Por: Entrevista al Cardenal Alfonso Lópéz Trujillo | Fuente: Radio Vaticano
¿Podría usted establecer establecer su posición tal como lo explicó en la BBC respecto a la ineficacia del uso de preservativos para prevenir la difusión del SIDA?
Mis afirmaciones en una reciente entrevista con la BBC de Londres, en el programa Panorama, hablando del uso de la contracepción para prevenir la difusión del SIDA, trataban de establecer lo siguiente.
Imaginaba que este asunto era mejor conocido, y me sorprendí con algunas de las reacciones. Es aún más curioso porque el programa no ha sido aún retransmitido. El asunto del “sexo seguro” ha sido tratado en varios estudios científicos. Entre mis preocupaciones estaba la intención de no engañar a la gente, especialmente a la juventud, haciéndolos pensar que es “seguro”, cuando de hecho eso aún no ha sido probado. ¿Cuántos jóvenes han tomado el camino de la promiscuidad, presionados por la falsa hipótesis, y han caído víctimas de esta pandemia? ¡Es una responsabilidad muy seria!
En la entrevista de una hora que concedí a la BBC en diferentes asuntos relacionados con la familia y la vida, una de las preguntas estuvo dedicada al tema del “sexo seguro”. Yo afirmé lo siguiente:
Uno no puede realmente hablar de “sexo seguro”, llevando a la gente a creer que el uso de condones es la fórmula para evitar el riesgo de contagio con HIV y para controlar la pandemia del SIDA. Tampoco se debería hacer creer a la gente que los preservativos son absolutamente seguros. No se menciona que hay un gran porcentaje de riesgo, no solo de contraer SIDA, sino también diferentes enfermedades de transmisión sexual, ni que la tasa de fallos es bastante alta.
¿En que investigaciones científicas se basó para hacer esa afirmación?
Hay muchos estudios publicados que dan lugar a dudas bien fundadas sobre la seguridad del uso del preservativo. Jacques Suaudeau, médico que ha seguido de cerca el debate sobre el SIDA en África, tiene un importante artículo en nuestro Lexicón, repleto de citas bibliográficas sobre el tema. También hemos recibido noticias de un estudio que reporta grupos que representan a unos 10.000 médicos que acusan al Centro para el Control (CDC) de Enfermedades en los Estados Unidos por ocultar investigaciones realizadas por el gobierno que han mostrado la “ineficacia de los preservativos para prevenir las enfermedades de transmisión sexual”. Este reporte del Instituto Familia Católica y Derechos Humanos (CFHRI) (un grupo en Nueva York que monitorea asuntos de la ONU relacionados con la familia y la vida) establece además que el CDC’s ha rechazado el reconocimiento del hecho y ha “contribuido a una epidemia masiva de enfermedades de transmisión sexual (STD)”.
¿Qué comentario le merece la respuesta de la Organización Mundial de la Salud?
No he visto ninguna respuesta de la OMS, y eso no es extraño, también porque el programa no ha sido transmitido aún. En cualquier caso, la OMS es meritoria en su trabajo de curar muchas enfermedades. Pero con respecto al preservativo ellos deberían tener en cuenta estudios científicos serios y tomar un camino más efectivo, menos riesgoso. Por ejemplo, la distribución de preservativos entre los niños y adolescentes en sus bien conocidas campañas es una grave irresponsabilidad. Yo simplemente recuerdo al publico, secundando la opinión de un buen número de expertos, que cuando el preservativo es empleado como contraceptivo, no es totalmente confiable, y que los casos de embarazo no son raros. En el caso del SIDA, que es 450 veces más pequeño que un espermatozoide, el látex del preservativo brinda obviamente, mucho menor seguridad. Algunos estudios revelaron que la permeabilidad de los preservativos es de un 15% o aún del 20% de los casos. Por otra parte, hablar del preservativo como “sexo seguro” ¡es una forma de Ruleta Rusa! Y eso aún sin considerar otras posibles razones por las que los preservativos fallan, como la alteración de las propiedades del látex por exposición a la luz del sol y al calor, roturas y fallas.
¿Qué consejo da entonces la Iglesia Católica para luchar contra el SIDA?
La Iglesia Católica entiende las dificultades y la angustia de la gente. Pero no puede quedarse quieta. Sólo los valores morales de la fidelidad mutua de los esposos y la castidad pueden proveer una protección verdadera, propia del ser humano, cuya sexualidad debe ser responsable y no banal.
La Iglesia está muy cerca del drama que muchas familias y personas sufren. Hoy la Iglesia tiene muchos centros que atienden enfermos de SIDA. Hay además muchos centros de investigación. Hay muchas casas que generosamente cuidan de los enfermos, especialmente en su fase terminal. Pienso que no hay país donde la Iglesia no de ese tipo de servicio.
Es muy importante recordar la cantidad de huérfanos cuyos padres murieron de SIDA. Donde haya fidelidad conyugal, se podrá vencer la promiscuidad, que es la principal causa de propagación del SIDA. Donde haya una adecuada orientación de la sexualidad, una comprensión cabal de la castidad, se superarán con certeza los riesgos. Por eso la Iglesia invita a todos a la formación en valores, especialmente en la juventud, y el respeto de los deberes de la familia, que son las únicas soluciones al problema. Algunos dicen que esto no es realista. Pero pienso que el desafío más serio es educar en el amor.
Todo esto requiere una visión integral del hombre y de la mujer, de la fidelidad en el matrimonio, y de una educación sexual que tome en cuenta el aspecto moral del problema. Las instituciones que distribuyen preservativos a los niños en las escuelas públicas, son gravemente irresponsables. Los padres deberían reaccionar, ejercitando su derecho a defender a sus hijos, para que no sean atacados por este violento tipo de interferencia en su mundo de inocencia.
Aún viendo el problema sólo desde la perspectiva de la higiene -y no la totalidad del problema moral-, propongo que los Ministerios de Salud requieran la inclusión en el envase de los preservativos, en la publicidad y en los lugares donde éstos se distribuyen, una advertencia que diga que el preservativo no es seguro. Esto se ha hecho desde hace algún tiempo con los cigarrillos, diciendo que el filtro no garantiza protección.
Muchas gracias por el articulo, me gusto mucho que la iglesia pueda ser un actor importante en este tema que es tan dificil para la sociedad. Saludos.
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