Monday, May 2, 2011

Jesús, Médico de médicos



Por Fray Josue

Amados hermanos cuantas veces escuchamos el Evangelio y la quitamos de nuestra realidad. Hoy les invito a que se pongan en esa realidad. Imaginen Jesús llegando en la barca y la multitud ya esperando por él. Todo tipo de enfermos esperando por el nuevo profeta, el pueblo va atrás de aquel que le da esperanza.

La multitud estaba allá ansiosa, esperando a Jesús cada uno con un dilema, con un problema, enfermedad, pero había un hombre en especial…el jefe de la sinagoga, Jairo, el era un hombre que ayudaba a las otras personas, su unica hija estaba muriendo, en aquel momento se revistió de humildad y fue hasta Jesús. Cuanto mayor sea tu dolor mas tiene que ser tu insistencia y humildad. No seas arrogante, has como Jairo. El era un hombre poderoso, importante, pero el se arrodilló ante Jesús. Para un judío esto actitud era muy valiosa, sólo se arrodillan delante de su Dios. El se arrodilla ante Jesús y le ruega con insistencia, entregó su pedido con fe. Existe hoy un don muy olvidado: la fe carismática, que el propio Espíritu pone en tu corazón y tú crees en lo posible.

¿Quién quiere recibirlo hoy?

Pon tu mano sobre el corazón y colócate delante de Jesús con todo tu ser y corazón y di: Señor Jesús yo creo que tú estas vivo y me amas, creo que tú puedes todo, yo te pido la fuerza de tu Espíritu. Derrama en mi corazón la gracia de la fe carismática. Yo quiero creer que para ti nada es imposible, que tu Espíritu se derrame en mi ser, tómame Espíritu Santo. Dame esa fe, esa fe que mueve montañas, así como Jairo que creyó en lo imposible. Ahora ora en lenguas y pide la manifestación del Espíritu Santo.

Esa es la fe que mueve el corazón de Dios. Jesús no preguntó nada para Jairo, cuando Jesús ve que nuestro corazón está lleno del Espíritu, él ve que no es un capricho nuestro el ve que es una fe carismática.

Nuestro gran mal, es que rezamos y rezamos y después volvemos a preocuparnos. Tú no vas a conseguir sólo, necesitas del Espiritu Santo, necesitas creer que él esta dentro de ti.

Cuando reces cree que ya recibiste. Esto no significa que ya no vas a pasar por dificultades, pero siempre debes tener fe.

Jesús no pierde el tiempo y por el camino ya encuentra otra situación, ahora otro drama…una mujer que ya había gastado todo con el médico, la medicina es un gran bien, vean esto en Eclo 38, 1-14. Nuestra Iglesia Católica siempre valoró este libro donde habla de la medicina y de los médicos. Como es maravilloso cuando encontramos un médico, un hombre de Dios, cuando este hombre reconoce que es un instrumento de Dios.

La enfermedad puede volverse un gran bien. Muchas veces esta enfermedad fue una oportunidad para que puedas encontrar a Jesús. La enfermedad no es una desgracia , un castigo, Dios aprovecha esa circunstancia para que conozcas al médico de los médicos que es Jesús.

Muchas veces Dios permite las enfermedades para que veamos que somos frágiles y ver que nuestra vida es pasajera y que necesitamos aprovechar el tiempo y amar. Talvez Dios con esa enfermedad grita para que vuelvas a él. Es un grito de alguien que te ama y quiere entrar en tu vida. En la enfermedad no descuides de ti y reza. Di al Señor, que quieres hacer de esta situación un momento de encuentro con él.

¡Escucha la voz de Dios! ¡Arranca ese pecado! Apártate del mal y lucha contra el pecado. Por eso el PHN es una gran bendición. Hoy las personas difícilmente asumen un compromiso para toda la vida, quieren vivir sólo el hoy, el momento del placer, quieren todo rápido, fácil y sin responsabilidad, para este tipo de personas funciona el PHN. Porque el PHN es vivr el hoy y volver diariamente a Dios. El arrepentimiento por la confesión, apartarse del pecado. Nunca serás feliz viviendo en el pecado. Y si estas feliz viviendo en una situación de pecado es porque el diablo se adueño tanto de tu corazón que ya ni ves en la situación que estás.

El quiere engañarte diciéndote que vas a sufrir mucho estando con Jesús, pero el sufrimiento con Jesús da paz, pero el sufrimiento sin Dios es deseperacion, es terrible.

Amados hermanos la mujer hemorroísa ya había hecho todo lo que estaba en sus manos. Aquella mujer era considerada impura, sucia, todo lo que tocaba quedaba impuro. Pero la fe le ayuda a vencer todos sus miedos para llegar hasta Jesús, como un perrito, arrastrándose. Imagínense doce años perdiendo sangre, totalmente debilitada, pero cuando la fe carismática nos toma, no queremos saber nada, vamos hacía adelante. Que ese sea tu objetivo hoy querer llegar hasta Jesús. Querer tocar por lo menos el borde del vestido de Jesús. Esta es tu oportunidad no la dejes pasar.

Jesús te ama y espera una actitud tuya, él esta tocando a tu puerta.

Pero Jesús quería hacer una cura completa en la mujer, se sentía rechazada, un cero a la izquierda. Por eso Jesús espera a la mujer venir hasta él. Y cuando ella viene hasta Jesús él le dice: Hija mia, Tu fe te salvó. Que médico extraordinario, no cura sólo el cuerpo, cura también el alma.

Jesús te quiere devolver no sólo tu cura física, sino también tu dignidad. Jesús quiere curarte por entero, cuerpo, alma y corazón, quiere devolverte la capacidad de vivir, de amar.

Cuando te decidas a vivir una vida de fe prepárate para las pruebas que el enemigo va a atacar. Pero si Jesús está con nosotros ¿quién contra nosotros? Jesús también te dará los medios para vencer las pruebas. No escuches al enemigo, escucha a Dios, por eso Jesús dijo a Jairo, no temas, creé solamente. Confía en el Señor, él no pierde ni una batalla. Nunca vi a alguien confiar y después quedar decepcionado. Muchas veces rezas pero la persona muere, entonces esta persona recibe una cura mejor, una cura eterna, esta en un lugar mejor.

Agárrate fuerte de las promesas de Dios, él es fiel, el cumplirá sus promesas. Muchas veces las promesas están tan cerca de cumplirse. Recuerden la historia del Alpinista, Dios le pedía lanzarse, pero él tuvo miedo, estaba tan cerca del suelo, pero no se soltó y murió. Recuerden siempre las promesas de Dios.

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