Friday, March 11, 2016

Versiculos de la Biblia Para Tiempos de Angustia y Dolor



Cuando un ser querido esta pasando por un momento difícil, las palabras adecuadas se nos escapan y encontramos que aunque queremos expresar compasión, nada útil viene a la mente. Quizás la Biblia y estos pasajes bíblicos para tiempos de angustia y dolor puedan ser de servicio para ti y para aquella persona que necesita saber que aun hay esperanza en medio de las tribulaciones.

Salmos 9:9
Tú, Señor, eres el refugio de los pobres

Salmos 18:2
Mi Señor y Dios, tú eres mi roca, mi defensor, ¡mi libertador! Tú eres mi fuerza y mi escudo, mi poderosa salvación, mi alto refugio. ¡En ti confío!

Salmos 22:24
El Señor no rechaza al afligido, no desprecia a los que sufren, ni esconde de ellos su rostro; cuando a él claman, les responde

Salmos 23
El Señor es mi pastor; nada me falta. En campos de verdes pastos me hace descansar; me lleva a arroyos de aguas tranquilas.
Me infunde nuevas fuerzas y me guía por el camino correcto, para hacer honor a su nombre.
Aunque deba yo pasar por el valle más sombrío, no temo sufrir daño alguno, porque tú estás conmigo; con tu vara de pastor me infundes nuevo aliento.
Me preparas un banquete a la vista de mis adversarios; derramas perfume sobre mi cabeza y me colmas de bendiciones.
Sé que tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida, y que en tu casa, oh Señor, viviré por largos días.

Salmos 34:17-18
Claman los justos, y Yahve oye y los libra de todas sus angustias. Cercano está Yahve a los quebrantados de corazón y salva a los contritos de espíritu.

Salmos 71:20-21
Me has hecho ver muchas angustias y males, pero volverás a darme vida; volverás a levantarme de los abismos de la tierra, aumentarás mi grandeza, y volverás a consolarme.

Salmos 91:9-10
Por haber puesto al Señor por tu esperanza, por poner al Altísimo como tu protector, no te sobrevendrá ningún mal, ni plaga alguna tocará tu casa.

Salmos 116:5-7
El Señor es justo y compasivo; nuestro Dios es todo bondad. El Señor protege a la gente sencilla. Yo estuve muy enfermo, y él me levantó. ¡Alma mía, ya puedes estar tranquila, porque el Señor me ha tratado con bondad.

Salmos 121: 1,2
Elevo mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del Señor, creador del cielo y de la tierra.

Salmos 138:7
Cuando me encuentre angustiado, tú me infundirás nueva vida; Me defenderás de la ira de mis enemigos, y con tu diestra me levantarás victorioso.

Proverbios 14:32
Al malvado lo pierde su propia maldad; el justo, aun en la muerte mantiene la esperanza.

Isaías 54:10
Podrán moverse los montes, podrán temblar las colinas, pero mi misericordia jamás se apartará de ti, ni se romperá mi pacto de paz contigo. Lo digo yo, el Señor, quien tiene de ti misericordia.

Lamentaciones 3:31-33
El Señor no nos abandonará para siempre; nos aflige, pero en su gran bondad también nos compadece.

No es la voluntad del Señor afligirnos ni entristecernos.

Mateo 5:4
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.

Mateo 11:28-30
Vengan a mí todos ustedes, los agotados de tanto trabajar, que yo los haré descansar.

Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para su alma; porque mi yugo es fácil, y mi carga es liviana.

Juan 14:27
La paz les dejo, mi paz les doy; yo no la doy como el mundo la da. No dejen que su corazón se turbe y tenga miedo.

1 Pedro 5:6-7
Por lo tanto, muestren humildad bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo. Descarguen en él todas sus angustias, porque él tiene cuidado de ustedes.

Apocalipsis 21:4
Dios enjugará las lágrimas de los ojos de ellos, y ya no habrá muerte, ni más llanto, ni lamento ni dolor; porque las primeras cosas habrán dejado de existir.

Wednesday, March 9, 2016

Mensaje del Padre Guadalupe Santos


MI ORACIÓN POR TU FAMILIA


INICIAMOS LA NOVENA DE ORACIÓN Y DE MISAS POR LA UNIDAD DE LAS FAMILIAS. POR LA RESTAURACIÓN DEL AMOR CONYUGAL Y LA CAPACIDAD DE DIÁLOGO ENTRE ESPOSOS, PADRES E HIJOS. SI TU NECESIDAD ES APREMIANTE NO DUDES EN ENVIARNOS TU MENSAJE PARA INTEGRARTE A LOS BENEFICIADOS DE ESTA NOVENA POR LA FAMILIA. PEDIMOS A SAN JOSÉ PROTECTOR DE LA SAGRADA FAMILIA QUE PROTEJA LA TUYA Y LA HAGA CRECER EN PACIENCIA TOLERANCIA Y AMOR. 


CON TODO NUESTRO AFECTO Y DEVOCIÓN ORAMOS POR USTEDES QUERIDOS AMIGOS Y HERMANOS. 


P. Guadalupe Santos y Heraldos de la paz

Las Florecillas de San Francisco Capítulo XXI


Cómo San Francisco amansó, por virtud divina,
un lobo ferocísimo

En el tiempo en que San Francisco moraba en la ciudad de Gubbio, apareció en la comarca un grandísimo lobo, terrible y feroz, que no sólo devoraba los animales, sino también a los hombres; hasta el punto de que tenía aterrorizados a todos los habitantes, porque muchas veces se acercaba a la ciudad. Todos iban armados cuando salían de la ciudad, como si fueran a la guerra; y aun así, quien topaba con él estando solo no podía defenderse. Era tal el terror, que nadie se aventuraba a salir de la ciudad.

San Francisco, movido a compasión de la gente del pueblo, quiso salir a enfrentarse con el lobo, desatendiendo los consejos de los habitantes, que querían a todo trance disuadirle. Y, haciendo la señal de la cruz, salió fuera del pueblo con sus compañeros, puesta en Dios toda su confianza. Como los compañeros vacilaran en seguir adelante, San Francisco se encaminó resueltamente hacia el lugar donde estaba el lobo. Cuando he aquí que, a la vista de muchos de los habitantes, que habían seguido en gran número para ver este milagro, el lobo avanzó al encuentro de San Francisco con la boca abierta; acercándose a él, San Francisco le hizo la señal de la cruz, lo llamó a sí y le dijo:

-- ¡Ven aquí, hermano lobo! Yo te mando, de parte de Cristo, que no hagas daño ni a mí ni a nadie.

¡Cosa admirable! Apenas trazó la cruz San Francisco, el terrible lobo cerró la boca, dejó de correr y, obedeciendo la orden, se acercó mansamente, como un cordero, y se echó a los pies de San Francisco. Entonces, San Francisco le habló en estos términos:

-- Hermano lobo, tú estás haciendo daño en esta comarca, has causado grandísimos males, maltratando y matando las criaturas de Dios sin su permiso; y no te has contentado con matar y devorar las bestias, sino que has tenido el atrevimiento de dar muerte y causar daño a los hombres, hechos a imagen de Dios. Por todo ello has merecido la horca como ladrón y homicida malvado. Toda la gente grita y murmura contra ti y toda la ciudad es enemiga tuya. Pero yo quiero, hermano lobo, hacer las paces entre tú y ellos, de manera que tú no les ofendas en adelante, y ellos te perdonen toda ofensa pasada, y dejen de perseguirte hombres y perros.

Ante estas palabras, el lobo, con el movimiento del cuerpo, de la cola y de las orejas y bajando la cabeza, manifestaba aceptar y querer cumplir lo que decía San Francisco. Díjole entonces San Francisco:

-- Hermano lobo, puesto que estás de acuerdo en sellar y mantener esta paz, yo te prometo hacer que la gente de la ciudad te proporcione continuamente lo que necesites mientras vivas, de modo que no pases ya hambre; porque sé muy bien que por hambre has hecho el mal que has hecho. Pero, una vez que yo te haya conseguido este favor, quiero, hermano lobo, que tú me prometas que no harás daño ya a ningún hombre del mundo y a ningún animal. ¿Me lo prometes?

El lobo, inclinando la cabeza, dio a entender claramente que lo prometía. San Francisco le dijo:

-- Hermano lobo, quiero que me des fe de esta promesa, para que yo pueda fiarme de ti plenamente.

Tendióle San Francisco la mano para recibir la fe, y el lobo levantó la pata delantera y la puso mansamente sobre la mano de San Francisco, dándole la señal de fe que le pedía. Luego le dijo San Francisco:

-- Hermano lobo, te mando, en nombre de Jesucristo, que vengas ahora conmigo sin temor alguno; vamos a concluir esta paz en el nombre de Dios.

El lobo, obediente, marchó con él como manso cordero, en medio del asombro de los habitantes. Corrió rápidamente la noticia por toda la ciudad; y todos, grandes y pequeños, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, fueron acudiendo a la plaza para ver el lobo con San Francisco. Cuando todo el pueblo se hubo reunido, San Francisco se levantó y les predicó, diciéndoles, entre otras cosas, cómo Dios permite tales calamidades por causa de los pecados; y que es mucho más de temer el fuego del infierno, que ha de durar eternamente para los condenados, que no la ferocidad de un lobo, que sólo puede matar el cuerpo; y si la boca de un pequeño animal infunde tanto miedo y terror a tanta gente, cuánto más de temer no será la boca del infierno. «Volveos, pues, a Dios, carísimos, y haced penitencia de vuestros pecados, y Dios os librará del lobo al presente y del fuego infernal en el futuro».

Terminado el sermón, dijo San Francisco:

-- Escuchad, hermanos míos: el hermano lobo, que está aquí ante vosotros, me ha prometido y dado su fe de hacer paces con vosotros y de no dañaros en adelante en cosa alguna si vosotros os comprometéis a darle cada día lo que necesita. Yo salgo fiador por él de que cumplirá fielmente por su parte el acuerdo de paz.

Entonces, todo el pueblo, a una voz, prometió alimentarlo continuamente. Y San Francisco dijo al lobo delante de todos:

-- Y tú, hermano lobo, ¿me prometes cumplir para con ellos el acuerdo de paz, es decir, que no harás daño ni a los hombres, ni a los animales, ni a criatura alguna?

El lobo se arrodilló y bajó la cabeza, manifestando con gestos mansos del cuerpo, de la cola y de las orejas, en la forma que podía, su voluntad de cumplir todas las condiciones del acuerdo. Añadió San Francisco:

-- Hermano lobo, quiero que así como me has dado fe de esta promesa fuera de las puertas de la ciudad, vuelvas ahora a darme fe delante de todo el pueblo de que yo no quedaré engañado en la palabra que he dado en nombre tuyo.

Entonces, el lobo, alzando la pata derecha, la puso en la mano de San Francisco. Este acto y los otros que se han referido produjeron tanta admiración y alegría en todo el pueblo, así por a devoción del Santo como por la novedad del milagro y por la paz con el lobo, que todos comenzaron a clamar al cielo, alabando y bendiciendo a Dios por haberles enviado a San Francisco, el cual, por sus méritos, los había librado de la boca de la bestia feroz.

El lobo siguió viviendo dos años en Gubbio; entraba mansamente en las casas de puerta en puerta, sin causar mal a nadie y sin recibirlo de ninguno. La gente lo alimentaba cortésmente, y, aunque iba así por la ciudad y por las casas, nunca le ladraban los perros. Por fin, al cabo de dos años, el hermano lobo murió de viejo; los habitantes lo sintieron mucho, ya que, al verlo andar tan manso por la ciudad, les traía a la memoria la virtud y la santidad de San Francisco (5).

En alabanza de Cristo. Amén.

Las Florecillas de San Francisco Capítulo XXII


Cómo San Francisco domesticó unas tórtolas silvestres

Cierto muchacho había apresado un día muchas tórtolas y las llevaba a vender. Encontróse con él San Francisco, que sentía especial ternura por los animales mansos (6), y, mirando las tórtolas con ojos compasivos, dijo al muchacho:

-- ¡Oye, buen muchacho; dame, por favor, esas aves tan inocentes, que en la Sagrada Escritura representan a las almas castas, humildes y fieles, para que no vengan a parar en manos crueles que les den muerte!

El muchacho, impulsado por Dios, le dio al punto todas a San Francisco, y él las recibió en el seno y comenzó a hablar con ellas dulcemente:

-- ¡Oh hermanas mías tórtolas, sencillas, inocentes y castas! ¿Por qué os habéis dejado coger? Yo quiero ahora libraros de la muerte, y os haré nidos para que os multipliquéis y deis fruto, conforme al mandato de vuestro Creador.

Y San Francisco les hizo nido a todas. Ellas se domesticaron, y comenzaron a poner huevos y a empollar a la vista de los hermanos. Y vivían y alternaban familiarmente con San Francisco y los demás hermanos como si fueran gallinas alimentadas siempre por ellos. Y no se marcharon hasta que San Francisco les dio licencia para irse con su bendición.

Al muchacho que se las había dado dijo San Francisco:

-- Hijo mío, tú llegarás a ser hermano menor en esta Orden y servirás en gracia a Jesucristo.

Y así sucedió: aquel joven se hizo religioso y vivió en la Orden con grande santidad.

En alabanza de Cristo. Amén.

La Florecillas de San Francisco Capítulo XXIII


Cómo San Francisco, estando en oración,
vio al demonio entrar en un hermano

Estaba una vez San Francisco en oración en el convento de la Porciúncula, y vio, por divina revelación, todo el convento rodeado y asediado por los demonios como por un grande ejército; pero ninguno de ellos lograba entrar en el convento, porque todos aquellos hermanos eran de tanta santidad, que los demonios no hallaban por dónde penetrar. Pero ellos perseveraban en su empeño; y he aquí que uno de los hermanos tuvo un enfado con otro, y andaba maquinando cómo poder acusarlo y vengarse de él. Y este mal pensamiento fue la brecha que vio abierta el demonio; así pudo penetrar en el convento y fue a ponerse en el cuello de aquel hermano.

El pastor amante y solícito, que velaba de continuo sobre su grey, viendo que el lobo había entrado para devorar su ovejita, hizo llamar en seguida a aquel hermano y le ordenó que descubriera allí mismo el veneno del odio que había concebido contra el prójimo, y que le había hecho caer en las manos del enemigo.

Quedó él espantado al verse conocido por el Padre santo, declaró todo el veneno de su rencor, reconoció su culpa y pidió humildemente penitencia y misericordia. Hecho esto, una vez que él fue absuelto del pecado y recibió la penitencia, inmediatamente huyó el demonio ante San Francisco. El hermano, librado así de las manos de la bestia cruel por la bondad del buen pastor, dio gracias a Dios y, volviendo corregido y amaestrado a la grey del santo pastor, vivió en adelante en grande santidad.

En alabanza de Cristo. Amén.

Saturday, March 5, 2016

ENSEÑANZA: LA ALABANZA Y LA SANACIÓN



LA ALABANZA Y LA SANACIÓN

La conexión entre música y curación de enfermedades es muy antigua; sin embargo, en Norte América la terapia con música no se inició hasta después de la segunda guerra mundial, en busca de ayuda para tratar los problemas psicológicos de los veteranos de guerra. Esto es porque la música y las ondas de sonido tienen efecto en nuestro organismo, y ha sido utilizada para ayudar pacientes con una gran gama de padecimientos físicos y mentales. Hace 40 años el Doctor Alfred Tomatis, otorrinolaringólogo francés, desarrolló el "Método Tomatis" que provee entrenamiento auditivo, o estimulación auditiva para el tratamiento de una gran variedad de padecimientos.

La música de Dios tiene un poder SANTO E INFINITAMENTE MAYOR que la música del mundo y la música satánica. El poder de Dios respalda la música cristiana y este poder supera totalmente el poder de satanás. La música de alabanza tiene poder de sanar, liberar y transformar, porque toca las fibras más profundas de nuestro ser y, si la música está cargada de Palabra de Dios que es “MÁS PENETRANTE QUE ESPADA DE DOBLE FILO” su poder es doblemente mayor; ya que la Palabra de Dios sana, quebranta yugos, derriba muros y destruye las potestades del enemigo. Nuestra música tiene más poder que la satánica o la mundana, porque el Dios de los Ejércitos la utiliza como arma del amor, para la santificación y la salvación.

1 SAMUEL 16,14-23

El espíritu de Yahvé se había apartado de Saúl y un espíritu malo que venía de Yahvé le infundía espanto. Dijéronle, pues, los servidores de Saúl: «Mira, un espíritu malo de Dios te infunde espanto; permítenos, señor, que tus siervos que están en tu presencia te busquen un hombre que sepa tocar la cítara, y cuando te asalte el espíritu malo de Dios tocará y te hará bien.» Dijo Saúl a sus servidores: «Buscadme, pues, un hombre que sepa tocar bien y traédmelo.» Tomó la palabra uno de los servidores y dijo: «He visto a un hijo de Jesé el belenita que sabe tocar; es valeroso, buen guerrero, de palabra amena, de agradable presencia y Yahvé está con él.» Despachó Saúl mensajeros a Jesé que le dijeran: «Envíame a tu hijo David, el que está con el rebaño.» Tomó Jesé un asno, pan, un odre de vino y un cabrito y lo envió a Saúl por medio de su hijo David. Llegó David donde Saúl y se quedó a su servicio. Saúl le cobró mucho afecto y lo hizo su escudero. Mandó Saúl a decir a Jesé: «Te ruego que David se quede a mi servicio, porque ha hallado gracia a mis ojos.» Cuando el espíritu malo de parte de Dios asaltaba a Saúl, tomaba David la cítara, la tocaba, Saúl encontraba calma y bienestar y el espíritu malo se apartaba de él.

Cuando, como David, tocamos y cantamos para el Señor, hay un enorme derramamiento del Espíritu Santo. Dios habita en la alabanza de su pueblo y derrama su poder sanador y liberador especialmente cuando cantamos Palabra de Dios que es creadora. Jesús es la Palabra de Dios, Él es el que sana nuestras dolencias, por lo tanto, si cantamos alabanzas cargadas de Palabra de Dios, obligadamente tenemos que sanar. Es importante, por lo tanto, cantar las alabanzas adecuadas a la hora de dirigir la alabanza en las asambleas. En la Iglesia nos hemos quedado con el “avivamiento”: animar un poquito a la gente para que entre en calor, con cantitos dinámicos como “Había un sapo”… y llamamos a eso alabanza. Por eso no vemos resultados milagrosos en el pueblo de Dios. La alabanza es mucho más que eso: Es exaltar, piropear, agradar al Señor y reconocerlo como nuestro único Dios y Señor. Es gozarnos en saber que Dios está en medio de nosotros con todo su poder. Es expresarle con palabras, con cantos y con danzas, lo que hay en nuestro corazón al admirarnos de su grandeza y de sus obras prodigiosas.

¿POR QUÉ RECIBIMOS SANACIÓN Y LIBERACIÓN CUANDO ALABAMOS AL SEÑOR?

1. Porque cuando alabamos al Señor a través de la música, el canto y la danza, su presencia se manifiesta con poder en medio de su pueblo. Cuando Él está en medio de su pueblo obra portentos.

2 CRÓNICAS 5,11-14

Cuando los sacerdotes salieron del santuario (pues todos los sacerdotes que se hallaban presentes se habían santificado, sin guardar orden de clases), y todos los levitas cantores, Asaf, Hemán y Yedutún, con sus hijos y hermanos, vestidos de lino fino, estaban de pie al oriente del altar, tocando címbalos, salterios y cítaras, y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban las trompetas, se hacían oír al mismo tiempo y al unísono los que tocaban las trompetas y los cantores, alabando y celebrando a Yahvé; alzando la voz con las trompetas y con los címbalos y otros instrumentos de música, alababan a Yahvé diciendo: «Porque es bueno, porque es eterna su misericordia»; el templo se llenó de una nube, el templo mismo de Yahvé. Cuando los sacerdotes salieron del santuario -pues la nube había llenado el templo de Yahvé- los sacerdotes no pudieron permanecer ante la nube para completar el servicio, pues la gloria de Yahvé llenaba el templo de Yahvé”.

2. Porque nos olvidamos de nosotros mismos, de nuestros problemas y enfermedades y, ponemos nuestra atención en el Dios que sana. Nos unimos a la Iglesia triunfante, a los coros celestiales y a todos los Santos que alaban día y noche al Señor en el cielo y ofrecemos así nuestra alabanza como un sacrificio agradable al Señor a pesar de nuestro dolor. Todos sabemos que ofrecer un sacrificio significa dar algo que nos duele, que no tenemos ganas de dar, algo que nos cuesta. Pero cuando lo hacemos de todo corazón, el Señor abre las compuertas del cielo y derrama lluvia de bendiciones y sanaciones sobre nosotros y se cumple la Palabra: “Los ciegos ven, los cojos andan, los sordos oyen y los mudos hablan”. Vuelve a suceder lo que sucedía cuando Jesús estaba en la tierra: “Iba por todos los pueblos predicando y haciendo el bien. Sanando a los enfermos y liberando a los oprimidos por el diablo”. Jesús se pasea, como al principio en el jardín del Edén, en medio de su pueblo deleitándose en la alabanza de sus hijos y derramando su bendición y poder sanadores y liberadores.

A medida que abrimos nuestros corazones y mentes en alabanza al Señor, nos estamos abriendo a su poder sanador. La mayoría de las personas gasta su vida lamentándose de sus problemas, dolores y sufrimientos. Están tan absortas en sus dificultades que éstas se convierten en el centro de su oración cuando este lugar debe ser ocupado por el Señor. Cuando alabamos y damos gracias a Dios, hacemos de Jesús el centro de nuestra oración y ya no somos nosotros, el centro. A medida que apartamos la vista de nosotros y la volvemos hacia el Señor, El se manifiesta de manera extraordinaria. Cuando alabamos al Señor, le estamos dedicando nuestra atención y, olvidándonos de nosotros, nos volvemos más receptivos a lo que El tiene para darnos. Y Él, que no se deja ganar en generosidad, derrama su poder sanador sobre nosotros.

por: Silvia Mertins

Consejos Saludables: Cúrcuma: Uso, Dosis, Propiedades y Beneficios para la Salud



La cúrcuma es una planta utilizada como especia en la cocina, cuyo color amarillo no pasa desapercibido y le da su tono a la mostaza. Pero la cúrcuma no solo tiene su función en la cocina, sino que también es utilizada como medicina natural desde hace miles de años por sus propiedades antiinflamatorias.

Curcumina: el poderoso ingrediente de la cúrcuma

Según diversos estudios científicos:

curcuma-infografiaLa curcumina podría mejorar el daño en el hígado, según un estudio experimental de la Universidad Médica de Graz, Austria.
La curcumina inhibe el crecimiento del cáncer de piel, el melanoma y el cáncer de mama, según estudios de la Universidad de Texas.
La cúrcuma utilizada en el curry que se consume a diario en la India podría explicar la baja tasa de enfermedad de Alzheimer en ese país, según epidemiólogos.
La cúrcuma provocó una disminución del 58% del dolor y la rigidez de pacientes con osteoartritis de rodilla, según un estudio realizado en Italia. Incluso mostraron una mejora del 300% de su bienestar emocional.
En resumen y según un artículo publicado en Advanced Experimental Medical Biology, en 2007: “La curcumina ha demostrado tener actividad antioxidante, antiinflamatoria, antiviral, antibacteriana, antifúngica, y contra el cáncer. Por lo tanto tiene un potencial contra diversas enfermedades como diabetes, alergias, artritis, enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades crónicas”.

Cúrcuma: uso y beneficios para la salud

Llamada “la reina de la especias”, la cúrcuma ofrece muchos beneficios para la salud e incluye nutrientes saludables como: proteínas, fibra dietética, niacina, vitaminas C, E y K, sodio, potasio, calcio, cobre, hierro, magnesio y zinc.

Conoce los beneficios del consumo de cúrcuma:

Ayuda a prevenir el cáncer
Alivia los dolores de la artritis
Ayuda en el tratamiento de la diabetes
Cura las heridas
Ayuda a prevenir la Enfermedad de Alzheimer
Mejora la digestión
Ayuda a desintoxicar el hígado
Ayuda a mantener el peso ideal
Reduce el nivel de colesterol
Fortalece el sistema inmunológico
Posibles efectos secundarios

La cúrcuma es posiblemente segura cuando se usa de forma apropiada en los adultos.
La cúrcuma no suele causar efectos secundarios, aunque algunas personas pueden experimentar malestar estomacal, náuseas, mareos o diarrea.

Precauciones

Embarazo y lactancia: No se recomienda consumir cúrcuma durante el embarazo y la lactancia porque podría poner en riesgo el embarazo.
Problemas en la vesícula biliar: La cúrcuma podría empeorar los problemas de la vesícula biliar.
Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE): La cúrcuma puede causar malestar estomacal en algunas personas.
Cirugía: La cúrcuma podría retardar la coagulación sanguínea y causar sangrado adicional.
Dosis recomendada

Habla con tu médico antes de comenzar a tomar cúrcuma como remedio natural.

Por vía oral:

Para el malestar estomacal (dispepsia) se recomienda tomar 500 mg de cúrcuma, 4 veces al día.
Para la osteoartritis se recomienda tomar 500 mg de extracto de cúrcuma (Meriva, Indena), 2 veces al día.
Para la artritis reumatoide se aconseja tomar 500 mg de cúrcuma, 2 veces al día.

Fuentes: WebMD, Mother Nature Network, Dr. Weil, CNN, Huffington Post. Infografía cortesía de Farmacognosia.

Wednesday, February 24, 2016

Terapia Espiritual en Tres Pasos para Enfrentar la Depresión




En las grandes crisis existenciales sólo existe una tabla de salvación para no ahogarse en el mar de la depresión... ¡La terapia espiritual!  
Caminar hacia la depresión siempre lleva a la destrucción.

Hay un momento en la vida en el que, quizás afortunadamente, a cada persona le llegan problemas que no logrará solucionar ni con dinero, ni con amistades influyentes, ni con brillantes cualidades personales, y ante esos tremendos problemas sólo existe una tabla de salvación para no ahogarse en el mar de la depresión y de la desesperanza: la terapia espiritual. Esto cura todo lo que la naturaleza no logra remediar. Los demás remedios resultan todos ineficaces en casos graves, muy frecuentes en la actualidad, por cierto.

Un universitario exclamaba: "Yo ya no necesito de Dios ni de la religión".

Este tipo de ideas trae una penosa consecuencia: que la mayoría de la gente cuenta ahora con muy pocas reservas espirituales de las cuales poder disponer en un tiempo de congoja mental, emocional o física. Y ese gigantesco vacío de Dios que hay en la gente actual complica seriamente sus problemas y dificulta inmensamente su curación.

El papá de este Joven, un profesional muy equilibrado y curtido en las luchas de la vida, le respondió: "No digas «YA no necesito de Dios y la religión»" ¿Por qué mejor no dices: «me parece que TODAVÍA no descubro que los necesito?» Porque en la vida te llegarán problemas tales que, si Dios no te echa una mano, perecerás apabullado por ellos, y ningún ser humano, ni tu estabilidad económica, ni siquiera tu miseria, serán capaz de librarte de sofocante peso".

A continuación se exponen 3 recomendaciones para dejar atrás la depresión con un enfoque espiritual:

1.- Sigue el camino sobrenatural.

La dimensión natural es seguir el camino que indica la propia naturaleza, pero existen otros dos caminos: la dimensión preternatural, que es el camino a la destrucción, pero la dimensión sobrenatural es el camino al Creador.

Si una persona me hiere, el camino natural es perder la confianza y cuidarse de nuevas agresiones, el camino preternatural es odiar y vengarse, pero el camino sobrenatural es, además de perdonar, ofrecer el perdón y hacer oración y ayuno por la persona que nos hirió para que también ella crezca.

2.- Hazte acompañar en tu caminar espiritual

Dice el dicho: Dime con quien andas, y te diré quién eres. Una de las más graves tragedias de nuestro tiempo es que los ignorantes espirituales instalados en los colegios, universidades, periódicos, televisión, cine y demás medios de comunicación han hecho un lavado cerebral tan desastroso a nuestra gente, que muchas personas han llegado a imaginarse que son simplemente animales, sin dimensión espiritual o sobrenatural, destinados a vivir gorditos y bien atendidos en esta vida, como pollitos en el gallinero con clima controlado y televisión por cable, o como unos gorilas con bolsas de marca y vestuario de moda, o quizás, como unos perritos acomodados con la mejor tecnología y los mejores estudios, sin proyección hacia la eternidad ni deberes para con un Dios Creador y Juez.

Así que lo que debes hacer es conseguir un guía espiritual, si no tienes uno al alcance, puedes por lo menos, leer la vida de los Santos.

3.- Sirve a los demás.

En la dimensión espiritual, el vacío siempre invita al desastre. Por eso cuando se está vacío de Jesús y de principios espirituales se va camino del fracaso, aun cuando es un camino rodeado de comodidades o incluso de carencias, esto no es lo que marca la diferencia.

En una ocasión, recomendaba a un estudiante que sirviera a otros para aliviar su tristeza,  y como respuesta me decía: le hablaré a mi padre para que me consiga un puesto de practicante en una empresa, y, como no se mucho de mi carrera todavía, así aprenderé y tendré mejores oportunidades aunque no me paguen. ¡Qué lejos estaba de servir! El servir significa darse a los demás, dar tu tiempo en una casa hogar de niños; compartir lo que dejas de comer cuando ayunas, con un indigente (que bien conoces, porque hay miles); participar en la limpieza de tu casa…

Y recuerda siempre, que ¡la depresión se asusta cuando te acercas a los sacramentos!

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Autor: Rafael Ruiz | PildorasdeFe.net

Coraza de San Patricio



Se le conoce como Pectoral o la Coraza de San Patricio. Muchos la utilizan para alejar las influencias demoníacas o una presencia del mal. 

La siguiente oración está compuesta por San Patricio, una oración poderosa de protección e invocación al Señor. Se le conoce como Pectoral o la Coraza de San Patricio porque constituye, en el plano espiritual, lo que en aquellas épocas constituían las armaduras colocadas sobre el pecho de los guerreros que pretendía ir a la batalla. 

La oración es recomendable hacerla en estado de gracia, pues tiene un poder protector y liberador. Muchos la utilizan para alejar las influencias demoníacas o la presencia de algún mal presente en otras formas.

La oración tiene muchas versiones, y según narra la tradición, la misma fue compuesta por el obispo San Patricio mientras huían de los druidas a través de un extenso bosque. Se dice que cuando la hicieron, él y ocho de sus discípulos se transformaron en ciervos, y sus perseguidores, quienes estaban acosándolos de cerca, no vieron más a San Patricio y su grupo sino a una manada de ciervos caminando en el bosque. Desde entonces es conocida como una poderosa oración de protección y de invocación al Señor.

A continuación la Coraza de San Patricio:

(Versión breve)

Cristo conmigo,
Cristo delante mí,
Cristo detrás de mí,
Cristo dentro de mí,
Cristo debajo mí,
Cristo sobre mí,
Cristo a mi derecha,
Cristo a mi izquierda,
Cristo cuando me acuesto,
Cristo cuando me siento,
Cristo cuando me levanto,
Cristo en la anchura, 
Cristo en la longitud, 
Cristo en la altura
Cristo en el corazón de todo hombre que piensa en mí,
Cristo en la boca de todo hombre que hable de mí,
Cristo en los ojos de todos los que me ven,
Cristo en los oídos de todos los que me escuchan.

(Versión completa)

Me levanto hoy por medio de la poderosa fuerza, la invocación de la Santísima Trinidad, por medio de la Fe en sus Tres Personas, por medio de la confesión de la Unidad del Creador del universo.

Me levanto hoy, por medio de la fuerza del nacimiento de Cristo y su bautismo, por medio de la fuerza de su crucifixión y de su sepulcro, por medio de la fuerza de su resurrección y su asunción, por medio de la fuerza de su descenso para juzgar el mal.

Me levanto hoy por medio de la fuerza del amor de Querubines, en obediencia de los Ángeles, en servicio de Arcángeles, en la esperanza que la resurrección encuentra recompensa, en las oraciones de los Patriarcas, en las palabras de los Profetas, en las prédicas de los Apóstoles, en la inocencia de las Santas Vírgenes, en las obras de todos los hombres de bien.

Me levanto hoy por medio del poder del cielo: Luz del sol, Esplendor del fuego, Rapidez del rayo, Ligereza del viento, Profundidad de los mares, Estabilidad de la tierra, Firmeza de la roca.

Me levanto hoy por medio de la fuerza de Dios que me conduce: Poder de Dios que me sostiene, Sabiduría de Dios que me guía, Mirada de Dios que me vigila, Oído de Dios que me escucha, Palabra de Dios que habla por mí, Mano de Dios que me guarda, Sendero de Dios tendido frente a mí, Escudo de Dios que me protege, Legiones de Dios para salvarme de trampas del demonio, de tentaciones de vicios, de cualquiera que me desee mal, lejanos y cercanos, solos o en multitud.

Yo invoco éste día todos estos poderes entre mí y el maligno, contra despiadados poderes que se opongan a mi cuerpo y alma, contra conjuros de falsos profetas, contra las leyes negras de los paganos, contra las falsas leyes de los herejes, contra las obras y astucia de la idolatría, contra los encantamientos de brujas, forjas y hechiceros, contra cualquier conocimiento corruptor del cuerpo y del alma.

Cristo, sé mi escudo hoy, contra venenos, contra quemaduras, contra sofocación, contra heridas, de tal forma que pueda yo recibir recompensa en abundancia.

Cristo conmigo, Cristo delante mí, Cristo detrás de mí, Cristo dentro de mí, Cristo debajo mí, Cristo sobre mí, Cristo a mi derecha, Cristo a mi izquierda, Cristo cuando me acuesto, Cristo cuando me siento, Cristo cuando me levanto, Cristo en la anchura,  Cristo en la longitud,  Cristo en la altura, Cristo en el corazón de todo hombre que piensa en mí, Cristo en la boca de todo hombre que hable de mí, Cristo en los ojos de todos los que me ven, Cristo en los oídos de todos los que me escuchan.

Me levanto hoy por medio de la poderosa fuerza, la invocación de la Santísima Trinidad, por medio de la Fe en sus Tres Personas, por medio de la confesión de la Unidad del Creador del universo. Amén

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Qriswell J Quero | Fuente: PildorasdeFe.net

Thursday, February 11, 2016

Oración de Sanación


Querido Señor Jesús, es mi voluntad ofrecerte todo lo que soy y todo lo que quiero ser. Te abro todos los rincones de mi corazón e invito a tu Espíritu Santo a que habite en mi interior.
Te ofrezco mi vida, mi corazón, mi mente, mi cuerpo, mi alma, mi espíritu, todas mis esperanzas, planes y sueños. Te entrego mi pasado, presente y futuro, mis hábitos, mis defectos de carácter, mis actitudes, mi sustento, mis bienes, mis finanzas, mi seguro médico, mi trabajo y todas mis relaciones. 
Te entrego mi salud, mis discapacidades, mi aspecto físico, mi hogar, mi familia, mi matrimonio, mis hijos, mi sexualidad y mis amistades. Te pido que seas el Señor de cada aspecto de mi vida. Te ofrezco mis heridas, dolores, preocupaciones, ansiedades y miedos, y te pido que me limpies.

Entrego todo a tu amoroso cuidado. Por favor, Señor, háblame claramente. Abre mis oídos para escuchar tu voz. Abre mi corazón para tener una comunión contigo aun más íntima. Necesito desesperadamente sentir tu abrazo cariñoso. Cierra las puertas que necesitan ser cerradas y abre las puertas que deben ser abiertas. Pon mis pies en el camino recto y estrecho que conduce a la vida eterna. Amén.

Tuesday, February 9, 2016

10 DE FEBRERO DE 2016 MIÉRCOLES DE CENIZA





La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo.

La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón.

Las palabras que se usan para la imposición de cenizas, son:

*“Concédenos, Señor, el perdón y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida”

*“Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás"

* “Arrepiéntete y cree en el Evangelio”.

ORIGEN DE LA COSTUMBRE

Antiguamente los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios.

En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.

En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.

Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos del año anterior. Esto nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada.

También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.

La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo. Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos.

Cuando el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios. La ceniza se le impone a los niños y a los adultos.

EL AYUNO Y LA ABSTINENCIA

El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia. La abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años. El ayuno consiste hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia es no comer carne. Este es un modo de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre.

LA ORACIÓN:

La oración en este tiempo es importante, ya que nos ayuda a estar más cerca de Dios para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior.

Necesitamos convertirnos, abandonando el pecado que nos aleja de Dios. Cambiar nuestra forma de vivir para que sea Dios el centro de nuestra vida. Sólo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad.

Para que nuestra Oración tenga frutos, debemos evitar lo siguiente:

La hipocresía: Jesús no quiere que oremos para que los demás nos vean llamando la atención con nuestra actitud exterior. Lo que importa es nuestra actitud interior.

La disipación: Esto quiere decir que hay que evitar las distracciones lo más posible. Preparar nuestra oración, el tiempo y el lugar donde se va a llevar a cabo para podernos poner en presencia de Dios.

La multitud de palabras: Esto quiere decir que no se trata de hablar mucho o repetir oraciones de memoria sino de escuchar a Dios. La oración es conformarnos con Él; nuestros deseos, nuestras intenciones y nuestras necesidades. Por eso no necesitamos decirle muchas cosas. La sinceridad que usemos debe salir de lo profundo de nuestro corazón porque a Dios no se le puede engañar.

EL SACRIFICIO:

Al hacer sacrificios (cuyo significado es "hacer sagradas las cosas"), debemos hacerlos con alegría, ya que es por amor a Dios. Si no lo hacemos así, causaremos lástima y compasión y perderemos la recompensa de la felicidad eterna. Dios es el que ve nuestro sacrificio desde el cielo y es el que nos va a recompensar.

“Cuando ayunéis no aparezcáis tristes, como los hipócritas que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo, ya recibieron su recompensa. Tú cuando ayunes, úngete la cabeza y lava tu cara para que no vean los hombres que ayunas, sino Tu Padre, que está en lo secreto: y tu padre que ve en lo secreto, te recompensará." (Mt 6,6).

CONCLUSIÓN:

Como vemos, la ceniza no es un rito mágico, no nos quita nuestros pecados, para ello tenemos el Sacramento de la Reconciliación. Es un signo de arrepentimiento, de penitencia, pero sobre todo de conversión. Es el inicio del camino de la Cuaresma, para acompañar a Jesús desde su desierto hasta el día de su triunfo que es el Domingo de Resurrección.

Debe ser un tiempo de reflexión de nuestra vida, de entender a donde vamos, de analizar como es nuestro comportamiento con nuestra familia y en general con todos los seres que nos rodean.

En estos momentos al reflexionar sobre nuestra vida, debemos convertirla de ahora en adelante en un seguimiento a Jesús, profundizando en su mensaje de amor y acercándonos en esta Cuaresma al Sacramento de la Reconciliación (también llamado confesión), que como su nombre mismo nos dice, representa reconciliarnos con Dios y sin reconciliarnos con Dios y convertirnos internamente, no podremos seguirle adecuadamente.

Está Reconciliación con Dios está integrada por el Arrepentimiento, la Confesión de nuestros pecados, la Penitencia y finalmente la Conversión.

El arrepentimiento: Debe ser sincero, reconocer que las faltas que hemos cometido (como decimos en el Credo: en pensamiento, palabra, obra y omisión), no las debimos realizar y que tenemos el firme propósito de no volverlas a cometer.

La confesión de nuestros pecados: El arrepentimiento de nuestras faltas, por sí mismo no las borra, sino que necesitamos para ello la gracia de Dios, la cual llega a nosotros por la absolución de nuestros pecados expresada por el sacerdote en la confesión.

La penitencia: Que debemos cumplir empieza desde luego por la que nos imponga el sacerdote en el Sacramento de la Reconciliación, pero debemos continuar con la oración, que es la comunicación íntima con Dios, con el ayuno, que además del que manda la Iglesia en determinados días, es la renuncia voluntaria a diferentes satisfactores con la intención de agradar a Dios y con la caridad hacia el prójimo.

Y finalmente la Conversión que como hemos dicho es ir hacia delante, es el seguimiento a Jesús.

Es un tiempo de pedir perdón a Dios y a nuestro prójimo, pero es también un tiempo de perdonar a todos los que de alguna forma nos han ofendido o nos han hecho algún daño. Pero debemos perdonar antes y sin necesidad de que nadie nos pida perdón, recordemos como decimos en el Padre Nuestro, muchas veces repitiéndolo sin meditar en su significado, que debemos pedir perdón a nuestro Padre, pero antes tenemos que haber perdonado sinceramente a los demás.

Y terminemos recorriendo al revés nuestra frase inicial, diciendo que debemos escuchar y leer el Evangelio, meditarlo y Creer en él y con ello Convertir nuestra vida, siguiendo las palabras del Evangelio y evangelizando, es decir transmitiendo su mensaje con nuestras acciones y nuestras palabras.

Sugerencias para vivir la fiesta:

Asistir a la iglesia a ponerse ceniza con la actitud de conversión que debemos tener.

Leer la parábola del hijo pródigo, San Lucas 15, 11-32 o el texto evangélico de San Mateo 6, 1-8.

Wednesday, February 3, 2016

Oración Para la Salud de un Hijo Enfermo



 Amado Señor, tú conoces el corazón de tus hijos y no te quedas indiferente ante el pobre que te suplica. Tú sabes lo que nos aflige el bienestar de nuestros niños, tu comprendes la preocupación de los papás ante la enfermedad de alguno de sus hijos. Vengo hoy como el funcionario real del Evangelio, a pedirte que desciendas y sanes a nuestro niño/a (nombre con fe al niño/a enfermo por quien se está orando de manera especial y el mal que lo aqueja). 

Aún desde la preocupación que nos causa su enfermedad, desde el dolor y el desconcierto, si esta enfermedad está dentro de lo que tu permites, aceptamos este momento como ocasión de purificación, de abandono en tus manos, de ofrecimiento generoso de nuestras vidas. 

Aceptamos este momento como una ocasión para unirnos desde el sufrimiento a los dolores de Cristo por la salvación del mundo (Colosenses 1, 24) (Tómese unos minutos y, en calma, que su corazón se una a lo que acaba de decir con sus labios: “con este sufrimiento, me uno, Señor, a tu pasión…”) 

Ahora, Señor, a ti que quieres que tengamos vida en abundancia, te pido que por el poder del misterio de tu infancia y tu vida oculta en el hogar de Nazaret, sanes al niño/a a quien tú conoces y amas. 

Cuida de su cuerpito y de su alma. Pasa tu mano sanadora sobre él para que sienta tu alivio, tus cuidados y se restablezca prontamente según tu voluntad.

Tuesday, January 26, 2016

GUÍA PRÁCTICA PARA ESTAR EN ORACIÓN ANTE LA DIVINA EUCARISTÍA



ORAR: Orar es estar amorosamente con Dios, como el niño o la niña están con la más tierna madre comunicándose amor, aunque muchas veces no se haga con palabras. La oración no es cuestión de palabras, sino de amor. Es un dialogo amoroso.

1. SALUDO: Estas delante de Jesús, el Rey Eterno. Arrodíllate, pues dice la Escritura “ante El, toda rodilla se doble en el cielo y en la tierra”, toma conciencia de esta maravillosa verdad: estás ante la presencia Divina del Rey Eterno, salúdalo con amor.

2. ORACIÓN DE PROTECCIÓN: Por la señal de la Santa Cruz…..Amén 
Entrega: Yo me coloco en la presencia de Jesucristo y me someto a su señorío. Me pongo “la armadura de Dios, para que en el día malo pueda resistir y permanecer firme a pesar de todo”. (Ef.6, 10-11). Me mantengo firme; tomo “la verdad como cinturón, la justicia como coraza”. (Ef.6, 14). Yo llevo el escudo de la fe; así podre atajar las Flechas incendiarias de los ángeles caídos (Ef.6, 16).

Acepto “la salvación y la Espada del Espíritu Santo o sea la Palabra de Dios” (Ef. 6, 17). Me calzo las sandalias del Divino Maestro para anunciar el Evangelio de la paz y me coloco la Corona de Espinas como casco.

Sellamiento con la Sangre de Jesús: 
En el Nombre Poderoso de Nuestro Señor 
Jesucristo, yo clamo humildemente su Preciosísima Sangre sobre mí, sobre este lugar; en el aire, la atmósfera, el agua, el fuego, la tierra, lo subterráneo, los abismos, el bajo mundo y todos sus frutos a mi alrededor. Sello en la Preciosa Sangre de Jesucristo, mi alma, mi espíritu, mi mente y mi cuerpo, mi pasado, presente y futuro; todo lo que soy, lo que hago, lo que tengo; sello el Norte, el Sur, el Oriente y el Occidente, la puerta de los abismos, lo alto y lo profundo, lo ancho y lo largo, este lugar y a todos los presentes, mi familia y asociados, nuestros lugares, posesiones y fuentes de ayuda en la Sangre de Jesús. Amén.
Padre Nuestro que estás en el Cielo…

3. PIDE PERDÓN POR TUS PECADOS Y PERDONA A QUIEN TE HAYA OFENDIDO: Dedica el tiempo suficiente para purificarte. Repasa si tienes resentimientos si alguien te ofendió y dile mentalmente: yo te perdono en el Nombre de Jesucristo, y que Dios te bendiga.

Examínate, si en tu examen encuentras pecados graves, debes buscar un confesor y empezar una vida nueva.

4. SILENCIAMIENTO: Presenta al Señor tu cansancio, tus preocupaciones, tus dificultades o alguna impaciencia que has tenido hace poco.

Siéntate bien: endereza la espalda y la cabeza y deja caer los hombros hacia atrás y te vas a silenciar en tu mente y corazón, delante de Jesús.

Imagínate como un tierno bebé o una tierna bebé y que Jesús, así como lo pintan en la imagen de Jesús de la Misericordia, te toma en brazos y tu descansas en El y El te trata con la ternura de la más amorosa madre. Jesús te dice, descansa en Mi, yo haré con mis brazos una cunita para ti.

Ahora imagina que Jesús acariciándote te va orientando el ejercicio para silenciarte: suelta las tensiones de la frente y deja descansar tus ojitos, suelta todas las tensiones de la carita; imagina como Jesús te acaricia y te dice de nuevo: descansa tus ojitos en Mi, descansa tu carita, suelta las tensiones del cuello y de la nuca, mucho más, deja descansar los hombros, déjalos caer, abandona tus brazos en mi, abandona todas tus tensiones. Este es un ejercicio que haces con Jesús, bajo la guía del Espíritu Santo.

Entrega todas las tensiones del tórax y del abdomen, deja descansar las manos y los deditos de las manos, suelta las tensiones de las piernas, de las rodillas, de los músculos gemelos y de los pies.

Entrégale tu corazón a Jesús; Jesús le dice a tu corazón que no tenga prisa, que esté tranquilo.

Ahora Jesús te dirá: dame otros regalos; regálame tus preocupaciones y regálame tus malestares como ofrenda de amor; Preocupaciones por tu propia salud, preocupaciones por la salud de la familia, preocupaciones laborales, porque se tiene trabajo o porque no se tiene; dificultades en el estudio, dificultades en la familia o con otras personas, otras preocupaciones o malestares, todo entrégalo amorosamente a Jesús. “Fíate de El y hallarás los deseos de tu corazón”

5. PEDIR EL ESPÍRITU SANTO: Ahora Jesús quiere entregarte su Santo Espíritu; recordando el episodio donde Jesús resucitado, soplando sobre los discípulos les dijo: “Recibid el Espíritu Santo”; imagina que también el Señor Jesús sopla sobre ti, para que recibas el Espíritu Santo, y en brazos de Jesús, toma el aire profundamente por la nariz y lo vas soltando lentamente por la boca, entreabriendo los labios, sin perder de vista a Jesús, mientras repites: ven Espíritu Santo; haz el ejercicio de respiración unas 10 veces.

Pide el Espíritu Santo en el Nombre de Jesús, puedes ir cantando mentalmente un himno al Espíritu Santo con amor y devoción.

Ahora disfruta de esa presencia del Espíritu del Señor, siente que te arropa el Espíritu Santo, con su ternura, con su amor, que te llena de paz, de alegría y de gozo, que te entrega el don de la piedad, el don de adora, el don de la contemplación de Jesús. El Espíritu Santo te iluminará otras cosas y te dará consolaciones; El te indicará el camino, te guiará, conforme a la promesa de Jesús “ No pueden decir Señor, Señor si no es bajo la guía del Espíritu Santo”. “El Espíritu Santo les guiará a la verdad plena.

6. CONTEMPLAR: Ahora podrías otra vez arrodillarte, quedarte en adoración, contemplando a Jesús; se trata de mirarlo a El, si estas ante el Santísimo debes mirar la Hostia; El te esta contemplando desde la Hostia, te envía ternura y amor. Los rayos de la Luz Divina del Señor, te bañan; Jesús te mira, míralo tu también, envíale amor desde tu corazón. Jesús también te sonríe y te arropa con su Divino Amor.
Si pasas a otro punto, luego puedes volver a contemplar.

7. ORAR CON LA BIBLIA: Abre tu Biblia, lee y medita de un evangelio, de la carta de algún apóstol o un Salmo; lee despacio, saboreando las palabras. Descubre lo que quiere decirte Dios, luego respóndele en oración y asume un compromiso.

8. ALABANZA Y ACCIÓN DE GRACIAS: Alabar es decirle cosas bonitas al Señor, como quien ama mucho: Gracias Señor por tu inmenso amor, yo te alabo Padre Eterno por tu infinita ternura, por tu misericordia, “ porque haz hecho todas las cosas con sabiduría y amor”; tu obra es perfecta, bella y ordenada…(así podemos estar mucho rato, alabando a Dios con y por la creación). Podrías continuar así: yo quiero decirle a todas las flores del universo que te alaben a Ti Señor, que exhalen sus aromas, que presenten sus mejores galas, sus colores y formas, para adorar al Rey de la creación, al Hacedor, a quién les dio la vida. Yo quiero ofrecerte Señor, en este momento, un ramillete de flores recogidas de todo el universo y en ellas coloco también mi corazón, que sea como una rosa perfumada, pura y tierna en alabanza a Tu Santo y Divino Nombre.

Continua con tus propias palabras y con los sentimientos que el Espíritu Santo te inspira, pero recuerda que debe ser con amor, como dice Santa Teresa: “ No se trata de hablar mucho, sino de amar mucho..”

Continua con tus propias palabras y con los sentimientos que el Espíritu Santo te inspira, pero recuerda que debe ser con amor, como dice Santa Teresa: “ No se trata de hablar mucho, sino de amar mucho..”

(Puedes seguir con las aves) Las aves ,Señor, cantan sus trinos alegres y sonoros. Quiero ofrecerte el cantar de las aves del mundo entero, como una sinfonía de alabanza a tu gloria y quiero también en este momento cantarte con amor( cántale una canción que te guste. En silencio si estas adorando donde se pide silencio, cántale al Señor, con todo el sentimiento, la elocuencia del alma y del corazón).
Preséntale también al Señor, con amor, todos los motivos que tienes para darle gracias.

9. PETICIONES: Pide a Dios por la Iglesia Universal, por el Papa, por los Obispos, por los Sacerdotes, por la Parroquia, por tus intenciones particulares, por los gobernantes, por la familia, por los que sufren, por la paz, por quienes te piden oración.
Todas estas intenciones se presentan a Dios Padre en el Nombre de Jesucristo, por intercesión de la Virgen María.
Podrías volver a otro rato de contemplación. Mirar a Jesús y sentir que El te mira y cantarle algún himno o salmo que puedes escoger en el cantoral.

10.DESPEDIDA:

Al terminar te arrodillas de nuevo y te despides con una profunda adoración a Jesús.

Hay otras formas. Déjate conducir por el Espíritu Santo.

Y recuerda! Lo más importante es amar a Jesús.
Repito: “No se trata de hablar mucho, sino, de amar mucho”.

Trata de memorizar los pasos para Orar ante la Divina Eucaristía:
1.- Saludo.
2.- Oración de Protección.
3.- Pedir protección y perdonar.
4.- Silenciamiento.
5.- Pedir el Espíritu Santo.
6.- Contemplar.
7.- Orar con la Biblia.
8.- Alabanza y Acción de Gracias.
9.- Peticiones. Padre Nuestro. Ave María.
10.- Despedida.

ORACION PIDIENDO LA SABIDURIA



(Sb 9, 1-11)

Padre Celestial y Señor de la Misericordia, que con tu Palabra hiciste todas las cosas y en tu Sabiduría formaste al ser humano, para que rigiese al mundo con santidad y justicia. Dame la sabiduría asistente de tu trono Y no me excluyas del número de tus hijos, Pues aunque uno sea perfecto entre los hombres, 

Sin tu sabiduría será estimado en nada. Contigo está la Sabiduría conocedora de tus obras, Que te asistió cuando hacías el mundo, Que conoce lo que te agrada Y lo que es conforme a tus mandamientos. 

Mándala desde tu Santo Cielo, Desde tu trono glorioso envíala Para que me asista en mis tareas Y venga yo a saber lo que te agrada. Porque ella conoce y entiende todas las cosas, Me guiará prudentemente en mis obras Y me guardará en su esplendor. 
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…