Wednesday, May 14, 2014

Pregunta al Padre Miguel A. Fuentes, IVE

Pregunta:
Estimado Padre: Tengo una hermosa familia; buena y piadosa esposa y dos hijas. Yo en lo personal me considero católico practicante y muy consciente de la presencia de Dios en todo lo que nos rodea. Estoy en una muy difícil situación, pues desde hace año y medio no tengo trabajo. Mi trayectoria profesional fue de excelencia y lo que hago y propongo estoy seguro es de muy alta calidad. En todo este tiempo desempleado he pedido mucho a Dios que me ayude y también he solicitado la intercesión de la Virgen y de algunos santos, incluso, algo que nunca se me había ocurrido, he hablado con mi ángel de la guardia. Pero el tiempo pasa y se me agotan los fondos de sobrevivencia, de tal manera que me acerco a un colapso económico con sus secuelas de infelicidad para mi familia. En ésta situación creo como que Dios me ha volteado la mirada, no entiendo que espera de mí. El sermón de la Misa del domingo anterior me puso muy reflexivo, pues el sacerdote se refirió a no esperar ‘magia’ en nuestra relación con Dios. Hasta ahora he pensado que Dios tiene injerencia en nuestra vida y que respetando nuestra libertad y responsabilidad, busca nuestro bien, y que le gusta que toquemos su puerta y le pidamos como a un Padre que es. Dentro de mi desesperación he pensado en obviar la presencia de Dios en lo referente a mi vida profesional y económica y circunscribirla a la conducta de cumplir con la práctica religiosa y pedirle ayuda para no pecar. Padre aconséjeme para no desesperar en esta situación tan agobiante. Gracias anticipadas

Respuesta:
Estimado:
Para los planes de Dios sobre cada uno de nosotros no existen respuestas teológicas concretas. No sé qué quiere Dios de usted, ni hasta donde lo probará con el infortunio. Sabemos ciertamente que la Escritura dice que ‘las aguas nos llegan hasta el cuello pero no nos ahogan’. No le voy a mentir diciendo que ya van a terminar sus sufrimientos. Eso hacen los horoscopistas que mienten a la gente y juegan con su sed de esperanza y su credulidad. Pero a pesar de mentirle no le solucionan nada.
Debemos mantener firmes algunos principios claros:
1) Todo sucede para el bien de los que Dios ama (Romanos 8,20). Aunque allí no se dice qué se incluye en ese ‘todo’: va desde los dones materiales de Dios, hasta la cruz y el martirio.
2) Dios no permite que seamos probados más allá de nuestras fuerzas.
3) Muchas veces las aguas nos llegan hasta el cuello, pero no nos ahoga.
4) Muchas veces Dios espera que le pidamos lo que necesitamos, incluso con sacrificios, penitencias y votos generosos, y luego actúa. Porque quería suscitar en nosotros esos actos que nos han de santificar.
5) La cruz está en el camino ordinario de toda persona llamada a la santidad. Y debemos aceptar con paciencia y resignación nuestras cruces; para eso podemos leer con fruto el Libro de Job.
6) Esto no nos exime de poner de nuestra parte todos los medios materiales para encontrar una salida. Precisamente muchas veces la gracia que Dios nos da no es el encontrar la salida de nuestros problemas sino la gracia de ‘intentarlo una vez más’, lo cual también viene de Dios.
7) En nuestra debilidad se manifiesta la fuerza de Dios, como dice San Pablo. A veces Dios espera a que estemos completamente abatidos y recién allí actúa, para que se vea que ha sido su mano la que nos salvó y no nuestras fuerzas.
Cuente con mis oraciones.
En Cristo y María.
P. Miguel A. Fuentes, IVE

Friday, May 9, 2014

Todos los sacerdotes, diaconos, seminaristas, religiosas y laicos que conformamos Comunidad Catolica Tiberiades y a traves de Ministerio Jesus Te Sana enviamos una muy afectiva felicitacion y un abrazo muy caluroso a todas las Mamas del Mundo que este fin de semana celebran su dia.

Dios les llene de sus Santas Bendiciones por decir Si a la Vida.

Muchas felicidades!

Sunday, May 4, 2014

Derriben los Muros..


Los nuevos santos Juan XXIII y Juan Pablo II nos muestran cómo hacerlo.

El 27 de abril celebramos algo inédito en la historia moderna de nuestra Iglesia: el Papa Francisco canonizó a dos de sus predecesores: los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II. Por tal motivo, dedicamos un artículo especial a estos dos héroes de la fe.

Como san Pedro y tantos otros que les precedieron, estos dos papas se dedicaron a propagar la buena noticia de Jesucristo tanto en la esfera internacional como en ocasiones inesperadas.

Derriben los muros

Los nuevos santos Juan XXIII y Juan Pablo II nos muestran cómo hacerlo

Jerzy Kluger, de nueve años, lleno de alegría porque él y su mejor amigo Lolek habían sido admitidos a la misma escuela secundaria, fue corriendo a la Iglesia de Santa María, donde éste servía de monaguillo en la Misa. Jerzy se sentó al final de la iglesia, pero vio que dos señoras lo miraban con ceño fruncido y murmuraban entre sí.

Finalmente, una le preguntó: “¿No eres tú el hijo de Kluger?” El muchacho respondió que sí. “Pero, ¿qué haces aquí? ¡Tú eres judío! Los judíos no pueden entrar en la iglesia.” Atemorizado, Jerzy respondió: “Perdón, no lo sabía.”

La Enfermedad y el Pecado: ¿Qué Vínculo Hay Entre el Perdón y la Sanación?


Por Francis MacNutt


La primera y más profunda curación que Jesús nos trae es el perdón de los pecados. Cristo murió para librarnos del pecado y hacer posible la salvación; pero ahora a nosotros nos toca hacer nuestra parte: arrepentirnos y convertirnos.

Esta es la salvación y la sanación en su nivel más profundo. Pero lo que he visto en mi experien­cia es que el perdón de los pecados está íntimamente conectado con la curación física y la sanación emocional. No se trata de procesos separados; incluso me atrevería a decir que muchas veces la enfermedad física es una señal de que hay alguna situación espiritual o emocional que aún no se ha resuelto con Dios o con el prójimo:

Porque si come y bebe sin fijarse en que se trata del cuerpo del Señor, para su propio castigo come y bebe. Por eso, muchos de ustedes están enfermos y débiles, y también algunos han muerto.

Testimonio: Dios Ha Transformado mi Vida..




Conocer a Jesús es lo mejor que me ha pasado. Les voy a contar la historia.

Nací y crecí en una familia católica, pero en realidad al principio no me gustaba buscar de Dios. De adolescente, me daba pereza ir a los grupos, las misas y todo lo referente a la religión. Mis padres siempre me hablaban de un encuentro personal con Jesús y del inmenso amor de Dios, y yo pensaba: “Claro, si Dios existe, nos debe amar”, pero nunca había experimentado su amor y su presencia cercana.

En aquella época, como aún no seguía los caminos del Señor, empezaron las fiestas, la parranda, la bebida, el cigarrillo, el juego, los casinos, el ocio y lo demás, todo lo que ofrece la sociedad de consumo y las malas amistades. Cada vez yo me alejaba más de Dios y de los valores que mi familia me había enseñado.

Recuerdo incluso que los compañeros de la universidad me ofrecían drogas, vicios y hasta negocios ilícitos. En ese momento empecé a preguntarme: ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Qué sentido tiene todo esto? ¿A dónde voy a llegar si sigo por este camino? Porque el peligro iba creciendo en este ambiente: las propuestas de afectividad y sexualidad ilícita y sin amor, sin responsabilidad y yo recordaba siempre los valores católicos que desde niño me habían enseñado. No me atrevía a entrar en ese mundo, pero tampoco estaba buscando a Dios.

Saturday, April 19, 2014

Saludos por Pascua de Resurrección




Queridos hermanos en Cristo,

La Pascua nos anuncia una gran alegría: ¡Cristo ha resucitado! El eco de este gran acontecimiento, resuena en nuestro corazón y en los confines del mundo.

Nuestra fe se basa en este acontecimiento. La resurrección de Cristo es un acontecimiento que sobrepasa la historia dejando en ella una huella indeleble que trasciende el tiempo y el espacio.
Ciertamente con la resurrección se alegren los cielos y la Tierra. La multitud de los ángeles y de los santos cantan unánimes. Pero en la Tierra no siempre es así, mientras nuestros hermanos mueren a manos de otros hombres o permanecen en la ignorancia, el aleluya pascual contrasta con los lamentos y tristezas de tantas situaciones dolorosas: muerte, corrupción y analfabetismo. Y, sin embargo, Cristo ha muerto y resucitado precisamente por esto. Ha muerto a causa de nuestros pecados de hoy y ha resucitado también para redimir nuestra historia de hoy.

Cristo resucitado está con nosotros hasta el fin de los tiempos. Vayamos tras Él cantando el Aleluya en este mundo lacerado. En nuestro corazón hay alegría y dolor; en nuestro rostro, sonrisas y lágrimas, así es la raza humana, pero Cristo ha resucitado, está vivo y camina con nosotros.

Feliz Pascua a todos.

Fraternalmente,
P. Juan Roger

Alegrémonos Hermanos! Jesús Resucitó, aleluya!!