¿Por qué los católicos decimos que María puede interceder ante Jesús? Entre otras cosas, porque la misma Biblia nos lo dice en el relato de la conversión de agua en vino en la boda de Caná, en el evangelio de San Juan (Jn 2, 1-12). Por favor lee el texto antes de seguir adelante.
1. El Milagro dentro del evangelio de San Juan
Ese evangelio está cuidadosamente elaborado. Se relatan exactamente siete milagros (conversión de agua en vino en la boda de Caná, la sanación del hijo del oficial, la curación del paralítico de Betesda, multiplicación de los panes, caminata sobre el mar, curación del ciego de nacimiento, resurrección de Lázaro). San Juan llama a estos milagros "señales" (semeion en griego), y son una selección de entre muchísimas otras "señales" que hizo Jesús (Jn 20, 30); por eso el evangelio de San Juan es el libro de los milagros ("señales", semeion) de Jesús, mediante las cuales muestra su Gloria y su naturaleza como Mesías. El término "semeion" se utiliza 17 veces en ese evangelio de San Juan ( 2, 11; 2, 18; 2, 23; 3, 2; 4, 48; 4, 54; 6, 2; 6, 14; 6, 26; 6, 30; 7, 31; 9, 16; 10, 41; 11, 47; 12, 18; 12, 37; 20, 30), del total de 77 veces que aparece en el Nuevo Testamento, 41 de ellas en los evangelios, 13 en Hechos de los Apóstoles, 7 en las cartas de San Pablo, 1 en la Carta a los Hebreos y 7 en el libro del Apocalipsis. La primera vez que aparece en el Nuevo Testamento "semeion" es en el siguiente versículo:
"Entonces algunos maestros de la Ley y fariseos le dijeron: “Maestro, queremos verte hacer un milagro.” " (Mt 12, 38; literalmente, piden "una señal")
La última vez es esta:
"Pero la bestia fue capturada y con ella el falso profeta que había realizado maravillas al servicio de la bestia, engañando con ellas a los que habían aceptado la marca de la bestia y a los que adoraban su estatua. Los dos fueron arrojados vivos al lago del fuego que arde con azufre." (Ap 19, 20; literalmente, lo que había realizado el profeta ante la bestia eran "señales"; ver también Mateo 24, 24, donde también se utiliza "semeion")
Según el evangelio de San Juan, justamente son las "señales" de Jesús las que llevan a los fariseos y los jefes de los sumos sacerdotes a decidir la muerte de Nuestro Señor (Jn 11, 47).
2. Un punto previo: cuando Jesús le dice "mujer" a la mamá, ¿está distanciándose de ella?
En cuanto a la calificación de "mujer" por Jesús, de entrada debe descartarse cualquier posibilidad de que eso signifique distancia. ¿Acaso iba Jesús a desobedecer el mandamiento de honrar a padre y madre? Notemos además que el evangelio, luego de que Jesús llama "mujer" a su madre, inmediatamente la llama no "Esa mujer" sino "Su madre dijo a los que servían:…". El trato de "mujer" a María aparece solamente dos veces en el evangelio de San Juan, aquí en Jn 2, 4 y durante la crucifixión en Jn 19, 26. No puede decirse que en ninguno de los casos Jesús estaba estableciendo distancia entre El y su madre, bendita entre todas las mujeres (Lc 1, 28 y Lc 1, 39), a quien todas las generaciones deben llamar bienaventurada (Lucas 1, 48).
En Jn 19, 26 (el episodio completo es desde Jn 19, 25 hasta Jn 19, 27), igualmente el evangelio de San Juan llama "su madre" a María, aunque Jesús le dice también "mujer". Repitamos la pregunta: ¿Va Jesús a negar su maternidad? No olvidemos, insisto, que el mismo Jesús reiteró los mandamientos (Mt 19, 16-19, el de honrar a padre y madre está en este último versículo). Para empezar, en todo caso, el trato de "mujer" no significa ni remotamente indiferencia en ningún contexto (el mismo término que está en el griego, se usa en Mt 15, 28; Lc 13, 12; 22, 57; Jn 2, 4; 4, 21; 19, 26; 20, 13 entre otros, según el Theological dictionary of the New Testament. 1964-c1976. Vols. 5-9 edited by Gerhard Friedrich. Vol. 10 compiled by Ronald Pitkin, G. Kittel, G. W. Bromiley & G. Friedrich, Ed., electronic ed., 1:777. Grand Rapids, MI: Eerdmans).
Debe tenerse presente igualmente que María es proclamada por el Espíritu Santo, a través de Santa Isabel, madre del Señor (Lc 1, 43), así que necesariamente el hecho de ser llamada "mujer" por su hijo tiene que explicarse de alguna manera distinta a señalar que supone indiferencia en Nuestro Señor. Lo mismo que en el español actual, la palabra con la cual Jesús llama a María en griego ("gyné", no olvidemos que el Nuevo Testamento está escrito en griego) significa tanto "mujer" como "esposa", así que necesariamente tenemos una relación de madre e hijo distinta a todas las demás, puesto que María es especial entre todas las mujeres (Lc 1, 28; Lc 1,39; Lc 1, 43) y porque el hijo es Nuestro Señor.
3. La intercesión de María ante Jesús
Visto lo anterior, el evangelio de San Juan inaugura la vida pública de Jesús con un milagro (señal) producido a instancias de María: la boda de Caná (Jn 2, 1-12). María le pide intervenir, y aunque él parece negarse, la madre señala a los sirvientes que hagan lo que El ordene, sabiendo que va a obrar, como en efecto ocurre inmediatamente, sin protestas por parte de Nuestro Señor. Y no fue una pequeña cantidad de vino, sino que Jesús convirtió en vino más de cuatrocientos litros de agua, una cantidad descomunal. Y no solamente eso, sino que fue el mejor vino (Jn 2, 10). Si usted tiene la Biblia Reina Valera 1995, edición de estudio, invito a leer la nota a pie de página para Juan 2, 10, donde dice cuál es el significado del milagro:
"Este excelente y abundante vino dado por Jesús en un banquete de bodas, reservado para el final, que sustituye al agua de las purificaciones judías, aparece como símbolo de los bienes mesiánicos que Jesús ofrece a los hombres." (Reina Valera Revisada (1995). 1998 (Gn 1.1). Miami: Sociedades Bíblicas Unidas)
Como se ve, el evangelio de Juan es claro en el hecho de que por intercesión de María, Jesús regala abundantes bienes celestiales a los seres humanos. El episodio de las bodas de Caná es la última vez que aparecen palabras de María en la Biblia, y gracias a ellas Jesús manifestó su Gloria (Jn 2, 11). No puede entonces quedar duda de la facultad intercesora de María.
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