Sunday, August 7, 2011

Ocho Consejos Ante la Muerte de un Ser Querido



http://www.lasenda.info/wp-content/images/143_ConsejosMuerte_i.jpg
 
Ricardo Ruvalcaba, L.C.

    Ven, siervo bueno y fiel; entra en el gozo de tu Señor” (Mt 25, 21)

¿La muerte duele?
 

La muerte es un momento de dolor donde sólo la fe puede iluminar de esperanza ese momento de tristeza. La muerte duele porque es una partida hacia el Cielo. Cuando muera un ser querido piensa si existía un “derecho” para retenerlo aquí y si era más tuyo que de Dios. Mira si no es egoísmo querer privarlo de lo que ahora tiene: la felicidad eterna. ¿Estás seguro de que más tarde se iba a salvar…?

¿Qué es la muerte?
 

La muerte no tiene la última palabra: la vida no termina, se transforma. Los hombres que contemplan el sepulcro de Jesucristo viven en la esperanza de la Resurrección. La muerte nos revela lo que el hombre es: “polvo, ceniza, nada”. Quien muere deja una luz y alcanza otra. La muerte es el paso a la eternidad. La muerte es fin e inicio. Morir en gracia de Dios significa conquistar la cumbre, la meta, el abrazo eterno del Padre. San Francisco cantó: “Y por la hermana muerte, ¡loado mi Señor! Ningún viviente escapa de su persecución; ¡ay, si en pecado grave sorprende al pecador! ¡Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios!”.

¿Es mejor vivir o morir?
 


“Para mí la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia. Pero si el vivir en la carne significa para mí trabajo fecundo, no sé qué escoger… Me siento apremiado por las dos partes: por una parte, deseo partir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor…” (Flp 1, 21-23). La felicidad del hombre consiste en amar y ser amado. Cuando un alma parte a la casa del Padre, ahí es amada por Dios y ama a Dios. Un día el hombre dejará de sonreír, de caminar y de cantar… pero nunca dejará de amar. En vez de recibir la muerte con lágrimas, deberíamos recibirla con una sonrisa porque nos conduce al encuentro, cara a cara, con nuestro Creador.

¿Qué podemos aprender de la muerte?
 

En la entrada de un cementerio español está escrito: “Hoy a mí, mañana a ti”. Lo capital para el hombre no es morir antes o después, sino bien o mal. San Agustín confesó: “Como es la vida, así es la muerte”. Ten presente que “cuando un padre muere es como si no muriese, pues deja tras de sí –algunas veces- un hijo semejante a él”. (Si 30, 4).

¿Hay que temer la muerte?
 

No, pero cuando se tiene miedo, por algo será… Opta por una muerte que te lleve al Cielo. Que no te pase como aquel epitafio que decía: “Aquí yace un hombre que murió sin leer el libro que lo iba a salvar: la Biblia”. O aquel otro que decía: “He aquí un ateo que no tiene a dónde ir”. Hay que vivir de tal manera que si volviéramos a nacer elegiríamos seguir el mismo camino. Santa Teresa no temía la muerte, al contrario, ella decía: “Muero porque no muero”. Para desear la eternidad es necesario imaginar el abrazo del Padre.

¿Por qué existe la muerte?

 

Porque el hombre quiere ver a Dios, y para verlo es necesario morir. El hombre surgido del polvo debe retornar al polvo, y el alma surgida de Dios debe volver a Dios. Las dos verdades absolutamente ciertas de la vida son nuestra existencia y lo inevitable de nuestra muerte. Todos los hombres mueren, pero no todos viven. San Ambrosio predicó: “Es verdad que la muerte no formaba parte de nuestra naturaleza, sino que se introdujo en ella; Dios no instituyó la muerte desde el principio, sino que nos la dio como un remedio (…). En efecto, la vida del hombre, condenada por culpa del pecado a un duro trabajo y a un sufrimiento intolerable, comenzó a ser digna de lástima: era necesario dar un fin a estos males, de modo que la muerte restituyera lo que la vida había perdido. La inmortalidad, en efecto, es más una carga que un bien, si no entra en juego la gracia (…) No debemos deplorar la muerte, ya que es causa de salvación”.

¿Por qué no sabemos el día que vamos a morir?

 

Si supiéramos el día de nuestra muerte no viviríamos cada día con la misma intensidad. Nadie sabe ni cómo ni cuándo morirá. Nadie por más que se esfuerce puede añadir una hora al tiempo de su vida. La muerte es lo más cierto, pero el día es lo más incierto. No olvides que no es necesario ser viejo para morir. No vale la pena indagar el cómo, el cuándo ni el dónde moriré; pero sí vale estar preparado.

¿Qué actitud debemos tomar ante la muerte de un ser amado?
 

No rechazar a Dios porque nos lo ha quitado, sino agradecerle porque nos lo ha dado. “¿Conviene llorar a un muerto? Sí, pero no lamentarse cuando muere en aras de Dios”, como dijo un amigo. Dios es misericordioso y “la misericordia se siente superior al juicio” (St 2, 13). Porque “nuestra maldad es una gota que cae en el océano de la misericordia de Dios”. “Jesucristo crucificado está como un tapón entre la muerte y el infierno”. Dios es comprensivo porque sabe todo, y saberlo todo es perdonarlo todo. Jesús nos enseñó: “Sed misericordiosos como vuestro Padre celestial es misericordioso”. Mientras que el apóstol Santiago escribió: “Habrá un juicio sin misericordia para el que no tenga misericordia hacia los demás” (St 2, 13). Recuerda: para obtener misericordia para uno mismo, es necesario tener misericordia hacia los demás. “Al final de la vida sólo queda lo que hayamos hecho por Dios y los demás”.

¡Vence el mal con el bien!

OMNIPOTENCIA DE DIOS

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVKrLH-iGrbj07drMaRfMlXmtEhOVxUWnDCEf60rZFptt_PR2SWEPN9YfsH7mxpBSTM-Aq4ARSbPOK-gQlQdFZQj4FB6BE5-GZqzacHntfNHEQaz_ocXrNHmzTsmjCSZDwQhIt0FWYoUU/s400/Dieu+le+P%C3%A8re.jpg
 

Dios puede hacer todo lo que desee o decida hacer. Decidir y hacer es para Dios un mismo acto (cf. Sal. 147, 5). Dios no puede hacer lo que no desee hacer. No puede hacer algo malo; tampoco puede contradecirse o crear algo contradictorio (un círculo cuadrado, por ejemplo).

Por ser omnipotente, Dios es el Todopoderoso. Nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica que, de todos los atributos divinos, sólo la omnipotencia es nombrada en el Credo o Símbolo de los Apóstoles. (Catecismo de la Iglesia Católica #268). Y lo menciona dos veces. Por algo será … (ver Esencia Física de Dios)

Veamos: la Omnipotencia Divina no es un concepto lejano o poco importante para nuestra vida cristiana. Tampoco puede ser un concepto intimidante (por ejemplo, temer el infinito poder de Dios). Por el contrario, nos dice el Catecismo, que confesar ese atributo divino “tiene gran alcance para nuestra vida”.

Y nos explica por qué. Porque Dios ha creado todo, rige todo y lo puede todo. Es decir su Omnipotencia es universal, o sea que abarca todo. Pero, adicionalmente, no olvidemos que ese poder divino es amoroso, porque Dios es nuestro Padre (cf. Mt. 6, 9), y misterioso porque sólo lo descubrimos en la fe y se manifiesta en nuestra debilidad (2 Co. 12, 9 y 1 Co. 1, 18).

Demostrar el poder infinito de Dios es innecesario. Sólo con conocer algo del universo extraterrestre y del planeta tierra, quedamos admirados. Por las distancias que nos separan de otros planetas, así como el tiempo que tardan las naves espaciales en llegar a ellos, podemos intuir el poder divino.

Para darnos una idea de la inmensidad del poder de Dios, pensemos que algunos de esos astros son tanto más grandes que el sol, que si ocuparan el espacio de éste, tardaríamos en observar su levante desde la tierra más el tiempo que el que el sol tarda en levantarse y ponerse.

Dios, por supuesto, puede hacer cosas que son imposibles para los hombres. Son los milagros, en los que las leyes de la naturaleza puestas por Dios mismo, son suspendidas y/o superadas por El.
          

Aparte de los milagros de Jesús, en la Biblia tenemos muchísimos más ejemplos del poder divino.

Los tres jóvenes preservados del fuego en el horno ardiente (Dn. 3) o Daniel librado de los leones en el foso (Dn. 6, 10-24). Y San Pedro librado del la prisión (Hch. 12, 1-19).

Como puede verse por los relatos, en estos tres casos, Dios ejerció su Omnipotencia a través de Angeles. Pero Dios tiene muchísimas maneras de actuar con su poder infinito por medio de otros o también directamente: el paso del Mar Rojo, las maravillas en los 40 años del pueblo de Israel por el desierto, etc.

La Omnipotencia Divina aparece no sólo presente en muchas narraciones bíblicas, sino expresamente apoyada con textos específicos:

"Y dijo Yavé a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara? ¿Por qué ha dicho: Cómo voy a tener un hijo ahora que soy vieja? ¿Hay acaso algo imposible para Yavé?” (Gn. 18, 13-14).

“Yavé hace cuanto quiere en los cielos, en la tierra, en el mar y en todos los abismos” (Sal. 134, 6).

“Tú has hecho los cielos y la tierra con el gran poder de tu brazo; nada es imposible para Ti” (Jer. 32, 17).

“Yo soy Yavé, Dios de todos lo vivientes. ¿Hay algo imposible para mí? (Jer. 32, 27).

“Respondió Job diciendo: Sé que lo puedes todo y que no hay nada que te cohiba” (Job, 42, 2).

“Pues todo el mundo es delante de ti como un grano de arena en la balanza y como una gota de rocío de la mañana, que cae sobre la tierra. Pero tienes piedad de todos, porque todo lo puedes” (Sb. 11, 23-24).

“Para los hombres esto es imposible, mas para Dios todo es posible” (Mt. 19, 26).

“Porque para Dios nada es imposible” (Lc. 1, 37).
          

Aclaremos un poco más lo posible y lo imposible para Dios. Dios puede realizar todo lo que sea intrínsecamente (metafísicamente) posible, o sea, puede hacer todo aquello que no implique una contradicción. Por ejemplo, no es posible que la luz de una vela esté prendida y apagada a la vez, porque esto encierra una contradicción.

Por lo tanto, las contradicciones no están comprendidas dentro de la Omnipotencia Divina. Y es más correcto decir que tales cosas no pueden ser hechas, en vez de decir que Dios no puede hacerlas.

Dios no puede “negarse a Sí mismo” (2 Tim. 2, 13). Dios no puede no existir. Tampoco Dios puede pecar. Porque Dios no puede fallar en su acción o realizar una acción defectuosa.

Ahora bien, la mayor muestra de la Omnipotencia Divina está en la Misericordia de Dios y en el poder de perdonar los pecados.

Lo dijo Jesucristo al curar al paralítico y ser criticado secretamente por los maestros de la Ley: “Qué es más fácil: decir ‘Queden perdonados tus pecados’ o ‘Levántate y anda’. Sepan, pues, que el Hijo del Hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados” (Mt. 9, 5-7).

Lo dice el Libro de la Sabiduría: “Tienes piedad de todos, porque todo lo puedes” (Sb. 11, 24).

Y esto lo corrobora la Liturgia de la Iglesia en una oración de la Santa Misa: “Dios manifiesta en grado máximo su Omnipotencia, perdonando y usando de su Misericordia”.

Así que, aunque nos impresionen y sobrecojan las muestras que conocemos del poder infinito de Dios, el perdonar nuestros pecados, sanar nuestra alma enferma a causa de éstos e irnos purificando de sus consecuencias para llevarnos a la santidad es la muestra máxima de la Omnipotencia Divina.

ORACION

¡Oh Dios! El Todopoderoso.
Tú que todo lo puedes,
pero deseas que vayamos a ti,
no forzados por tu poder,
sino atraídos por tu Amor,
enséñame a amarte a Ti y a mis hermanos, todos hijos tuyos.
Y, ya que todo lo puedes,
perdona mis pecados contra Ti
y contra los demás.
Amén.

Nos Encontramos Acechados por Gente que Hace Magia Negra ¿Cómo Puedo Lograr una Buena Protección Espiritual de mi Hogar?


Responde el P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E.

Pregunta:

Reciba un cordial saludo. ¿Sería tan amable de orientarme cómo puedo lograr una buena protección espiritual de mi hogar, porque continuamente nos encontramos acechados por gente que realiza prácticas de brujería y magia negra? Le agradezco de antemano su respuesta.
F.
México


Responde el P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E.

Le recomiendo lo siguiente:

1) Rezar todos los días el Santo Rosario en familia.

2) Vivir todos en gracia de Dios: confesados y sin pecado mortal, con los sacramentos debidamente recibidos.

3) No permitan que se cometa pecado en su casa, no vean programas televisivos que tengan escenas deshonestas, no tengan conversaciones mundanas, etc. En definitiva vivan como una familia cristiana auténtica.

4) Hagan bendecir la casa por un sacerdote y entronizar alguna imagen de la Virgen Santísima y del Sagrado Corazón. Esto también es muy importante pero esto sin lo anterior, no sirve de nada, porque la bendición de la casa y los buenos cuadros que tengamos no cambia por sí solo nuestros corazones si estos están en pecado o están viviendo mal, y por ahí entra el diablo.

En Cristo y María

El Sacerdote que Desafió a Hitler.

http://www.liebesiegt.com/pictures/Rupert%20Mayer.jpg

El 3 de mayo de 1987 el Papa Juan Pablo II ha concedido el título de beato al P. Rupert Mayer, que ya era objeto de gran devoción popular en Alemania.

El 2 de mayo de 1899 había sido ordenado como sacerdote diocesano. Un año y medio más tarde entró a la Compañía de Jesús más conocidos como jesuitas.

Desde 1912 trabajó en Munich. En aquella gran ciudad encontró infinidad de gente pobre que había venido del campo o de los pueblecitos. El padre se dedicó a buscarles techo y empleo, lo mismo que ropa y comida. Por supuesto, sobre todo se interesó por defender la fe de aquellos inmigrantes, que estaba amenazada por el desarraigo y por el paganismo de la gran ciudad.

También se ocupó de los universitarios, promoviendo entre ellos la Congregación Mariana y la comunión mensual. Además fue co-fundador de una congregación de religiosas dedicadas al apostolado con las familias

Cuando se desencadenó la guerra del 14, el P. Mayer se ofreció voluntariamente como capellán, atravesó Francia, Polonia, Rumania, siempre en primera línea de combate. Se mezclaba con sus soldados en la trincheras, animándolos a confesarse, y permanecía con los moribundo hasta el último suspiro. No le cansa- ba celebrar hasta ocho misas para asistir a todos los que estaban a s cuidado.

Por su valor recibió la Cruz de Hierro, honor rara vez otorgado a un capellán. Pero su carrera militar se cortó en seco cuando fue herido y perdió una pierna a fines de 1916.

Siguió luchando en Munich contra todos los problemas de la posguerra, como predicador, confesor y formador de laicos comprometidos, mediante la Congregación Mariana de hombres, que fueron sus colaboradores en la defensa de los perseguidos y los necesitados, no menos que en la promoción de la fe cristiana.

En 1928 introdujo la costumbre de que los domingos hubiera misas en las terminales de ferrocarril. El mismo ofició las dos primeras misas, a partir de las 3 de la mañana.

Asistía a las reuniones de los comunistas y socialistas, para poner en claro sus errores. Mientras otros no se daban cuenta de los errores que esparcía Hitler desde sus comienzos, con gran valentía el P. Mayer los combatía, sin apartarse de su posición exclusivamente religiosa.

En enero del 33 Hitler llegó a ser canciller del gobierno alemán. Clausuró los centros de enseñanza de la Iglesia y combatió las Ordenes Religiosas. El P. Mayer habló con toda claridad en la céntrica iglesia de San Miguel. La Gestapo le ordenó suspender sus predicaciones y dos semanas después lo arrestó y sentenció condicionalmente. Los superiores jesuitas le pidieron que no hablase en público y obedeció hasta que los nazis, tomando pie de su silencio, lo difamaron públicamente.
Para aclarar las cosas, los superiores le dieron licencia de volver al púlpito. Así, en enero de 1938 se le aplicó la condicionada sentencia. Volvió en mayo a Munich y redujo su trabajo a pequeños grupos de discusión.

En 1939 estuvo confinado en un campo de concentración, cerca de Berlin. Después de siete meses, en que su salud se habla deteriorado, temiendo los nazis que su muerte fuera tomada como un martirio, fue confinado con arresto domiciliario a una abadía en los Alpes. Todo lo que había sufrido hacía que a los 69 años fuera ya un anciano.
Al final de la guerra, en 1945, retomó sus antiguos apostolados. En noviembre de ese año celebraba la misa de todos los santos.

Leído el Evangelio, comenzó a predicar, sobre cómo imitar a los santos y compartir con ellos el cielo. A mitad del sermón, sufrió un desmayo y murió poco después. Esos fueron los hechos. Para pintar su interior se podrían usar estas palabras :
El P. Rupert Mayer fue como un profeta: lo que para muchos, en su tiempo, era impenetrable y ambiguo, él lo vio pronto con toda claridad. Su sensibilidad para la injusticia era insobornable.

Estaba interiormente anclado en Dios y en la Santísima Virgen María, y esto lo hacia discernir los espíritus y salir sin condiciones por los derechos de Dios y de los hombres.

"No puedo callar" era su Lema. Y su plegaria favorita: "Señor, como tú quieras, cuando quieras, lo que quieras y mientras tú quieras... que así se haga".

Jesucristo. " Yo Soy "

http://i1.peperonity.info/c/C30447/919182/ssc3/home/056/cristo.me.ama0/thjesustheg.jpg_320_320_0_9223372036854775000_0_1_0.jpg


Exodo cap 3

13 Contestó Moisés a Dios: «Si voy a los israelitas y les digo: "El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros"; cuando me pregunten: "¿Cuál es su nombre?", ¿qué les responderé?»

14 Dijo Dios a Moisés: «Yo soy el que soy.» Y añadió: «Así dirás a los israelitas: "Yo Soy" me ha enviado a vosotros.»

San Juan cap 8

57 Entonces los judíos le dijeron: «¿Aún no tienes cincuenta años y has visto a Abraham?»

58 Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: antes de que Abraham existiera, Yo Soy.»

59 Entonces tomaron piedras para tirárselas; pero Jesús se ocultó y salió del Templo.

San Juan cap 18

5 Le contestaron: «A Jesús el Nazareno.» Díceles: «Yo Soy.» Judas, el que le entregaba, estaba también con ellos.

6 Cuando les dijo: «Yo Soy», retrocedieron y cayeron en tierra.

7 Les preguntó de nuevo: «¿A quién buscáis?» Le contestaron: «A Jesús el Nazareno».

8 Respondió Jesús: «Ya os he dicho que Yo Soy; así que si me buscáis a mí, dejad marchar a éstos.»

San Juan 8

22 Los judíos se decían: «¿Es que se va a suicidar, pues dice: "Adonde yo voy, vosotros no podéis ir?»

23 El les decía: «Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba. Vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.

24 Ya os he dicho que moriréis en vuestros pecados, porque si no creéis que Yo Soy, moriréis en vuestros pecados.»

Abrazo de una Madre Amorosa..

Obesidad infantil

http://www.exploralasalud.com/wp-content/uploads/2010/10/nutricion-infantil.jpg

El problema de la obesidad infantil tiene cada vez más eco en las noticias. Un niño obeso tiene muchas posibilidades de sufrir problemas de saludo derivados de su sobrepeso cuando sea adulto.

Los padres de niños obesos debemos tomar medidas para ayudar a nuestros hijos a seguir una dieta equilibrada, evitar la comida rápida y comida basura, y hacer ejercicio. No hay ninguna receta milagrosa - se requiere mucha persistencia y paciencia para ayudar a un niño a adelgazar. Pero es posible, y muy importante. Así que aquí os sugerimos cinco ideas básicas para afrontar, y contrarrestar, la obesidad infantil.

Es mejor empezar el proceso de adelgazamiento paulatinamente, con pequeños cambios, para construir - y consolidar - poco a poco unos hábitos alimenticios saludables y un estilo de vida activo. Si aplicas los siguientes pasos, ayudarás a tus hijos a perder peso y, lo que es también muy importante, a acostumbrarse a y disfrutar de una vida sana.

Eliminar calorías.

Hay que recordar que en general, medio kilo de peso corporal equivale a unos 3500 calorías. Esto quiere decir, que si su hijo toma 300 calorías (cuatro galletas, una ración de patatas fritas, una hamburguesa pequeña, seis nuggets de pollo...) extra al día, en tres semanas habrá ganado un kilo. No se debe poner un niño a régimen sin la ayuda de su pediatra. Pero sí se puede reducir su consumo de calorías, y más todavía en el caso de los niños mayores y adolescentes.

Beber menos calorías

La mayoría de los niños beben demasiadas calorías. Cuando se tiene sed, lo mejor es beber agua. Pero hoy en día tendemos a abusar de los zumos de frutas, yogures líquidos, batidos, zumos con leche, botes de refrescos..... Todos estas clases de bebidas suelen tener mucho azúcar y por lo tanto engordan mucho. Elimina las bebidas con un alto contenido de azúcar y calorías a favor de leche desnatada, agua y refrescos light (sin abusar).

Comer menos comida basura

A pesar de que sitios de comida rápida tipo McDonalds y Burger King han empezado a ofrecer alternativas supuestamente más sanas (ensaladas varias, pescado....), lo cierto es que estos sitios deben su éxito a la oferta de comida rápida con sabor estándar (conseguido, por cierto, a través de laboratorios y no de materia prima de calidad). Si llevamos a nuestros hijos a este tipo de restaurante, lo normal es que elijan un happy meal, o - si son mayores - una hamburguesa con patatas fritas, llenos de calorías y muy poco nutritivos. No hace falta que renunciemos de todo este tipo de comida, pero es mucho mejor para todos si empezamos a ofrecérselo en casa. Las hamburguesas con tenera picada sin grasa y pan integral, las pizzas caseras con quesos bajo en grasas, las patatas asadas rellenas de ingredientes nutritivos..... además de tener mejor sabor, sin duda suponen una alternativa mucho mas saludable.

 Una lista de compra más sabia

Aunque no podamos tener control sobre lo que coman nuestros hijos fuera de casa, todavía estamos a tiempo para enseñarles buenos hábitos puesto que pasan más horas en el hogar que en cualquier otro sitio. Hay que replantear su lista de compra, apostando por alimentos sabrosos y sanos y rechazando los alimentos "fáciles" como galletas, dulces, patatas fritas,bollos, petit suisse, frutos secos.... Si no hay alimentos que engordan en la despensa, nadie en nuestra familia podrá comerlos habitualmente. Piensa en alternativas, prepara meriendas a base de bocadillos con poco pan y mucho jamón York y lechuga, yogures desnatados, cereales bajo en azúcar, fruta, quesos bajo en grasa.....

Aspirar a una vida más activa

Fuera gameboy, playstation, televisión.... La mayoría de los pasatiempos modernos no exigen ningun esfuerzo físico de nuestros hijos, y eso contribuye a la obesidad infantil. Hace años el sitio de ocio y juego era la calle. Partidos improvisados y callejeros de fútbol, baloncesto, carreras, polis y cacos, la comba, patines..... Busca un deporte para tus hijos, apúntelos a un equipo de fútbol o baloncesto. Aprovecha la fama de deportistas como Rafa Nadal, para apuntarles a tenis. Si no hay posibilidad de apuntarles en un equipo, comprales una bici, un monopatín. O simplemente ir a pasear media hora diariamente con ellos. O aprovecha para ponerte en forma y proponle que hagáis footing juntos. Cuanto más obeso sea el niño, más intentará evitar el esfuerzo físico porque le cuesta cada vez más moverse y también le da vergüenza su obesidad. Organiza vuestro tiempo libre para que esté obligado a realizar algún tipo de ejercicio, aunque solo sea pasear contigo, sacar al perro, ir a comprar.... una vez al día.