Monday, December 1, 2014

Comienza el Adviento



El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico, empieza el domingo más próximo al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre. Son los cuatro domingos anteriores a la Navidad y forma una unidad con la Navidad y la Epifanía.

El término "Adviento" viene del latín adventus, que significa venida, llegada. El color usado en la liturgia de la Iglesia durante este tiempo es el morado. Con el Adviento comienza un nuevo año litúrgico en la Iglesia, 

El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor.
Se puede hablar de dos partes del Adviento:

Primera Parte

Desde el primer domingo al día 16 de diciembre, con marcado carácter escatológico, mirando a la venida del Señor al final de los tiempos;

Segunda Parte

Desde el 17 de diciembre al 24 de diciembre, es la llamada "Semana Santa" de la Navidad, y se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo en las historia, la Navidad.

Las lecturas bíblicas de este tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del profeta Isaías (primera lectura), también se recogen los pasajes más proféticos del Antiguo Testamento señalando la llegada del Mesías. Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret son los modelos de creyentes que la Iglesias ofrece a los fieles para preparar la venida del Señor Jesús.

Monday, November 24, 2014

Milagros Eucaristicos 1 Padre Carlos Cancelado.

Las Florecillas de San Francisco Capitulo XIV



En los comienzos de la Orden, estaba una vez San Francisco reunido con sus compañeros en un eremitorio hablando de Cristo; en esto, impulsado por el fervor de su espíritu, mandó a uno de ellos que, en nombre de Dios, abriese la boca y hablase de Dios como el Espíritu Santo le inspirase. Obediente al mandato recibido, el hermano habló de Dios maravillosamente; San Francisco le impuso silencio, y mandó lo mismo a otro; éste obedeció, a su vez, y habló de Dios con mucha penetración; San Francisco le impuso silencio de la misma manera y mandó al tercero que hablase de Dios; también éste comenzó a hablar tan profundamente de las cosas secretas de Dios, que San Francisco conoció que, al igual que los otros dos, hablaba bajo la acción del Espíritu Santo.

Y esto quedó demostrado, además, por una señal expresa, porque, mientras se hallaban en esa conversación, apareció Cristo bendito en medio de ellos con el aspecto y figura de un joven hermosísimo, y, bendiciéndoles a todos, los llenó de tanta dulcedumbre, que todos quedaron al punto fuera de sí y cayeron a tierra como muertos, ajenos totalmente a las cosas de este mundo. Cuando volvieron en sí, les dijo San Francisco:

-- Hermanos míos amadísimos, dad gracias a Dios, que ha querido, por la boca de los sencillos, revelar los tesoros de la divina sabiduría, ya que Dios es quien abre la boca a los mudos y hace hablar sabiamente a los sencillos.

En alabanza de Cristo. Amén.

Las Florecillas de San Francisco. Capítulo XIII




Cómo San Francisco y el hermano Maseo
colocaron sobre una piedra, junto a una fuente,
el pan que habían mendigado,
y San Francisco rompió en loores a la pobreza.

El admirable siervo y seguidor de Cristo messer San Francisco, para conformarse en todo perfectamente a Cristo, quien, como dice el Evangelio, envió a sus discípulos de dos en dos a todas las ciudades y lugares a donde Él debía ir, una vez que, a ejemplo de Cristo, hubo reunido doce compañeros, los mandó de dos en dos por el mundo a predicar. Y para darles ejemplo de verdadera obediencia, se puso el primero en camino, a ejemplo de Cristo, que comenzó a obrar antes que a enseñar. Habiendo asignado a los compañeros las otras partes del mundo, él tomó al hermano Maseo por campanero y se dirigió a tierras de Francia (3).

Al llegar un día muy hambrientos a una aldea, fueron, según la Regla, a pedir de limosna el pan por amor de Dios. San Francisco fue por un barrio y el hermano Maseo por otro. Pero como San Francisco era de aspecto despreciable y pequeño de estatura (4), por lo que daba la impresión, a quien no le conocía, de ser un pordiosero vil, no recogió sino algunos mendrugos y desperdicios de pan seco. Al hermano Maseo, en cambio, por ser tipo gallardo y de buena presencia, le dieron buenos y grandes trozos, y aun panes enteros.

Tuesday, November 11, 2014

YO EN LA CAMA, TU EN LA CRUZ.



¡Jesús, Jesús! Yo en la cama y Tu en la cruz.

Yo en la cama, acostado; Tu en la cruz, clavado.

Yo, la cabeza en blanda almohada; Tu, la tuya, de espinas coronada.

Yo, quejándome; Tu, animándome.

Yo, sin pensar que mis dolores unidos a los Tuyos, tienen un valor infinito.

Tu, anhelando sufrir más para pagar nuestros pecados.

Jesús, Jesús, yo en la cama y Tu en la cruz.

Jesús, creo en ti. Jesús, espero en ti. Jesús, voy a ti.

CREO EN TI



Cuando llega la dificultad y las pruebas, en los momentos de angustia, de duda o enfermedad, es bueno decir al Señor que seguimos creyendo en El.

1. Señor, Tu siempre me has dado la fuerza necesaria y aunque débil, creo en Ti.

2. Señor, Tu siempre me has dado la paz de cada día y aunque angustiado, creo en Ti.

3. Señor, Tu siempre me has guardado en la prueba y aunque estoy en ella, Creo en Ti.

4. Señor, Tu siempre has alumbrado Mis tinieblas y aunque no tengo luz, creo en Ti.

ACEPTACIÓN DE LA ENFERMEDAD I



Señor Jesús, la enfermedad ha llamado a la puerta de mi vida: una experiencia dura, una realidad difícil de aceptar. No obstante, te doy gracias por esta enfermedad: me ha hecho tocar con la mano la fragilidad y la precariedad de la humana existencia. Ahora miro todo con otros ojos: lo que soy y lo que tengo, no me pertenece, es un don tuyo. He descubierto qué quiere decir depender, tener necesidad de todo y de todos, no poder hacer nada solo.

He vivido la soledad y la angustia, también el afecto y la amistad de tantas personas.

¡Señor!, aunque me es difícil, repito: "¡Hágase tu voluntad!".

Te ofrezco mis sufrimientos y los uno a los de Cristo Crucificado.

Bendice las personas que me asisten y las que sufren por mí. Amén.

ACEPTACIÓN DE LA ENFERMEDAD II




Ayúdame, Señor, a obtener el fruto espiritual que Tú pretendes con esta enfermedad que me has enviado. Haz que comprenda que las enfermedades del cuerpo me ayudan a conseguir un conocimiento más perfecto del mismo, a desprenderme de todo lo creado y me invitan mediante la espontánea reflexión que trae consigo, sobre la brevedad de la vida, a trabajar con más empeño y seriedad en preparar mi alma para la vida futura donde no existe ni enfermedad ni pena, sino el eterno gozo de tu compañía.


Ayúdame, Señor, a obtener el fruto espiritual que Tú pretendes con esta enfermedad que me has enviado. Haz que comprenda que las enfermedades del cuerpo me ayudan a conseguir un conocimiento más perfecto del mismo, a desprenderme de todo lo creado y me invitan mediante la espontánea reflexión que trae consigo, sobre la brevedad de la vida, a trabajar con más empeño y seriedad en preparar mi alma para la vida futura donde no existe ni enfermedad ni pena, sino el eterno gozo de tu compañía.

ORACIÓN POR UN ENFERMO



Señor Jesús, aquel (aquella) a quien amas está enfermo (a). Tú lo puedes todo; te pido humildemente que le devuelvas la salud. Pero, sin son otros tus designios, te pido le concedas la gracia de sobrellevar cristianamente su enfermedad.

En los caminos de Palestina tratabas a los enfermos con tal delicadeza que todos venía a ti, dame esa misma dulzura, ese tacto que es tan difícil de tener cuando se esta sano.

Que yo sepa dominar mi nerviosismo para no agobiarle, que sepa sacrificar una parte de mis ocupaciones para acompañarles, si es su deseo.
Yo estoy lleno de vida, Señor, y te doy gracias por ello. Pero haz que el sufrimiento de los demás me santifique, formándome en la abnegación y en la caridad. Amén.

Oración Para Antes de Dormir




Padre mío, ahora que las voces se silenciaron
y los clamores se apagaron, aquí al pie de la cama
mi alma se eleva hasta Tí, para decirte:
Creo en Tí, espero en Tí, te amo con todas
mis fuerzas, Gloria a Tí Señor.

deposito en tus manos, la fatiga y la lucha,
las alegrías y desencantos de este día
que quedó atrás.

Si los nervios me traicionaron, si los impulsos
egoístas me dominaron, si di entrada al rencor
o a la tristeza, ¡Perdón, Señor!. Ten piedad de mí.

Si he sido infiel, si pronuncié palabras vanas,
si me dejé llevar por la impaciencia.
Si fui espina para alguien ¡Perdón, Señor!.
No quiero esta noche entregarme al sueño, sin sentir
sobre mi alma la seguridad de tu misericordia,
tu dulce misericordia, enteramente gratuita, Señor.

Te doy gracias, Padre mío, porque has sido la sombra
fresca que me ha cobijado durante todo este día.
Te doy gracias porque, invisible, cariñoso, envolvente,
me has cuidado a lo largo de estas horas.

Señor, a mi alrededor ya todo es silencio y calma.
Envía el ángel de la paz a esta casa. Relaja mis nervios
sosiega mi espíritu, suelta mis tensiones,
inunda mi ser de silencio y serenidad.

Vela sobre mí, Padre querido, mientras me entrego
confiado al sueño, como un niño que duerme
feliz entre tus brazos.

En tu nombre Señor, descansaré tranquilo.
Amén.

Thursday, November 6, 2014

Testimonio del Padre Jordi Rivero



Era yo un joven estudiante de ingeniería cuando mi madre me invitó a un grupo de oración. La primera visita fue una gran sorpresa. Los cantos de alabanza, el gozo, los brazos elevados hacia el cielo y el entusiasmo por la Palabra de Dios. Era evidente que aquellas personas creían en un Dios vivo que se manifestaba entre ellos. Se oraba por los enfermos, con frecuencia se cantaba y rezaba en unas lenguas extrañas según el don de lenguas. 

Algunas personas dieron sus testimonios de curación o de favores recibidos. Otra experiencia nueva para mi fue escuchar palabras dichas en nombre de Dios: “Hijos míos les amo”, “Hijos míos quiero un pueblo fiel y obediente”. Sabía que eran mensajes bíblicos, pero todos los escuchaban concientes que son mensajes dirigidos a nosotros ahora y le daban gracias a Dios.

Pregunté si eran católicos y sonriendo me dijeron “¡claro!”. Yo no estaba muy convencido hasta que me demostraron que ese mismo año (1975) habían celebrado una gran conferencia en Roma y el Papa les había concedido celebrar la Santa Misa en el altar mayor de San Pedro presidida por el Cardenal Suenens.  

Monday, November 3, 2014

Sexualidad Cristiana: El SIDA y su Prevención

En el envase de los preservativos, en la publicidad y en los lugares donde éstos se distribuyen, una advertencia que diga que el preservativo no es seguro


Por: Entrevista al Cardenal Alfonso Lópéz Trujillo | Fuente: Radio Vaticano





¿Podría usted establecer establecer su posición tal como lo explicó en la BBC respecto a la ineficacia del uso de preservativos para prevenir la difusión del SIDA?

Mis afirmaciones en una reciente entrevista con la BBC de Londres, en el programa Panorama, hablando del uso de la contracepción para prevenir la difusión del SIDA, trataban de establecer lo siguiente.
Imaginaba que este asunto era mejor conocido, y me sorprendí con algunas de las reacciones. Es aún más curioso porque el programa no ha sido aún retransmitido. El asunto del “sexo seguro” ha sido tratado en varios estudios científicos. Entre mis preocupaciones estaba la intención de no engañar a la gente, especialmente a la juventud, haciéndolos pensar que es “seguro”, cuando de hecho eso aún no ha sido probado. ¿Cuántos jóvenes han tomado el camino de la promiscuidad, presionados por la falsa hipótesis, y han caído víctimas de esta pandemia? ¡Es una responsabilidad muy seria!

Acompañar al Enfermo en su Dolor


Un hasta luego que nos hará sentir que no fue tiempo perdido el que pasamos junto a él


Por: Fernando Pascual | Fuente: Catholic.net




Acompañar al enfermo en su dolor
Cada hombre enfermo toca nuestro corazón de un modo particular. La mayoría experimenta compasión, un profundo deseo de asistir o acompañar a quien sufre, a quien vive la experiencia de la incapacidad, del dolor, tal vez la desesperación y la amargura.

El dolor de otros nos afecta a todos. Querríamos aliviarlo, ayudarle a encontrar caminos para curarlo, u ofrecerle medios para una rápida recuperación. Querríamos que el enfermo no quedase abandonado a su suerte. Querríamos que pudiese encontrar maneras para seguir en la vida de un modo más o menos autosuficiente, libre, indoloro.

A veces no podemos hacer casi nada para que regrese la deseada salud, pero sí mucho para mostrar nuestro afecto y cercanía. Eso ya es mucho. A veces basta con estar allí, a su lado. Con una palabra oportuna, o con la sonrisa de siempre; con un chiste, o con el recuerdo de momentos más felices, más buenos.

Friday, October 17, 2014

El Dolor Que Santifica



Muchas veces te habrás preguntado por qué ciertas personas permanecen años y años sufriendo, sin morir. A primera vista, parece que no tiene sentido el sufrimiento de esas personas inválidas o ancianas que, lentamente, se van consumiendo entre dolores y privaciones.

La fe, por consiguiente, es la que te da la respuesta.

La Pasión de Jesucristo viene a dar un sentido nuevo al dolor. A partir de la Cruz, el sufrimiento se vuelve redentor. Nos santifica a nosotros y a los demás. En vista de la eternidad, nuestra vida es comparada al “al soplo del viento que pasa”, y por eso todo sufrimiento es pasajero cuando recordamos los tesoros infinitos que Dios reservó para el que Él ama.

Los justos serán probados por Dios, dice la Escritura, y el dolor los purificará de sus pecados, llegando a ser semejantes a Cristo.

“Los probo, como se prueba el oro en el crisol

donde se funde el metal,

Y los aceptó como víctimas

consumidas por el fuego.”

(San 3,6)

La persona que sufre por mucho tiempo y sabe aceptar con amor sus sufrimientos, no solamente se santifica a sí misma sino que, además, engrandece el Cuerpo de Cristo y hace que la Iglesia de los hermanos en la fe crezca abundantemente.

Citas de la Biblia Para Los Enfermos



Para quien cree en Cristo, las penas y los dolores de la vida presente son signos de gracia y no de desgracia, son pruebas de la infinita benevolencia de Dios, que desarrolla aquel designio de amor, según el cual, como dice Jesús, el sarmiento que dé fruto, el Padre lo podará, para que dé más fruto. (Jn 15, 2) (Pablo Vl, Hom. 5-X-197.)

Valor redentor del dolor: 2 Cor.

Misterio del dolor: Job 42, 1-6.

Coger la Cruz y seguir a Cristo: Lc 9, 23.

El sufrimiento de aquí abajo no tiene proporción con la gloria del cielo: 2 Cor 4, 17.

En el "mundo nuevo" no habrá ya dolor, ni pena: Apoc 7, 17; 21, 4.

Oración de un afligido: Salmo 102

El Señor es mi pastor: Salmo 23

Paciencia y confianza: Eclesiástico 2:2-6.

"¡Ten confianza en el Señor! ¡Ten valor, no te desanimes! ¡Sí, ten confianza en el Señor!" Salmo 27:14

"Pero tú Señor, eres mi escudo protector, eres mi Gloria, eres quien me reanima." Salmo 3:4

"Tú Señor, eres mi fuerza; ¡yo te amo! Tú eres mi protector, mi lugar de refugio, mi libertador, mi Dios, la roca que me protege, mi escudo, el poder que me salva, mi más alto escondite". Salmo 18: 1-3

"Señor, mi protector, a ti clamo. No te niegues a responderme, ya puedo contarme entre los muertos. Oye mis gritos cuando te pido ayuda, cuando extiendo mis manos hacia tu santo templo….¡Bendito sea el Señor, que ha escuchado mis ruegos! El Señor es mi poderoso protector; en él confié plenamente y él me ayudó. Mi corazón está alegre; cantaré y dare gracias al Señor." Salmo 28 : 1-2, 6-7

"Bendito sea el Señor, que con su amor hizo grandes cosas por mí en momentos de angustia. En mi inquietud llegué a pensar que me habías echado de tu presencia; pero cuando te pedí ayuda, tú escuchaste mis gritos." Salmo 31 : 21-22

"Recurrí al Señor y él me contestó, y me libró de todos mis temores. Los que miran al Señor quedan radiantes de alegría y jamás se verán defraudados. Este pobre gritó y el Señor lo oyó y lo libró de todas sus angustias. El angel del Señor protege y salva a los que honran al Señor." Salmo 34: 4-7

"¿Por qué voy a desanimarme? ¿Por qué voy a estar preocupado? Mi esperanza he puesto en Dios, a quien todavía seguiré alabando. ¡El es mi Dios y Salvador!" Salmo 42:5

"Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; nuestra ayuda en momentos de angustia. Por eso no tendremos miedo, aunque se deshaga la tierra, aunque se hundan los montes en el fondo del mar, aunque ruja el mar y se agiten sus olas, aunque tiemblen los montes a causa de su furia." Salmo 46: 1-2

"Cuando tengo miedo confío en ti. Confío en Dios y alabo su palabra; confío en Dios y no tengo miedo." Salmo 56:3-4

"Yo canto al Señor, que me da fuerzas. ¡Él es mi Salvador!" Salmo 118: 14

"A ti clamo, Señor, y te digo: ‘Tú eres mi refugio; tú eres todo lo que tengo en esta vida. Presta atención a mis gritos, porque me encuentro sin fuerzas." Salmo 142: 5-6

"He aprendido a hacer frente a cualquier situación, lo mismo a estar satisfecho que a tener hambre, a tener de sobra que a no tener nada. A todo puedo hacerle frente, gracias a Cristo que me fortalece." Filipenses 4: 12-13

"Por eso no nos desanimamos. Pues aunque por fuera nos vamos deteriorando, por dentro nos renovamos día a día. Lo que sufrimos en esta vida es cosa ligera, que pronto pasa; pero nos trae como resultado una Gloria eternal mucho más grande y abundante. Porque no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve, ya que las cosas que se ven son pasajeras, pero las que no se ve son eternas. Nosotros somos como una casa terrenal, como una tienda de campaña no permanente; pero sabemos que si esta tienda se destruye, Dios nos tiene preparada en el cielo una casa eternal, que no ha sido hecha por manos humanas." 2 Corintios 4: 16-18, 5: 1-2.

"Dios ha preparado para los que lo aman cosas que nadie ha visto ni oído, y ni siquiera pensado." 1 Corintios : 9

Textos Sobre la Enfermedad y el Sufrimiento



Presencia del dolor y de la enfermedad en el mundo

Cinco son las causas de las enfermedades que afligen a los hombres: la de aumentar sus méritos, como aconteció con Job y los mártires; la de conservar su humildad, de lo que es ejemplo San Pablo combatido por Satanás (2 Cor 12); que conozcamos nuestros pecados y nos enmendemos, como sucedió a María hermana de Moisés (Num 12) y al paralítico de Cafarnaun (Mc 2, Iss.); para mayor gloria de Dios, como ocurrió con el ciego de nacimiento (Jn 9) y con Lázaro (Jn 11); y la que es un principio de condenación, como ocurrió con Herodes (Hech 12) y con Antioco (2 Rey 9) (San Beda, en Catena Aurea, vol. IV, p. 55).

Vosotros tenéis que desarrollar una tarea altísima, estáis llamados a completar en vuestra carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia (Col 1, 24). Con vuestro dolor podéis afianzar a las almas vacilantes, volver a llamar al camino recto a las descarriadas, devolver serenidad y confianza a las dudosas y angustiadas. Vuestros sufrimientos, si son aceptados y ofrecidos generosamente en unión de los del Crucificado, pueden dar una aportación de primer orden en la lucha por la victoria del bien sobre las fuerzas del mal, que de tantos modos insidian a la humanidad contemporánea. En vosotros, Cristo prolonga su pasión redentora. ¡Con Él, si queréis, podéis salvar el mundo! (Juan Pablo 11, Turin, 13-lV-1980).

Los enfermos y la mortificación

Sunday, October 5, 2014

Oración de Sanación



Padre todopoderoso y lleno de misericordia, por el poder que me concede tu Palabra, expulsa de mí toda enfermedad. 

Restaura la fuerza en mi cuerpo y el gozo a mi espíritu, de modo que con mi salud restaurada, pueda bendecirte y servirte ahora y siempre. Bendito y alabado seas por siempre!.

Amen.

Oración Sanadora de Renuncia



Querido Señor Jesús, es mi voluntad ofrecerte todo lo que soy y todo lo que quiero ser. Te abro todos los rincones de mi corazón e invito a tu Espíritu Santo a que habite en mi interior.

Te ofrezco mi vida, mi corazón, mi mente, mi cuerpo, mi alma, mi espíritu, todas mis esperanzas, planes y sueños. Te entrego mi pasado, presente y futuro, mis hábitos, mis defectos de carácter, mis actitudes, mi sustento, mis bienes, mis finanzas, mi seguro médico, mi trabajo y todas mis relaciones. 

Te entrego mi salud, mis discapacidades, mi aspecto físico, mi hogar, mi familia, mi matrimonio, mis hijos, mi sexualidad y mis amistades. Te pido que seas el Señor de cada aspecto de mi vida. Te ofrezco mis heridas, dolores, preocupaciones, ansiedades y miedos, y te pido que me limpies.

Entrego todo a tu amoroso cuidado. Por favor, Señor, háblame claramente. Abre mis oídos para escuchar tu voz. Abre mi corazón para tener una comunión contigo aun más íntima. Necesito desesperadamente sentir tu abrazo cariñoso. Cierra las puertas que necesitan ser cerradas y abre las puertas que deben ser abiertas. Pon mis pies en el camino recto y estrecho que conduce a la vida eterna. Amén.

Salmo 51



Ten compasión de mí, oh Dios, conforme a tu gran amor; conforme a tu inmensa bondad, borra mis transgresiones. Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado.

Yo reconozco mis transgresiones; siempre tengo presente mi pecado. Contra ti he pecado, sólo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; por eso, tu sentencia es justa, y tu juicio, irreprochable. Yo sé que soy malo de nacimiento; pecador me concibió mi madre.

Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo; en lo secreto me has enseñado sabiduría. Purifícame con hisopo, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve. Anúnciame gozo y alegría; infunde gozo en estos huesos que has quebrantado. Aparta tu rostro de mis pecados y borra toda mi maldad.

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me alejes de tu presencia ni me quites tu Santo Espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación; que un espíritu obediente me sostenga.

Oración de Sanación (Isaías 53)




Precioso Señor Jesús, te agradezco tu amor eterno. Viniste al mundo para liberarme del poder de las tinieblas. Abrazaste una muerte violenta en la cruz para pagar mis culpas. Sufriste azotes atado a la columna, cargaste así sobre tu propia carne las enfermedades de la humanidad, para que yo pudiese ser sanado.

Ahora vengo ante Ti para poner todo mi pecado sobre tu cruz y pedir que tu sangre preciosa me lave. Pongo en la cruz la culpa por mi maldad, todas mis enfermedades, y por tu dolorosa pasión te pido que me liberes. Acepto tu sacrificio y recibo el regalo de la reconciliación. Confieso tu Señorío sobre cada aspecto de mi vida, corazón, mente, cuerpo, alma y espíritu.

Por el poder de tu cruz, Señor Jesús, resisto ahora toda forma de pecado y de enfermedad causados por mi propia desobediencia. Proclamo que ellas no forman parte de la buena y perfecta voluntad de Dios para mi vida y hago cumplir el poder de la cruz sobre ellas ahora mismo.

Por la Sangre del Señor Jesucristo de Nazaret que fue derramada, ordeno a toda enfermedad y dolencia que se alejen de mi presencia inmediatamente. Jesús cargó mis enfermedades y dolores. Él fue herido por mis transgresiones. Por sus Llagas fui sanado. Ninguna enfermedad, dolor, muerte, miedo o adicción me dominará jamás otra vez. La pena se ha pagado por completo. He sido rescatado y redimido, santificado y liberado. Amén.

la Oración de Intercesión




la oración de  intercesión es el acto de orar en favor de otros. El papel del mediador en la oración era común en el Antiguo Testamento (como con Abraham, Moisés, David, Samuel, Ezequías, Elías, Jeremías, Ezequiel y Daniel). Pero Cristo es señalado en el Nuevo Testamento como el intercesor fundamental: y es por ello que toda la oración cristiana se convierte en intercesora, puesto que es ofrecida a Dios por y a través de Cristo. 

Jesús cerró la brecha entre Dios y nosotros cuando Él murió en la cruz. Él fue el más grande mediador (intercesor) que haya existido. Por esta causa, ahora podemos interceder en oración a favor de otros cristianos, o por los perdidos, pidiendo a Dios que les conceda arrepentirse de acuerdo a Su voluntad. “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.” (1 Timoteo 2:5). “¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.” (Romanos 8:34).

Pregunta: ¿Es Lícito Dar Calmantes a un Enfermo Dejándolo Inconsciente?



Estimado Padre: Nuestra anciana madre está enferma desde hace años, y ha entrado ya en una etapa que los médicos consideran terminal. Sus dolores son realmente enormes y los calmantes que le suministran hace sólo un mínimo efecto; ella no está consciente la mayor parte del tiempo desde hace meses. A nosotros nos causa mucha pena verla sufrir tanto, y los médicos que la atienden nos han sugerido que habría que aumentar la dosis de las drogas que recibe para calmarla y mantener esta medicación hasta que Dios la llame, pero esto la llevaría a perder definitivamente la conciencia y nosotros, sus hijos, estamos perplejos. ¿Es lícito hacer esto? Algunos de mis hermanos dicen que no ven problema; pero yo no estoy seguro. ¿Me podría orientar para tomar una decisión correcta?

Responde el Padre Miguel A. Fuentes, IVE



Estimada:

El problema del uso de analgésicos que adormecen la conciencia y la licitud de su uso ya le fue planteada al Papa Pío XII a fines de los años ’50. El dilema se plantea porque, como usted dice, por un lado se produce la mitigación del dolor, pero esto sucede en muchos casos a costa de la duración de la vida, que con ello se abrevia 1.

Monday, September 29, 2014

Temas de Interes: Diferencia Entre Tristeza y Depresión.




Por la  Psic. Silvia Russek

Es importante reconocer la diferencia entre la tristeza y la depresión, porque con frecuencia podemos confundirlas. Cuando esto sucede, no las manejamos adecuadamente y nuestro sufrimiento crece.

¿Qué piensas de la tristeza?

¿La aceptas como parte de la vida?

"No puedes evitar que los pájaros de la tristeza vuelen sobre ti, pero debes evitar que aniden en tu cabello". Proverbio chino

Esta sección te ayuda a:

1.- Entender y aceptar la tristeza.
2.- Saber qué hacer.

La tristeza.

¿Qué haces cuando te sientes triste?
¿Consideras la tristeza como algo negativo?
¿Sabes la diferencia entre tristeza y depresión?

Con frecuencia pensamos que:

La tristeza es una emoción negativa que tenemos que evitar a toda costa.

No nos gusta que la gente se dé cuenta de que estamos tristes, porque nos sentimos mal, de sentirnos mal.

Es un signo de debilidad.

Este tipo de pensamiento se relaciona más con los hombres que con las mujeres.

Si estamos tristes, estamos deprimidos.

La diferencia entre tristeza y depresión está únicamente en la intensidad.

Esto no es así.

Friday, September 26, 2014

Cristologia: La Biblia Enseña Que Jesucristo Está Verdaderamente Presente en la Eucaristía


por Hno. Pedro Dimond

Juan 6, 53: “Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo, si no coméis de la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros”.

Jesucristo en la Última Cena y los doce apóstoles
Jesucristo y los doce apóstoles durante la Última Cena

Los protestantes no creen que la Eucaristía es el verdadero cuerpo, sangre, alma y divinidad de Jesucristo. Los católicos creen, que después de la consagración en la Misa, “el Señor Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, está verdadera, real y sustancialmente contenido” en la Eucaristía bajo las apariencias del pan y del vino (Concilio de Trento, decreto sobre la eucaristía). La creencia católica de la Eucaristía fue unánimemente sostenida durante los primeros 1500 años del cristianismo. El fundamento bíblico de la enseñanza católica sobre la Eucaristía es contundente e innegable.

Rosario de Sanación



Rosario de Sanación

 Por el Padre Gustavo E. Jamut Oblato de la Virgen María .

Introducción :
 Querido hermano que sufres a causa de tu enfermedad, o por la enfermedad de un ser querido, o que quizás estas afligido y preocupado por alguna herida en tu corazón. o que oras para unirte a Jesús y a María e interceder por el mundo entero.

Te invito a que nos unamos para pedir a Dios, por mediación de la virgen María, madre de Jesús y madre nuestra, para que recibas en tu vida la acción del Espíritu Santo, que con su amor por ti y su poder, quiere sanar todas tus dolencias. 

Toda sanación se da en un proceso gradual que requiere confianza en Dios, conversión para hacer su voluntad, crecimiento en la vida espiritual, paciencia y perseverancia. 

Si Jesús vino a través de María, todas las gracias y bendiciones que Dios nos da en su Hijo, pasan de algún modo a través de ella. María, al igual que su Hijo; quiere la sanación de toda la 
humanidad.

Padre Gustavo E. Jamut
Oblato de la virgen María.

 Los Misterios del Rosario de Sanación.

 Cada Misterio del Rosario de Sanación, corresponde a una orden poderosa y milagrosa, con la cual el Amado Maestro Jesús en su infinito amor, bajo la figura del Buen Pastor que da la vida por sus ovejas, lleno de compasión y autoridad, perdonó los pecados (1º Misterio), retiró al demonio que insistentemente lo tentaba (2º Misterio), curó las enfermedades (3º Misterio), pidió al Padre Celestial lo librara de la mala hora y aceptó hacer su voluntad (4º Misterio), y consolándolos, le concedió la Paz a sus discípulos que le seguían y amaban (5º Misterio). 

  Aunque se denomina Rosario porque sus oraciones son reiterativas, no se debe confundir con el tradicional Rosario dirigido a la Santísima Virgen. El Rosario de Sanación se puede realizar ante Jesús expuesto en la Eucaristía para resaltar su amor misericordioso que ama y sufre. Al igual se puede hacer individualmente, en familia o en grupos de oración, acompañado si lo desea con los Salmos sugeridos o canciones religiosas suaves cuyas letras sean acordes con los misterios. 

Friday, September 19, 2014

Oración de Reconciliación


Querido Señor Jesús, por los méritos de tu pasión dolorosa, te pido que perdones todos mis pecados, especialmente aquellos que han permitido que enfermedades o dolencias entren en mi cuerpo y dañen mi salud. Pido humildemente que envíes el don de convicción de tu Espíritu Santo para que encienda la luz de la verdad en los rincones más profundos de mi alma, de modo que ahora pueda hacer un acto de completa contrición ante ti.

Señor Jesús, perdona por favor todos mis pecados, sobre todo aquellos pecados ocultos y desconocidos. Estoy muy apesadumbrado por haberte ofendido. Pido perdón por todas las veces que fallé en hacerte el Señor de mi vida. Perdóname por tener dioses ajenos; por tomar tu nombre santo en vano y por no haber observado el día de descanso semanal. Perdóname por no honrar a mi padre y a mi madre, por cometer adulterio o un aborto, robar, dar falso testimonio, y codiciar el cónyuge, propiedad y bienes de mi prójimo.

Te pido perdón por no amarte con todo mi corazón, mente, cuerpo, alma y espíritu, por no amar a mi prójimo como a mí mismo y por no respetar el templo de tu Espíritu Santo. Perdóname por no cuidar bien de mi salud, comer alimentos perjudiciales y envenenar mi cuerpo con productos químicos, drogas, alcohol, nicotina, cafeína y cualquier otra sustancia o medicación dañinas.

Perdóname por cometer los pecados de la hipocresía, intolerancia, falta de perdón, ingratitud, incredulidad, engaño, desobediencia, envidia, orgullo, fantasía, fornicación, idolatría, ansiedad, división, disensión, ofender a otros, dureza de corazón, odio, altivez, cólera, rebelión, juego, avaricia, intimidación, celos, perfeccionismo, juzgar a otros, lujuria, legalismo, manipulación, resentimiento, grosería, idolatría sexual, inmoralidad sexual, impureza sexual, perversión sexual, egoísmo, egocentrismo, fariseísmo, autocompasión, difamación, preocupación, vanidad, mundanería, brujería, adicciones, dependencias, quejas, chismes y cualquier otra forma de injusticia.

Señor Jesús, te pido que me perdones todos mis pecados, infracciones y transgresiones y que cubras todas mis ofensas con tu sangre preciosa. Rodéame con tu luz y penetra los rincones más profundos de mi ser con tu amor. No dejes que permanezca en mí ninguna área oscura, sino transforma todo mi ser con la luz sanadora de tu amor infinito.

Amen.

Las Florecillas de San Francisco Capitulo XI


Cómo San Francisco
hizo dar vueltas al hermano Maseo
para conocer el camino que debía seguir

Yendo de camino un día San Francisco con el hermano Maseo, éste caminaba un poco adelantado, y, al llegar a un cruce del cual se podía ir a Siena, a Florencia y a Arezzo, dijo el hermano Maseo:

-- Padre, ¿qué camino hemos de seguir?

-- El que Dios quiera -respondió San Francisco.

-- Y ¿cómo podremos saber cuál es la voluntad de Dios? -repuso el hermano Maseo.

-- Por la señal que ahora verás -dijo San Francisco-. Te mando, pues, por el mérito de la santa obediencia, que en ese cruce, en el mismo sitio donde tienes los pies, te pongas a dar vueltas en redondo, como hacen los niños, y no dejes de dar vueltas hasta que yo te diga.

El hermano Maseo comenzó a dar vueltas sobre sí mismo; y tantas dio, que cayó varias veces al suelo por el vértigo de la cabeza, que es común en semejante juego; pero como San Francisco no le decía que parase y él quería obedecer puntualmente, volvía a levantarse y seguía dando vueltas. Finalmente, cuando giraba más aprisa, dijo San Francisco:

Las Florecillas de San Francisco Capitulo XII


Cómo San Francisco quiso humillar al hermano Maseo

San Francisco gustaba de humillar al hermano Maseo, con el fin de que los muchos dones y gracias que Dios le daba no le hiciesen envanecerse, sino, más bien, le hiciesen crecer de virtud en virtud a base de la humildad. Una vez que se hallaba en un eremitorio con sus primeros compañeros, verdaderos santos, entre los que estaba el hermano Maseo, dijo un día a éste delante de todos:

-- Hermano Maseo, todos estos compañeros tuyos tienen la gracia de la contemplación y de la oración; tú, en cambio, tienes la gracia de la predicación y el don de agradar a la gente. Quiero, pues, que, para que ellos puedan darse a la contemplación, te encargues tú de atender a la puerta, a la limosna y a la cocina. Cuando los demás hermanos estén comiendo, tú comerás a la puerta del convento, de manera que los que vengan, ya antes de llamar, reciban de ti algunas buenas palabras de Dios, y así no haya necesidad de que ningún otro vaya a recibirlos. Y esto lo harás por el mérito de la santa obediencia.

Oración de Sanación Padre Emiliano Tardif

Monday, September 8, 2014

Espero un Bebé con Malformaciones y que no Sobrevivirá. ¿Qué Hago?




Pregunta:

Bueno les quiero contar lo que me sucedió. Me llamo Daniela, tengo 23 años, estoy esperando mi primer hijo, tengo 22 semanas de embarazo, y me detectaron que mi bebe, viene con múltiples problemas de malformaciones. No se puede hacer nada, y sus posibilidades de sobrevivencia es cero, lo puedo perder antes de los 9 meses, o llegar al final pero con el mismo desenlace fatal. No tengo mas que esperar lo que Dios quiera, pero ¿qué puedo hacer?, siento un dolor y una amargura muy grande. ¿Que puedo hacer para calmar en parte este gran dolor que tengo?. Por favor, ayúdenme.

Respuesta:
Responde el Padre Miguel A. Fuentes, IVE.

Estimada Daniela:

Milagro de Sanación: Mi Padre se Sanó Aunque lo Habían Desahuciado



El milagro

La sanación de mi padre fue un milagro. Sufrió una caída con un golpe en la cabeza, En 48 horas había perdido la movilidad y estaba perdiendo el conocimiento. Fue operado de emergencia y por su edad y presentar problemas de diabetes y presión alta, no daban mayores posibilidades que sobreviviera a la operación. Posterior a la operación, contrajo una pulmonía hospitalaria, que lo mantuvo en coma por 20 días, desahuciándolo.

Lo que ocurrió

A las 12:00 a.m., hable con la doctora que lo operó. Le pedí que fuera lo más honesta posible al explicarme los riesgos de la operación y así lo hizo. Nunca olvidaré que me dijo:

"Yo soy un instrumento de Dios, confiemos en él. Nunca se me ha muerto un paciente que he operado".

La doctora portaba una cadena en el cuello la cual tenía una imagen de la Virgencita María Auxiliadora y me dijo: "Ella está con nosotros, todo va a salir bien en el nombre de Dios".

En la capilla del hospital donde fue operado mi padre estaban las imágenes del Divino Niño (soy fiel devota de él) y la Divina Misericordia. Mi padre al despertar y al acostarse siempre se encomendaba a él y lo aclamaba ante cualquier inconveniente. Por eso se lo encomendé a ellos.

Jamás perdí la fe

Consejos Saludables: Salvado de Avena: Nutrientes, Beneficios y Como Consumirlo



Durante el proceso de refinamiento, los alimentos pierden su revestimiento externo, precisamente donde esta gran parte de sus nutrientes. Por esta razón que, cuando hablamos de alimentación saludable, la versión integral de lo que consumimos siempre es la más indicada, ya que mantiene las características y propiedades de los alimentos intacta.

El salvado es precisamente esta parte desperdiciada durante el refinamiento que contiene una enorme cantidad de vitaminas y fibras esenciales para el buen funcionamiento del organismo. En el caso de la avena, son desperdiciadas una fibra de alta calidad, las beta-glucanas, un tipo especial de fibra soluble (se convierte en gel al entrar en contacto con el agua), que es encontrada en abundancia en la parte externa del grano y que ofrece innumerables beneficios a tu salud, desde retrasar la absorción de la glucosa hasta reducir los niveles de colesterol.

Wednesday, September 3, 2014

Oración Sanadora



Precioso Señor Jesús, tú viniste al mundo para curar nuestras enfermedades y cargar con nuestros sufrimientos. Sanaste a los enfermos y llevaste consuelo a los que sufrían. Con una simple orden reprendiste la fiebre de la suegra de Pedro. Hablaste directamente a la enfermedad, la condenaste por sus acciones y le ordenaste que dejara su cuerpo.

De la misma forma, Señor, tú has llamado a todos tus discípulos a seguir tu ejemplo. Nos has dado poder sobre toda obra del enemigo y nos has enviado a hacer discípulos a todas las naciones. Por lo cual, en obediencia a tu Palabra escrita, tomo autoridad sobre todas las formas de enfermedades y dolencias que han estado atacando mi cuerpo.

En el nombre de Jesús, bajo el poder y la autoridad del Señor Dios todopoderoso, ordeno a toda enfermedad de origen demoníaco que deje mi cuerpo ahora mismo y vaya directamente a los pies de Jesucristo. Su función e influencias se han acabado. Reprendo todo el dolor en el nombre de Jesús y ordeno al dolor que salga de mi cuerpo ahora mismo. En el nombre de Jesús, reprendo a todos los espíritus de enfermedad, desorden nervioso, desorden pulmonar, desorden cerebral, enfermedades cardíacas, sida, cáncer, hipocondría, fatiga, anorexia, leucemia, artritis, tumores, crecimiento anormal, diabetes y otras formas de enfermedad y les ordeno dejar mi cuerpo inmediatamente.

Señor Jesús, agradezco tu poder curativo. Te pido que envíes tu Espiritu Santo a reparar y restaurar cualquier daño que hayan causado en mi cuerpo la presencia del pecado, las enfermedades o las dolencias influenciadas por demonios. Pido que envíes tu Espíritu Santo y me llenes con tu amor, la luz, la paz y la alegría. Ven, Espíritu Santo, y transfórmame en el hijo de Dios que tú quieres hacer de mí.

Oración por un Milagro



Oh Dios de toda la creación, tú diste una simple orden y se produjo luz en las tinieblas. Ahora te pido que envíes a cada aspecto de mi ser tu poder que obra milagros. De la misma forma que hablaste al polvo de la tierra cuando creaste el hombre a tu propia imagen, pido que envíes tu poder sanador a mi cuerpo. Envía tu palabra y ordena a cada célula, impulso eléctrico y químico, tejido, articulación, ligamento, órgano, glándula, músculo, hueso y cada molécula de mi cuerpo que gocen de una perfecta y completa salud, fortaleza, alineación, equilibrio y armonía.

Es a través de ti que vivo, me muevo y tengo mi ser. Con cada aliento que tomo, vivo bajo tu gracia vivificante. Te pido que me toques con el mismo poder milagroso que utilizaste cuando me formaste dentro del vientre de mi madre. Tan cierto como que me creaste a tu imagen y semejanza, tú puedes también ahora reconstruir y restaurar mi salud.

Lléname por favor con tu poder sanador. Expulsa todo lo que no debería estar dentro de mí. Te pido que repares lo que esté lastimado, desarraigues toda enfermedad y dolencia, abras todas las arterias y venas bloqueadas, restaures mis órganos internos, reconstruyas mis tejidos dañados, quites toda inflamación y me limpies de todas las infecciones, virus y bacterias destructivas.

Deja que el calor de tu amor sanador inunde todo mi ser, de modo que mi cuerpo funcione como lo creaste: entero y completo, restaurado en su perfecta salud. Te pido todo esto por medio de mi Señor Jesucristo, tu hijo, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Oración al Médico Divino



Querido Señor Jesús, tú sanaste a todos los que estaban enfermos y atormentados por espíritus malos. Limpiaste a los leprosos, abriste los ojos a los ciegos y al pronunciar una simple orden le diste al lisiado el poder para que se levantara y caminase. Enviaste tu poder que da vida a todos los que estaban necesitados, incluyendo a los que levantaste de entre los muertos.

Oh Médico Divino, vengo a ti con gran necesidad de tu intervención. Entrego mi vida y mi salud en tus manos amorosas. Pido que envíes tu poder sanador a mi corazón, mente, cuerpo, alma y espíritu. Expulsa de mí cada mentira del enemigo y destruye todas las maldiciones pronunciadas en contra de mi salud.

 Rompo cada acuerdo que he hecho con mi enfermedad y dolencia. Anulo cada síntoma de mi enfermedad y pido ser liberado por el poder de tu verdad.

Envía a tu Santo Espíritu para renovar mi mente y limpiar mis pensamientos. Resisto inclinarme ante los síntomas de mi enfermedad otra vez. Por favor, haz que no fije mi atención en mí mismo y ayúdame a concentrarme en tu amor eterno.

Oh Médico Divino, tú eres la fuente y la fuerza de mi recuperación. Muéstrame cómo proceder con tu plan para mi reestablecimiento. Entrego el cuidado de mi salud en tus manos cariñosas. Ayúdame por favor a discernir cada aspecto de mi tratamiento, medicamentos y proceso de recuperación, de modo que mis pensamientos y acciones se conformen a tu buena y perfecta voluntad para mi vida. Amén.

Oración por la Sanación Generacional



Oh Padre de misericordia y Dios de toda sanación, vengo ante ti como tu hijo, con gran necesidad de tu ayuda. Muchos de mis problemas y necesidades físicas relacionadas con la salud han sido causados por mis propias faltas, negligencias y pecados. Otras las he recibido a través de mi árbol genealógico bajo la forma de defectos genéticos.

Señor Jesús, te suplico humildemente que entres nuevamente dentro de mi pasado y perdones los pecados de mis padres y abuelos, especialmente los pecados que me han expuesto a defectos genéticos y físicos. Te pido que pongas tu cruz entre mí y mis padres y abuelos, y que limpies completamente mi linaje familiar desde su inicio.

Precioso Señor Jesús, te pido por favor que mires con tu gran amor y misericordia mis necesidades relacionadas con mi salud física y emocional. Te pido que sanes cada enfermedad y anormalidad en la química de mi cerebro y en todos los procesos de mi pensamiento donde haya perturbaciones presentes. Sana todo el daño causado por la tensión, el descuido o el abuso de mi madre cuando me formaba en su vientre. Quita, por favor, todos los genes defectuosos que hayan sufrido mutación y restaura mi composición genética a su condición original y adecuada para el fin a la que fue destinada.
Si los pecados de mis padres o abuelos me han expuesto a cualquier forma de enfermedad demoníaca o maldiciones generacionales heredadas, tomo, por el poder del Señor, Dios Todopoderoso, la espada del Espíritu y me declaro libre. Ordeno a todos los espíritus inmundos de enfermedad y dolencias que dejen mi cuerpo ahora mismo, y los relego al lago de fuego eterno.

Llamo a las huestes celestiales, a los ángeles de Dios, a rodear, proteger y limpiar con la luz santa de Dios todas las áreas desocupadas por las fuerzas del mal. Le pido al Espíritu Santo que impregne mi corazón, mente, cuerpo, alma y espíritu, llenándome hasta desbordar con la vida y el amor de mi Señor Jesucristo. Amén.

Oración por la Sanación Interior



Oh Señor Dios, eterno y todopoderoso, vengo ante ti con gran necesidad de tu misericordia. Eres el doctor y médico de mi alma. Te suplico humildemente que envíes tu poder sanador a cada área de mi ser que se encuentre herida. Rindo a ti toda mi falta de perdón, especialmente aquellos acontecimientos pasados en que permití que la cólera y la amargura se enconaran, causando daño a mi salud física.

Pido tu gracia para perdonar a cada persona que me haya lastimado en el pasado. Perdono a mi padre y a mi madre y pido ser liberado de todas las formas de dolencias mentales, emocionales y psicológicas. Perdono a mis hermanos y hermanas por su rivalidad, egoísmo y desunión que causaron conflictos dentro de nuestra familia. Perdono a mis amigos, compañeros de trabajo y vecinos por todas sus acciones perjudiciales y palabras crueles que 
pronunciaron en mi contra.

Perdono a mi cónyuge, a mis hijos y a todos los miembros de mi familia extensa, y pido tu gracia para sanar todas las circunstancias donde no logré recibir el amor, afecto, apoyo y respeto que necesité. Perdono a todos los que han violado mi pureza sexual, y pido ser liberado y lavado por el poder purificador de tu amor. Me perdono mis errores y fracasos pasados, y pido ser liberado de todas las consecuencias destructivas, culpabilidad, vergüenza y autoacusación.

Perdono a todos los que están en puestos de autoridad, sobre todo a los que me han tratado injustamente, como doctores, enfermeras, agentes de seguros, paramédicos, agentes de policía, oficiales del gobierno, antiguos patrones y miembros del clero. Perdono a mis peores enemigos y a los que he hecho voto de que nunca perdonaría. Rompo esos votos ahora por el poder de tu nombre, Señor Jesús.

Por un acto de mi libre voluntad, elijo perdonar a todos, incluyendo a las personas que más me lastimaron. Me libero de los deseos de recibir una disculpa, de la necesidad de ser justificado por mis acciones y de mi necesidad de que otros reconozcan la injusticia. Oh Señor Jesús, entrego en tus manos misericordiosas la deuda de todas las heridas. Denuncio todas las formas de ira, amargura y resentimiento, y ordeno ahora a cada espíritu malvado que ha entrado en mi cuerpo por la falta de perdón que se vaya directamente a los pies de mi Señor Jesucristo.

Por el poder de tu Espíritu Santo, te pido Señor Jesús que me llenes de tu amor, paz, paciencia, amabilidad, generosidad y dominio propio. Que tu mano sanadora repose sobre mí mientras bendigo a todos los que me han herido. Deseo ser bueno y compasivo con cada uno, dispuesto a perdonarles tal como tú me has perdonado. Pido que el poder sanador de tu amor fluya a través de cada célula de mi cuerpo y en las vidas de los que he perdonado. Amén.

Oración de Confirmación



Señor, Dios Todopoderoso, te agradezco por protegerme de toda forma del mal y traerme el regalo de tu salud divina. Te doy gracias por romper las cadenas de la opresión y liberarme de toda forma de pecado, enfermedad y mentira del enemigo. Gracias por el nombre poderoso de Jesús ante el cual cada rodilla se doblará.

Por el poder y la autoridad que me has dado, digo a todas las adicciones, perversiones, dependencias químicas, desesperanza, preocupación, duda, miedo, desesperación y a todos los síntomas de cualquier enfermedad que caigan de rodillas ahora ante el nombre de Jesús. Destruyo cada argumento y altivez que se exalta a sí mismo en contra del conocimiento de Dios. Presento cautivo a todo pensamiento para que se someta a Cristo.

Gracias por darme tu autoridad sobre todo el poder del enemigo. Nada me dañará. Invito al Espíritu Santo a que me llene y guarde de las mentiras del diablo. Gracias por toda tu armadura, tu nombre, tu sangre preciosa y tu Espíritu Santo. Ninguna arma forjada prosperará contra mí. Gracias, oh Padre celestial, por todas tus provisiones, porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, ahora y siempre. Amén.

Oración por un Descanso Lleno de Paz



Querido Señor Jesús, al descansar en tu amor, pido experimentar tu tierno abrazo alrededor de mí. Confío en que tu cuidado compasivo traerá la paz a mi mente, la serenidad a mi corazón y la renovación a mi espíritu.
Abrazado por tu amor, te pido que me concedas esta noche un descanso lleno de paz. Por favor, purifica mis sueños, limpia mi subconsciente y lava mis pensamientos con la pureza de tu amor infinito. Cuida de mi corazón, mente, cuerpo, alma y espíritu mientras descanso esta noche en tu cuidado compasivo.

Te ruego que envíes a tus ángeles protectores para que me protejan mientras duermo. Que tu ejército angelical destruya todas las maldiciones, obstáculos e influencias demoníacas que han sido enviados contra mi capacidad de experimentar un sueño lleno de paz esta noche. Pido que tus huestes de ángeles me protejan mientras permanezco despierto y velen por mí cuando duermo, y que despierto pueda mantenerme con Cristo, y dormido, descanse en su paz. Amén.

Monday, September 1, 2014

¿POR QUÉ NOS ENFERMAMOS? (Desde el Punto de Vista Psicologico)..



Debemos confiar en nuestra capacidad de ser seres sanos...



Hay una sensación de que hoy nos enfermamos más que antes. Para algunos es así y para otros hay mayor prevención y detección precoz de algunas enfermedades. Independientemente de la razón, hay quizás una mayor conciencia de que la salud es un bien muy preciado y es necesario tomar medidas para cuidarla. Conversamos con la psicóloga Jennifer Middleton, autora del libro “Yo (no) quiero tener cáncer”, para conocer algunos aspectos tomados de su experiencia con personas afectadas por alguna enfermedad. 


De acuerdo a su experiencia con terapias de pacientes ¿cómo define la enfermedad?
Es un estado de alteración que afecta a la persona en su totalidad, es decir, su cuerpo, mente, emociones, espiritualidad y entorno social. Sólo abordando todos los aspectos de la persona es posible pensar en ayudarla para su curación. Si sólo se trata lo físico, la persona volverá a enfermar tarde o temprano, ya que se tratan los síntomas pero no aquello que llevó a la persona a enfermarse.


¿Cuál es la relación o responsabilidad que tiene una persona sobre su enfermedad?
Creo que toda persona tiene una responsabilidad frente a su salud y enfermedad. No es algo que se pueda delegar a otros cuando somos adultos. Nos enfermamos porque tenemos estilos de vida insanos, porque nos maltratamos y nos exponemos. Muchas veces esto ocurre por ignorancia, por desconocimiento y porque nuestra medicina tiene un énfasis exagerado en la curación y casi nada en la prevención. Ni la medicina, ni la educación se preocupan de que no nos enfermemos, de enseñarnos las mejores formas de cuidar la salud.
No hay que confundir responsabilidad con culpa. No se trata de castigarse porque no fuimos capaces de cuidarnos, pero sí tenemos la obligación de aprender lo que tenemos que hacer para sanarnos, observar los cambios necesarios y ver cómo nos vamos a cuidar de ahora en adelante. Debemos confiar en nuestra capacidad de ser seres sanos.

Friday, August 22, 2014

Testimonio de Sanación



 Este es mi Testimonio personal:

Dios hizo un milagro en mi familia, sanó a mi mamá de cáncer.

(Este relato es verdadero, no es un "cuento")
(esto lo difundo sólamente para glorificar a Dios, que es quien hizo la Obra)

Relato:

En febrero de 2001, mi mamá se notó un bulto extraño en una de sus mamas. Ella tiene 60 años.

Concurrió al médico, el cual le indicó de inmediato exámenes de diagnóstico: Mamografía y ecografía .

El informe resultó: tumor de forma irregular, de 1,6 cm de diámetro, "atípico".

El médico, en cuanto vió el informe, la derivó de urgencia a un cirujano ginecólogo. 

El cirujano, al ver los estudios, ya le dijo en la primera consulta:
Tiene usted 99 % de probabilidad de que sea un tumor maligno.
Debemos operarla en seguida.

Mi mamá fué intervenida quirúrgicamente una semana después, el martes 7 de marzo.