Wednesday, March 13, 2013

El nombre oficial del nuevo papa es Francisco, no Francisco I



El Vaticano ha aclarado que el nombre oficial del nuevo papa será Francisco, no Francisco I como le han llamado en la mayoría de medios de comunicación durante las primeras horas. Cuando el cardenal protodiácono, Jean-Louis Touran, ha anunciado la identidad y el nombre del nuevo pontífice, lo ha llamado solo Francisco, no ha añadido el ordinal ni el número romano. En concreto, según Federico Lombardi, oficialmente será conocido como Papa Francisco.
Franciscum –así, en latín- ha sido el nombre que ha aparecido en la web oficial del Vaticano desde el primer momento, sin número romano alguno, siguiendo la vieja costumbre de la Iglesia de que el primer Papa que utiliza un nombre no usa el número. Algo que, por error, no sucedió con Juan Pablo I.
Pero la confusión sobre si Jorge Mario Bergoglio será conocido como Francisco o Francisco I ha llegado incluso a la agencia oficial de noticas de la Santa Sede, que en sus dos primeros tuits referentes al nuevo Papa le adjudicaba el nombre oficial de Francisco I.
La polémica desaparecerá en el momento en que un nuevo papa elija de nuevo este nombre cuando sea elegido pontífice. “Se convertirá en Francisco I cuando se elija un Francisco II”, ha aclarado Lombardi al salir al paso de la incipiente confusión.

Biografía de Bergoglio, el Papa Francisco


El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, se convirtió en el pontífice número 266 de la Iglesia Católica, en sustitución del ya papa emérito Benedicto XVI, quien hizo efectiva su renuncia el pasado 28 de febrero.
Biografía de Bergoglio, el papa Francisco I
Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936 en la capital argentina, en el seno de un matrimonio de italianos formado por Mario Bergoglio, un empleado ferroviario, y Regina.

Creció en la capital argentina y fue ahí donde comenzó a estudiar y se diplomó como técnico químico, pero poco después eligió el sacerdocio, decisión que le hizo acceder al seminario del barrio bonaerense Villa Devoto.

En 1958 comenzó el noviciado en la Compañía de Jesús, por lo que se trasladó a Santiago de Chile, donde llevó a cabo estudios humanísticos, y en 1964 regresó a Buenos Aires para dedicarse a la docencia de Literatura y Psicología en el colegio de El Salvador.

Cursó estudios de Teología entre 1967 y 1970 en la Facultad de Teología del colegio de San José, en San Miguel de Tucumán (norte de Argentina).

Su sacerdocio comenzó el 13 de diciembre de 1969, año en el que se desplazó a España para cumplir su tercer "probandato" (período que sirve para preparar intelectualmente a los jóvenes sacerdotes) en la Universidad Alcalá de Henares de Madrid.

La docencia desempeñó un papel muy importante en la biografía del cardenal Bergoglio, ya que impartió lecciones en multitud de colegios, seminarios y facultades.

En 1972 regresó a Argentina, después de su época en España, para comenzar como maestro de novicios en Villa Barilari, en la localidad de San Miguel, al norte del país.

Además, entre 1980 y 1986, fue profesor en la Facultad de Teología de San Miguel y rector del colegio máximo de la Facultad de Filosofía y Teología, cargos que compartió con el de párroco de la iglesia Patriarca San José, también en la localidad de San Miguel.

En 1986 regresó a Europa, concretamente a Alemania para ultimar su tesis doctoral, pero fue trasladado a la ciudad de Córdoba para ejercer como director espiritual y confesor de la Compañía de Jesús.

Su nombramiento como obispo llegó el 20 de mayo de 1992, cuando el papa Juan Pablo II le designó obispo de la Diócesis de Auca y obispo auxiliar de la diócesis de Buenos Aires.

Cinco años más tarde, en 1997, fue nombrado arzobispo coauditor de Buenos Aires y en 1998, tras la muerte del arzobispo y cardenal Quarracino, se convirtió en el arzobispo de Buenos Aires.

Bergoglio ha tenido una gran presencia en la Conferencia Episcopal Argentina, institución que ha presidido durante seis años, de 2005 a 2011, y entre sus publicaciones más conocidas se encuentran "Meditaciones para religiosos" (1982), "Reflexiones sobre la vida apostólica" (1986) y "Reflexiones de esperanza" (1992).

El cardenal argentino, quien recibió la púrpura de manos de Juan Pablo II el 21 de febrero de 2001, es miembro de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, del Consejo Pontificio por la Familia y de la Comisión Pontificia por América Latina.

Sunday, March 10, 2013

PLEGARIA DE UN ENFERMO


P. Marcos Pizzariello [*]
Señor, te pido que me concedas
espíritu de fe, para sobrellevar
más cristianamente mi enfermedad,
para que pueda vivir con gusto
las grandes verdades
referentes a la gracia santificante
y a la inhabitación
de la Santísima Trinidad en mi alma.


Todo ese mundo maravilloso
de tu gracia santificante es
como si no existiera para mí,
porque mi fe es desvaída
y no penetra los entresijos de mi ser.

Que desde la mañana a la noche,
en todas las vicisitudes
de mi enfermedad, recuerde vivamente
tus sufrimientos en la cruz,
que siempre tenga presentes
tus palabras: quien no ame la cruz
no puede ser mi discípulo,
quien desee seguirme que tome su cruz
y venga en pos de mí...


TEXTOS DEL PADRE PÍO SOBRE EL SUFRIMIENTO


“En las horas de lucha acordémonos de Jesús, que está con nosotros y sufre con nosotros y por nosotros; recurramos a Él y seremos siempre confortados, así alcanzaremos y cantaremos siempre victoria delante de Dios”.
“Cuando a Él le plazca ponernos en la cruz, agradezcámoselo y considerémonos afortunados por el gran honor que nos hace”.
“Sé que sufrís mucho; pero ¿no es el sufrimiento el que nos hace subir al Calvario y de éste al Tabor? Arriba, pues. ¡Animo! Y Jesús estará contento de vos”.
“Considérate afortunadísima por haber sido hecha digna de participar en los dolores del Hombre Dios”.
“¡Oh! qué feliz deberías considerarte, si te esforzaras por morar (en el Calvario) siempre, y morar fiel y amorosamente”.
“Para llegar a conseguir nuestro fin, es preciso seguir a nuestro divino jefe, que no quiso conducir al alma escogida sino por el camino que Él siguió, es decir, por el camino de la abnegación y de la cruz”.
“Las tribulaciones, las cruces son siempre la herencia y la porción de las almas elegidas”.
“Las otras pruebas a las que Dios os somete y os someterá, todas son signos del amor divino y perlas para el alma”.
“Os ha destinado a gran santidad y por ello os ha sometido a cruces no comunes y todavía os someterá a más”.
“Ten la certeza de que, mientras duren las pruebas, el Señor te ama con predilección y habita en el centro de tu espíritu”.
“No temas: después de haber sido traspasada con Jesús y puesta en el sepulcro de Jesús, verás la luz indefectible, y del Calvario pasarás al Tabor eterno”.
“No desees bajar de esta cruz, ¡oh mi querida hija! Esta vida es breve; las recompensas que nos esperan en el ejercicio de la cruz son eternas”.
“¡Ah! no desees bajar de esta cruz, porque sería el descenso del alma a la llanura donde Satanás nos tiende las asechanzas”.

UN CONSEJO DE DON BOSCO A SANTO DOMINGO SAVIO, ENFERMO [*]


La víspera en que Domingo Savio debía salir para su casa, ya muy enfermo, don Bosco no podía apartarlo de su lado. Siempre tenía algo que preguntarle. Entre otras cosas le dijo:
–¿Cuál es el mejor medio de que puede echar mano un enfermo para alcanzar méritos delante de Dios?
–Ofrecerle con frecuencia sus sufrimientos.
–¿Y ninguna otra cosa más?
–Ofrendarle su vida.
–¿Puedo estar seguro de que mis pecados han sido perdonados?
–Te aseguro, en nombre de Dios, que tus pecados te han sido perdonados.
–¿Puedo estar seguro de que me salvaré?
–Sí; contando con la divina misericordia, la cual no te ha de faltar, puedes estar seguro de salvarte.

Nota:
[*] Memorias biográficas, t. V, p. 629.

CARTA DE UN ENFERMO

 

De una carta de Luigi Rocci (11 de febrero de 1974)

[El autor tiene introducido el proceso
de canonización]

El sábado pensaba en una frase de Vittorio De Sica: “El sufrimiento enriquece siempre, como la alegría”. Por la experiencia que tengo yo del sufrimiento, experiencia larga –dado que con este mal despiadado he nacido y pronto me redujo a la total inmovilidad con progresión muy dolorosa– puedo decir que el sufrimiento es una revelación, te lleva a ver más allá de las cosas, te descubre valores esenciales, eternos, de la vida. Sobre todo te hace sentir que eres nada y que lo que te da realidad es el gran amor de Dios por ti y por toda creatura.
He sufrido y sufro mucho. Pero siempre he sentido y siento una presencia que me dice: “¡coraje! Yo estoy contigo”. Y mi ánimo, ante aquella presencia, ante aquella silenciosa voz, queda invadido por un gozo misterioso, total. En aquella voz uno se pierde y reza: ¡Señor, quédate conmigo, no te vayas nunca! Y sientes que aquella presencia te dice: “No temas, no te dejo nunca. Tú estás en mí y mí encontrarás descanso y gozo”. Entonces te viene como un estupor, y prorrumpe en ti una alegría que te envuelve, y sientes decir las palabras del Apocalipsis: Yo estoy a la puerta y llamo. Si uno escucha mi voz y me abre yo entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo. ¡Cómo es de maravillosa la amistad de Dios! ¡Su amor es transformador!

Mensaje a Los Enfermos

(P. Marcos Pizzariello)

Quisiera ahora llegar, por medio de estas líneas, a todos los que están sufriendo de alguna manera, para decirles que la única solución a su problema, es la fe vivida intensamente, con todas sus vibrantes y vivificantes consecuencias.
No es fácil saber sufrir cuando se tiene una fe lánguida; es imposible cuando se cree que los límites de la vida terminan definitivamente en la tumba. Sólo cuando se tiene una perspectiva de eternidad, sólo cuando se enfocan todas las vicisitudes de la existencia con una visión sobrenatural, el misterio del dolor humano tiene sentido.