Friday, April 12, 2013

Momentos de la Santa Misa I

RITOS INICIALES

Entrada - Señal de la cruz - Saludo - Acto penitencial - Gloria - Oración colecta.

La entrada solemne del celebrante y sus ministros al templo supone, requiere y hace efectiva la asamblea ya reunida. Con ella y por ella, Cristo está presente. El reunirnos es una actitud profunda que debemos vivir en la Misa; somos el Pueblo de Dios convocado; es Jesús el que nos ha invitado a juntarnos. La Misa empieza en este momento y toda ella es un solo acto. Por eso, la gente que llega tarde rompe la unidad y quita a Dios algo que es de Él y de su Iglesia.

Mientras el sacerdote entra, comienza el canto de entrada. "La finalidad de este canto es abrir la celebración, fomentar la unión entre los presentes e introducir los espíritus en el misterio del tiempo litúrgico o de la fiesta, ya acompañar la procesión..." (Instrucciones generales del Misal Romano, Capítulo II, Nº 25)
[Saludo] 
Durante el canto, el celebrante saluda al altar. Puede hacerlo mediante un beso y, en ocasiones especiales, perfumándolo con incienso. Estos son signos de veneración a Cristo, a quien el altar simboliza. Luego el sacerdote saluda a la asamblea comenzando con la Señal de la cruz. Este saludo expresa en primer lugar la relación de comunión entre la asamblea y el sacerdote, y en segundo lugar, el Espíritu en que se sienten unidos y se reúnen.
[Acto penintencial] 
Luego sucede el acto penitencial, que puede hacerse de diversas formas. Luego de un momento de silencio, se canta o recita el "Señor ten piedad" o el "Yo confieso". El sacerdote termina con una absolución para todos. Éste es un rito de purificación, de reconciliación con Dios y los hermanos para poder encontrarnos sin que nos separe el pecado.


El Gloria es un himno de alabanza. Un canto de la asamblea de antigua tradición, una oración modelo que proclama la salvación en Cristo Jesús, da gracias al Padre, y suplica a Dios Trinidad. Nos hace empezar cantando nuestra actitud interior de admiración, gratitud, confianza y súplica.
El Rito Inicial culmina con la oración de la asamblea u oración colecta. Esta oración se llama así porque recolecta las intenciones individuales en una sola oración que se convierte en la oración de la Iglesia. Por eso el sacerdote la dice en plural en nombre de toda la comunidad y se responde Amén.

LITURGIA DE LA PALABRA  

Primera Lectura - Salmo Responsorial - Segunda Lectura - Aleluia - Evangelio - Homilía - Credo - Oración universal

En la Liturgia de la Palabra, Dios se hace presente y habla a su pueblo. Cristo, antes de hacerse alimento para el cuerpo, se hace palabra para el alma. Se presenta y se vive la proclamación de la Palabra como un acontecimiento actual. Se actualiza la fuerza de la revelación y salvación de Dios.
Los días de fiesta y los domingos se leen dos lecturas. La primera es del Antiguo Testamento y la segunda es del Nuevo Testamento. Los días de semana se lee una única lectura. El Salmo Responsorial y el Evangelio nunca se suprimen.

El Salmo Responsorial pone en práctica dos acciones: escuchar y responder. Por eso se llama "responsorial". El salmo es el canto más importante de la Liturgia de la Palabra. No es un simple canto de meditación, sino que forma parte [Lectura del evangelio]de la Biblia (Antiguo Testamento). Es inspirado por Dios.
El Evangelio se saluda con una aclamación que en hebreo significa "Gloria al Señor", y es el Aleluia. La Iglesia lo conservó como una aclamación de alegría. El Aleluia tiene por sí mismo el valor de rito o acto con el que la asamblea recibe y saluda al Señor que va a hablarles.

Evangelio significa "buena noticia". Su proclamación está a cargo del celebrante o de un diácono. Si bien todas las lecturas son Palabra de Dios, esta lectura es particularmente Palabra de Cristo. Él se hace presente para hablarnos. Inmediatamente sigue la Homilía. Tiene por finalidad explicar la Palabra de Dios proclamada en las lecturas y actualizar su mensaje para poder confrontar nuestra vida con ella.

Luego rezamos juntos confesando y proclamando nuestra fe en el Credo. Allí está resumido todo lo que creemos los cristianos católicos. Por eso también se lo llama símbolo o profesión de fe.

"En la Oración Universal u Oración de los Fieles, el pueblo, ejerciendo su función sacerdotal, ruega por todos los hombres" (Instrucciones generales del Misal Romano, Capítulo II, Nº 45). En nuestras celebraciones hay muchos tipos de oraciones por nosotros, pero ésta es una oración de intercesión por los demás; de mediación. Ponemos delante de Dios nuestra historia con sus fallas y urgencias.

No comments:

Post a Comment

Deja Tu Comentario: