Saturday, March 5, 2011

SANTO TORIBIO ROMO

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SANTO TORIBIO ROMO
 
Nota de J.Q.: Leer la vida de estos santos sacerdotes es como una bofetada a todos aquellos que reniegan y se cambian de religion tan solo porque escucharon de un sacerdote pederasta por alla en algun pais lejano. Ojala y al leer el fervor y amor de estos sacerdotes por Jesus, por adorarlo,  amar y servir a su pueblo, regresen al redil.

(1900-1928). Nació en Santa Ana de Guadalupe, ranchería (actualmente, con 390 habitantes) que pertenece al municipio de Jalostotitlán, en la zona de Los Altos de Jalisco, el 16 de abril de 1900. Fue hijo de Patricio Romo Pérez y de Juana González Romo, quienes lo llevaron a bautizar al día siguiente de su nacimiento a la parroquia de la Virgen de la Asunción.

Como todos los niños, acudió a la escuela parroquial de su pueblo y a la edad de doce años, por consejo de su hermana y con el apoyo de sus padres, ingresó al Seminario auxiliar de San Juan de los Lagos. María, además de hermana, fue una celosa promotora de la educación de Toribio. Sus padres oponían resistencia a que estudiara, pues era un apoyo en las faenas propias del campo. "Quica", como era llamada familiarmente María por sus parientes más cercanos, incluso contribuyó a infundir en él su vocación y fue quien lo acompañó en todos sus destinos para auxiliarlo.

SACERDOCIO

Después de ocho años pasó al Seminario de Guadalajara. a los 21 años de edad debió solicitar dispensa de edad a la Santa Sede antes de proceder a la recepción del orden presbiteral. El señor arzobispo Francisco Orozco y Jiménez le confirió el diaconado el 22 de septiembre de 1922, y el 23 de diciembre del mismo año administró la ordenación sacerdotal. Prestó su servicios ministeriales en Sayula, Tuxpan, Yahualica y Cuquío. En la parroquia de este último destino se encontró con el señor cura Justino Orona, padre bondadoso que le brindó su amistad.

La persecución callista contra la Iglesia Católica enardeció los ánimos de los habitantes de Cuquío y el 9 de noviembre de 1926 se levantaron en armas más de trescientos hombres para repeler la opresión del Gobierno, que perseguía a muerte al párroco y a los sacerdotes, quienes anduvieron a salto de mata huyendo de un lugar a otro, esperando de un momento a otro la muerte. El padre Toribio escribió en su diario: ..."Pido a Dios verdadero mande que cambie este tiempo de persecución. Mira que ni la Misa podemos celebrar tus Cristos; sácanos de esta dura prueba, vivir los sacerdotes sin celebrar la Santa Misa... Sin embargo, qué dulce es ser perseguido por la justicia. Tormenta de duras persecuciones ha dejado Dios venir sobre mi alma pecadora. Bendito sea El. A la fecha, 24 de junio, diez veces he tenido que huir escondiéndome de los perseguidores, unas salidas han durado quince días otras ocho... unas me han tenido sepultado hasta cuatro largos días en estrecha y hedionda cueva; otras me han hecho pasar ocho días en la cumbre de los montes a toda la voluntad de la intemperie; a sol, agua y sereno. La tormenta que nos ha mojado, ha tenido el gusto de ver otra que viene a no dejarnos secar, y así hasta pasar mojados los diez días..."

Su gran amor a la Eucaristía le hacía repetir con frecuencia esta oración: Señor, perdóname si soy atrevido, pero te ruego me concedas este favor: no me dejes ni un día de mi vida sin decir la Misa, sin abrazarte en la Comunión... dame mucha hambre de Ti, una sed de recibirte que me atormente todo el día hasta que no haya bebido de esa agua que brota hasta la Vida Eterna, de la roca bendita de tu costado herido. ¡Mi Buen Jesús!, yo te ruego me concedas morir sin dejar de decir Misa ni un solo día.

En septiembre de 1927, el padre Toribio tuvo que retirarse y desde el cerro de Cristo Rey lloró afligido porque tenía que dejar el pueblo, decir adiós a su querido párroco; porque los superiores le ordenaban que se hiciera cargo de la parroquia de Tequila, Jalisco, lo cual no era una misión apetecible ya que el municipio era entonces uno de los lugares donde las autoridades civiles y militares más perseguían a los sacerdotes.

No se intimidó por ello y localizó una antigua fábrica de tequila que se encontraba abandonada cerca del rancho Agua Caliente, la utilizó como refugio y lugar para seguir celebrando misas.; presintió que allí sería su muerte inevitable, y lo dijo: "Tequila, tú me brindas una tumba, yo te doy mi corazón".

Por los graves peligros el padre Toribio no podía vivir en el curato de Tequila, y se hospedó en la barranca de Agua Caliete en la casa del señor León Aguirre. En diciembre de 1927, el hermano menor de Toribio fue ordenado sacerdote y enviado también a Tequila como vicario cooperador; a los pocos días llegó también su hermana María para atenderlos y ayudarlos.

MARTIRIO

El padre Toribio había ofrecido su sangre por la paz de la Iglesia y pronto el Señor aceptó el ofrecimiento. El Miércoles de Ceniza, 22 de febrero, el padre Toribio pidió al padre Román (su hermano) que le oyera en confesión sacramental y le diera una larga bendición; antes de irse le entregó una carta con el encargo de que no la abriera sin orden expresa. También pasó jueves y viernes arreglando los asuntos parroquiales para dejar todo al corriente. A las 4 de la mañana del sábado 25 acabó de escribir, se recostó en su pobre cama de otates y se quedó dormido.

De pronto una tropa compuesta por soldados federales y agraristas, avisados por un delator, sitió el lugar, brincaron las bardas y tomaron las habitaciones del señor León Aguirre, encargado de la finca y unagrarista grita: "¡Este es el cura, mátenlo!" Al grito despertaron el padre y su hermana y él contestó asustado: "Sí soy... pero no me maten"... No le dejaron decir más y dispararon contra él; con pasos vacilantes y chorreando sangre se dirigió hacia la puerta de la habitación, pero una nueva descarga lo derribó. Su hermana María lo tomó en sus brazos y le gritó al oído: "Valor, padre Toribio... ¡Jesús misericordioso, recíbelo! y ¡Viva Cristo Rey!" El padre Toribio le dirigió una mirada con sus ojos claros y murió.

Estando muerto ya su hermano, la amarraron espalda con espalda con el cadáver, en tanto armaban una camilla de ramajes para transportar el cuerpo del Padre Toribio.

Los verdugos lo despojaron de sus vestiduras y saquearon la casa para después llevarse presa a su hermana María a pie hasta el poblado de “La Quemada”, sin permitirle que sepultara a su hermano, pero antes habían pasado frente a la presidencia municipal con el cadáver del Mártir Toribio sobre la camilla improvisada con palos que transportaban unos vecinos, pero ahí, los soldados que, además, iban silbando y cantando obscenidades al tiempo que los demás rezaban.

María, ya liberada de su breve aprisionamiento, descalza, así como estaba, viajó a pie hasta Guadalajara, a casa de sus padres, para aislarse del odio, cobijarse en el amor paterno y llorar con los suyos la pérdida de su «querido niño».

La familia Plascencia consiguió permiso de velarlo en su casa y al día siguiente, domingo 26 de febrero, con mucha gente que rezaba y lloraba, lo sepultaron en el panteón municipal.

Pasados algunos días su hermano el Padre Román, obediente, abrió la carta en Guadalajara, encontrándose con que era el testamento del Padre Toribio y leyó su contenido: "Padre Román, te encargo mucho a nuestros ancianitos padres, haz cuanto puedas por evitarles sufrimientos. También te encargo a nuestra hermana Quica que ha sido para nosotros una verdadera madre... a todos, a todos te los encargo. Aplica dos misas que debo por las Almas del Purgatorio, y pagas tres pesos cincuenta centavos que le quedé debiendo al señor cura de Yahualica..."

Cardenal Leo Josef Suenens

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Leo Josef Suenens

(Ixelles, 1904-?, 1996) Prelado belga. Ordenado en 1927, fue vicerrector de la Universidad de Lovaina (1940-1945), arzobispo de MalinasBruselas y primado de Bélgica en 1961. Creado cardenal en 1962, desempeñó un papel importante en el Concilio Vaticano II. Con posterioridad, como miembro de la Comisión pontificia para la revisión del derecho canónico y como presidente de la Conferencia episcopal belga, protegió con su autoridad y sus libros el movimiento católico de renovación carismática. En 1979, por su edad, presentó la dimisión de sus cargos.

Padre RAFAEL GARCÍA-HERREROS

RAFAEL GARCÍA-HERREROS
Fundador Minuto de Dios P. Rafael García-Herreros
El padre Rafael García Herreros, fundador del Minuto de Dios, nació en Cúcuta, el 17 de enero de 1909. Sus padres fueron el General Julio César García Herreros Orbegozo y doña María Unda Pérez. Sus años de infancia fueron muy alegres; además de los juegos y excursiones de niños con sus hermanos, las reuniones familiares eran momentos muy importantes en su hogar.
Hizo sus primeros estudios en el colegio de las Hermanas de la Presentación, de donde pasó al colegio Provincial. Así transcurrieron los primeros 14 años de su vida en Cúcuta. El 3 de febrero de 1923 fue presentado por su padre en el Seminario Conciliar de Pamplona ; por este seminario pasaron muchos hombres ilustres que influirían luego en los destinos de la patria. Allí al terminar noviembre de 1927, culminó sus estudios en el Seminario Menor.
Una carta enviada el 25 de enero de 1928 por el eudista Luis Pérez Hernández, fue la primera invitación para que el joven Rafael ingresara a la comunidad fundada por San Juan Eudes, la Congregación de Jesús y María. Desde esa época inició estudios en filosofía, latín, griego, inglés, ciencias, historia, eclesiástica y exégesis de la Biblia. Desde febrero de 1931 hasta 1943 adelantó estudios de teología, dogma, moral, hermeneútica, derecho canónico, hebreo, arte, liturgia , ascética y pedagogía.
Su incorporación a la Comunidad Eudista fue el 7 de febrero de 1932. Recibió las dos últimas órdenes menores el 23 de septiembre de 1933. En el mes de noviembre del mismo año se le concedió su subdíaconado, y en marzo de 1934 la ordenación diaconal. Fue en la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias donde, el 19 de agosto de 1934, por la oración e imposición de las manos de Monseñor Paolo Giobbe, entonces nuncio apostólico del Papa en Colombia, recibió la ordenación presbiterial.
Los primeros diez años de sacerdocio los dedicó a la formación de sacerdotes, en los seminarios de Santa Rosa y Jericó (Antioquía), Mérida (Venezuela), Cartagena, Pamplona, San José de Miranda (Santander) y Cali, en las cátedras de filosofía, latín y griego. El 10 de octubre de 1950 se traslado a la Casa General de los Eudistas en Roma, al ser admitido como estudiante de filosofía en la Universidad Gregoriana. Los jueves asistía a la reuniones de la acción católica y a las conferencias sobre el apostolado moderno a través de los medios radio, prensa y cine.
EL PADRE COMUNICADOR
P. Rafael García-HerrerosEn 1946 el padre García Herreros empieza a emitir sus mensajes por la radio. En la emisora Radio Fuentes de Cartagena inició el programa de la Hora Católica que se mantuvo durante 4 años. Tenía espacios para música, oración y enseñanza. En enero de 1952 trasladó el programa a Cali; luego en septiembre de 1954 a Medellín y en el mes de diciembre del mismo año a Bogotá.
En enero de 1955 apareció el programa Minuto de Dios en televisión, emitido por la cadena uno y considerado como el espacio más antiguo de la televisión nacional. Esos comienzos orientaron muchas acciones de el Minuto de Dios y permitieron la difusión de inquietudes sociales y cristianas a través de los medios de comunicación.
PADRE EDUCADOR
En 1957 abrió una escuela en el barrio el Minuto de Dios, que fue la semilla del colegio, que años atrás educó en guardería, preescolar, primaria y bachillerato.
El padre Rafael García Herreros fue un sacerdote eudista movido por el amor a Dios y a los hombres. Se comprometió en su anhelo por lograr la promoción integral de los menos favorecidos. Sus esfuerzos los encausó hacia la construcción de vivienda, la creación de barrios, la fundación de escuelas, colegios y universidades, la promoción de comunidades cristianas, la generación de fuentes de trabajo, la atención a desastres naturales, la difusión del evangelio y la promoción social por los distintos medios de comunicación.
A lo largo de cuatro décadas, el padre Rafael orientó sus acciones hacia los grupos más vulnerables, para brindarles orientación y servicio y también hacia los grupos de mayor poder económico para crear en ellos la responsabilidad y conciencia social que les permitieran desarrollar actitudes de solidaridad y apoyo a sus hermanos.
Un acercamiento a la figura del Padre Rafael García-Herreros
Era un humanista, filósofo, poeta, con un lenguaje denso de evocaciones; idealista; aficionado a los idiomas, hablaba inglés, francés. alemán, lo que le dio apertura a otros mundos; profesor de griego, latín, filosofía y arte; profesor exigente, pero apasionante; escritor (más de 150 cuentos, además de ensayos, predicador incansable, fundador de obras, abierto (a personas, a ideas, a mundos...), no encajaba en un sólo molde, ecuménico, comprensivo pero exigente; dúctil, se adaptaba a las circunstancias, pero estricto en sus criterios sin traicionar sus principios ni valores.
P. Rafael García-HerrerosSiempre pensando en el hombre y en cómo invertir en el hombre; ardía en amor a Jesucristo y al ser humano, y creía en el fondo de bien y de bondad de toda persona; para él la vida de cada hombre y mujer era sagrada.
Fundador de escuelas, abierto a los pobres, interesado por el desarrollo de los campesinos y de los indígenas; muy caritativo, sensible a las necesidades de los demás. Vivía preguntándose cosas y buscando respuestas; creativo, imaginativo; lector desaforado con una vasta cultura; con gran afición el arte y con dotes artísticas.
Hombre de extremos, mortificado, no se consideraba un santo; sensible, afectivo, enamorado del sacerdocio; generoso, desprendido, regalaba todo; lanzaba ideales, buscaba utopías, lograba motivar y comprometer; era un hombre entusiasta y entusiasmador, pero distraído y olvidadizo ante pequeñas cosas.
Era un hombre en renovación permanente; luchador incansable: afrontaba los golpes y seguía adelante, constante en sus proyectos, luchas y esfuerzos; con fobia a la muerte, pero con la esperanza cristiana como gran dinamismo de vida; cordial y noble, adusto, parecía de mal genio; polémico, decía lo que pensaba .
Poseía un profundo amor por Colombia, un apego grande a todo lo que fuera colombiano; luchador incansable por la paz; daba pasos audaces para buscar soluciones a problemas individuales y colectivos.
Un hombre fuera de esquemas, un hombre fuera de serie, un líder espiritual y moral para los colombianos.

Intimidades en el noviazgo: ¿hasta dónde?

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Intimidades en el noviazgo: ¿hasta dónde?
Responde el P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E.
 
Pregunta:

Estimado Padre: ¿Es pecado acariciar a mi novia antes de casarnos? Nos vamos a casar dentro de dos meses. Gracias
Respuesta:

Estimado:

Te respondo con lo que escribe el Padre Jorge Loring *:

Los novios deben tratarse íntimamente. Pero en este trato íntimo y con confianza no han de permitirse ciertas confianzas ni intimidades. Es más, deben ser muy discretos en permitirse ciertas manifestaciones amorosas, si no quieren manchar sus relaciones de pecados. No puedes permitirle a tu cariño muchas cosas que él te pide con fuerza. Es necesario que aprendas a llevar tu noviazgo con la austeridad que exige el Evangelio. Es muy importante que te propongas firmemente llevar tus relaciones prematrimoniales en gracia de Dios.

Eso será atesorar bendiciones del cielo para el matrimonio. En cambio, si siembras de pecados el camino del matrimonio, cómo puedes esperar con confianza que Dios os bendiga después?

En los muchísimos casos de matrimonios desgraciados, con graves problemas, he tenido la curiosidad de preguntar cómo les fue en el noviazgo. Hasta ahora ni un solo caso ha desmentido esta ley inexorable: fueron noviazgos con grandes descuidos morales y con enormes lagunas en su preparación.

Que tus relaciones sean cariñosas, pero castas . Que tus manifestaciones de cariño sean limpias.

Todas las condescendencias que tengáis en el noviazgo con la pasión impura, han de redundar, tarde o temprano, en perjuicio de vuestra verdadera y perdurable felicidad.

Cuando unos novios se han revolcado en el cieno de la lujuria, viven un amor sucio, envilecido, que después les amarga. En cambio, unos novios que han luchado por vencerse y mantener unas relaciones puras, tienen una ilusión, una felicidad y un amor muchísimo mayores. La experiencia de la vida confirma esto continuamente.

Todos los esfuerzos que hayan realizado -solos o en común- para respetar las exigencias de la castidad antes del matrimonio, les ayudarán poderosamente a respetar más tarde todas las exigencias de la castidad en el matrimonio. Se cosecha lo que se sembró. Todo esfuerzo en este punto tendrá un día su recompensa .

'He visto a menudo novios que estaban muy a gusto el uno junto al otro, se abrazaban largamente y a cada instante..., y en el momento de su matrimonio estaban ya cansados. Nosotros nos acariciamos de vez en cuando, y muchas veces nos cogemos simplemente de la mano. Tal vez alguien nos crea tontos, pero yo creo que así somos más felices. Todo es fresco entre nosotros.

Nada está enmohecido. Nuestra posibilidad de felicidad no está embotada, ni lo estará jamás...

Estoy seguro que el respeto es el guardián de la felicidad de los esposos. No gusta lo que no se ha deseado durante mucho tiempo... Los hogares duran en proporción inversa a las concesiones pasionales que los precedieron. Cualquier cosa que se usa sin medida y sin control acaba hartando' (JOUVENROUX: Cuando se descubre el amor, VI, 8. Ed. Nova Terra. Barcelona).

En el noviazgo todo se ve con luz alegre y radiante, y es necesario saber que el Sol todos los días se pone tras las montañas. La vida del matrimonio no es lo mismo que la del noviazgo, ni el noviazgo puede ser lo mismo que el matrimonio.

Por eso debes tener mucha cautela en tus manifestaciones de amor. Los novios todavía no son esposos. Muchas cosas que entre esposos son perfectamente lícitas, entre novios son un pecado o por lo menos un peligro de pecar. Las manifestaciones de cariño deben evitar una excitación sexual.

La excitación tiende a la satisfacción completa. Es muy difícil que los novios que no son prudentes en sus manifestaciones de amor, permanezcan en el límite de las intimidades lícitas. Una caricia lleva a otra mayor; y es preferible renunciar a la lícita antes que arriesgarse a caer en la que es pecado. Para que las caricias sean ciertamente inofensivas, conténtate con que sean breves, delicadas y 'tan sólo de los hombros para arriba, bajando sólo por el brazo'. Los novios, como todos los demás solteros, pecan gravemente si con sus mutuas caricias se provocan voluntariamente un deleite carnal; o se ponen, voluntariamente y sin necesidad, en peligro próximo de provocarlo. Y en las excitaciones sexuales involuntarias, tienen obligación de resistirlas y no consentir en ellas. El amor es insaciable; siempre pide más. A veces, las barreras morales le cortan el camino, pero él quiere saltar por encima de todo. Por eso hace falta que la razón controle el amor para mantenerle en la línea de la moralidad.

Los novios todavía no están casados. Su amor les lleva al deseo de la entrega total, pero todavía no tienen ese derecho. Dice el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica: 'Los novios están llamados a vivir la castidad en la continencia. En esta prueba han de ver un descubrimiento del mutuo respeto y un aprendizaje de la fidelidad.

Reservarán para el matrimonio las manifestaciones de ternura específicas del amor conyugal. Deben ayudarse mutuamente a crecer en la castidad'. Esto se consigue con la ayuda de Jesucristo. Sin la gracia de Dios es imposible. De ahí la necesidad de una vida sacramental durante el noviazgo.

Te recomiendo que estéis siempre en sitios bien visibles. Nada de sitios solitarios y oscuros. La oscuridad y la soledad son peligrosas.

Una de las mejores defensas morales para el comportamiento de los novios son unos ojos ajenos que los estén mirando. El comportamiento de los novios debe ser tal que en todo momento puedan ser observados por sus padres.

La castidad, aunque a veces es difícil y exigente, es no obstante posible en el noviazgo; pero con ciertas condiciones. Quien quiera conservarla es preciso que pague su precio. Los que no tengan voluntad para hacer los esfuerzos que se necesitan, para echar mano de las fuerzas sobrenaturales mediante la oración y los sacramentos, que no se extrañen de su fracaso y de sus caídas. La experiencia, a Dios gracias, atestigua que muchos novios cristianos han vivido y viven un noviazgo casto.

Por otra parte, si ella fue para él una 'mujer fácil' no será raro que, después de casados, a él le atormenten los celos de que también lo pueda ser para otros. Una mujer así no ofrece garantías de fidelidad matrimonial. Desgraciado el hombre que se casa con una mujer lujuriosa. Tendrá dudas horribles sobre si los hijos de su mujer son de él o son de otro hombre. Conozco casos dramáticos.

Además, esas concesiones a la lujuria seguro que os dejan asqueados.

Os sentiríais mucho más felices si vuestro amor os uniera con Cristo en la comunión, que no rebajados en la degradación del pecado. Sé de novios que tuvieron una época de pasión desenfrenada, y que cuando luego orientaron su vida por un camino de rectitud y pureza, me confesaron que este segundo modo de amar les hacía mucho más felices.

Algunos chicos les dicen a las chicas que ellos prefieren a las que ya lo han probado todo. Pero eso es un truco para lograr de ellas más fácilmente lo que quieren sacar, y luego abandonarlas con la misma facilidad, de quien tira un trapo viejo. Es lógico! Un chico sensato no se casa con una chica que el día de mañana puede salirle rana. Si no ha respetado su pureza de soltera, qué garantías tiene de que no resultará adúltera después de casada?

Algunas chicas quieren retener a un chico haciendo concesiones ilícitas. Pero cuando no hay amor, esto puede retrasar la ruptura, no la evita. Y si la ruptura ha de llegar, es mejor que ocurra antes de la boda.

A la mujer, ordinariamente, no le interesa el sexo si no va precedido del amor y la ternura. El hombre es más impulsivo y pasional, y puede separar el sexo del amor.

Las mujeres tienen una gran fuerza natural para amar, pero por su extraordinaria sensibilidad se dejan influir mucho por las impresiones exteriores, y están por lo tanto, expuestas a grandes trastornos en su vida afectiva. Deben estar muy vigilantes para dominar su afectividad.

Y mira, esos chicos y chicas que durante su noviazgo faltaron gravemente a la pureza, están acumulando, sin pretenderlo, una gran cantidad de sufrimientos. Por lo menos sospecharán el uno del otro constantemente. Siempre recuerdan sus caídas anteriores. Sospechan que su cónyuge pueda caer de nuevo; y eso es natural. Porque si alguien no respeta la ley de Dios antes del matrimonio, qué garantía ofrece de que la respetará después de casado? Si hoy cedes a la tentación, tu marido podrá algún día dudar, con razón, de tu fidelidad. En cambio, si ahora eres intransigente, cuando le asalte la duda pensará: 'imposible, si yo no logré nada de novio!'

Y te advierto una cosa: de todas las faltas contra la pureza que cometáis en vuestro noviazgo, la culpable eres tú. Que el chico tenga momentos en que pierda la cabeza y quiera de ti lo que no debe, es natural. Pero si tú no quieres, no pasará nada. Y en estas ocasiones tú eres mucho más serena. Debes por lo tanto imponerte. Y no creas que por eso vas a perderle. Aunque él se enfade, la cosa será pasajera. Si te quiere, volverá a ti. Y si no vuelve, es que no te quería a ti, sino que quería usar de ti para saciar sus apetitos. Y quien te rebaja de esta manera, es indigno de ti. Ése, más vale que se vaya. Si te casaras con él, no serías la reina, sino la esclava. Y antes de ser esclava, más vale quedarse libre.

El quedarse soltera no tiene por qué ser una desgracia; y un matrimonio fracasado, sí lo es. Y de la peor especie. La mujer soltera sólo es desgraciada cuando no sabe llenar su vida con un ideal de servicio al prójimo, que la haga sentirse realizada. La que logra hacerlo puede ser más feliz que una casada.

Oye, además, lo que severamente dice Jesucristo: Si tu ojo, tu mano o tu pie, son causa de escándalo, es decir, de pecado, arrójalos lejos de ti, porque más te vale entrar con un ojo, una mano o con un pie en el cielo que con los dos ojos, las dos manos o los dos pies, ser arrojada al infierno. Aplícalo a tu caso actual de relaciones: más vale entrar sin novio en el reino de los cielos, que con novio, ser arrojada al infierno.

Que nunca, ante tu conciencia, te avergüences de tus relaciones prematrimoniales. Sé una novia digna, limpia y pura.

No olvides, que tu novio, es únicamente un novio, que puede no llegar a ser tu marido. Ámalo, sí con ilusión y cariño; pero sin mancharte.

Cuanto más cristiana y delicada seas en tus relaciones, más feliz serás el día de tu boda, más bella aparecerás ese día ante Dios y ante él...! No transijas.

Pura hasta el altar!

Defiende con entereza tu castidad, y haz de tus amores la más bella e ilusionada historia que un día puedas ofrecerles a tus hijos, sin tener nada que ocultarles, ni nada de qué avergonzarte. Que tus hijas, al contarles tus amores, puedan decirte con orgullo y envidia: 'Qué hermoso es el amor así!

Nosotras también queremos ser unas novias tan buenas y puras como tú...'! Tendrás valor para decirles que sean puras, si tú no lo fuiste?

Piensa también en tus futuros hijos. Ellos, no es fácil que sepan cómo se desarrollaron las relaciones de sus padres, pero sí que te verán a ti, su madre, con tus defectos y virtudes. Y éstas no se improvisan.

Si fuiste una novia intachable, serás sin duda alguna una madre ejemplar.

Piensa en el consuelo inmenso que tendrás, si algún día tu hijo te dice que su mayor ilusión es encontrar una novia que sea como tú eres.

No olvides que el encanto de la mujer, le viene de ser pura cuando es joven, y de ser madre cuando es mayor.

Las dos cosas se han reunido en María. Ella, Virgen y Madre. Ella, Inmaculada.

Legiones de jóvenes, puestos sus ojos en María, han conservado íntegro el tesoro de su pureza.

Admirable y encantador el ejemplo de Santa María Goretti, que se deja matar antes de perder la castidad. Y gracias a Dios las goretis son muchas.

Recuerda a Josefina Vilaseca y otras muchas en España, menos conocidas pero no menos heroicas.

Tomado de Padre Jorge Loring, 'Para salvarte', 68,20

¿Cuándo es pecado mirar una mujer?


¿Cuándo es pecado mirar una mujer?

Responde el P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E.
Pregunta:

Estimado teólogo: Mi pregunta es: ¿es pecado el simple hecho de mirar una chica en el gimnasio, o en la playa?¿es pecado pensar: qué linda chica, qué buen cuerpo, etc.?. Gracias

Respuesta:

Estimado:

La 'impureza' es el nombre genérico que significa a los pecados tanto internos como externos de la lujuria no consumada. Principalmente significa los pecados externos, como son las vistas torpes, las palabras obscenas, los tactos, besos, abrazos, gestos impúdicos, y cosas semejantes (cf. Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, 2-2. q. 154. Art. 1. ad. 5)

¿La vista mutua de hombres y mujeres es pecado? Que el mirar a la mujer sea fea o hermosa cuando se hace por urbanidad o con necesidad es lícito, porque siéndolo el trato civil entre personas de ambos sexos, debe serlo también el mirarse el hombre y mujer, pues sin estas vistas no puede mantenerse la sociedad civil entre ambos. Ni hay culpa en mirar con más gusto una mujer hermosa, que otra fea; porque la hermosura fue criada por Dios, y de su natural deleita más como es indubitable, que la fealdad; por ser aquélla objeto más proporcionado con la potencia, que ésta. Si alguno preguntare, ¿si el movimiento sensual excitado con la vista de la mujer sea pecado? Responderemos que esto depende de varias circunstancias; porque si la mirada es inocente, y el movimiento no es querido en manera alguna, y hubiese la debida resistencia, no habrá culpa, sino antes bien habrá mérito. Porque aunque algunos digan, que toda tentación carnal es, por lo menos, pecado venial, nosotros reputamos por más verdadero lo contrario. Una cosa es, que por la corrupción de nuestra naturaleza viciada suceda esto regularmente, y otra que siempre sea así. Habiendo, pues, la debida resistencia, la tentación carnal no es pecado, como lo dice S. Tomás (1-2. q. 8. Art. 3. Ad. 3).

No obstante lo dicho, la mirada de una mujer hermosa o bien compuesta, si es con mucha detención, puede ser culpa grave por razón del peligro, como lo fue en el rey David y lo ha sido en otros, que asaltados de la muerte por las ventanas del alma, que son los ojos, cayeron miserablemente en el pecado. Y aun cuando la vista sea pasajera, si se mira a mujer con intención lasciva, habrá culpa grave, como lo dice Jesucristo en el Evangelio capítulo 5, de S. Mateo: 'quien mira a una mujer deseándola, ya ha adulterado con ella en su corazón'.

¿Es pecado mortal el mirar los órganos sexuales, así del hombre como de la mujer? Hay que decir que siendo deliberado, lo es, no sólo en el hombre respecto de la mujer, sino también en esta respecto de aquél; porque siendo el objeto tan torpe, excita gravemente a la lascivia. Si la mirada fuere casual o indeliberada, o con motivo de curación podrá estar libre de pecado. También es culpa grave mirar de propósito el concúbito (la relación sexual) del varón con la mujer; pues sin duda es un objeto capaz de excitar, con la mayor vehemencia, a la lascivia. El amante de la pureza debe huir muy lejos de los peligros de macular su candor, conociendo su flaqueza nacida de una naturaleza corrupta y a ningún vicio más inclinada que al de la lascivia.

(He resumido lo anterior del 'Compendio Moral Salmaticense', de Marcos de Santa Teresa, autor clásico en Moral que sintetiza la enseñanza de Santo Tomás de Aquino y de la tradición de la Iglesia).

¿Tienen alguna conveniencia las relaciones sexuales antes del matrimonio?

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¿Tienen alguna conveniencia las relaciones sexuales antes del matrimonio?
Responde el P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E.
Pregunta:

  Padre: No se si se acuerde de mi pero, tengo la duda de saber si tener relaciones sexuales antes del matrimonio es pecado y por que, ya que mi novio y yo hemos tenido. Me da pena confesarme sin saber si es pecado o no. Me han dicho que incluso las relaciones antes del matrimonio ayudan a los futuros esposos (para conocerse y armonizarse mejor). Por favor ayúdeme, ya que estoy muy confundida. Por favor, contésteme. Carolina.
Respuesta:
Estimada Carolina:

Te contesto con el siguiente texto tomado textualmente del libro del P. Jorge Loring, 'Para salvarte' (n. 68,15).
Hay quien dice que son convenientes las experiencias sexuales antes del matrimonio.
Dicen que conviene entrenarse antes de la boda. Esto es falso. Las relaciones sexuales prematrimoniales están prohibidas por Dios, por lo tanto ni son necesarias, ni convenientes, ni lícitas.
Dijo el Dr. López Ibor : 'Las relaciones sexuales prematrimoniales no son necesarias para la futura armonía matrimonial'(808).
Si estas experiencias fueran buenas, Dios no las prohibiría. Si las prohíbe es porque no son necesarias. Lo normal es que los matrimonios aprendan el ejercicio de la vida sexual después de la boda. Poco a poco. No es necesario precipitarse. Ni conveniente. Nada tiene de particular que al principio no salga todo a la perfección. Es más, quien desde el primer día demuestra mucha experiencia sexual, no puede causar buena impresión al otro.
Algunos dicen:

- Nos queremos y vamos a casarnos. Si no estamos ya casados, no es por culpa nuestra, sino por las circunstancias. ¡Por qué no vamos a poder hacer lo que nos pide nuestro amor?
- Porque os falta el sacramento que os da ese derecho.


Yo antes de ordenarme sacerdote también deseaba decir misa, pero no pude hacerlo hasta recibir el sacramento que me daba facultades para hacerlo. Y si lo hubiera hecho antes, hubiera sido ilícito e inválido.
Si no es lícito el coito entre los solteros, tampoco lo son aquellos actos que lleven a él. Los solteros deben evitar todos los actos que pongan en marcha el aparato genital. Es absurdo pretender detener una traca. Es mucho más fácil no encenderla.
El ambiente erotizado que nos ha tocado vivir, y la machacona repetición de que es necesaria la liberación sexual, ha lanzado a muchos jóvenes al libertinaje sexual de funestas consecuencias para ellos mismos.
Unos dicen que no hay que reprimirse sexualmente, dando un sentido peyorativo al dominio propio. Sin embargo, el poder dominar los instintos es lo específico del hombre. Cuanto más nos dominamos, más hombres; cuantos menos, más animales. Y convertir al hombre en animal es degradarle.
Hoy algunos quieren presentar como natural toda clase de excesos sexuales. A veces se pone la etiqueta peyorativa de 'represión sexual' al dominio del sexo, diciendo que es antinatural y causa de males para la salud. Sin embargo la verdad es todo lo contrario. La historia confirma que 'la degeneración sexual ha sido el preámbulo de una generalizada degeneración social unida a graves atentados a la libertad y a la justicia'(809).
Otros dicen que el bien y el mal dependen de la conciencia de cada uno. Eso es falso, pues todos tenemos obligación de ajustar nuestra conciencia a la verdad objetiva. Lo mismo en moral que en todo lo demás: valor del número Pí, fórmula del agua, distancia de la Tierra a la Luna, etc. No es lo que a mí me parezca. Es lo que es objetivamente. No basta ser sincero para estar en la verdad. Se puede estar sinceramente equivocado. El pensamiento subjetivo debe estar de acuerdo con la verdad objetiva.
Eso de que la libertad sexual hace a los jóvenes más maduros es una mentira. Los hace más animales y más esclavos de la lujuria. Dice Tony Anatrella, psicoanalista y Profesor de Psicología Clínica: 'Las experiencias sexuales no facilitan la madurez, al contrario, frecuentemente, la retrasan'(810).
Las experiencias sexuales prematrimoniales causan frustraciones psicológicas. Un joven puede estar maduro genitalmente pero no psicológicamente. Y el sexo necesita el complemento psicológico para el ejercicio de forma natural, en condiciones normales. La actividad sexual prematura retrasa su madurez afectiva y esto lo marca para el futuro. Las experiencias sexuales precoces impiden la verdadera virilidad y feminidad falseando la conciencia sexual y el amor.
Reducir el sexo y el amor a la genitalidad es empobrecerlo .
El gran sexólogo español Dr. Gregorio Marañón afirmaba que el mujeriego es un feminoide. La maduración sexual masculina hace al hombre monógamo: hombre de una sola mujer. El mujeriego es que no ha alcanzado la cumbre de la virilidad. Y si es un 'play-boy', es un niño juguete de las mujeres, dice el Dr. José Botella .
Además, las relaciones sexuales prematrimoniales son inútiles. No garantizan el éxito en el matrimonio. Porque el matrimonio es mucho más que armonía sexual. La prueba es que la mayoría de los matrimonios fracasados que acuden al psiquiatra han tenido relaciones sexuales antes de casarse. Así se lo oí decir a un psiquiatra por Radio Nacional de España en el programa 'Protagonistas Nosotros'. Y el 9 de marzo de 1978 a las diez y media de la mañana le oí decir en el mismo programa a D. Carlos Soler, del Tribunal de Causas Matrimoniales de Barcelona, que ' la gran mayoría de los matrimonios fracasados que acuden a los tribunales para deshacer su matrimonio (algunos antes del año de casados) habían practicado relaciones sexuales antes de casarse'. Luego esto de nada les sirvió. Un estudio llevado a cabo por sociólogos de la Universidad de Wisconsin (EE.UU) sobre una muestra de 13.000 individuos de ambos sexos, ha puesto de manifiesto que las parejas que tuvieron relaciones sexuales antes del matrimonio fracasaron como cónyuges en un número muy superior al de las parejas que no las tuvieron .
Aunque en las películas vemos continuamente parejas que hacen el coito y no pasa nada, eso es propio de las películas; pero en la vida real, claro que pasa. Si no quieres el embarazo no hagas el coito. Creer que nunca va a pasar nada es una tontería. Al que le divierte adelantar en los cambios de rasante pensando que no va a pasar nada, terminará en el cementerio. En las películas nunca pasa nada, pero en la vida real, sí.
Además, esas experiencias sexuales prematrimoniales son totalmente inhibitorias. El miedo al embarazo y el remordimiento es lógico que produzcan una inhibición que convierte ese acto en algo totalmente distinto de la máxima entrega realizada por amor dentro del matrimonio, con todo derecho e incluso como acto de virtud. La alegría de la tranquilidad de conciencia sublima la felicidad de los actos humanos.
Dice el psico-pedagogo Bernabé Tierno : 'Piensan muchas parejas que por hacer el amor de una manera más o menos satisfactoria ya están preparados para el matrimonio, lo cual es un error manifiesto...; las condiciones internas y externas antes del matrimonio son muy distintas de las que se verifican dentro de él'.
La moral católica ha reconocido tradicionalmente el estado de noviazgo como una condición especial en la que se legitiman ciertos comportamientos que se considerarían desordenados fuera de una perspectiva conyugal. En todo caso el uso genital del sexo será considerado siempre como derecho exclusivo de los esposos: es un uso matrimonial .El uso deliberado de la facultad generativa está prohibido a los solteros . 'El uso de la función sexual, tiene su rectitud moral sólo en el matrimonio legítimo', dijo el Concilio Vaticano II. Dice el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica: 'El acto sexual debe tener lugar exclusivamente en el matrimonio; fuera de éste, constituye siempre un pecado grave, y excluye de la comunión sacramental'(811).
El uso del aparato genital es derecho exclusivo de casados, porque sólo ellos pueden responder a las responsabilidades que su uso lleva consigo. Engendrar hijos es lo más grande que se puede hacer en la vida. Por eso convertir la sexualidad en un juego, es un crimen. Es degradar la misión más sublime del hombre.
Lo que llena el corazón del hombre es el amor. Qué abismo tan grande entre lo que da una prostituta y lo que da la esposa amada! La sexualidad sin amor no puede ser satisfactoria . La experiencia de la vida demuestra que la unión sexual pasajera es mucho menos satisfactoria que la que realiza una pareja estable que se ama. La libertad sexual, la unión sexual episódica, al principio puede ser gratificante, pero a la larga deja el alma triste. Por eso quienes van de cuerpo en cuerpo buscando ese tipo de satisfacciones es lógico que terminen hartos de todo, sin ilusión por nada, cansados de vivir, incapaces de amar y resignados a no encontrar esa felicidad duradera con la que toda persona sueña.
La continencia en el noviazgo es un camino espléndido de maduración.
Es absolutamente necesario para la felicidad del matrimonio que las personas se demuestren en la práctica que la necesidad de poseerse mutuamente queda subordinada a la presencia del amor. Si porque se ama a una persona resulta imposible prescindir de la entrega corporal, existen motivos para preguntarse si el predominio pertenece al cariño o la sexo. El que no es capaz de amar en la continencia, no hay por qué creer que podrá hacerlo en el encuentro matrimonial. Decir, como a veces sucede, 'si me amas tienes que entregarme tu cuerpo' es una forma sutil de chantaje. La solicitación sexual no es amor. Si una pareja quiere usar el acto sexual para saber si se aman, hay que decirles: 'necesitar esta prueba de amor, significa falta de amor'.
El ser humano es persona, no cosa. El amor integra el respeto a la persona, o no es amor; aunque haya manifestaciones eróticas. Pues el amor no consiste en la excitación de los sentidos. El auténtico amor no se dirige sólo la cuerpo, sino a toda la persona .
Reducir el amor al placer genital es degradarlo . El amor es ante todo unión de almas y corazones. El sexo puede entrar en el amor, pero no es esencial, ni lo más importante. No es lo mismo avidez erótica que amor personal, satisfacer un instinto que amor de entrega a una persona.
Desear saciar una impulsión instintiva con una persona es instrumentalizarla, no amarla .
Quien se deja esclavizar del apetito sexual se degrada, se envilece, termina por incapacitarse para amar. A fuerza de instrumentalizar al otro buscando sólo su egoísta satisfacción, termina por no poder amar a nadie. Ni siquiera a una persona excepcional de la cual desearía enamorarse con toda su alma, pero que ya no puede, porque se le ha secado el corazón. Las aventuras sexuales de las que ha disfrutado sin freno le han incapacitado para la mayor felicidad natural que hay en el mundo, que es el amor de un matrimonio y de unos hijos que dan a la persona ilusión para la vida. La sed de placer sexual deja defraudado.
Esta decepción va minando la psicología, produciendo un hastío de la vida, que llega a perder la ilusión por vivir.
Algunos para justificar su conducta repiten que el coito es una cosa natural, que lo hacen todas las parejas que se quieren. Esto es mentira. Las parejas que se quieren y respetan la moral católica, no lo hacen. Y por otra parte lo hacen muchas parejas que no se quieren, sino que lo hacen sólo por apetito y vicio. Y la felicidad del hombre no puede reducirse a sensaciones placenteras corporales, que son de orden animal. Lo específico del hombre es lo espiritual. Por eso el hombre goza y sufre más con lo espiritual con lo material. Se te abofetean en mitad de la calle, te duele más lo que el bofetón tiene de humillación que el dolor que te produce en la cara. Así, el amor espiritual hace mucho más feliz que el goce de sensaciones corporales.
No es lo mismo placer que felicidad. El Dr. Rodríguez Delgado , Neurobiólogo, veintidós años Profesor en la Universidad norteamericana de Yale, y desde 1972 al frente del Departamento de Investigación del Ramón y Cajal, y que dirige el Centro de Estudios Neurobiológicos, dice que 'no es lo mismo placer que felicidad. El placer está en los sentidos. Es algo común en los animales. La felicidad es algo muy diferente'. El placer es un goce sensitivo y la felicidad un goce espiritual. El placer es goce a nivel animal. La felicidad es goce a nivel humano. Al hombre no le basta lo animal.
Se puede ser muy feliz prescindiendo de goces físicos, y se puede disfrutar de muchos goces físicos y sentir un gran vacío en el alma.
La persona humana no puede prescindir del espíritu para ser feliz. El amor verdadero eleva al hombre. La sexualidad sin amor lo degrada. En eso están de acuerdo todos los que no tengan intereses en la pornografía.
Erich Fromm que ha analizado científicamente, quizás como nadie en nuestro tiempo, la problemática del sexo, afirma: 'Hechos clínicos obvios muestran que los hombres y mujeres que dedican su vida a la satisfacción sexual sin restricciones, no son felices, y a menudo sufren graves síntomas y conflictos neuróticos'.
Obsesionados por la propaganda pornográfica se dan casos de auténticos maníacos sexuales , que en su deseo de experimentar nuevas y mayores sensaciones placenteras llegan a aberraciones tales como hacerlo entre tres simultáneamente, lo cual es una total ausencia de amor, sustituyéndolo por el goce de sensaciones epidérmicas. El amor no está en la piel. Es imposible que quien degrada de este modo la esencia del hombre pueda encontrarse realizado en la vida. El hombre no se realiza degradándose.
Hay adultos lujuriosos y malvados que disfrutan pervirtiendo a adolescentes, enseñándoles y animándoles a prácticas lujuriosas. Los que se dejan engañar, es posible que algún día lloren por verse esclavizados de un vicio que les obsesiona. Cuánto más felices y tranquilos viven los que se encuentran libres de esta obsesión! Es frecuente encontrarse jóvenes que han vivido tan aprisa que han quemado sus vidas y han llegado a viejos antes de dejar de ser jóvenes. Viven sin ilusión por nada, porque ya lo han probado todo, y todo les aburre, les cansa; viven tristes, entregados al alcohol, a las drogas, a la holgazanería. Hartos de todo se han quedado secos por falta de espíritu.
Las experiencias sexuales precoces e ilegítimas impiden al adolescente madurar en su normal personalidad psicológica, ética y social, inficionándola a base de materialismo escéptico y hedonismo irresponsable . El mismo Freud reconoce que el libertinaje sexual es la muerte del amor: 'La libertad sexual ilimitada no conduce a mejores resultados. Nada cuesta comprobar que el valor psíquico de la necesidad sexual desciende desde el momento en que la satisfacción resulta fácil. Para que la libido crezca hacen falta obstáculos... En las épocas en que la satisfacción amorosa no ha encontrado dificultades, el amor ha perdido todo valor, la vida se ha vuelto vacía, y han hecho falta fuertes reacciones para restablecer los valores afectivos indispensables. Desde este punto de vista cabe afirmar que el ascetismo cristiano ha creado para el amor todo un conjunto de valores psíquicos que la antigüedad pagana no había sabido conferirle'(812).
Desgraciadamente el psicoanálisis no fue bien asimilado y arrastró a muchos al desenfreno sexual.
Se confundió el autodominio y la castidad con la represión. Queriendo evitar los peligros de ésta y librarse de los viejos tabúes, cayó el hombre moderno en mayor libertinaje .
No te impresiones con los que confunden la virilidad con la bestialidad. El valor del hombre se mide por el carácter y la fuerza de voluntad; pero no por el instinto sexual, como los sementales de una ganadería.
El célebre doctor español, D. Gregorio Marañón , especialista en estas cuestiones, habla de 'la necesidad de decir a los jóvenes, y de que sean los médicos y no los curas los que se lo digan, que la castidad no sólo no es perjudicial a la salud, sino un ahorro de la vitalidad futura; y que la condición de hombre no se mide por el garbo con que se ejecuta el acto sexual. Por el contrario, si hay una virtud específica de esa condición de hombre, es la virtud de la renunciación'(813).
El autodominio, la fuerza de voluntad, el saber dominarse, es lo característico del hombre.
El no dominarse es lo característico del animal. El animal sigue invariablemente el más fuerte de los estímulos que atraen su instinto.
El hombre puede dominar su instinto con la voluntad. El que hace sólo lo que le apetece, obra como un animal. El que hace lo que debe hacer, le apetezca o no, obra como un hombre. Cuanto más hombre, más se domina. Cuanto menos se domina, más animal.
Por eso añade Alexis Carrel, Premio Nobel de Medicina, 'los santos han sido hombres fuertemente sexuados'(814).
Es que hace falta mucha más virilidad para vencer el instinto que para dejarse llevar de él.
Añade el doctor Marañón que el mujeriego es un feminoide. Su afán de conquistar mujeres es para hacer alarde de su virilidad, por tener complejo de inferioridad varonil. Quiere compensar su autoconciencia de deficiente masculinidad con conquistas femeninas para demostrarse a sí mismo y a los demás que es de verdad un hombre. Por eso pierde interés por la mujer conquistada. Quiere nuevas conquistas, que supongan nuevos éxitos.
Y lo mismo le pasa a algunas mujeres que se ponen frívolas, coquetas, seductoras para autoconvencerse de que despiertan atractivo en los hombres, y cuando alguno, seducido, pretende entrar a fondo, ella le da un corte: 'Te has creído que soy una cualquiera? Soy una mujer decente!', etc. etc. Le bastó autodemostrarse que es deseable. No pretendía llegar a más.
En ambos casos se utiliza a la otra persona para autoafirmarse uno mismo.
Es un disparate y una injuria a Dios decir que el hombre no puede dominar su pasión y que por lo tanto debe desahogarla cuando le apetezca. Si Dios nos manda reprimir la lujuria, es porque esto es posible; si no, Dios sería cruel al mandarnos un imposible. Dice San Agustín : 'Dios no manda imposibles, sino que te manda que hagas lo que puedas y le pidas lo que no puedas, que Él te ayudará para que puedas'(815).
Pero además, importantes Congresos Internacionales de Medicina han manifestado que la castidad no sólo es posible, sino también muy buena para la salud. Algunos dicen que la masturbación y la libertad sexual son buenas. Pero esto sólo lo pueden decir aquellos para quienes el sexo es un producto de consumo, dada su concepción hedonista de la vida, totalmente al margen de la ley de Dios. Pero Dios no puede prohibir lo que es bueno ni mandar lo que es malo.
Por eso los psicólogos, en su mayor parte, afirman que el autodominio propio, motivado por un ideal, es beneficioso para la maduración de la persona humana. Nadie se pone enfermo por ser casto. En cambio son muchas las enfermedades producidas por la lujuria. La prueba es que ningún médico pone en su puerta una placa que diga: 'Especialista en enfermedades de la castidad'. En cambio muchos médicos tienen en su puerta una placa donde pone: 'Especialista en enfermedades venéreas de transmisión sexual'. Y es que no existen enfermedades causadas por la castidad.
Por eso dice el doctor Surbled : 'Los males de la lujuria son conocidos, indiscutibles; mientras que los males de la castidad son supuestos e imaginarios. La prueba es que innumerables obras científicas y voluminosas se han consagrado a exponer los males de la lujuria; en cambio, jamás ha existido historiador para los males de la castidad'.
Dice el Dr. Juan José López Ibor , Catedrático de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de Madrid, Académico de la Real Academia Nacional de Medicina y Presidente de la Federación Mundial de Psiquiatría: 'Después de treinta años de experiencia médica, le diré que no conozco ningún caso de neurosis cuya causa sea la represión sexual'(816).
Dice Kraff-Ebing en su libro 'Psicopatología sexual': 'Muchos hombres, en cabal estado de salud y bien constituidos, pueden frenar sus propias pasiones sin resentirse lo más mínimo por esta continencia'.
Lo que hay que hacer es aceptar la castidad voluntariamente y vivirla con naturalidad. La castidad voluntaria aceptada por un ideal no tiene nada de represión, sino de dominio propio. Y el dominio propio es necesario para la educación de la voluntad.
'Mi opinión personal, fruto de larga experiencia, es que de una continencia libremente aceptada ninguna consecuencia dañosa pueden temer los jóvenes. El deporte y un intenso ejercicio físico son los mejores derivativos'(Profesor A. Assamann).
En una reunión de médicos franceses celebrada en 1970, se dijo que 'es falso que el ejercicio de la sexualidad sea indispensable para la salud y el equilibrio'.
Lo que hace falta es que los mecanismos psicológicos funcionen con normalidad integrando armónicamente el instinto sexual en el conjunto de la persona.
Por lo tanto, eso de que el dominio de la sexualidad produce neuróticos es un bulo fomentado por los pornócratas que hacen negocio explotando el apetito sexual de la gente. La prueba es que miles y miles de hombres y mujeres que han consagrado a Dios su virginidad viven con inmensa paz, felicidad y salud de cuerpo y mente.
El hecho de que alguna vez se hayan dado neuróticos castos, no significa que la castidad sea causa de neurosis. También a un hombre casto le puede atropellar un automóvil, y no vamos a decir que la causa del atropello fue la castidad. Lo que no es bueno es estar excitando el instinto sexual con imaginaciones, deseos, tactos, etc., y después querer detener el proceso fisiológico. Detener una traca es difícil. Es más fácil no encenderla. Si desde el principio se ponen los medios para evitar esa tensión, el dominio del instinto sexual, puede ser una cosa natural que no presente problemas. Por eso la moral católica quiere que se alejen los peligros de excitación sexual.
Cuando hay dominio del instinto sexual sublimado por el ideal del servicio de Dios y de cumplir su voluntad en la finalidad del sexo, entonces, no sólo no hay nada perjudicial, sino un enriquecimiento de la persona humana.
La prueba está en el inmenso número de personas sanísimas física y psíquicamente que han guardado castidad conforme al ideal cristiano.
Una persona se realiza por el amor, pero no necesariamente por el amor sexual. El sacrificar la vertiente sexual del amor humano no tiene por qué resultar represivo cuando se sublima con la ilusión de vivir un gran ideal. Para realizarse como persona, no es el sexo lo más importante. La persona humana tiene valores espirituales, ideales e ilusiones muy superiores a las satisfacciones de tipo sexual.
Los pornócratas , que hacen los grandes negocios con la pornografía, han lanzado una campaña ridiculizando la moral católica, poniendo la etiqueta peyorativa de reprimido a todo el que domina su apetito sexual. Pero los médicos recomiendan el dominio de la sexualidad.
En el II Congreso General de la Conferencia Internacional de Profilaxis Sanitaria, celebrada en Bruselas, los ciento dos miembros médicos especializados en esta materia, llegados de todo el mundo, votaron unánimemente la siguiente declaración: 'Debemos, sobre todo, enseñar a la juventud masculina que la castidad y la continencia no sólo no son perjudiciales, sino que estas virtudes son las más recomendables desde el punto de vista puramente médico'.
Por consiguiente, hay que considerar errónea la opinión bastante difundida entre los profanos, y a veces entre los médicos, según la cual la falta de ejercicio de la actividad sexual llevaría a una gradual debilitación de la capacidad generativa. Aun desde el punto de vista neuropsíquico la continencia sexual no provoca daño alguno en el sujeto sano, especialmente si deriva de una orientación ideológica que se traduce en la práctica con la castidad de la vida y del pensamiento.
En el hombre que guarda castidad, las hormonas de esas secreciones glandulares son reabsorbidas por el organismo, para el cual son altamente beneficiosas. Y cuando el organismo no las necesita salen al exterior, de una manera natural y fisiológica, libre de todo pecado, en los derrames nocturnos de semen producidos durante sueños más o menos eróticos, pero que nunca son pecado, pues son involuntarios. Lo que ocurre soñando nunca es pecado. Estos derrames nocturnos periódicos no tienen nada de malo, son como una válvula de escape que aparece cuando el cuerpo lo necesita, y es normal entre los hombres que viven en continencia de modo habitual o temporal .
Quien se despierta en una eyaculación nocturna, no tiene que hacer esfuerzos por reprimir lo que es un simple acto fisiológico . Lo mejor es desentenderse, en lo posible, de tal fenómeno. Si tú no aceptas voluntariamente ese deleite, no hay pecado alguno.
Los solteros no pueden engendrar hijos, pues éstos necesitan un hogar familiar para su educación.
Por eso las relaciones sexuales prematrimoniales están prohibidas por Dios. Dice Armando Palacio Valdés que cuando el corazón quiere una cosa, el entendimiento inventa una teoría.
Cuando nos apetece una cosa, es fácil encontrar razones para justificarla. Pero frente a todas las razones de los que quieren justificar las relaciones sexuales prematrimoniales, está la palabra de Dios en la Biblia que dice:


'El cuerpo no es para la fornicación'(817).
'Huid de la fornicación'(818).
'Absteneos de la fornicación'(819).
'Esta es la voluntad de Dios, que os abstengáis de la fornicación'(820).
'Los fornicarios no entrarán en el reino de los cielos'(821).
'Dios condenará a los fornicarios y a los adúlteros'(822).
'Los fornicarios se irán al infierno'(823).


La fornicación es la unión carnal entre un hombre y una mujer fuera del matrimonio .

Notas
(808) - Protagonistas nosotros: Radio Nacional de España, 13-ll-81, a las 11,30 de la mañana

(809) - RAFAEL GÓMEZ PÉREZ: Problemas morales de la existencia humana, 4ª, VII, 4. Ed. Magisterio Español. Madrid, 1981


(810) - TONY ANATRELLA: El sexo olvidado, III,5. Ed. Sal Terrae. Santander. 1994

(811) - Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2390

(812) - SIGMUND FREUD: La vie sexuelle, pg. 63. París 1969

(813) - GREGORIO MARAÑÓN: Vocación y ética, pg. 173. Madrid, 1936

(814) - ALEXIS CARREL: La incógnita del hombre, IV, 7. Ed. Iberia. Barcelona, 1952

(815) - SAN AGUSTÍN: De natura et gratia. C. XLIII, nº 50. MIGNE: Patrología Latina, 44, 271

(816) - SALVADOR PÁNIKER: Conversaciones en Madrid, IV. Ed. KAIROS. Barcelona, 1969

(817) - SAN PABLO: Primera Carta a los Corintios, 6:13

(818) - SAN PABLO: Primera Carta a los Corintios, 6:18

(819) - Hechos de los Apóstoles, 15: 29

(820) - SAN PABLO: Carta a los Tesalonicenses, 4:3

(821) - SAN PABLO: Primera Carta a los Corintios, 6:9s

(822) - Carta a los Hebreos, 13:4

(823) - Apocalipsis, 2:8

Oración de sanación por la familia

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Oración de sanación por la familia
 Autor: Padre Robert de Grandis.


¡Señor Jesús! Hoy venimos a Ti, en nombre de cada una de las personas de nuestra familia.

Tú, en tus designios de amor por cada uno de nosotros, nos has colocado en ella y nos has vinculado a cada una de las personas que la componen.

En primer lugar, te queremos dar gracias de todo corazón por cada uno de los miembros de mi familia, por todo el amor que he recibido tuyo a través de ellos y te queremos alabar y glorificar porque nos has colocado en ella.

A través de la familia y en la familia, tú nos has dado la vida y has querido para nosotros que formemos un núcleo de amor.

Hoy, Señor, queremos que Tú pases con tu sanación por cada uno de nosotros y realices tu obra de amor en cada uno de nosotros.

Y antes de nada, Señor, queremos pedirte perdón por todas las faltas de amor que hayamos tenido en casa, por todas nuestras indelicadezas, por todas nuestras faltas de comprensión, por no ser a veces cauces de tu amor para ellos.

En primer lugar, Jesús, te pedimos que entres en el corazón de cada uno y toques aquellas experiencias de nuestra vida que necesiten ser sanadas.

Tú nos conoces mucho mejor que nosotros mismos; por lo tanto, llena con tu amor todos los rincones de nuestro corazón. Donde quiera que encuentres - el niño herido -, tócalo, consuélalo y pónlo en libertad. Vuelve a recorrer nuestra vida, la vida de cada uno de nosotros, desde el principio, desde el mismo momento de nuestra concepción.

Purifica las líneas hereditarias y líbranos de aquellas cosas que puedan haber ejercido una influencia negativa en aquel momento.

Bendícenos mientras íbamos fomándonos en el vientre de nuestra madre y quita todas las trabas que puedan haber dificultado, durante los meses de gestación, nuestro desarrollo en plenitud.

Danos un profundo deseo de querer nacer y sana cualquier trauma tanto físico como emocional que pudiera habernos dañado durante nuestro nacimiento. ¡Gracias, Señor!, por estar ahí presente para recibimos a cada uno de nosotros en tus brazos en el momento mismo de nuestro nacimiento, para darnos la bienvenida a la tierra y asegurarnos que Tú nunca nos faltarías ni nos abandonarías.

Jesús, te pedimos que rodees nuestra infancia con tu luz y que toques aquellos recuerdos que nos impiden ser libres. Si lo que más necesitamos cada uno fue más cariño maternal, mándanos a tu Madre, la Virgen María, para que nos dé lo que nos falta. Pídele que nos abrace a cada uno, que nos arrulle a cada uno, que nos cuente cuentos y llene el vacío que necesita el calor y el consuelo que sólo una madre puede dar.

Quizá "el niño interior" siente la falta del amor del padre. Señor Jesús, déjanos gritar con libertad, con todo nuestro ser: "¡Abba!, ¡papá! ¡Papaito!. Si necesitábamos alguno de nosotros más cariño paternal y la seguridad de que nos deseaban, y nos amaban de verdad, te pedimos que nos levantes y nos hagas sentir la fuerza de tus brazos protectores.


Renueva nuestra confianza y danos el valor que necesitamos para hacer frente a las adversidades de la vida, porque sabemos, Padre nuestro, que tu amor nos levantará y nos ayudará si tropezamos y caemos. Recorre nuestra vida, Señor, y consuélanos cuando otros nos trataban mal. Sana las heridas de los encuentros que nos dejaron asustado, que nos hicieron entrar en nosotros mismos y levantar barreras de defensa ante la gente.

Si alguno de nosotros se ha sentido solo, abandonado y rechazado por la humanidad, concédenos por medio de tu amor que lo sana todo, un nuevo sentido del valor de cada uno como persona.

¡Oh Jesús, nos presentamos en este día ante ti, toda la familia y te pedimos que sanes nuestras relaciones, que sean unas relaciones llenas de cariño, de comprensión y de ternura y que nuestra familia se parezca a la tuya. Te pedimos, por intercesión de tu Madre, la Reina de la Paz, que nuestros hogares sean lugares de paz, de armonía y donde realmente experimentemos tu presencia.

¡Gracias, Señor!