas las soluciones posibles.

4.- Haga una vida social positiva. Interactúe socialmente de forma positiva. Muestre calor hacia otras personas, teniendo un interés en ellas, desarrolle y comparta intereses y actividades. Pida a sus amigos y seres queridos a hacer caso omiso de su depresión y comportamientos para reducir las llamadas telefónicas y visitas cortas. Dígales a evitar teniendo lástima de ti y el sentimiento de culpabilidad por no atender a su depresión. Lo que nos lleva al punto 6:

5.- Detenga el mal comportamiento. Al quejarse, llorar, hablar de sentimientos tristes, o discutir los problemas, sus amigos y seres queridos probablemente responderán con simpatía y atención esmerada. Lamentablemente, estos respuestas algunas veces ayudan a mantener el comportamiento depresivo, debido a que la persona depresiva le gusta oir estas respuestas. Algunos amigos o familiares incluso se hacen cargo de las tareas de la persona deprimida. Muchas personas deprimidas comen y gastan dinero en exceso, abusan de sustancias adictivas, o tienen sexo sin amor para sentirse mejor.

6.- Sea realista. Examine sus expectativas o prioridades en la vida y, de ser necesario, ajústalas más a la realidad. Las personas deprimidas a menudo piensan que no pueden ser felices sin ciertas cosas, como cosas materiales, más dinero, etc. Aprenda a aceptar la situación, pero no llegue al extremo de ser conformista. Algunas situaciones, personas o molestias, simplemente no van a cambiar tan pronto.
7.- Haga cambios. Cambie los malos hábitos que te deprimen. Sustituya los pensamientos negativos con positivos todos los días. El humor también ayuda mucho a enfrentar los problemas de la vida.

8.- Conviértase en activo. El ejercicio y una nutrición adecuada ayuda mucho, no como una solución rápida, sino como una manera de hacer nuestro mañana un poco mejor, y como una ayuda para facilitar nuestros otros esfuerzos terapéuticos. Somos menos propensos a abandonar después de un corto período de tiempo, porque no estamos esperando una cura instantánea, sólo un poco más de control sobre nuestras emociones y nuestra situación en la vida. Usted no tiene que correr una maratón, sólo un paseo diario de 30 minutos puede ser un gran paso en la dirección correcta.

9.- Corrija su dieta. El hambre en exceso, así como el consumo exceso son formas que usamos para reprimir nuestros sentimientos. La próxima vez que usted no quiera comer, piense en una frase como esta: “Quiero que mi situación mejore, si no me alimento adecuadamente, voy a estar dañándome a mí mismo y haré que mi problema se empeore”. Trate de comer una comida equilibrada tres veces al día, sin meriendas en el medio. Recuerde que el hambre no es una cosa mala, se trata de una reacción natural de física.

10.- Controle su pensamiento. Elimine la palabra “depresión” de tu vocabulario.

Monday, May 7, 2012

Oracion Para Terminar el Dia



+En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.Amén

Termina mi día Señor

Quiero darte gracias por todo lo bello que me regalaste, por lo visible y lo invisible, por tantas gracias que me acompañaron y regalaste.

Te pido ayuda con aquellas cosas que no se manejar y debo dejar en Tus manos para entrar en mi descanso nocturno. Dame sabiduria para afrontarlas pero no permitas que me quiten la paz.

Te pido perdón por aquellas situaciones en las cuales yo no ame con Tu mismo Amor ni actue como hubieras actuado Tu. (Silencio.. recordemos con contricion de corazón todo lo que hicimos mal y entregemoselo al Señor). Te pido perdon y que repares lo que hice mal, y te ofrezco todo lo que hice bien para Gloria Tuya en mi vida, matrimonio, familia y la salvación de las almas.

Y aun en la noche no quiero separme de Ti, uno mi descanso al Tuyo, al que tu tenias en la casita de Nazareth con Santa María y San José o al de tus extensas jornadas por los caminos de Galilea.

Hoy quiero glorificarte y amarte mientras duermo pues tu tampoco dejas de cuidarme y amarme cuando cierro mis ojos.

Pongo mis pensamientos en los tuyos
Pongo mis sentimientos en los tuyos
y descanse mi cuerpo y mi alma en Ti

Y desde ya te ofrezco mi muerte, pues tambien quiero que sea como esta noche, que sea entrar suavemente en Tu descanso:"Cuando mis párpados comiencen a cerrarse para las cosas del mundo, es Tu Mirada de Amor lo que buscarán mis ojos. Y cuando mis oídos se hayan cerrado, es Tu Voz amorosa lo que voy a querer escuchar. Señor, Tú tornarás los sufrimientos de mi cuerpo como expiación de mi vida y de la de los pecadores, para gloria de la Verdad. Y si mi agonía se prolonga, que se prolongue igualmente mi amor y que sea fiel en responder al Tuyo que me diste en la Cruz."

Cubra y selle tu Preciosisima Sangre Señor el dormir y descansar de mi familia en esta noche.

Santísima Virgen María cubre y protege mi hogar con tu manto.

San José ruega por nosotros.

Amén.

+En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.Amén

Thursday, May 3, 2012

LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO



PARA PENTECOSTES, (y siempre)

INVOCAD LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO.

EL ESPIRITU SANTO EN SUS DONES.

" Saldrá un vástago del tronco de Jesé, y un retoño de sus raices brotará.

Reposará sobre él el espíritu de Yahveh:

espíritu de Sabiduría e inteligencia,

espíritu de consejo y fortaleza

espíritu de ciencia y temor de Yahveh

y le inspirará el temor de Yahveh "

(Isaias 11, 1-3)

Todos conocemos los " dones del Espíritu Santo" que el profeta Isaias anuncia aquí, que reposarán sobre el "vástago", el descendiente de David; sobre Jesús. Son los dones del Espíritu en Jesús, no cualquier virtud ni talento humano, no algo que uno hace, sino algo que recibimos como don, como regalo infinitamente variado, pues que los dones sean siete no hace que sean poco variados, son como los rasgos benditos del rostro del Espíritu que componen infinitos rostros amorosos.

A algunos les parece que los dones son algo "de libro" poco relacionado con la vida práctica, demasiado teórico ( "un rollo" dijo una vez un hermano); pero no es así. Eso pasa cuando lo único que sabemos de ellos es una definición leida o escuchada, nadie conoce a alguien por haber leido su nombre y el Espíritu Santo es alguien , no una cosa ni una fuerza impersonal.

A lo mejor alguien piensa: " Ah, los dones del Espíritu, ¡ que tema tan precioso!, pero claro, eso es para gente especial, gente muy de Dios, yo soy muy normalito y a mí no me afecta"; pues no, eso no es verdad; Pedro Reyero, dominico miembro de la Renovación a quien vamos a citar mucho decía:

"...los dones del espíritu no son un lujo, son una necesidad, la necesidad que tenemos los pobres para caminar en esta vida. Porque no podemos caminar en cristiano sin lo que caminó Jesús y Jesús los necesitó para vivir su vida...lo que tenemos de Dios- la fe, la esperanza, la caridad- nos es muy dificil vivirlo. Nuestra débil fe, nuestra débil esperanza y nuestra débil caridad nos van sirviendo más o menos-¡más o menos!- para conservar la gracia. Pero, creer con alegría, fiarse con alegría, tener esperanza tensa y constante, amar, darse con gozo, servir con entusiasmo, eso...¡eso son los dones del espíritu santo!".

Si quereis vamos a dedicar unos días al Espíritu en sus dones, juntos, en comunidad, orando con la fuerza de la fe viva a nuestro Padre que da a quien le pide, que abre a quien llama; pidamos y recibiremos aunque de momento no "sintamos" nada, aceptando en fe que los hemos recibido al pedirlos y dando gracias por eso, y así veremos ¡ sin duda! como sin darnos cuenta irán naciendo en nosotros y en los hermanos, los dones que nos revelarán el rostro bendito de Jesús.

" ¡Qué grande es tu bondad Yahveh!, Tú la reservas para los que te temen,se la brindas a los que a ti se acogen, ante los hijos de Adán.

Tú los escondes en el secreto de tu rostro...¡ Bendito sea Yahveh que me ha brindado maravillas de amor!"

(Salmo 31, 20-21)

DON DE TEMOR.

" en el temor del Señor no existe mengua,

con él no hay que buscar ayuda.

El temor del Señor como un paraiso de bendición,

protege él más que toda gloria. "

(Eclesiástico 40, 26-27)

El temor de Dios no tiene nada que ver con una cosa- muy fea y desgraciada- que es el miedo a Dios. El principio del verdadero don de temor es esa reverencia hacia la grandeza, ese asombro ante la majestad que te embarga al contemplar por ejemplo el océano, o una inmensa montaña coronada de nieve...pero ese no es todavía el don del Espíritu Santo, porque los dones son para los hijos de Dios y el verdadero don de Temor es algo mucho más familiar, mucho más hogareño: es el temor del niño a separarse de su Padre, a perderle.

El padre Congar decía: "la fe es vivir a costa de Jesucristo" y esa es la clave del don de Temor. El niño no se siente poderoso, no se siente autosuficiente, no cree nunca que no necesita a su Padre, se siente desamparado solo con perderle de vista. Nosotros, desgraciadamente nos hemos hecho "mayores" en el mal sentido y no vivimos, con frecuencia, pendientes del Padre y "a costa" del Padre como vivió Jesús. Si quieres vivir de ti mismo y de tu fuerza, pierdes el espíritu de niño para acoger en pobreza el don de Dios que necesitas y sin el cual no puedes ni oir, ni entender, ni acoger nada que sea realmente el Reino de Dios.

"El que es guiado por el don de temor como tiene espíritu de niño y al niño se le da todo, lo que hace es alabar: si todo es gratuito yo te alabo."

El don de Temor es hacerse niño, es vivir en profundidad la pobreza que lo recibe todo y en todo se siente necesitada y por eso actua como el niño que se aferra a los faldones de su Padre porque sabe que allí tiene todo lo que necesita y lejos se moriría.

"El don de temor es no alejarse de las fuentes de la gracia " y el que tiene el don de Temor vive paradojicamente sin temor, sin temor al estilo del mundo que quiere ser fuerte en todo y de todo tiene miedo, y puede decir:
" en paz, todo a una, yo me acuesto y me duermo,

porque tú solo, Señor, me asientas en seguro"

(Salmo 4,9)

" mantengo mi alma en paz y silencio

como niño destetado en el regazo de su madre,

como niño destetado está mi alma en mí.

¡Espera Israel en Yahveh

Desde ahora y por siempre!"

(Salmo 130,2-3 )

DON DE PIEDAD.

" Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.

Pues no recibísteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibísteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡ Abbá, Padre!"

(Romanos 8, 14-15)

La Piedad era entendida, cuando se incluyó entre los dones, no como la entendemos ahora, sino como la virtud que un hijo tiene hacia su padre, la "piedad filial". Antes que otra cosa es sentirse hijo.

Todos hemos oido cien veces que somos "hijos de Dios", pero como todo lo que se oye mucho, es posible no haber entrado nunca en lo que, en lo profundo, significa.

" en infinitas circunstancias de la vida, ante el dolor y el sufrimiento, ¿qué nos ha ocurrido? Que no hemos podido acoger el poder de Dios, la fortaleza de Dios para nosotros; nuestro dolor nos ha podido, nuestro dolor ha sido como una acusación contra Dios, nuestro Padre.- "Tú ¿no dices que eres mi Padre? entonces ¿ por qué este sufrimiento?, ¿ por qué este dolor?". Si en ese momento de dolor, tú puedes acoger la fuerza de Dios, se produce el don de Piedad."

Es totalmente cierto que todo lo que Dios hace o permite en la vida será, al final bueno, muy bueno, contra toda lógica humana, contra toda sabiduría humana, pero...vivir eso es muy dificil, mejor dicho, no es difícil, es imposible, si el Espíritu Santo no lo revela y lo produce; y entonces es más fuerte que cualquier dolor, porque permite que actue la fortaleza de Dios.

Cuando el Espíritu te revela, en lo profundo del corazón, hasta remover tus entrañas, que eres hijo, entonces ya no hay amargura, resentimiento, ni acusación contra Dios: dejas de ser esclavo de tu sufrimiento, te abandonas, eres liberado.

"El don de Piedad no consiste en otra cosa que en ser introducido en la casa del Padre" y entrar en la voluntad de Dios es acoger el don. Eso es lo que nos sana, de ahí viene toda sanación.

Mientras no se vive en el don de Piedad somos como los hijos de la parábola del hijo pródigo; el que se fue viene diciendo "no soy digno de ser hijo tuyo, trátame como a uno de tus siervos": no se ha enterado de que es hijo, hijo de verdad y su Padre siempre lo introducirá en su casa. Y si somos "cumplidores" entonces como el hijo mayor pensaremos "mi padre no es justo, no recompensa mi esfuerzo" y es que ni el uno ni el otro oyen que su padre les dice : "hijo, todo lo mio es tuyo" y si eso es así " ¿por qué quieres tener, tú, cosas? ¿ por qué quieres hacer, tú, meritos? ¿ por qué quieres hacer y tener tu propia santidad y tu propia perfección si todo lo mio es tuyo?...No soy el hijo abandonado que está lejos, sino el hijo que está en la presencia de Dios, en la vida de Dios, en el mismo Dios".

" vió que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en forma de

paloma, bajaba a él. Y se oyó una voz que venía de los cielos:

" Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco"

(Marcos 1, 10-11)

DON DE CIENCIA.

"En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de lo alto

no puede ver el reino de Dios"

(Juan 3,3)

A los hombres modernos la ciencia nos suena a gente metida en laboratorios averiguando cosas con las luces de la inteligencia humana...y a veces, sin querer, más luz que esa. La ciencia del Espíritu Santo es también una luz para ver las cosas, pero para ver las cosas como Dios las ve.

"La creación es la obra preciosa del amor de Dios que quiso que compartieran las cosas su gloria...es la luz de Dios derramada en todas las cosas".

Desgraciadamente sabemos que no es solo la gloria de Dios lo que vemos cuando miramos la vida; vemos también el sufrimiento, la fealdad, la deformidad, el odio...incluso las cosas más bellas nos sumen en la melancolía porque pasan : pasa la juventud, pasa la belleza, la flor muere, el ser humano amado con pasión muere y no parece quedar más que unos huesos secos en un cajón.

Vista así la vida parece más una maldición que una bendición, más tiniebla que gloria de Dios.Y es que el mundo está herido de pecado, herido de muerte. Muchos hombres no han tenido nunca más visión que ésta, y por eso no deberíamos juzgar facilmente a los que no tienen fe, quizá ante este espectáculo no han podidod creer en Dios porque lo han visto como una sombra que niega su auxilio ante la desesperanza humana. Si somos sinceros encontraremos circunstancias de la vida en que también nosotros hubiéramos podido creer que Dios es implacable o que quizá no exista.

" Pero, y aquí viene el don de Ciencia, sabemos que esta creación, herida de muerte, ha sido tocada por la gracia de Jesucristo, que no solo toca el corazón del hombre y su existencia, sino a toda la creación". La luz de la resurrección del Señor, la luz de la Pascua, ha vuelto a iluminar las cosas con la belleza inmensa en que fueron creadas y aún mucho más...las han revestido de la gloria de la resurreción; ha herido al universo de amor, de belleza, de luz.

Para la mirada de Dios, que es la mirada verdadera, ya no hay tiniebla ni muerte:

" La flor no muere para el que cree en la resurrección de Cristo, ni el arbol, ni la nube, ni la luz, ¡ni el hombre! Y si Dios nos da este poder ver las cosas así, entonces la muerte ha desaparecido de toda la creación, y esta es la maravilla del don de Ciencia", que Dios puede darnos esa visión y quien yo amo no muere, sino que vive y vivirá para siempre, y todo lo que yo amo, vive para siempre, y todos los instantes felices de mi vida, viven para siempre y todo se transforma en gozo y gloria de Dios y esto no es un sueño sino que es la verdad de las cosas.

"¿Dónde está, oh muerte, tu victoria?

¿ donde está, oh muerte, tu aguijón?"

(1 Corintios 15,55)

Y con esta visión nueva nos vemos a nosotros mismos- y somos maravilla- y vemos a nuestros hermanos- y son maravillosos- y podemos alabar con gozo: " si ves mal a tu hermano es que no aprecias bastante la muerte del Señor, si ves mal la creación es que, para ti, todavía Cristo no ha resucitado. ¡ Que el Espíritu Santo derrame sobre todos nosotros esa luz gozosa!.

DON DE FORTALEZA.

"Bajó Pedro de la barca y se puso a caminar sobre las aguas, yendo hacia Jesús. Pero viendo la violencia del viento, le entró miedo y, como comenzara a hundirse, gritó: "¡Señor, sálvame!". Al punto Jesús, tendiendo la mano, le agarró y le dice:

"Hombre de poca fe ¿por qué dudaste?".

Subieron a la barca y amainó el viento. Y los que estaban en la barca se postraron ante él diciendo: "Verdaderamente eres hijo de Dios".

(Mateo 14, 29-33)

Hemos visto que el don de Temor es asumir nuestra pobreza delante de Dios, asumir que somos niños y no podemos nada. La respuesta de Dios a la debilidad del hombre es, precisamente, el don de Fortaleza. Jesús te toma de la mano y te hace capaz de lo que humanamente es imposible: caminar sobre las aguas, sobre las tormentas de la vida, sobre las tentaciones y sufrimientos. Pero no se trata de caminar sólo- quien lo intente se hundirá sin remedio- sino de caminar bajo la mirada y de la mano de Jesús, con la fuerza del Espíritu Santo.

" La maravilla del don de fortaleza es que, al mirarte Jesucristo, al amarte Dios en tu debilidad, no quita tu debilidad sino que te fias tú de su fortaleza, te fias de su amor, te fias de su mirada, te fias de su palabra". El don de Fortaleza es la misericordia de Dios y el amor de Dios sobre tu debilidad.

"Hay dos maneras de vivir: con el don de Fortaleza y sin el don de Fortaleza. Y, ¿sin ese don cómo se vive? Pues apoyando tu vida en ti mismo- en tus talentos, tus riquezas, tu saber, incluso tu virtud o la piedad y fervor de tus oraciones.Y eso es construir sobre arena, y la casa se derrumba cuando viene la tempestad- .

Pedro Reyero contaba una anécdota maravillosa sobre lo que es este don: Le habían operado y el dolor se hacía cada vez más y más grande y al borde de la desesperación, cuando temía ponerse a blasfemar, se acordó de Jesús y le dijo: "Señor, ¿tú que hiciste? Porque a mí me han dado dieciocho puntos, pero...a tí, ¡eso de clavarte así en vivo en la cruz!-. Y oí en mi corazón una respuesta- "es que yo en aquel momento me fiaba de otro, estaba en las manos de mi Padre"- "Pues Señor, yo quiero hacer lo mismo, no sé como hacerlo pero quiero hacer lo mismo. Me fio". Y en aquel momento cesó todo dolor de forma instantanea...y al día siguiente ...todo normal. Y después, pensando en esto, me dio una gran tristeza: "Pobre Pedro, ¡ mira que solo acordarte de esto, en el momento de mayor sufrimiento, cuando ya no puedes más! ¡Qué pena no vivirlo en la vida diaria! ¡Qué pena no vivirlo cuando convives con los demás y no puedes con la convivencia! ¡Qué pena no vivirlo en la rutina y monotonía de todos los dias! ¡Qué pena que tenga que venir Santa Bárbara tronando para que yo me entere, cuando el don de fortaleza es el pan de cada día que Dios da para la vida de sus hijos!"

" grande es el poderío del Señor,

y por los humildes es glorificado"

(Eclesiástico 3, 20)

" cuando estoy débil, entonces es cuando soy fuerte "

(2ª Corintios 12,10)

DON DE CONSEJO.
" no son mis pensamientos vuestros pensamientos ni vuestros caminos son mis caminos, porque cuanto aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis caminos a los vuestros"

(Isaías 55, 8-9)

Todos tenemos pensamientos y proyectos en la vida, criterios sobre lo bueno, lo razonable, lo que debe hacerse y lo que queremos conseguir , pero a menudo levantamos con todo eso una barrera ante Dios. Sabemos lo que queremos y ni a Dios le dejamos darnos otra cosa, y así muchos hombres viven en la amargura porque creen que deberían haber sido importantes, o tener otra esposa, o tener fortuna, o tener éxito evangelizando o...cualquiera de las cosas que la televisión dice que son la felicidad: Estamos encerrados como en una cárcel en nuestros deseos y pensamientos. El don de Consejo viene a romper los barrotes de esa cárcel, a revelarnos los caminos, los proyectos y los deseos de Dios.

¿ Cuantas veces nos podría decir el Señor, como a San Pedro : "tus pensamientos no son los de Dios sino los de los hombres"?. Hay que recordar que solo los hijos reciben los dones y solo en el Hijo se puede tener los pensamientos de Dios. No se trata de reflexionar y planificar mucho sino de que Dios, con misericordia, regale sus propios pensamientos.

Al santo cura de Ars, que mostraba un discernimiento milagroso sobre los corazones y los hacía volverse a Dios diciéndo a cada uno aquello que derretía su dureza, como era además un hombre de escasa cultura, le preguntaron donde había adquirido aquella sabiduría; por toda respuesta señaló su reclinatorio ante el sagrario de su iglesia. Las largas horas de contemplación, mirando al Señor, le habían llenado de su luz y, para él, discernir con el pensamiento de Dios era ya casi un hábito. En nuestra vida, si volvemos la vista atrás, también encontraremos decisiones y discernimientos que no sabemos de donde nos vinieron, pero que el tiempo ha revelado que fueron de Dios.

El don de Consejo tiene otra consecuencia: quien piensa como Dios, actua como Dios, como hijo de Dios, y Dios es misericordia – el don de Consejo nos reviste de las entrañas de misericordia de Jesús, del alma humana de Jesús: conocer los caminos del Padre es entrar en los caminos de la misericordia, revestirnos de la humanidad de Cristo que cura, acompaña, guía y levanta a los cansados.Dejarle a Dios nuestro cuerpo y nuestra alma para que a través de ellos derrame su misericordia. No nosotros, sino El. El don de Consejo nos revela la entraña, el pensamiento, el corazón de Dios; y ese corazón no es otra cosa que misericordia.

" el hombre naturalmente no capta las cosas del Espíritu de Dios; son necedad para él. Porque ¿ quien conoció la mente del Señor para instruirle? Pero nosotros tenemos la mente de Cristo. "

(1 Corintios 2, 14-16)

" no será ya ocultado el que te enseña; con tus ojos verás al que te enseña, y con tus oidos oirás detrás de ti estas palabras: "ese es el camino, íd por él " "

(Isaías 30, 20-21)

DON DE INTELIGENCIA.

" Iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús...Y sucedió que mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; pero sus ojos estaban retenidos para que no le reconocieran...Y sucedió que cuando se puso a la mesa con ellos tomó el pan, pronunció la bendición...

Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron...

Se dijeron uno a otro ¿ no estaba ardiendo nuestro corazón cuando nos hablaba...?"

(Lucas 24, 13-31)

Hemos visto que el don de ciencia es ver las cosas como las ve Dios; pues bien, el don de Inteligencia es aún mejor, pues consiste en una luz que concede el Espíritu, no ya para ver las cosas, sino para ver al mismo Dios, para reconocer su rostro bendito. Para reconocerle cuando actúa, cuando revela, cuando obra. Cuantas veces Dios es el divino desconocido, el que pasa a nuestro lado obrando en nuestra vida sin que le reconozcamos. Camina a nuestro lado y no sabemos nada de Él.

Sin este don, Jesús será para nosotros alguien maravilloso, al que conocimos, pero no el que nos acompaña en el camino, no el que vive y nos habla aquí y ahora. Como los discípulos de Emaús iremos entristecidos pensando "era maravilloso, éramos sus discípulos, aprendimos mucho de él, pero...no está, lo crucificaron y murió"- ¿No reconoceremos ese sentimiento que nos asalta cuando parece que no encontramos a Jesús en ninguna parte?. Eso significa que no hemos visto su resurrección aunque nos hayan hablado de ella- como a los discípulos de Emaús les habían hablado. Muchos cristianos pasan así por la vida: " nos han dicho que resucitó, quizá sea cierto, pero no lo hemos visto".

Y sin embargo, un día comienza a arder el corazón, es el síntoma de que secretamente alguien, el Espíritu Santo, nos está explicando las escrituras, nos está mostrando a Jesús. Somos tardos de corazón para entender, pero un corazón que empieza a arder por Cristo es que está en el camino de encontrarle, vivo y resucitado.

Y llega un momento en que nos sucede lo que a Pedro en el lago cuando no pescaban nada en toda la noche y vieron a un desconocido:

" El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: "es el Señor". Cuando Simón Pedro oyó "es el Señor", se puso el vestido y se lanzó al mar" ( Juan 21, 7)

El corazón de Pedro arde y se lanza sin miedo al agua . Ha reconocido al Señor. Lo mismo nos ocurre a nosotros cuando un día leyendo las escrituras un pasaje nos habla personalmente y hasta cambia nuestra vida. Arde el corazón y reconocemos: ¡Es el Señor!. Hemos pasado por pruebas y por momentos dolorosos, y un día vemos claro que todo tenía sentido, que Jesús nos ha llevado de la mano, y reconocemos: ¡Es el Señor!. O un día miramos al hermano, o al pobre y con un estremecimiento del corazón reconocemos ¡Es el Señor!.

Sin el don de Inteligencia la escritura no es más que un libro, la vida no es más que un azar, el hermano no es más que un extraño, la eucaristía no es más que pan. Con el don de inteligencia se abren nuestros ojos y asombrados y gozosos decimos , quien está en todo esto "¡Es el Señor!".

" Dice de tí mi corazón: "Busca su rostro."

Sí, Yahveh, tu rostro busco: no me ocultes tu rostro"

(Salmo 27, 8)

DON DE SABIDURIA

" Gustad y ved, qué bueno es el Señor

dichoso el hombre que en él se cobija "

(Salmo, 34, 9)

Se sabe que la palabra "Sabiduría" viene de "sapere", que significa "saborear", es decir comprobar a qué sabe algo, qué gusto tiene. Nos pueden explicar todo lo que quieran sobre cómo sabe un melocotón, podemos leer una enciclopedia sobre frutos...en realidad no sabremos nada sobre eso hasta que mordamos uno y lo saboreemos; solo entonces sabremos cómo sabe.

Algo parecido ocurre con Dios. Se puede conocer teología hasta hartarse y no "saber" casi nada sobre Dios, sobre Dios vivo. Es el Espíritu Santo quien revela quien es Dios, cómo es Dios, a qué sabe Dios.

El don de Sabiduría más que un don, es el compendio de todos ellos; es el don de los que han conocido y saboreado a Dios.

Podemos repasar todos los dones y ver cómo todos son un "gusto " de Dios: Es sabio quien se aferra a Dios sin soltarle porque ha gustado que en Él está la vida; es sabio quien vive como hijo de Dios porque ha gustado que Dios es Padre; es sabio quien ve la creación con los ojos de Dios porque esa visión tiene el gusto de la verdad; es sabio quien sabe encontrar su fuerza en Dios porque ha gustado que él es la unica roca; es sabio quien piensa como Dios y sigue sus caminos porque gusta la vida en esas sendas; es sabio quien sabe ver a Dios donde está: en la vida, en la escritura, en la eucaristía, en los hermanos...y todo esto es sabiduría de humildes, sabiduría de pequeños; conocimiento que no se adquiere en los laboratorios y que los sabios según el mundo ignoran.

" yo te bendigo Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabios e inteligentes y se las has revelado a los pequeños "

(Lucas 10,21)

En suma, ninguna palabra humana puede comprender enteramente al Dios Altísimo; pero lo que es Dios, nos lo ha revelado Él mismo: El corazón de Dios es el Amor. Amor que nos sobrepasa infinitamente por arriba, por abajo y por doquier. Si gustas el amor y el perdón de Dios ya no te juzgarás ni juzgarás a nadie, si gustas la misericordia de Dios ya no desearás otra cosa. Que el Espíritu Santo nos conceda el verdadero conocimiento de Dios para que seamos uno con él.

" que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, para que arraigados y cimentados en el amor, podais comprender con todos los santos cual es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que os vayais llenando hasta la total plenitud de Dios. "
(Efesios 3, 17-19)

LA ENFERMEDAD MÁS PELIGROSA, MÁS DAÑINA Y MÁS CONTAGIOSA

Con la Colaboracion especial del padre Leonardo Roa Torres



¿YO O DIOS?

Un saludo fraterno y cariñoso para la persona que reciba y lea este mensaje de sanación interior.

Oremos: Espíritu Santo de Dios ven en mi auxilio y dame la gracia de abrir y gozarme con el regalo que me tienes con esta nueva experiencia de fe.

La Biblia, La Palabra de Dios, es viva y actual. Lo que le sucedió a Adán y Eva es lo que nos está sucediendo. Ellos “quisieron ser como Dios”, ellos quisieron ser grandes y cuando “se pusieron en el puesto de Dios” se les abrieron los ojos y se dieron cuenta que “estaban desnudos”, es decir, sin la gracia que Dios les había regalado (Génesis 3,1-13).

Cuando “yo quiero ser como Dios” con el tiempo, los tropezones y la misericordia de Dios me doy cuenta que soy pequeño, que no puedo hacer siempre lo que yo quiero y siempre lo que yo deseo. Entonces me enfermo y no tengo ni paz ni libertad.

LA PEOR ENFERMEDAD

Hoy en día hay enfermedades cada vez más raras y los médicos se van especializando en cada órgano del cuerpo, en cada parte del cuerpo. Hasta el punto que cada dedo de la mano tiene un especialista. Ya los médicos generales van quedando relegados. Los médicos de antes que trataban las enfermedades que circulaban en el ambiente van desapareciendo porque lo máximo son los especialistas. Es un gran regalo. Como dice la Palabra de Dios: “Los médicos son un regalo de Dios” (Eclesiástico, o, Sir. 38,1-10)

Hay problemas cuando se sube el azúcar en la sangre y puede llegar a un coma diabético. Cuando sube la presión y puede tener un infarto o una trombosis. Cuando sube el colesterol o los triglicéridos, los glóbulos blancos. En fin, cuando se suben los niveles de aminoácidos, de proteínas, de carbohidratos, de etc. Etc. Hasta el sobre peso (la gordura) se considera una fuerte enfermedad y por eso tantas dietas y tantos gimnasios para mejorar la salud corporal.

La pregunta es ¿cuál es la peor enfermedad del tiempo actual? ¿En qué porcentaje están las enfermedades del corazón, las de la sangre, las del cáncer, las de depresión, de los huesos, de desnutrición que causa tantas muertes de hambre? ¿Cuál es el índice más elevado y cuál es la más peligrosa?

Hoy más que nunca hay más cuidados, más medicina, más especialidades y abundan las enfermedades más raras y más complicadas.

La gran pregunta es: ¿Cuál es la peor enfermedad?

¿Podríamos decir que el YO, el EGO? Decimos rápido el “egoísmo”, vamos a llamarlo en este artículo el “yoísmo”. Cuando los índices del EGO, del YO están altísimos la muerte es segura. No sólo muero yo, sino que estoy matando a los que viven conmigo, a los que trabajan conmigo, a los que rezan y se congregan conmigo. Es peor que la bomba atómica.

Cuando… yo soy tal personalidad,… yo tengo tanto dinero,… yo puedo hacer y deshacer con el poder que yo tengo,… yo quiero conseguir lo que sea al precio que sea,… yo quiero hacer lo que quiero y hasta lo que me dé la gana,… yo busco mis intereses por encima de quien sea y como sea. En definitiva, cuando mi YO lo he alimentado o me lo han alimentado hasta alcanzar niveles peligrosamente altos. ¡Cuidado! ¡Stop! ¡Detente!

La enfermedad peor, la más contagiosa, la más alarmante. ¿Quién la puede curar? ¿Es posible curarla? ¿Qué avión tengo que tomar para llegar donde ese especialista? ¿En qué país, en que hospital, qué seguro me cubre, con quién puedo hablar para que me lleve o me oriente y me consiga urgente la cita? ¡Es cuestión de vida o de muerte! ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida, su alma? (Marcos 8,35-36). ¡El yo, lo mío es lo más peligroso!

¿JESUS DE NAZARET RESUCITÓ?

Este es el gran grito de victoria: ¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? Ha resucitado. El testimonio de los Apóstoles: “Ese Jesús que Ustedes crucificaron y mataron Dios lo ha resucitado y nosotros somos testigos… Ha comido con nosotros (Hechos 3, 11-16; 4,7-12.32-33; 5,27-32; Juan 20,1-29; Lucas 24,1-12.13-35.36-43; Marcos 16,1-14).

Sin embargo, Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios, para muchos sigue muerto, ni se conoce. Otros que no han tenido la experiencia con el resucitado quieren matarlo hoy con películas y versiones contrarias a la Palabra de Dios. Y, después de 20 siglos no le hemos obedecido y por eso vivimos “como perros y gatos” y estamos enfermos sin paz y sin libertad.

Jesús resucitó ¿para qué? Cuántas respuestas nos darían. Una respuesta sencilla: Jesús resucitó para resucitar en mí. Entonces hay un enfrentamiento del yo, del ego con Jesús. O vivo yo o vive Jesús. Por eso San Pablo compartía esto bien: “Ya no vivo yo es Cristo quien vive en mí” (Gálatas 2,20). Entonces para que Jesús viva yo, Leonardo, tengo que morir a Leonardo. Cada uno puede colocar su nombre y repetir: yo… fulano-fulana de tal tengo que morir a…, a mi yo para que Cristo Jesús viva en mí, resucite en mí y yo sea una persona nueva (Juan 3,3-7).

Morir a uno mismo no es fácil, Jesús nos invita a dejarlo todo hasta uno mismo. Es fácil dejar familia, herencia, patria pero dejar el YO, el EGO es lo más difícil. A los 20 años terminando la Filosofía salí de misionero al Paraguay-Ecuador-Venezuela dejándolo todo: padre, madre, hermanos, herencia hasta patria como animaba Pío XII. Sin embargo, en la maleta de mi corazón llevaba mi yo, mi ego, a Leonardo. Como dice San Pablo: el hombre viejo.

Desde hace 39 años la lucha ha sido titánica. Ha habido temporadas donde Jesús ha tomado más fuerza y he tenido paz y la he contagiado. Pero ha habido temporadas donde mi YO ha tomado el control de mi vida y ha sido un desastre enfermándome y enfermando a muchas personas. Después de mi última enfermedad de, -julio 2011-febrero 2012, 8 meses-, el Espíritu Santo, ayudado de tantas oraciones, ayunos y sacrificios de tantos y tantos hermanos y hermanas, me está iluminando y dejando vivir esta nueva y maravillosa experiencia.

Viviendo como Vicario Parroquial de Las Terrenas y El Limón de Samaná desde Marzo 2012 y con la Bendición y gran bondad de mi Obispo Monseñor Jesús María de Jesús Moya, la ayuda fraterna y espiritual del P. Rigoberto Zamora. Toda la oración y la ayuda de tantos sacerdotes, religiosas, amigos, hermanos y, mis enfermeros privados: mi madre Carmen Julia y Félix Alberto mi hermano junto a los médicos, el Espíritu me ha mostrado la raíz de mi enfermedad.

Jesús nos enseña que si el grano de trigo muere da fruto (Juan 12,20-26). El murió y resucitó y sigue dando mucho fruto resucitando El en cada uno de nosotros. “Morir a uno mismo” y más en esta sociedad de tanta y tanta comodidad y tanto facilismo no es fácil. Todo va siendo a control remoto donde ya no se mueve uno, por internet se compra y todo le llega a la casa sin mayor esfuerzo. Una sociedad que ha creado todo tan fácil de adquirir que si uno se descuida un poquito “se lo lleva la corriente” y uno sigue arrastrando más gente a la amargura, a la desesperación, a la frustración, al sin sentido, al caos que estamos viviendo y respirando, que estamos oyendo, viendo por los medios de comunicación social. Nos causan admiración y espanto y, un futuro muy incierto: desde no poder dejar la casa uno o dos días porque alguien puede llevarse lo poco o mucho que tenga, matar a una persona por un celular y más hechos.

En esta última batalla, ocho meses de muerte y restauración, Jesús resucitado va ganado el mano a mano a mi yo y, la paz y la libertad interior y exterior se están dejando sentir. Con tal muera Leonardo, el “hombre viejo” del que Habla San Pablo donde no hago el bien que quiero sino el mal que no quiero (Efesios 4,17-32; Col. 3,9-11; Romanos 7,14-15). Aprovechar todo y ofrecerlo todo para que mi yo muera (Colosenses 1,24).

¿MI VOLUNTAD O LA VOLUNTAD DEL PADRE?

Desde pequeño nos van torciendo y nos van dañando. El niño pequeño llora y patalea porque no le dan “lo que él quiere, su voluntad o su capricho o su antojo o su resabio, como se quiera llamar. ¿Qué se hace? Para que no llore, para que no fastidie, para que no moleste, para que deje en paz se le da lo que anda buscando. ¡Ojo pelao los papás y más cuidado los abuelos!

Nos gusta hacer lo que queremos, lo que me gusta, lo que me causa placer, lo que me divierte y luego nos estamos lamentando de los accidentes, de las enfermedades, de los desengaños de la vida. Pasamos de una etapa donde todo era pecado a la etapa en que todo es permitido “de acuerdo a lo de cada uno”, a lo que yo quiero y lo que a mí me parece. Hasta queremos hacer una Iglesia a nuestro parecer y no de acuerdo a la Palabra de Dios, a la que fundó Jesucristo (Mateo 16,18-19; Colosenses 1,24). Decimos: La Iglesia, refiriéndose a la Jerarquía y a las normas establecidas, debe cambiar en esto, debe aceptar esto y lo otro. Y ¿qué es eso otro? Lo que YO pienso, lo que me parece, lo que se me ajusta a mi modo de vivir. Al final cada uno hace lo de él, su voluntad. Convirtiendo “su yo” en parámetro o norma de actuar.

Jesús de Nazaret sólo hacía la voluntad del Padre, mi comida es hacer la voluntad del Padre, si es posible aparta de mí este cáliz, pero no se haga lo que yo quiero sino tu voluntad. En el Padre Nuestro que nos enseña: “Santificado sea tu nombre no el mío”, “Venga a nosotros tu Reino no el mío” y lo sella con “hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo” (Juan 4,31-34; Lucas 22,41-42; 2,48-50; Mateo 6,9-15). La voluntad de Dios no la voluntad mía.

¿CUÁL ES LA CLAVE?

Ahí está la clave: “hacer la voluntad de Dios y no la mía, aunque la mía parezca muy buena, muy piadosa o hasta muy santa”. Con tal no se haga mi voluntad: lo que quiero, lo que me propongo o lo que propuse, lo que insinué, lo que sugerí. De esta forma se va curando la enfermedad más peligrosa, más dañina y más contagiosa: El yo, el ego, el “yoísmo”.

Esa es la clave, pero el secreto es la medicina.

¿CUÁL ES EL SECRETO?

Ahora viene lo bueno. Ahora viene una de las medicinas buenas para sanar esta enfermedad madre y raíz de muchísimas enfermedades. Es algo muy sencillo.

ORAR CON PODER

Hay medicinas que son agradables y otras que son desagradables, ya sea por el sabor, el tamaño de la pastilla o la cápsula, el dolor de la inyección, los efectos secundarios de la cirugía o del tratamiento.

No se asuste de esta expresión “orar con poder”. No es orar gritando ni orar haciendo fuerza. ES OFRECER. Aquí está el secreto: ofrecerlo todo,todo, todo. Ofrecer de manera especial lo que más me duela, lo que no me gusta, lo que no me apetece, lo que no me parece y lo que va en contra de mi voluntad para que se haga solamente la voluntad del Padre. En vez de estar renegando, fuñendo, quejándose, juzgando ofrece toda la incomodidad hasta por la persona que le quiere quitar la paz. Si tienes paz contagias paz. Ofrecerme a Jesús ofreciéndolo todo.

A uno le viven pidiendo oración por tantas y cuantas necesidades: de salud, de trabajo, de unión familiar, de viaje, etc. Etc. Acostumbramos a responder: “Sí, voy a orar”. En efecto, hacemos una oración, un “rezado”, un Rosario, una jaculatoria: “Lávalo con tu Sangre Jesús”, “Bendícelo Jesús”, “abrázalo-a Jesús”, “te bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Ofrecemos una Eucaristía –Misa-. Y eso está bien y es maravilloso.

“Orar con poder” es ofrecerlo todo. Es fuente de paz interior y paz exterior. Un joven en la capital llegó a su casa y se encontró a sus padres peleando y gritando con sus hermanos. Dio un grito fuerte: “Aquí no hay paz, necesito paz”. Su papá sacó del bolsillo un billete de dos mil pesos (50 dólares) y le dijo: urgente vaya a las farmacias y supermercados y cómprenos una libra de paz para la familia. Salió el joven y después de preguntar en muchas farmacias y supermercados regresa a la casa con el billete diciendo que nadie vende paz.

Si fuera por el dinero cuánta paz tendríamos, ¿no es verdad? Como dice el canto “ni se compra ni se vende”. Entonces ¿dónde está la fuente de paz? Siempre oramos por la paz, pedimos por la paz y la guerra aumenta, la división aumenta. Jesús es el príncipe de la paz es la fuente de la paz, es la gasolinera de la paz. Cuando se te acaba la gasolina de la paz va a la bomba de paz que es Jesús. El siempre nos espera. ¡Animo, no dejemos que se nos acabe ese tanque”

Jesús resucitado saludó a sus discípulos: “Paz a Uds. y no creían y luego se alegraron” Y la clave que les dio fue: “miren mis manos y mi costado” (Lucas 24,36-48). Manos clavadas y costado abierto. Todo lo ofreció en obediencia a la VOLUNTAD DEL PADRE por nuestra redención, para que tengamos paz y libertad. Ya les había dicho: “Cuando lleguen a una casa digan paz a esta casa” (Lucas 10,5-6). “Mi paz les dejo mi paz les doy no como la da el mundo” (Juan 14,27 y 16,33). Consigamos un tanque de paz de reserva, ¿qué te parece?

La paz fruto del morir a uno, a su voluntad para hacer la voluntad del Padre.

CAMINO SEGURO PARA ADQUIRIR LA PAZ

Ofrecerlo todo y aprovechar toda oportunidad y toda situación para hacer la voluntad del Padre. Aprovechar ofreciendo todo lo que me disgusta, me duele, me fastidia, me incomoda, me hace sufrir. En vez de estar quejándose, lamentándose, echándoles la culpa a los otros. En silencio y ofreciéndolo. Qué medicina tan efectiva y tan saludable. Lo que Jesús me enseñó hace 17 años y escribí un brochour titulado CALLAR – ORAR Y BENDECIR. Se me iba olvidando.

No es callar y aguantar. Uno se queda callado, pero por dentro está quemando. “María guardaba todo en su corazón” (Lucas 2,51). Ella callaba y ofrecía. No es callar y reventarse uno. Es callar y ofrecer para no reventarse. No es callar y por dentro estar juzgando, condenando y creciendo en intranquilidad para luego desquitarse con la primera persona que encuentre contagiándole no paz, sino guerra, dolor, tristeza, amargura, sufrimiento. ¿Qué diferencia, verdad? Es cosa del cielo a la tierra, del día a la noche.

Llega el esposo a la casa y la comida no está lista. Puede tener tres actitudes:

1.- Revienta con insultos, con palabras contra su esposa por no cocinar a tiempo y comienza a juzgarla: a dónde se fue, qué tanto hace que no le alcanza el tiempo, qué desconsiderada: uno trabajando y cansado y tú viendo tele o chismiando. Explota y de mala manera. Hiriendo a la esposa y “dándole un gran mal ejemplo a sus hijos” o personas presentes. Envenena todo.

2.- Llega y no encuentra la comida o la sala desarreglada. Se calla y rabioso se va a ver televisión o se encierra en la habitación y sin decir nada empieza a juzgar y condenar. “Calla, pero la procesión va por dentro”. Pasa a comer callado y con una actitud de protesta y sufre.

3.- Llega y, al encontrar esa situación la saluda con cariño. Le ofrece el hambre y el cansancio por la unión familiar, por tantos que no tienen comida ese día, por ese matrimonio que está por romperse o que se ha roto para que Jesús resucite el amor por el perdón que se van a dar. Se ofrece a colocar la mesa, los platos, la cuchara, a picar o partir en la cocina lo que hace falta. Está viviendo en paz y contagiando la paz. ¡Qué hermoso, verdad! Qué sueño. Vale la pena.

La esposa está en la casa y no llega el esposo que quedó en recogerla. No llega y ella se inquieta, se preocupa y “empieza a envenenarse por dentro”: no llega, siempre el mismo, con quién se quedaría, ahora que venga no salgo. Eso y más pensamientos. En vez de disculpar, de callar y orar por él, de bendecirlo, de “lávalo con tu sangre Jesús”. Cuando llegue como ha ido alimentando la paz con la oración ¿qué le va a contagiar? Paz, amor. ¡Qué belleza! Esa espera la ofrece por aquel hijo que está desobediente, por aquella hija que tiene esos amores no conforme a los papás. Creció en paciencia que es “la ciencia de la paz”. Murió el yo y salió Jesús. No se hizo su voluntad sino que se abrazó a la voluntad del Padre.

Y, así en todo. Si tú te dejas envenenar y te llenas de odio, de resentimiento, de dolor, de enojo lo que vas a contagiar es eso y el sufrimiento para ti y el sufrimiento para los que tú envenenes. Pero si tú callas, oras, bendices la paz de Jesús te va llenando, te va empapando y por donde pases vas a dejar el aroma de paz. ¡Qué gran diferencia! Por eso “miren mis manos y mis pies soy el mismo”, “tanto amó Dios al mundo que envió a su Hijo único no para condenar al mundo sino para que se salve por él” (Juan 3,15-16).

Ese hijo o esa hija sale de la casa desobediente y la mamá o el papá se queda envenenándose, renegando, hasta llorando, pensando cómo lo va a castigar, de qué lo va a privar. Pero si calla y ofrece ese dolor por el cambio de él o ella. Le ofrece a Jesús esa misma desobediencia y hace un sacrificio por ese hijo. ¿Qué está haciendo? Llenándose de la paz que da Jesús y cuando llega ese hijo no lo maltrata sino que le contagia eso que lleva dentro, esa paz. ¡Qué hermoso!

Alguien dirá no es fácil. Es verdad que tiene que entrenarse mucho, pero hay que empezar. No es fácil matar el YO, no es fácil curar la enfermedad del Yoísmo, pero hay que dar pasos y aprovechar desde ya todo lo que me molesta o me duele. Haz un momento de silencio y sumérgete en “ese corazón sanador de Jesús”, en “ese corazón abierto por la lanza” y entrégale lo que te está inquietando o haciendo sufrir y ofrécelo a Jesús por ese enfermo que está muy mal, por esos niños abandonados, esos jóvenes en los vicios, esos matrimonios por destruirse o destruidos para que resucite el amor en el perdón, por esa persona que me calumnió o me levantó un chisme, esa persona que me perjudicó (Filipenses 2,14-18).

Haz un momento de silencio y en “ese corazón lleno de amor” déjate dar un baño de paz, de confianza, de amor. Dejémonos empapar de los sentimientos de Jesús para que los contagiemos con las personas que nos encontremos, con los que hablamos por teléfono o con los que nos comunicamos por correo o internet. El mundo sería como Papá Dios lo creó, lo pensó y por el que Cristo Jesús “obedeció hasta la muerte y una muerte de cruz” (Filipenses 2,1-11). Con razón cuando nace el bebé la madre se olvida de los dolores e incomodidades del embarazo y del parto y se goza, se alegra con el recién nacido. Gracias Jesús por obedecer y hacer la voluntad el Padre. Gracias por estar compartiendo estas maravillas.

Luego de una enfermedad de ocho-nueve meses (2011-2012), enfermedad del yoísmo, “enfermedad del leonardismo” donde no me dejaba pescar y me le escabullía, me le escapaba a Jesús, al fin escuchó el clamor y el ofrecimiento de tantos camilleros que me llevaron donde Jesús y me descolgaron para escuchar y aceptar sus palabras de sanación: “tus pecados son personados”. Gracias a Dios por tantos camilleros (Marcos 2,1-12). Gracias mamá Carmen porque en esos 3 meses de muerte que pasé en Colombia me invitaba a rezar el Rosario que no quería hacerlo. Lo hacía más por vergüenza que por fe. Gracias mamá y gracias Madre María por callar y ofrecer tu sufrimiento y escuchar tantos clamores de tantos camilleros. Gracias, Te alabo y te bendigo Señor Jesús por aguantarme y sostenerme aunque no creía.

Mi yo, mi ego se había inflado. Me denominaba “el padre de los puentes” porque con los campesinos de Arroyo al Medio-Nagua habíamos hecho 7 puentes-puentes en menos de 3 años (2 Feb. 2004-27 Oct. 2006) con un presupuesto mínimo y tocando tantos corazones generosos. Las obras a favor de los pobres, de los campesinos, las casas de tantos pobres, las cirugías de tantos enfermos, construcción y reconstrucción de capillas.

Me dejé engañar de la serpiente: “serán como dioses”. Por eso me daba el lujo, mejor, el orgullo de creerme con autoridad moral para decir “las verdades sin caridad, ofendiendo y maltratando con palabras hirientes a las autoridades, a los compañeros de Iglesia. Y cuando, por la misericordia divina” descubrí “que estaba desnudo” caí en una depresión que para dormir desde julio 2011-febrero 2012 tenía que tomar dos pastillas para poder dormir. Todo el pecado y la enfermedad del yoísmo me estaban acabando. Perdí como 60 libras y los que me veían sentían compasión (Isaías 53,1-3). No me quería bañar ni cepillarme los dientes. Lo que quería era morirme, que me diera un infarto y “muerto el perro se acabó la rabia”.

Ese hombre fuerte y batallador estaba como los boxeadores “en la lona, en el piso”, peleaba con Jesús por no haberme llevado en el accidente del 22 de enero de 2000 y pensaba no se hubieran hecho los puentes, pero no importa ya hubiera descansado. Otro de los pensamientos: por qué no me llevó el año pasado cuando me dio el 23 de marzo 2011 una subida de azúcar de 990 que me internaron en el Hospiten de Santo Domingo. Salí el 27 con 30 de insulina y dos pastillas y el 28 lunes me fui a los retiros preciosos en la Parroquia Sant Andrews de Coral Springs, Florida. ¿Por qué no me quedé ahí? Me daba rabia y seguía envenenándome. Jesús me seguía desinflando el yo y yo no quería sino estar acostado.

Ya no tenía fuerzas ni para pelear, ni discutir, pero era un silencio agotador, preocupante para mi madre, mi familia, mis amigos y paisanos. No quería celebrar ni ver la Misa por televisión. Lo que quería era morirme. En esos 3 meses me preguntaban cuándo iba a celebrar una Misa de Sanación. ¡Qué cuento! El que necesitaba sanación era Leonardo. Fue un martirio para mi mamá, mis hermanos, familiares y amigos que me habían visto en el apogeo de las sanaciones que Jesús hacía por intermedio de Leonardo en su tierra natal, Ibagué-Tolima-Colombia. Y eso me golpeaba más y me hundía más y más. Desde la habitación-cárcel que me había construido veía las torres de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, donde fue monaguillo hace 47 años y me daba nostalgia. Los padres salesianos me animaban, otros sacerdotes también. La gente orando por mí, para que Jesús me sanara y yo no sabía que la enfermedad era “mi yoísmo”.

Quería la mejoría como en años anteriores que había caído un mes y luego me levantaba con más furia para trabajar. Muy cariñoso con la gente, pero el que no hacía como yo pensaba o quería le aplicaba la mano dura. Todo eso me golpeaba porque no había sido fiel a la Palabra de Dios y cualquier parte de la Biblia era una acusación. Me veía como aquel que Dios le perdonó tanto y yo no había perdonado cositas a tantas personas, me veía como en el Evangelio de aquel que fue perdonado 10.000 y el no perdonó 100 a un compañero (Mateo 18,23-35). Todo era culpándome, rechazándome, azotándome, martirizándome. ¡Qué duro!

Quise hacer una casa de oración en Nagua, coordinar la Renovación en 19 Parroquias y gracias a la paciencia de mi Obispo que me dio mucha libertad. Total todo se fue al piso, la casa de los inválidos en los Memisos de Las Gordas no se terminaba, ellos estaban en una habitación peor de lo que los encontré. Tenía deudas en 2 Ferreterías y albañiles. Gracias Omar y Niño Jesús por recoger el trasteo, la mudanza y entregar la casa. Muchas Bendiciones. Todo se me vino encima y lo único que quería era morirme. Pensaba que todo se había terminado. Quería que me cayera un rayo y el sufrimiento se acababa. ¡Cuántos que leen dicen: eso me pasa a mí!

Repito quería un milagro, quería levantarme rápido y todo fue lento y muy lento. Regresé el 4 de octubre del 2011 y el 5 día de Santa María Faustina hablé con Monseñor Jesús María de Jesús Moya, que se ha portado como un padre. Le pedí hospedarme en la Casa del sacerdote en San Francisco donde están los sacerdotes viejitos y enfermos. Donde había pasado 30 días en “el accidente bendecido del 2000” y donde había pasado varias veces recuperándome. Esa noche celebré solo en la habitación dando gracias por la Misericordia Divina de regresar, sin saber lo que me esperaba. Flaco, demacrado daba lástima. El hombre fuerte era un giñapo.

Me vi en el aire. Ese Jesús que me había rescatado hacía 17 años cuando llevaba 12 años de sacerdote se me había escondido y no hacía mi voluntad, la voluntad de Leonardo, en vez de yo hacer la voluntad del Padre como Jesús Pero tuvo misericordia y me fue llevando con calma. No entraba al correo electrónico, no quería contestar el teléfono, no podía predicar. El hombre de la palabra empezaba a hablar de una cosa y pasaba a otra porque me perdía. Predicar era un gran martirio. El Obispo me dijo que escribiera el sermón. El P. Rigoberto me fue acompañando en un curso precioso pero exigente de oración contemplativa. Me animaba y el muerto, Leonardo, no resucitaba. Fue un tiempo de purificación, fueron 8-9 meses de escuela: “Lo llevaré al desierto y le hablaré al corazón” (Oseas 2,16).

Desde que dialogué con Monseñor Moya me habló de venir a Las Terrenas y El Limón. Ya no como párroco sino como Vicario Parroquial. Eso mismo le pedía a él en una carta de respuesta al permiso tan paternal que me dio. Le escribí desde mi casa paterna el 10 de agosto del 2011 y el médico siquiatra me dijo que no se la mandara. Jesús Buen Pastor me iba llevando.

Mis hermanos querían que saliera rápido del hoyo. Mi hermana María Carmenza no sabía con quién hablar, a qué sacerdote llevarme para que me orara y me sanara. Uno dijo: le hicieron un trabajo de brujería para sacarlo del Ministerio de sanación y liberación. Yo no lo creí y no volví, pero no descartaba esa posibilidad. Total, querían que me sanara, pero ni yo mismo sabía cuál era la enfermedad. Mi hermano Félix Alberto como un papá. Fue un proceso doloroso. Por eso digo que es la enfermedad más dañina y más peligrosa, la enfermedad del yo. Había manipulado a todo el mundo y quería manipular a Dios y no se dejó ¡Gracias a Dios!

Tuve en 3 oportunidades la maleta lista para venir a las Terrenas, pero la hora de Dios no llegaba. Cuando hubo cambio de párrocos el nuevo párroco el P. Ramón Antonio Hilario Bidó, Padre Papo, se arriesgó el 28 de Febrero a traerme para trabajar juntos y después de 2 meses le doy gracias a Dios porque ha sido un hermano y un instrumento del Padre para vivir esta nueva experiencia, para descubrir en este tiempo de oración, ofrecimiento y trabajo pastoral cuál era la enfermedad de Leonardo: “el yoísmo”.

Fue aquí, como Vicario Parroquial, hoy 28 a los dos meses, donde Jesús me abrió los ojos y el entendimiento (Lucas 24,30-31 y 44-47). Estoy viviendo una nueva de luna de miel sacerdotal.

En Colombia todo eran cábalas. Pensaba: Me ordenaron Presbítero a los 29 años y con 29 años de Ministerio (05-09-82), total 58 años,todo se derrumbaba. Era la mitad de la mitad. En esa enfermedad me tocó celebrar con mi familia por primera vez en 29 años un aniversario de sacerdocio. El año 2011 como el 11 de Sept. Todo era no una diosidencia sino como una coincidencia de maldición. Fue una machacada grande. Esa caña de azúcar no quería dejarse machacar, no quería pasar por el trapiche (molino para moler la caña y salir el jugo dulce). Me rebelé, lo único que quería era morirme. ¡Qué depresión tan tremenda! ¡Qué enfermedad tan mala! Tan aplastante, tan mortificante para la familia y los amigos. Y sin poder salir de ahí.

Luego de tantas enseñanzas que me regaló Jesús y con las cuales tantísimas personas habían recibido sanación interior, sanación física y liberación me encontraba en el remolino del yo, del “médico cúrate a ti mismo”. El siquiatra muy bueno me dijo que un ortopedista no se puede curar una pierna partida, un cardiólogo no puede operarse del corazón y yo como sacerdote necesitaba de otra persona. Doctor Jairo Novoa, gracias por su paciencia y ahora le comparto mi enfermedad, la raíz de dicha enfermedad y algunos de los secretos para salir de ahí. Son muchos los testimonios para compartir, pero el artículo de dos hojas –brochour- se ha convertido en un folleto parecido al del accidente bendecido. Creo que saldrá en un libro.

Fueron preciosas las dos últimas jornadas de evangelización en Coral Springs-Florida (28-03-11 a 14-04-11) y Falleteville- Carolina del Norte (18-05-11 a 07-06-11 cuando cumplía los 58 años de vida). Algo precioso. Cuántos testimonios, cuántas conversiones, cuántas sanaciones físicas, cuántos matrimonios reconciliados, “cuántos milagros”, pero me golpeaban la palabras de Jesús en San Mateo 7,21-23: “No bastará con decirme: ¡Señor!, ¡Señor! Para entrar en el Reino de los Cielos, más bien entrará el que hace la voluntad de mi Padre del Cielo. Aquel día muchos me dirán: ¡Señor, Señor!, hemos hablado en tu nombre, y en tu nombre hemos expulsado demonios y realizado muchos milagros. Entonces yo les diré claramente: Nunca les conocí, ¡Aléjense de mí ustedes que hacen el mal”.

Estas palabras me golpeaban, pero todavía seguía ciego, sin entender las Escrituras: “entrará el que hace la voluntad de mi Padre del cielo”. Cuánta división en el “Cuerpo de Cristo” – La Iglesia. El Cuerpo de Cristo está despedazado porque cada uno queremos hacer “mi voluntad” y todo se lo achacamos a Jesús o al Espíritu Santo: “Jesús me dijo y El Espíritu Santo me iluminó” y no me había abierto el entendimiento para ver que era yo, Leonardo, y no el Espíritu Santo.

LA SOLUCIÓN: hacer la voluntad del Padre del Cielo como Jesús y como María.

LA CLAVE: orar con poder.

EL SECRETO: ofrecer todo, todo, todo de manera especial lo que le ayuda a morir al yo, a mi voluntad.

Ya seguiré compartiendo otros testimonios lindos de lo que Jesús me ha dejado vivir meses antes de la enfermedad, durante los 8-9 meses de enfermedad y los 2 meses como Vicario Parroquial. Será en otro artículo.

Padre de misericordia te alabo y te bendigo por tanta paciencia conmigo, por tantos camilleros que me han dado la mano, que han orado y han hecho sacrificios y ayunos para que este muerto resucite, mejor para que Jesús resucite y Leonardo siga muriendo.

Te alabo y te bendigo Señor Jesús porque cuando ya se acercaba la hora de salir de la casa del sacerdote a esta Parroquia te decía: “quiero enamorarme cien por ciento de ti y anunciarte, predicarte con misericordia no con mano dura; no con una mano de cariño y amor y la otra mano de hierro, sino con las dos manos de misericordia.

Espíritu Santo te alabo y te bendigo por la paciencia que has tenido con migo. Este cuerpo que es tu templo desde el bautismo va a ser consagrado lo mejor para vivir los consejos evangélicos lo más radical que pueda: una extrema pobreza en todos los aspectos, una obediencia a raja tabla para no hacer mi voluntad sino la del Padre, una castidad íntegra porque es la fidelidad a quien es fiel. Gracias Espíritu Santo.

Gracias mamá María por acompañarme en este nuevo calvario como acompañaste a Juan para que llegara hasta el final en la cruz. “…Y el discípulo se la llevó a su casa… (Juan 19,25-27). Y nosotros como buenos discípulos de Jesús la llevamos a la casa del corazón, a la casa de la familia, a la casa de la comunidad, a la casa del pueblo, a la casa de la ciudad, a la casa del país. Les bendice un servidor colombo-dominicano Leonardo Roa Torres, Pbro. www.sanacioninterior.net e-mail jesussanahoy@gmail.com Tel. 809-753-8440. Parroquia “Nuestra Señora del Carmen”, Las Terrenas y “Corazón de Jesús, El Limón de Samaná. República Dominicana. Naturalizado con el acta de nacimiento dominicano en Nagua.