"Recorrió Jesús toda Galilea enseñando, proclamando la Buena Nueva del Reino, curando toda dolencia y enfermedad en el pueblo." Jesuscristo ayer, hoy y siempre. No se ha agotado su poder sanador.
HABLA EL PADRE EMILIANO TARDIF
"Yo siempre anuncio primero a Jesús y reafirmo la fe. Luego, oro por la sanación del pecado mediante la conversión, y, sólo después, hago oración por las enfermedades físicas".
Dios nos quiere no sólo sanos, sino completamente sanos: del cuerpo y alma. Y también en nuestras relaciones interpersonales. En ningún retiro he dejado de ver sanaciones sensibles. Pero esto no quiere decir que todos los enfermos deban ser sanados. Los milagros son signos del poder de Dios, que muestran que Jesús está vivo y sirven para el crecimiento de nuestra fe.
No conviene orar por sanación sin evangelizar. No debemos comenzar a orar por sanación física de golpe, sin preocuparnos de la vida espiritual del enfermo. Si nos dicen que está muy lejos de Dios, debemos ayudarle a que se arrepienta de sus pecados.
El caso del paralítico a quien primero se le perdonó el pecado y luego se le sanó, es clásico para trabajar en este ministerio. Si el ministerio de sanación se redujera a la sanación física, sin preocuparse de la vida de fe, no valdría la pena tener ese carisma.
¿Mi mensaje? Manifestar que Jesús está vivo en su Iglesia. Cada día entiendo que lo importante no es hablar de Jesús, sino dejarlo actuar con todo el poder de su Santo Espíritu. Jesús vino a liberar a su pueblo del pecado, y de las consecuencias del mismo que son la enfermedad y la muerte.
SANACIÓN INTERIOR
Lo más hermoso que he encontrado en la Renovación Carismática es lo que se llama "la sanación interior". Así como nuestro cuerpo es atacado por diferentes enfermedades, también interiormente podemos estar enfermos de complejos, miedos, rencores y todo tipo de inseguridades. Multitud de casos físicos son sólo síntomas de desajustes psicológicos que, al ser curados, desaparecen.
Si nuestros sentimientos fueron heridos, nos volvemos desconfiados. Si recordamos que alguien nos traicionó, sentimos rechazo contra todos. A veces hemos sido defraudados en el amor, y desde entonces nuestro corazón se cierra a toda manifestación de cariño.
Sin embargo, Jesús ha venido a curar los corazones destrozados y nos ofrece un corazón nuevo. Es maravilloso descubrir cómo el Evangelio está lleno de este tipo de sanaciones.
¡Cuántas veces queremos mejorar, pero no podemos!. Nos falta fuerza de voluntad y nuestro carácter no puede superar las adversidades. Otras veces creemos que son los otros lo que deben cambiar y se lo exigimos, sin resultados. Al contrario, parece que se acentúa más el problema. Todos estamos heridos y por eso no tenemos fuerzas para superar nuestras limitaciones.
Yo, personalmente, he vivido la gracia de la sanación interior. Durante toda mi vida había tenido problemas al menor contacto con la sangre. Cuando me tocaba atender a un moribundo que sangraba, era un gran sacrificio y, por más esfuerzo que hacía, no llegaba a controlarme.
Viendo una película de guerra donde había mucha sangre, comencé a sudar frío y creí que me iba a desmayar. Me sentía mal, y tuve que salirme.
Un día vino Monseñor Alfonso Uribe Jaramillo a dar un retiro. Durante la Misa oró por la sanación de las heridas de la memoria, recorriendo las distintas etapas de la vida. Mientras oraba por la sanación de las heridas de la niñez, yo recordé que cuando tenía cinco años, un día me enfadé con mi hermano de seis años. Yo tenía un cortaplumas en la mano y se lo tiré. Le cayó en el brazo y comenzó a brotar mucha sangre. Me asusté mucho al ver su brazo teñido de rojo. Aunque me olvidé de aquel incidente, me quedó un problema cada vez que veía sangre. Mientras Mons. Uribe oraba, me vino a la mente este acontecimiento y le pedí al Señor que me sanara de este recuerdo.
Después he ido a los hospitales a ver enfermos con heridas de accidentes graves y ya no me produce esa reacción de hemofobia. Gracias a esta sanación interior estoy curado.
HAY MUCHA GENTE HERIDA:
El Señor sanó en mi esta herida de la memoria y -a partir de esta sanación de los recuerdos- entiendo mejor ahora la importancia de la sanación interior. Si a mi me producía malestar cuando veía sangre, a otros una herida emocional les produce malestar ante la autoridad, porque tal vez su padre los trató con dureza. Muchos hijos son rebeldes a causa de sus heridas emocionales y tratan de protegerse de toda imposición.
Hay mucha gente, herida en su memoria por acontecimientos del pasado, que necesitan sanarse porque esa lesión profunda tal vez produce temor o tristeza. He visto gente que lleva en su corazón una gran amargura que la hace antipática, y ella misma rechaza toda muestra de afecto. Ellos no quieren sufrir ni hacer sufrir, pero están heridos y contagian su dolor a todo lo que les rodea.
Jesús es el sol de justicia y puede sanar esas heridas causadas por las injusticias de la vida. Como para curar algunas enfermedades se toman baños de sol, al estar delante de Jesús, Él va sanando las heridas emocionales de la vida.
El corazón se va liberando del sentimiento del odio, rencor o amargura, y ese lugar es ocupado por el amor que brota a raudales del corazón de Jesús.
Muchos condenan a los demás diciendo: "Es un hombre perverso". Pues bien, no hay perversos: lo que hay son hombres y mujeres que luchan con problemas que los aplastan. Jesús vino a romper nuestras cadenas y a darnos la libertad. Lo que nos parecía perverso era simplemente algo que Jesús tenía que sanar.
JESÚS CURÓ TODAS LAS ENFERMEDADES
Hay cuatro clases de enfermedades:
La de nuestro espíritu, causada por el pecado personal.
La emocional causada por las heridas y sentimientos del pasado. Abarcan nuestra vida psíquica.
La enfermedad física del cuerpo.
Puede darse también la opresión del maligno.
Jesús sanó todas estas enfermedades. Perdonó los pecados al paralítico y a la pecadora. Curó ciegos, leprosos, sordomudos, y a los que sufrían por toda suerte de enfermedades; arrojó el demonio de muchos posesos y dio paz y su consuelo a muchos.
La lectura del Evangelio nos enseña claramente cómo nuestro Salvador es "el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" y que, movido por su amor a todos nosotros, cura las enfermedades y libera del maligno a cuantos están poseídos por el mal.
PASÓ HACIENDO EL BIEN
El Evangelio nos habla de las curaciones de todo orden que realiza Nuestro Señor, movido siempre por su inmenso amor a todos:
San Mateo nos dice: "Al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; El expulsó a los espíritus con su palabra y curó a todos los que se encontraban mal. Así se cumplió el oráculo del profeta Isaías: "El tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades (Mt 8, l6-17).
Esta caridad de Jesús que "cargó con nuestras flaquezas y enfermedades" explica, la multitud y variedad de curaciones que hizo durante su vida pública, porque sentía una gran compasión. El ciego de Jericó le grita: "Hijo de David, Jesús, ten compasión de mi", y el Señor le dice: ¿qué quieres que te haga? (Mc 10,47-51).
También las curaciones fueron efectuadas por Jesús para que su Padre fuera glorificado. Oigamos también a San Mateo: "Y los sanó: de manera que se maravillaban las gentes viendo hablar a los mudos; los mancos sanos; andar a los cojos y ver a los ciegos; y glorificaban al Dios de Israel" (Mt 15, 30-31).
EL QUE ORA POR UN ENFERMO
Debe reflejar el amor y la unción de Jesús. Estar libre de todo deseo personal, de comprobar resultados buenos. Muchas veces queremos defender nuestro buen nombre y no el amor de Dios.
Si oramos con miedo y dudas, fracasará nuestra oración. Tenemos que orar como servidores del Señor sin temor al fracaso. Cuando se ora con amor y fe nunca se fracasa, aunque los efectos buenos no aparezcan.
El don de sanación no es un poder que yo poseo para hacer lo que quiera con él. Es la manifestación del amor del Espíritu Santo que obra, a través de mi, para ayudar a alguien. Soy su instrumento libre. El es el agente principal.
Algunas veces Dios se vale de mi y otras no. Es el Señor y obra como quiere. Esto nunca lo debemos olvidar. Así nos conservamos humildes, pues "somos siervos inútiles".
En toda oración por la salud se invoca el poder de Dios, pero el primer puesto lo debe tener el amor. "Si tengo fe, capaz de mover las montañas pero no tengo amor, nada soy" (1Co 13, 2-3).
¿POR QUÉ NO NOS CURAMOS?
Falta de fe: Los discípulos no pudieron curar al epiléptico endemoniado por falta de fe (Mt 17, 14). Tenemos que crecer en la fe para que el Señor nos use más.
No querer la curación: Algunos encuentran en la enfermedad una autodefensa, no quieren salir de ella y bloquean inconscientemente la sanación. No debemos orar por quien no desea ser curado.
El pecado: La sanación interior no se obtiene mientras no nos arrepintamos del odio, etc. Nuestro Señor primero perdonó al paralítico y luego lo curó.
No orar por el caso concreto. En la oración por sanación interior es necesario descubrir la raiz profunda del mal y orar por su destrucción y sanación. Encontrar el problema inicial.
Un falso diagnóstico:
Orar por sanación física cuando se requiere sanación interior del mal que causa la enfermedad física. Orar por sanación interior cuando hay problemas físicos o se necesita liberación especial.
No ir al médico como medio de Dios para curar. El médico y las medicinas son los medios que ordinariamente usa Dios para sanarnos.
No usar los medios naturales para no enfermar: Descanso, higiene, prudencia. Si no empleas los medios ordinarios para conservar la salud, no pidas recobrarla por medios extraordinarios.
Falta de constancia . Recordemos que la "oración asidua es muy poderosa". Muchas curaciones no se completan por falta de perseverancia en la oración.
EL TIEMPO DE DIOS
Unas veces el Señor nos sana al instante. Otras veces lo hace gradualmente. Otras no lo hace nunca por razones que El sabe. Perseveremos orando. Quizás no es aún la hora de Dios.
Quizás quiere que sea otra persona el instrumento para curarle. Nuestra oración tiene buen éxito sólo cuando Dios nos llama para que oremos por una persona concreta.
Puede ser que el ambiente lo impida. Si allí no hay paz, amor, oración, sino odio, frivolidad, etc. no se da la sanación.
Cuidado con decir que falta la fe. Cuando alguien no es curado pueden darse otras razones, que expliquen su no curación. La sanación es un misterio del amor divino.
IMPOSICIÓN DE MANOS
La oración de sanación cuando va acompañada de la imposición de manos tiene una fuerza especial por varias razones:
· Porque el gesto de imponer las manos es profundamente bíblico.
· Esta imposición de manos es un gesto de comunión fraternal que hace experimentar al enfermo la auténtica compasión del que lo acompaña.
· Con frecuencia, este contacto es el medio que usa el Señor para hacer llegar al enfermo su poder de sanación.
SANACIÓN FÍSICA: ACLARACIONES
No toda sanación es milagrosa como creen algunos. San Pablo, cuando enumera algunows carismas en la 1 Carta a los corintios cita primero el don de curaciones y a continuación el de operaciones milagrosas (12,9). Esta aclaración es muy importante para la recta comprensión de este carisma.
El ministerio de sanación no desprecia la acción médica ni prescinde de ella. El capítulo 38 del Eclesiástico honra la persona y la profesión del médico, pero nos recuerda que toda sanación viene del altísimo.
Este ministerio de Sanación se desempeña mejor por medio de un equipo, ya que hay más riqueza de carismas y se evita el peligro del orgullo. Nadie puede afirmar que fue el instrumento exclusivo del Señor.
El ministerio de sanación se ejerce por medio de la oración de sanación. Oramos al Padre por Cristo para que glorifique a su Hijo por medio de esta sanación. Por eso es sanación de Jesús.
El mejor ministro de sanación será el que viva el profundo amor del Señor en su vida y comunique este amor y la ternura de Dios a sus hermanos enfermos.
EL RIO DE AGUA VIVA (Ez 47, 8-9)
"Esta agua va hacia la región oriental baja a la Arabá, desemboca en el mar, en el agua hedionda y el agua queda saneada. Por dondequiera que pase el torrente, todo ser viviente que en él se mueva, vivirá. Los peces serán muy abundantes, porque allí donde penetra esta agua lo sanea todo y la vida prospera en todas partes adonde llega el torrente" (Ez 47, 8-9). Esta es la acción del Espíritu Santo, que sana todo lo enfermo y, después, da una gran fecundidad y riqueza espiritual. Su luz penetra en los rincones oscuros en donde hemos encerrado tantos sentimientos dolorosos. Su amor cala, en nuestros corazones y va derribando los muros que ha levantado el rencor y el odio que se ha ido acumulando en nosotros a lo largo de la vida.
HOLA SUFRI UN DISPARO CON ARMA DE FUEGO EN RODILLA IZQ EN UN ASALTO EN EL 2004 PASE POR 3 OPERACIONES MAS INFECCIONDE HUESOS TODO EN ESE AÑO , TOME Y ME INYECTE CELULAS MADRES DE SERDO Y COLAGENO Y MAS ELEMENTOS Y TOME AMPOLLAS DIARIAS DURANTE MESES MAS EJERCICIOS EN GIMNACIO , LUEGO PASE A REMO CON CARRITO , EQUITACION TROTE LEVANTADO Y AHORA SOLO HAGO BICICLETA FIJA Y CAMINO , LOS TRAUMATOLOGOS NO ME DAN ESPERANZA DE MEJORA MAS POR LA OSTEOMELITIS QUE SUFRI EN ESA RODILLA TRATADA CON TEICOPLANINA UNA DROGA DE VAVANZADA, REALMENTE ESTA CITUACION FUE EMPEORANDO CON RIGIDEZ Y DOLOR PASANDO EL TIEMPO Y ESTO TE QUITA CALIDAD Y GANAS DE VIVIR ASI QUE BUSCO OTRO MEDIO PARA PODER SANAR ??
ReplyDeleteDESDE YA ME GUSTARIA Y AGRADECERIA SI TIENEN UN PLAN METODO O LO QUE SEA PARA CURAR O MEJORAR ESTO Y LOS TIEMPOS LUGARES Y COSTO ,
DESDE YA GRACIAS ADRIAN
¡Hola! Yo he hecho en 2 oportunidades el Taller de Oración y Vida del Padre Ignacio Larrañaga; te lo recomiendo. Buscalo en tu País en la Parroquía que lo ofrezcan, más cercana a tu comunidad. Te puedo dar este Testimonio: "Siempre tenía un dolor en la espalda que me perturbaba el sueño en la noche y luego amanecía con mucho dolor y angustía, luego de realizar este Taller comprendí el Poder liberdor de la Oración. En una Sesión -casí igual al Testimonio del Padre Emiliano Tardif- me ví en un momento en el cual me dispararón por la espalda y el cual la bala no me tocó ni hizo nada, en el momento como quedé viva y sana no agradecí a Dios por esto, si no, que; continue mi vida como si nada, pero después de esa Sesión agradecí mucho a Dios por el Don de la vida por el Amor que me brindó y protegió en ese momento; y todo cambió en mi mente después de esa Oración de Agradecimiento porque en relidad pudo haber sido una desgracia...una verdadera desgracia. Desde entonces soy más feliz y algo en mi se libero y me dejo de doler la espalda, y esa angustía cesó. No sé como explicarlo, pero todo cambió progresivamente, desde entonces la Oración ciertamente para mí es el e
Deletemejor comienzó del día y el mejor fin de mis días. ¡Saludos, que Dios te colme de la Salud Fisíca y Espirítual que tanto deseas en momento! "Muchas veces debemos insistir con nuestra Oración sin desfallecer, no porque Dios no quiera brindarnos la gracia que le estamos pidiendo, sino, para conocer lo que él desea entregarnos para vivir en Paz y siempre para su Gloria, el saber y hacer su voluntad en todo momento nos libera de mucho dolo fisíco también"
ADRIAN, DIOS YA TIENE UN PLAN PARA TI Y QUISA EL TIEMPO DE MI SEÑOR NO TE HA LLEGADO
ReplyDeletePERO TEN FE EN EL , EL METODO DE TU SANACION ES LA ORACION Y LA ALABANZA AL ALTISIMO
A AQUL QUE TODO LO PUEDE, EL COSTO ES NADA PORQUE EL TE AMA Y YA TE COMPRO A UN PRECIO MUY ALTO
TU YA ERES DE EL LE PERTENECES, ASI QUE NO TE COBRA NADA POR SANARTE PORQUE TE AMA
EL LUGAR. PUEDES AISTIR A CUALQUIER PARROQUIA Y POSTRARTE ANTE EL SANTISIMO, PIDELE PERDON POR TUS PECADOS Y GLORIFICA A MI SEÑOR. RESPUESTA, PUEDE SER INMEDIATA O PUEDE SER ORDINARIAMENTE
LO QUE SI TE DIGO ES QUE ES UNA GARANTIA QUE EL SANA LO ENFERMO, Y QUE PARA EL NO HAY IMPOSIBLE
DIOS TE BENDIGA Y COMIENZA HOY MISMO A ORAR.
CUDIATE
Adrián, yo creo qu lo primero que podrías hacer es acercarte al Señor a través de la oración Hay distintas formas de orar , pero el Padre Emiliano TARDIF NOS HA DEJADO UNAS MARAVILLOSAS, ORACIONES DE SANACIÓN FÍSICA, DEL iINTERIOR Y DEL ALMA, TE LAS RECOMIENDO ( en la Pagina de Internet del Padre Emilino Tardif), y luego acércate al Sacramento de la reconciliación. DIOS SANA. ¡QUE DIOS TE BENDIGA ! PAZ Y BIEN.! ENZO
ReplyDeleteHola, por casualidad recibí de obsequio el libro del Padre Tardif "Jesús es el mesias" me pareció tan maravilloso que lo leí en un solo día y me ha dado un rayo de esperanza en estos momentos en que mi alma esta llena de ira, rencor y malos pensamientos derivados de la situación política que vive mi país Venezuela, donde jóvenes están sufriendo de torturas y muchas injusticias, no hay estado de derecho, no hay donde recurrir ya que todas las instancias están secuestradas por un régimen hipócrita y manipulador, nos dicen que lo que se espera es una guerra civil y que va a morir mucha gente y yo vivo llena de miedo por mi familia y por todos los jóvenes que luchan para cambiar las cosas, yo se que con mi rabia ofendo a Dios y no encuentro forma de hacer algo para sentir diferente, Quisiera alguna orientación para manejar estos sentimientos y recurrir a sus grupos de sanación para que oren por mi país, para que logremos reconciliarnos y no lleguemos a enfrentamientos que nos lleven a perder muchas vidas.
ReplyDeleteBusca el libro "Jesús está vivo" también del padre Tardif. Los católicos debemos participar en la política para sanearla. Siempre por vìa pacífica. Saludos.
ReplyDeleteBUEN DIA HE LEIDO JESUS ES EL MESIAS , TENGO 28 AÑOS Y VOY A GRUPOS DE ORACION DESDE LOS 17 ... MI SANNACION RECIEIN COMENZO HACE 3 AÑOS Y ES UN PROCESO ... ME PUDE LIBERAR DE UN ESPIRITU DE SINTONIA DE MUERTE .... VIVIA CON GANAS DE MORIRME TODO ERA MUERTE PARA MI ME VESTIA DE NEGRO Y MUCHAS OTRAS COSAS EL ALMA SUFRE VERDADERAMENTE .. Y SOLO FRENTE AL SANTISIMO ENCONTRE LA SANACION Y EN COMUNIDAD ... NMO HAY SANACION A SOLAS HAY SANACION EN COMUNIDAD Y HAY Q SER PERSEVERANTE .. FELIZ DE SER UNA PERSONA Q TRATA TDOS LOS DIAS DE SER MEJOR CARGANDO MU CRUZ
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