Señor mi Dios, ahora que todo es silencio y calma aquí al pie de la cama mi alma se eleva a Tí en oración para decirte;
Oh Padre bueno y amoroso del cielo, Gracias por caminar conmigo durante todo este día. Yo confié en Ti y Tú estás conmigo en todo momento.
Yo confio que el Espíritu Santo esta dentro de mí. Gracias por todas tus bendiciones que has derramado sobre mí y mis hermanas/nos.. (Pronuncia sus nombres y por cada uno has la Señal de la Cruz) Amén.
Hoy he estado bajo tu mirada durante todo este día y quiero depositar a los pies de tu Hijo amado Jesucristo, todo lo que hoy viví...
Pongo a tus pies las dificultades y problemas, las desesperanzas, las iras, resentimientos, rencores, las mentiras de mi parte u otros, los engaños, los errores y pecados cometidos durante todo este día, no quiero acostarme ahora y conciliar el sueño sin estar reconciliado contigo Oh Señor Jesús, con mi prójimo y conmigo mismo.
Pido perdón por todo esto, perdóname por los daños que ocasioné, por los resentimientos y rencores, por esa debilidad, por esa caída y falta de amor.
Señor Jesucristo, todos estos pecados quedan atados y amordazados en tu Nombre, lo deposito todo a tus pies.
Yo.. (di tu nombre) me purifico en mi interior con la Sangre preciosa de mi Señor Jesucristo.
(Usar sacramental, ponte aceite bendito en tu frente +, o agua bendita)
Purifico mi interior, mente, cerebro, células, pensamiento, imaginación, voluntad, entendimiento y memoria. Que no quede en mi interior daño alguno y que en mí solamente esté el Espíritu de Paz, Salud y Amor. Y así pueda yo servirte a Tí Señor, mejor sano que enfermo.
Si sientes la necesidad de perdonar entonces has la siguiente oración:
Señor Jesús, te pido la gracia de poder perdonar, dame las fuerzas necesarias así como Tú perdonaste a los que te lastimaron en la Cruz, ya no quiero tener este peso en mi corazón, te lo entrego, toca mi corazón, sana mis heridas emocionales y los recuerdos dolorosos.
En tu Nombre yo perdono a.. (di su nombre) porque él (ella) me ha lastimado, ofendido, humillado, le perdono lo que me hizo. Lo entrego a tu presencia para que tu Señor lo juzgues y reprendas según tu gran bondad.
Tomo en mí la espada del Espíritu Santo para destruir toda maldición y daño alguno de mal. Cubro y protejo con la Sangre preciosa de mi Señor Jesucristo todo mi ser, Cuerpo, Alma y Espíritu. Y mi exterior de cabeza a pies.
Señor Jesucristo no permitas ningún daño sobre mi familia y sobre mí.
En tu Nombre queda atado y amordazado todo espíritu de mal, ataque, división, contienda, maldición, enfermedad, insomnio. Destruyo y nulifico su poder y lo deposito en tu presencia y los mando cautivos a tus pies Cristo Jesús. Prohíbo toda acción e interacción y toda comunicación e intercomunicación de todo espíritu de mal.
Que venga a este hogar y en mí, el Espíritu de paz, salud y amor.
La bendición de Dios Padre, Hijo y del Espíritu Santo, se derrame sobre nosotros. Sello en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo esta oración y protección. Envía Señor a tus Ángeles del cielo para que nos cuiden y sean los guardianes de nuestra vida.
Te doy las gracias Padre mío porque has sido como una madre a lo largo de estas horas, me has cobijado durante todo este día, invisible, cariñoso, envolvente, dándome amor y Misericordia, me has cuidado.
Vela sobre mí Padre amadísimo mientras duermo.
Que tu paz me inunde, no como el mundo la da, sino como Tú Señor nos la prometiste en tu Palabra, esa paz que produce bienestar, salud, amor y servicio incondicional.
Sello por la Sangre preciosa de Cristo esta oración y la presencia del Espíritu Santo me posea, enseñe e instruya mientras duermo como un niño feliz entre tus brazos Padre Amado. Bendito y Alabado seas Amén, Amén, Amén.
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