Showing posts with label B.- Oraciones de Sanacion. Show all posts
Showing posts with label B.- Oraciones de Sanacion. Show all posts

Thursday, July 9, 2015

Oración de Conversión


Una plegaria para quien desea cambiar de vida y abrir su corazón a Jesús.
Oración de conversión
"Si os mantenés fieles a mi Palabra, serán verdaderamente mis discípulos, y conocerán la verdad y la verdad los hará libres" (Jn 8,31-32).



Señor Jesús,

yo me coloco en Tu presencia en oración, y confiado en Tu Palabra abro totalmente mi corazón a Ti.

Reconozco mis pecados y Te pido perdón por cada uno. Yo Te presento toda mi vida, desde el momento en que fui concebido hasta ahora. En ella están todos mis errores, fracasos, angustias, sufrimientos y toda mi ignorancia de Tu Palabra.

¡Señor Jesús, Hijo del Dios vivo, ten compasión de mí que soy pecador(a)!

¡Sálvame, Jesús! Perdona mis pecados, conocidos y desconocidos.

Libérame, Señor, de todo yugo de Satanás en mi vida.

Libérame, Jesús, de todo vicio y de todo dominio del mal en mi mente.

Yo Te pido, Señor, que esa vieja naturaleza mía, vendida al pecado, sea crucificada en Tu cruz. ¡Lávame con Tu Sangre, purifícame, libérame, Señor!

En Tu presencia, quiero perdonar a todas las personas que me ofendieron, que me amargaron, que intentaron el mal contra mí, que me maldijeron y hablaron mal de mí. Y así como estoy pidiendo Tu perdón para mis pecados, contando con Tu gracia, yo las perdono y las entrego a Ti, clamando sobre mí y sobre ellas Tu infinita misericordia.

Y ahora, Jesús, te pido que vengas a mí; yo Te recibo como mi dueño y Señor. Ven a vivir en mí, dame la gracia de vivir intensamente Tu Palabra en todas las circunstancias de mí día a día. Inúndame con Tu Espíritu. Ven a vivir en mí, Jesús, y no permitas que yo me aleje de Ti.

Con todo mi corazón profeso la fe de mi bautismo, confiando en que la Gracia que el Padre nos concede en Ti por el poder del Santo Espíritu me sanará, sostendrá y guiará en esta nueva etapa que hoy comienzo a Tu lado.

Amén.

Fuente "Oraciones Carismáticas" de Maisa Castro, editorial Raboní (Adaptación)

Monday, June 29, 2015

Oración De Liberación

Te pido Padre Celestial, en el nombre poderoso de Jesús de Nazaret, y por su Preciosísima Sangre, que ates, ligues y encadenes ahora mismo el poder de toda potestad, principado o espíritu maligno que tenga autoridad sobre mí, mi ciudad, hogar, negocio, empresa, esposo(a), hijos, familia, comunidad o parroquia.

Te pido Padre Celestial, en el nombre poderoso de Jesús de Nazaret, y por su Preciosísima Sangre, que envíes a tus Santos Ángeles y Ejércitos Celestiales para luchar contra estas fuerzas malignas y que las desalojen de sus posiciones.

En el nombre poderoso de Jesús de Nazaret, y por su Preciosísima Sangre, yo mismo ato, ligo y encadeno el poder de todo demonio que Satanás me haya asignado para impedir que alcance las bendiciones que Dios quiere para mí.

Ordeno ahora mismo a estos demonios, en el nombre poderoso de Jesús de Nazaret y por su Preciosísima Sangre, que queden atados, ligados, encadenados y sin ninguna clase de poder.

Los echo fuera de mí, de mi esposo (a), ciudad, parroquia, negocios, empresa o estudios, y los mando al infierno que es el lugar que les corresponde.

Por el poder de la Sangre Preciosa de Jesús, ato, ligo y encadeno a todo espíritu de pobreza, ruina, miseria, escasez, deudas, enfermedad, a todo espíritu maligno que me impida desarrollar los dones que el Espíritu Santo me ha dado y a todo espíritu maligno que me impida recibir todas las bendiciones, materiales y espirituales, que Dios quiere que yo y mi familia tengamos.

En el nombre poderoso del Señor Jesus de Nazaret, y por su Preciosísima Sangre, te ordeno Satanás quitar tus manos de mi dinero, bienes, trabajo, negocios, hogar, familia y mi vida.

En el nombre poderoso del Señor Jesus de Nazaret, y por su Preciosísima Sangre, ordeno que cualquier espíritu de ruina, deudas, enfermedad, o escases que me rodee, sea removido y destruido. Los arrojo y los expulso de mí y de mi vida para siempre.

En el nombre Poderoso de Jesús de Nazaret y por su Preciosísima Sangre, les ordeno espíritus malignos que nunca más regresen, porque el dueño de mi vida es Jesucristo, quien con su Preciosísima Sangre me cuida y me protege.

Ahora Padre Santo te pido que abras las compuertas de los cielos y derrames tus bendiciones, abundancia y Prosperidad sobre mi (nombra las bendiciones que quieras sobre ti, tu familia, empleo, negocios, estudios).

Te pido Padre Santo, me concedas esto ahora, en el nombre bendito de tu Hijo Jesús, con el poder del Espíritu Santo y por la intercesión de la Virgen María Auxiliadora y el Auxilio de los Santos Ángeles y Arcángeles. Amén.

Monday, June 8, 2015

Oración por la Sanación Interior



Señor Jesús, tu has venido a sanar los corazones heridos y atribulados. Te ruego que sanes los traumas que provocan turbaciones en mi corazón. Te ruego en especial que sanes aquellos que son causa de pecado. 

Te pido que entres en mi vida, que me cures de los traumas psíquicos que me han afectado en tierna edad y de aquellas heridas que me los han provocado a lo largo de toda la vida. 

Señor Jesús, tú conoces mis problemas, los pongo todos en tu corazón de Buen Pastor. 

Te ruego en virtud de aquella gran llaga abierta en tu corazón, que sanes las pequeñas heridas que hay en el mío. Sana las heridas de mis recuerdos a fin de que nada de cuanto me ha acaecido me haga permanecer en el dolor, en la angustia, en la preocupación. sana Señor todas esas heridas íntimas que son causa de enfermedades físicas. 

Yo te ofrezco mi corazón, acéptalo Señor, purifícalo y dame los sentimientos de tu Corazón divino. Ayúdame a ser humilde y benigno.

Concédeme Señor, la sanación del dolor que me oprime por la muerte de las personas queridas. Haz que pueda recuperar la paz y la alegría por la certeza de que tú eres la Resurrección y la Vida. Hazme testigo auténtico de tu Resurrección, de tu victoria sobre el pecado y la muerte, de tu presencia Viviente entre nosotros. 

¡Amén!

Plegaria de Liberación



Oh Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre, nosotros te rogamos por la intercesión y con la ayuda de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, que nuestros hermanos y hermanas sean liberados del maligno que los ha esclavizado.

Oh santos, venid todos en nuestra ayuda.

De la angustia, la tristeza y las obsesiones, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.

Del odio, la fornicación y la envidia, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.

De los pensamientos de celos, de rabia y de muerte, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.

De todo pensamiento de suicidio y de aborto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.

De toda forma de desorden en la sexualidad , nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.

De la división de la familia, de toda amistad mala: Líbranos, oh Señor.

De toda forma de maleficio, de hechizo, de brujería y de cualquier mal oculto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.

Oh Señor, que dijiste “la paz os dejo, mi paz os doy”, por la intercesión de la Virgen María concédenos ser librados de toda maldición y gozar siempre de tu paz. Por Cristo Nuestro Señor. ¡Amén!

Oracion Para Sanar la Tristeza P. Gustavo Jamut



“¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera a Dios, porque aún le he alabar. ¡Él es la salvación de mi ser!” (Salmo 42, 3) 

“Señor Jesús, tú conoces mi tristeza que ahoga mi corazón y sabes el origen de ella. Hoy me presento ante ti y te pido, Señor, que me ayudes, pues ya no puedo seguir así.

Sé que tú me llamas a vivir en paz, con serenidad, gozo y alegría, incluso en medio de las dificultades cotidianas. Por eso hoy te pido que pongas tus benditas manos en las llagas de mi psiquis que me hacen tan sensible a los problemas y me liberes de la tendencia a la tristeza y a la melancolía que anida en mí.

Hoy te pido que tu gracia vaya restaurando mi historia, a fin de no vivir esclavizado por el recuerdo amargo de los acontecimientos dolorosos del pasado. Como ellos han pasado, ya no existen, te entrego lo que pasé y lo que pasaron las personas amadas; lo vivido y lo sufrido por nosotros.

Quiero perdonarme y perdonar, a fin de que tu gozo comience a fluir en mí.

Te entrego las tristezas unidas a las preocupaciones o a los temores del mañana. Ese mañana tampoco ha llegado, por lo tanto sólo existe en mi imaginación. Sólo hoy debo vivir y sólo hoy debo caminar en tu alegría. 

Aumenta mi confianza en ti, para que aumente en mi alma el regocijo. 

Tú eres Dios y Señor de la historia y de la vida, de nuestras vidas. Por eso toma mi existencia y la de las personas amadas, con todos nuestros quebrantos, con todas nuestras necesidades y que con la ayuda de tu poderoso amor se desarrolle en nosotros la virtud de la alegría. Amén”.

Monday, May 11, 2015

NOVENA BREVE A SAN BENITO PARA PEDIR UNA GRACIA



Rezar durante nueve días consecutivos la siguiente oración:

Oh San Benito, mi protector bondadoso y de cuantos van a ti en sus apuros, intercede por mí a Dios para que alivie mis sufrimientos y dificultades que ahora me agobian.

(pídase aquí la gracia que se desea obtener)

Te lo pido con toda confianza.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

SAN BENITO ABAD. ORACIÓN PARA PEDIR SU PROTECCIÓN



Santísimo confesor del Señor; Padre y jefe de los monjes, interceded por nuestra santidad, por nuestra salud del alma, cuerpo y mente.

Destierra de nuestra vida, de nuestra casa, las asechanzas del maligno espíritu. Líbranos de funestas herejías, de malas lenguas y hechicerías.

Pídele al Señor, remedie nuestras necesidades espirituales, y corporales. Pídele también por el progreso de la santa Iglesia Católica; y porque mi alma no muera en pecado mortal, para que así confiado en Tu poderosa intercesión, pueda algún día en el cielo, cantar las eternas alabanzas. Amén.

Jesús, María y José os amo, salvad vidas, naciones y almas.

Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias.

Monday, April 27, 2015

ORACIÓN DE LA NOCHE CON SANACIÓN, PERDÓN Y LIBERACIÓN



Señor mi Dios, ahora que todo es silencio y calma aquí al pie de la cama mi alma se eleva a Tí en oración para decirte;

Oh Padre bueno y amoroso del cielo,  Gracias por caminar conmigo durante todo este día. Yo confié en Ti y Tú estás conmigo en todo momento.

Yo confio que el Espíritu Santo esta dentro de mí. Gracias por todas tus bendiciones que has derramado sobre mí y mis hermanas/nos.. (Pronuncia sus nombres y por cada uno has la Señal de la Cruz) Amén.

Hoy he estado bajo tu mirada durante todo este día y quiero depositar a los pies de tu Hijo amado Jesucristo, todo lo que hoy viví...

Pongo a tus pies las dificultades y problemas, las desesperanzas, las iras, resentimientos, rencores, las mentiras de mi parte u otros, los engaños, los errores y pecados cometidos durante todo este día, no quiero acostarme ahora y conciliar el sueño sin estar reconciliado contigo Oh Señor Jesús, con mi prójimo y conmigo mismo.

Pido perdón por todo esto, perdóname por los daños que ocasioné, por los resentimientos y rencores, por esa debilidad, por esa caída y falta de amor.

Señor Jesucristo, todos estos pecados quedan atados y amordazados en tu Nombre, lo deposito todo a tus pies.

Yo.. (di tu nombre) me purifico en mi interior con la Sangre preciosa de mi Señor Jesucristo.

(Usar sacramental, ponte aceite bendito en tu frente +, o agua bendita)

Purifico mi interior, mente, cerebro, células, pensamiento, imaginación, voluntad, entendimiento y memoria. Que no quede en mi interior daño alguno y que en mí solamente esté el Espíritu de Paz, Salud y Amor. Y así pueda yo servirte a Tí Señor, mejor sano que enfermo.

Si sientes la necesidad de perdonar entonces has la siguiente oración: 

Señor Jesús, te pido la gracia de poder perdonar, dame las fuerzas necesarias así como Tú perdonaste a los que te lastimaron en la Cruz, ya no quiero tener este peso en mi corazón, te lo entrego, toca mi corazón, sana mis heridas emocionales y los recuerdos dolorosos.

En tu Nombre yo perdono a.. (di su nombre) porque él (ella) me ha lastimado, ofendido, humillado, le perdono lo que me hizo. Lo entrego a tu presencia para que tu Señor lo juzgues y reprendas según tu gran bondad.

Tomo en mí la espada del Espíritu Santo para destruir toda maldición y daño alguno de mal. Cubro y protejo con la Sangre preciosa de mi Señor Jesucristo todo mi ser, Cuerpo, Alma y Espíritu. Y mi exterior de cabeza a pies.

Señor Jesucristo no permitas ningún daño sobre mi familia y sobre mí.

En tu Nombre queda atado y amordazado todo espíritu de mal, ataque, división, contienda, maldición, enfermedad, insomnio. Destruyo y nulifico su poder y lo deposito en tu presencia y los mando cautivos a tus pies Cristo Jesús. Prohíbo toda acción e interacción y toda comunicación e intercomunicación de todo espíritu de mal.

Que venga a este hogar y en mí, el Espíritu de paz, salud y amor.

La bendición de Dios Padre, Hijo y del Espíritu Santo, se derrame sobre nosotros. Sello en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo esta oración y protección. Envía Señor a tus Ángeles del cielo para que nos cuiden y sean los guardianes de nuestra vida.

Te doy las gracias Padre mío porque has sido como una madre a lo largo de estas horas, me has cobijado durante todo este día, invisible, cariñoso, envolvente, dándome amor y Misericordia, me has cuidado.
Vela sobre mí Padre amadísimo mientras duermo.

Que tu paz me inunde, no como el mundo la da, sino como Tú Señor nos la prometiste en tu Palabra, esa paz que produce bienestar, salud, amor y servicio incondicional.

Sello por la Sangre preciosa de Cristo esta oración y la presencia del Espíritu Santo me posea, enseñe e instruya mientras duermo como un niño feliz entre tus brazos Padre Amado. Bendito y Alabado seas Amén, Amén, Amén.

Monday, March 30, 2015

ORACIÓN POR LA SANACIÓN INTERIOR



  
 Debéis despojaros de vuestra vida pasada, del hombre viejo, corrompido por las concupicencias engañosas, renovaos en vuestro espíritu y en vuestra mente y revestíos del hombre nuevo, creado según Dios, en justicia y santidad verdadera. (Ef 4: 22-24) 

Todo creyente experimenta dentro de sí mismo la vida del espíritu y la vida de la carne. Un Cristiano debe destruir las obras de la carne. (Rom 8, 13) y vivir una vida de acuerdo con el Espíritu Santo. La carne significa todas las imaginaciones, recuerdos, dolores, heridas, sentimientos negativos, sobresaltos, rechazo, culpabilidad, tristezas, sentimientos de abandono, malos hábitos heredados, malos hábitos adquiridos, imitaciones malas, etc... Cuando todos éstos están dentro de uno, no se puede vivir una vida según el Espíritu. Por lo tanto se  necesita liberación y sanación interna. «Así que el que está en Cristo, es una nueva creación: lo viejo pasó; ved que ha nacido lo nuevo» (2 Cor 5, 17) 


Qué debes de hacer:

- Trae ante el Señor tu viejo yo con todos sus problemas. Si pasas algún tiempo en oración podrás ver tu viejo yo bien. 
- Cree que Jesús se llevó todas tus heridas en su Cuerpo sobre la Cruz. (1 Pe 2, 24) 
- Invita a Jesús dentro de tu vida y pídele a Él que pase por ella desde el vientre de tu madre hasta ahora. 
- Mientras oras, cree en tu corazón que el Señor te está tocando y sanando (1 Jn 5, 14-15) y alaba a Dios por la maravillosa experiencia de sanación interna. 


Reza así:

Jesús, te pido que entres dentro de mi corazón y toques esas experiencias de vida que necesitan ser sanadas. Tu me conoces mucho mejor que yo a mí mismo. Por lo tanto, trae tu amor a cada rincón de mi corazón. Dondequiera que descubras al niño herido, tócalo, consuélalo y ponlo en libertad.

Retrocede en mi vida hasta el mismo momento en que fui concebido. Purifica mi cuerpo y libérame de esas cosas que pueden haber ejercido una influencia negativa en ese momento. Bendíceme mientras estaba siendo formado en el vientre de mi madre y elimina todos los obstáculos a la integridad que me puedan haber afectado en esos meses de confinamiento.

Concédeme un profundo deseo de volver a nacer y cura cualquier trauma físico o emocional que pudiera haberme dañado en el proceso de mi nacimiento. Gracias Señor por estar ahí para recibirme en tus brazos en al mismo momento de mi nacimiento, para darme la bienvenida a la tierra y asegurarme que Tu nunca me fallarías o me abandonarías.

Jesús, yo te ruego que rodees mi infancia con tu luz y toques esos recuerdos que me impiden ser libre. Si necesité más amor materno, envíame tu madre, María, para que me proporcione cuanto me falte. Pídele que me abrace, que me bese, que me cuente historias y que llene todas esas partes vacías en mí, que necesitan el consuelo y el calor que sólo una madre podría dar.

Quizás el niño interior se sintió necesitado en el área del amor paterno. Señor, que yo sea libre para gritar «Abba», papá, con cada parte de mi ser. Si necesité más del amor de un padre y garantía para asegurarme que yo fui deseado y amado muy profundamente, te pido que me tomes y sienta yo tus brazos fuertes y protectores. Dame y renueva mi confianza y valor para hacer frente a las adversidades del mundo para que sepa que el amor de mi Padre me sostiene si tropiezo y caigo.

Pasa por mi vida, Señor, y confórtame cuando los otros no me trataron bien. Cura las heridas de encuentros que me dejaron atemorizado, que hicieron que me replegara en mí mismo y creara barreras contra la gente. Si me he sentido solo, abandonado y rechazado por la humanidad, concédeme a través de tu amor sanador, un nuevo sentido de valía como persona.

La gente me rechazó y hablaron mal de mí cuando yo era inocente, y me sentí triste y resentido. Oh Señor, ven y cúrame. Te presento mis malos hábitos y mi viejo yo vicioso y corrompido, lávame y purifícame, Oh Señor.

Jesús, me entrego a ti, cuerpo, mente y espíritu, y gracias por hacerme íntegro.

Gracias Señor

Es bueno acudir a un retiro de sanación interior. 

Monday, March 23, 2015

Oración al Espíritu Santo Para Pedir Salud




¡Oh Santo y Divino Espíritu, creador y renovador de todas las cosas, Vida de mi Vida. Con María Santísima te adoro, te doy gracias y te amo!

Tú que eres dador de Vida y vivificas todo el universo, consérvame la salud; líbrame de las enfermedades que la amenazan y de todos los males que la acosan.

Con la ayuda de tu gracia, prometo usar siempre mis fuerzas para gloria de Dios y bien de mi alma y para servir a mis seres queridos.

Te pido también que ilumines con tus Dones de ciencia e inteligencia a los médicos y a todos los que se dedican al cuidado de los enfermos; que descubran las verdaderas causas de las enfermedades que amenazan la vida, y encuentren y apliquen los remedios más eficaces para defenderla y sanarla.

Oh Virgen santísima, Madre de la vida y Salud de los enfermos, a ti confío mi humilde oración. Dígnate, Madre de Dios y Madre nuestra, apoyarla con tu poderosa intercesión.

Amén.

Thursday, March 5, 2015

ORACIÓN POR LA SANACIÓN FÍSICA



Por el Padre James Manjackal

 Jesús cura a todos los que se acercan a Él con fe, aun hoy día. Es la fe en Él lo que cura. «Tu fe te ha curado, vete en paz» son Sus palabras. Ellas son apropiadas hasta estos días.
 
  "Le traían todos los que se sentían mal, aquejados de diversas enfermedades y sufriemientos, endemoniados, lunáticos y paralíticos y los curaba" (Mt 4:24)

 Cómo rezar por la sanación

Trae tu enfermedad al Señor que sana y ríndela con fe. Porque Jesús te ama, Él quiere curarte.Una vez que oras por una curación, debes creer en tu corazón que Él ya te ha curado, sea que tú veas la curación ahora o sea más tarde. «Y si sabemos que Él nos escucha en lo que le pedimos, sabemos que hemos obtenido lo que le hayamos pedido.» (1 Jn 5, 15). Una vez que crees que Él te ha curado, debes dar testimonio delante de los otros. Observa la mujer con problemas de sangre. Después de haber sentido el toque sanador del Señor, ella sin titubeos declaró en presencia de toda la gente por qué ella le había tocado, y cómo se había curado ella instantáneamente. (Lc. 8, 47)
 
 Pero pide con fe, sin dudar (Sant 1:6)
 
Reza así:

 Mi Señor Jesús, yo creo que me amas mucho. Te alabo y te rindo culto como mi único Salvador y Maestro. Te pido que cures mi enfermedad, dame una curación completa y hazme libre. Pon tus manos heridas sobre mi cabeza y deja que tu poder sanador se filtre a través de mi cuerpo, deja que mi órgano enfermo experimente el magnífico poder de tu toque sanador. Dame fuerza, Oh Señor, para que pueda ir por tus caminos y llevar a cabo todos mis deberes y obligaciones de acuerdo a tu Santa voluntad. Alabado seas Jesús. Gracias Jesús. Aleluya. (Repite la oración tantas veces como desees) Después de la oración de sanación, debes pasar más tiempo alabando a Jesús y si tienes el don de LENGUAS, úsalo.

 Lee Lc 6, 22-56; Heb 11, 1-40; Hch 3, 1-26; Sal 38.

Oracion con el Padre James Manjackal

Padre James Manjackal

PÍDELE AL SEÑOR QUE TE LLENE CON SU ESPÍRITU
 
Padre en el cielo, te agradezco tu inmenso amor por mí permitiendo que tu Hijo muera en la Cruz por mí, un pecador.
 
Jesús mi Salvador, te agradezco por cargar con mis pecados y maldiciones en Tu Cuerpo sobre la Cruz y enviar tu Espíritu Santo sobre mí.
 
Señor, Espíritu Santo te agradezco por venir a mí y hacerme un hijo de Dios Padre y un hermano de Cristo Jesús.
 
Señor, Espíritu Santo siento mucho los pecados cometidos por no haberme rendido a tu acción poderosa.
 
Me arrepiento de mis pecados.  Acepto a Jesús como el único Señor de mi vida.
 
Dios, Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo, para poder pertenecer enteramente a Ti, yo te consagro ahora, mi cuerpo y mi alma, mi entendimiento y todo mi ser, mis pensamientos y deseos, mis palabras y hechos, mis alegrías y tristezas, mi vida y mi muerte.

Gobierna sobre mí, ¡Oh Espíritu de amor! lléname, santifícame, fortaléceme y guíame.

(Repite la última frase con una fe expectante y creyendo que El está viniendo sobre ti, continúa alabando y dando gracias. Entonces experimentarás al Espíritu viniendo y llenándote y serás capaz incluso de orar en lenguas abriendo tu interior a la gran y maravillosa experiencia del amor de Dios).

Reza a María, Inmaculada Esposa del Espíritu Santo para que te vuelvas a llenar completamente del Espíritu.

Sunday, March 1, 2015

Oración Para Protegerse y Vivir el Combate Espiritual.

Cercado de Jericó


•Lectura de la carta de San Pablo a los Efesios 6, 10 – 20
Ahora, hermanos, fortaleceos en vuestra unión con el Señor y su fuerza poderosa. Protegeos con toda la armadura que habéis recibido de Dios, para que podáis manteneros firmes contra los engaños del diablo. Porque no estamos luchando contra gente de carne y hueso, sino contra malignas fuerzas espirituales del cielo, que tienen mando, autoridad y dominio sobre este mundo lleno de oscuridad. Por eso, tomad toda la armadura que habéis recibido de Dios, para que podáis resistir en el día malo y, después de haberos preparado bien, manteneros firmes.

Así que manteneos firmes, revestidos de la verdad y protegidos por la rectitud. Estad siempre listos para salir a anunciar el mensaje de la paz. Sobre todo, que vuestra fe sea el escudo que os libre de las flechas encendidas del maligno; que la salvación sea el casco que proteja vuestra cabeza, y que la palabra de Dios sea la espada que os da el Espíritu Santo. No dejéis de orar: rogad y pedid a Dios siempre, guiados por el Espíritu. Permaneced alerta, sin desanimaros, y orad por todo el pueblo santo. Orad también por mí, para que Dios me dé las palabras que debo decir, y para que pueda hablar con valor y dar así a conocer el designio secreto de Dios contenido en el evangelio. Dios me ha enviado como embajador de este mensaje por el cual ahora estoy preso. Orad para que yo hable de él sin temor alguno.

• Salmo 90El que vive bajo la sombra protectora
del Altísimo y Todopoderoso,
dice al Señor: “Tú eres mi refugio,
mi castillo, ¡mi Dios, en quien confío!”

Tan solo él puede librarte
de trampas ocultas y plagas mortales,
pues te cubrirá con sus alas
y bajo ellas estarás seguro.
¡Su fidelidad te protegerá como un escudo!
No tengas miedo a los peligros nocturnos,
ni a las flechas lanzadas de día,
ni a las plagas que llegan con la oscuridad,
ni a las que destruyen a pleno sol;
pues mil caerán muertos a tu izquierda
y diez mil a tu derecha,
pero a ti nada te pasará. 

Ciertamente lo habrás de presenciar:
verás a los malvados recibir su merecido.

Ya que has hecho del Señor tu refugio,
del Altísimo tu lugar de protección,
no te sobrevendrá ningún mal
ni la enfermedad llegará a tu casa;
pues él mandará que sus ángeles
te cuiden por dondequiera que vayas.
Te levantarán con sus manos
para que no tropieces con piedra alguna.
Podrás andar entre leones,
entre monstruos y serpientes.

“Yo lo pondré a salvo,
fuera del alcance de todos,
porque él me ama y me conoce.
Cuando me llame, le contestaré;
¡yo mismo estaré con él!
Le libraré de la angustia
y le colmaré de honores;
le haré disfrutar de una larga vida:
¡le haré gozar de mi salvación!”

Wednesday, February 11, 2015

Oración de Sanación de las Heridas Emocionales



Antes que nada, primero busca un lugar tranquilo, cómodo, donde puedas tener un momento de silencio. Ponte en la presencia de Dios invocando a la Santísima Trinidad en la Señal de la Cruz (3 veces): "Padre, Hijo y Espíritu Santo en mi mente. Padre, Hijo y Espíritu Santo en mi Boca. Padre, Hijo y Espíritu Santo en mi corazón"

Ahora es el momento de pedir perdón a Dios por todos tus pecados. Clama al Señor pidiendo para ti, en el nombre de Jesús, la asistencia del Espíritu Santo. Que no haya duda en tu interior, en tu mente, en tu alma, en tu corazón; acerca de la presencia de Jesús Vivo y de su poder sanador hoy.

Inicio de la Oración

Padre Eterno, en el Nombre de tu Hijo Jesucristo me presento delante de ti. Con tu Santo Espíritu, con su Divina Luz ilumíname y descubre Señor las heridas que hay en mi corazón, sáname Señor, en el Nombre de Jesús.

Señor Jesús, que tu misericordia me invada, te doy gracias por mi existencia, tu me haz creado, dígnate Señor acompañarme en el itinerario de mi vida, hoy, desde el comienzo de mi concepción hasta el momento presente.

Sáname Señor de toda herida que haya alcanzado mi corazón emocional, que haya afectado mi sensibilidad, mi memoria, mi imaginación, mi voluntad, mi alma, mi cuerpo, mi ser; libérame de toda atadura, de toda cadena que me tenga esclavo.

Deseo ser libre, Padre Eterno, por tu Santo Espíritu, para poder entregarme alegremente a tu servicio y para ayudar a mis hermanos.

Jesús mi Señor: para Gloria del Padre Eterno, yo me entrego completamente a ti, en mente, cuerpo, alma, espíritu y corazón, con todos mis sentidos, con todo mi ser, con todo lo que soy, con todo lo que hago, con todo lo que tengo, tuyo soy, te pertenezco.

Señor Jesucristo, Tú eres el Hijo de Dios, nacido de la Virgen María; gracias porque entregaste tu vida en la Cruz, y con tu Sangre nos rescataste; haz resucitado y vives con nosotros y quieres llevarnos a tu Gloria Eterna.

Dios de Misericordia y de Bondad, eres Dios de Perdón, porque eres el Amor, te pido perdón por todos mis pecados, de todo corazón.

Padre Eterno por el poder de tu Hijo Jesús, por su Nombre, por su Sangre Redentora y por su Santa Cruz, por el poder de tu Santo Espíritu, por las Heridas de sus manos, de sus pies y de su costado; por la agonía de Cristo en el huerto y en la Cruz, por el Dolor emocional que Cristo padeció viendo el sufrimiento de su Santísima Madre.

Yo te pido Señor, libérame y sáname en las profundidades de mi ser, hasta mis raíces.

Libérame y sáname de todo el mal que hay en mí y que Tú conoces Señor, libera mi inconsciente, libera mi subconsciente, libera mi conciencia, de todo aquello que me haya podido herir, en mi amor, voluntaria o involuntariamente.

Libérame y sana mi espíritu de todo sentimiento egoísta.

Libérame y sana mi espíritu de todo orgullo de autosuficiencia, de juicios temerarios.

Libérame y sana mi memoria Señor; libera y sana mi memoria del recuerdo doloroso, de la historia de todo aquello que ha causado aflicción en mi alma.

Libérame y sáname Señor, de toda duda acerca de tu Amor, de lo que me hace dudar de tu bondad, de tu misericordia con la cual me perdonas.

Libérame y sana mi voluntad, de toda debilidad; Ayúdame Señor a renunciar a lo que sea necesario para poder hacer el bien y rechazar el mal.

Libera mi corazón y sánalo de toda ansiedad, de toda angustia, de todo miedo, temor, de toda fobia que me mantiene encerrado, que me aprisiona.

Ayúdame y libera en mi, Señor, la capacidad para perdonar. A quienes me han hecho daño, consciente o inconscientemente, les perdono de corazón por siempre y sin condición, en el Nombre de Jesús nuestro Señor.

Señor Jesús visita a quienes yo he ofendido; a quienes yo he herido, visítales con Tu Santo Espíritu; a quienes herí con palabras, con gestos, con actos, con ofensas, toca sus corazones y sánales; libérales, para que ellos también me puedan perdonar.

Padre Eterno, sáname y libérame de todo aquello que me ata, por no haberme aceptado así como soy, como nací: con mi sexo y mis rasgos físicos, con mis debilidades, con mis incapacidades, con mi carácter, con mi temperamento, con mi cobardía.

Te doy gracias Señor, por la liberación y sanación que tu me das ahora; gracias por tu Amor, yo se que Tú estas aquí, que haz tocado mi ser; Yo creo en tus promesas Jesús, son verdaderas; haz dicho “Todo lo que pidan al Padre, en mi Nombre, sea lo que fuere, yo lo haré”. En ti confío Padre Eterno, en ti confío Jesús y Espíritu Santo, te alabo Trinidad Santa, te exalto eternamente.

Y a ti, María Santísima, Madre Celestial, gracias, por ser mi Madre intercesora, mi compañía. Alcánzame de Jesús, las misericordias del Cielo. Amén.

---
Fundación Divina Eucaristía

Sunday, January 25, 2015

Oremos con Los Salmos: Súplica de un Enfermo que se Reconoce Culpable – Salmo 38



Oración en la desgracia.—

En el momento de la enfermedad y de la desgracia, el hombre se pone a reflexionar y descubre que su miseria más grande es ser pecador.

2 Señor, no me reprendas en tu enojo, ni me castigues si estás indignado.
3 Pues tus flechas en mí se han clavado, y tu mano se ha cargado sobre mí.
4 Nada quedó sano en mí por causa de tu ira, nada sano en mis huesos, después de mi pecado.
5 Mis culpas llegan más arriba de mi cabeza, pesan sobre mí más que un fardo pesado.
6 Mis llagas supuran y están fétidas, debido a mi locura.
7 Ando agobiado y encorvado, camino afligido todo el día.
8 Mi espalda arde de fiebre y en mi carne no queda nada sano.
9 Estoy paralizado y hecho pedazos, quisiera que mis quejas fueran rugidos.
10 Señor, ante ti están todos mis deseos, no se te ocultan mis gemidos.
11 Mi corazón palpita, las fuerzas se me van, y hasta me falta la luz de mis ojos.
12 Compañeros y amigos se apartan de mis llagas, mis familiares se quedan a distancia.
13 Los que esperan mi muerte hacen planes, me amenazan los que me desean lo peor, y rumian sus traiciones todo el día.
14 Pero yo, como si fuera sordo, no oigo
16 Pues en ti, Señor, espero
17 Yo dije: «Que no se rían de mí, ni canten victoria si vacilan mis pasos».
18 Ahora estoy a punto de caer, y mi dolor no se aparta de mí.
19 Sí, quiero confesar mi pecado, pues ando inquieto a causa de mi falta.
20 Son poderosos mis enemigos sin causa, incontables los que me odian sin razón.
21 Me devuelven mal por bien, y me condenan porque busco el bien.
22 ¡Señor, no me abandones, mi Dios, no te alejes de mí!
23 ¡Ven pronto a socorrerme, oh Señor, mi salvador!

Oremos con los Salmos: Acción de Gracias Después de una Grave Enfermedad – Salmo 30



Te alabaré porque me has librado.—
Nada hay definitivo en esta vida. El Señor alterna para cada uno alegrías y pruebas, según lo necesitemos para crecer en la fe. Muy a menudo nos dejamos sorprender: la prueba nos abate, como si Dios ya no existiera, y cuando vienen los favores de Dios, no nos atrevemos a creer que sea verdad.

2 Te alabaré, Señor, porque me has levantado y muy poco se han reído mis contrarios.
3 Señor, Dios mío, clamé a ti y tu me sanaste.
4 Señor, me has sacado de la tumba, me iba a la fosa y me has devuelto a la vida.
5 Que sus fieles canten al Señor, y den gracias a su Nombre santo.
6 Porque su enojo dura unos momentos, y su bondad toda una vida.
6 Al caer la tarde nos visita el llanto, pero a la mañana es un grito de alegría.
7 Cuando me iba bien, decía entre mí: «Nada jamás me perturbará».
8 Por tu favor, Señor, yo me mantenía como plantado en montes poderosos
9 A ti clamé, Señor, a mi Dios supliqué.
10 «¿Qué ganas si me muero y me bajan al hoyo? ¿Podrá cantar el polvo tu alabanza o pregonar tu fidelidad?
11 ¡Escúchame, Señor, y ten piedad de mí
12 Tu has cambiado mi duelo en una danza, me quitaste el luto y me ceñiste de alegría.
13 Así mi corazón te cantará sin callarse jamás. ¡Señor, mi Dios, por siempre te alabaré!

Oremos Con Los Salmos: Súplica del Enfermo Grave – Salmo 6



2 Señor, no me reprendas en tu ira, ni me castigues si estás enojado.
3 Ten compasión de mí que estoy sin fuerzas
4 Aquí estoy sumamente perturbado, y tú, Señor, ¿hasta cuándo?...
5 Vuélvete a mí, Señor, salva mi vida, y líbrame por tu gran compasión.
6 Pues, ¿quién se acordará de ti entre los muertos? ¿Quién te alabará donde reina la muerte?
7 Extenuado estoy de tanto gemir, cada noche empapo mi cama y con mis lágrimas inundo mi lecho.
8 Mis ojos se consumen de tristeza, he envejecido al ver tantos enemigos.
9 Aléjense de mí, ustedes malvados, porque el Señor oyó la voz de mi llanto.
10 El Señor atendió mi súplica, el Señor recogió mi oración.
11 ¡Que todos mis contrarios se confundan, y no puedan reponerse, que en un instante se aparten, llenos de vergüenza!