Así como nuestro primer pensamiento del día debe ser para Dios, también debe serlo el último. No se te pase nunca por alto la oración de la noche, antes de acostarte.
Dios mío, Jesucristo: Te doy gracias por todos los beneficios que has dispensado en este día. Te ofrezco mi sueño y todos los momentos de esta noche y te pido me conserves en ella sin pecado. Por esto me pongo dentro de tu santísimo Costado y bajo el manto de mi Madre, la Virgen María. Asístanme y guárdenme en paz los santos Ángeles y venga sobre mí tu Bendición.
Examina ahora brevemente tu conciencia, meditando sobre los puntos siguientes:
Pensamientos:
¿Consentí voluntariamente en algún mal pensamiento…., en el deseo o complacencia de alguna cosa impura?
¿Consentí voluntariamente en algún mal pensamiento…., en el deseo o complacencia de alguna cosa impura?
Palabras:
¿Pronuncié malas palabras…, juramentos…, murmuraciones…, mentoras…,?
¿Tuve conversaciones deshonestas?
¿Pronuncié malas palabras…, juramentos…, murmuraciones…, mentoras…,?
¿Tuve conversaciones deshonestas?
Obras:
¿Omisión de la Misa en días de precepto? ¿Desobediencias…, impaciencias…,m hurtos…,? ¿Malas miradas o acciones impuras…? ¿Excesos en comidas o bebidas…, juegos y diversiones…? ¿Cómo he cumplido mis deberes?
¿Omisión de la Misa en días de precepto? ¿Desobediencias…, impaciencias…,m hurtos…,? ¿Malas miradas o acciones impuras…? ¿Excesos en comidas o bebidas…, juegos y diversiones…? ¿Cómo he cumplido mis deberes?
Pide perdón a Dios de todo corazón y di con dolor:
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de heberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de tu Divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Padre Nuestro, Ave María, Credo.
Angel de Dios, ángel de Dios: ya que la soberana Piedad a Ti me encomendó, ilumíname, rígeme, guardame y gobiérname en esta noche. Amén.
Visita, Señor, esta habitación y ahuyenta de ella todas las asechanzas del enemigo. Estén aquí tus santos Ángeles, que nos guarden en paz, y Tú danos tu Santa Bendición, por los méritos de Cristo Nuestro Señor. Amén.
Desde pequeños, mi madre nos inculcaba la oración de la noche. Hoy día, eso quedó marcado, y mi oración de la noche no falta, aunque ya, como es normal, no es la misma. Pero no faltan las tres "Ave María" a la Virgen. Gran labor la de los padres que enseñan a sus hijos a rezar y a orar desde pequeñitos.
ReplyDeleteGracias por esta entrada tan genial.
Un abrazo y que el Señor te bendiga.