Wednesday, September 3, 2014

Oración por la Sanación Interior



Oh Señor Dios, eterno y todopoderoso, vengo ante ti con gran necesidad de tu misericordia. Eres el doctor y médico de mi alma. Te suplico humildemente que envíes tu poder sanador a cada área de mi ser que se encuentre herida. Rindo a ti toda mi falta de perdón, especialmente aquellos acontecimientos pasados en que permití que la cólera y la amargura se enconaran, causando daño a mi salud física.

Pido tu gracia para perdonar a cada persona que me haya lastimado en el pasado. Perdono a mi padre y a mi madre y pido ser liberado de todas las formas de dolencias mentales, emocionales y psicológicas. Perdono a mis hermanos y hermanas por su rivalidad, egoísmo y desunión que causaron conflictos dentro de nuestra familia. Perdono a mis amigos, compañeros de trabajo y vecinos por todas sus acciones perjudiciales y palabras crueles que 
pronunciaron en mi contra.

Perdono a mi cónyuge, a mis hijos y a todos los miembros de mi familia extensa, y pido tu gracia para sanar todas las circunstancias donde no logré recibir el amor, afecto, apoyo y respeto que necesité. Perdono a todos los que han violado mi pureza sexual, y pido ser liberado y lavado por el poder purificador de tu amor. Me perdono mis errores y fracasos pasados, y pido ser liberado de todas las consecuencias destructivas, culpabilidad, vergüenza y autoacusación.

Perdono a todos los que están en puestos de autoridad, sobre todo a los que me han tratado injustamente, como doctores, enfermeras, agentes de seguros, paramédicos, agentes de policía, oficiales del gobierno, antiguos patrones y miembros del clero. Perdono a mis peores enemigos y a los que he hecho voto de que nunca perdonaría. Rompo esos votos ahora por el poder de tu nombre, Señor Jesús.

Por un acto de mi libre voluntad, elijo perdonar a todos, incluyendo a las personas que más me lastimaron. Me libero de los deseos de recibir una disculpa, de la necesidad de ser justificado por mis acciones y de mi necesidad de que otros reconozcan la injusticia. Oh Señor Jesús, entrego en tus manos misericordiosas la deuda de todas las heridas. Denuncio todas las formas de ira, amargura y resentimiento, y ordeno ahora a cada espíritu malvado que ha entrado en mi cuerpo por la falta de perdón que se vaya directamente a los pies de mi Señor Jesucristo.

Por el poder de tu Espíritu Santo, te pido Señor Jesús que me llenes de tu amor, paz, paciencia, amabilidad, generosidad y dominio propio. Que tu mano sanadora repose sobre mí mientras bendigo a todos los que me han herido. Deseo ser bueno y compasivo con cada uno, dispuesto a perdonarles tal como tú me has perdonado. Pido que el poder sanador de tu amor fluya a través de cada célula de mi cuerpo y en las vidas de los que he perdonado. Amén.

Oración de Confirmación



Señor, Dios Todopoderoso, te agradezco por protegerme de toda forma del mal y traerme el regalo de tu salud divina. Te doy gracias por romper las cadenas de la opresión y liberarme de toda forma de pecado, enfermedad y mentira del enemigo. Gracias por el nombre poderoso de Jesús ante el cual cada rodilla se doblará.

Por el poder y la autoridad que me has dado, digo a todas las adicciones, perversiones, dependencias químicas, desesperanza, preocupación, duda, miedo, desesperación y a todos los síntomas de cualquier enfermedad que caigan de rodillas ahora ante el nombre de Jesús. Destruyo cada argumento y altivez que se exalta a sí mismo en contra del conocimiento de Dios. Presento cautivo a todo pensamiento para que se someta a Cristo.

Gracias por darme tu autoridad sobre todo el poder del enemigo. Nada me dañará. Invito al Espíritu Santo a que me llene y guarde de las mentiras del diablo. Gracias por toda tu armadura, tu nombre, tu sangre preciosa y tu Espíritu Santo. Ninguna arma forjada prosperará contra mí. Gracias, oh Padre celestial, por todas tus provisiones, porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, ahora y siempre. Amén.

Oración por un Descanso Lleno de Paz



Querido Señor Jesús, al descansar en tu amor, pido experimentar tu tierno abrazo alrededor de mí. Confío en que tu cuidado compasivo traerá la paz a mi mente, la serenidad a mi corazón y la renovación a mi espíritu.
Abrazado por tu amor, te pido que me concedas esta noche un descanso lleno de paz. Por favor, purifica mis sueños, limpia mi subconsciente y lava mis pensamientos con la pureza de tu amor infinito. Cuida de mi corazón, mente, cuerpo, alma y espíritu mientras descanso esta noche en tu cuidado compasivo.

Te ruego que envíes a tus ángeles protectores para que me protejan mientras duermo. Que tu ejército angelical destruya todas las maldiciones, obstáculos e influencias demoníacas que han sido enviados contra mi capacidad de experimentar un sueño lleno de paz esta noche. Pido que tus huestes de ángeles me protejan mientras permanezco despierto y velen por mí cuando duermo, y que despierto pueda mantenerme con Cristo, y dormido, descanse en su paz. Amén.

Monday, September 1, 2014

¿POR QUÉ NOS ENFERMAMOS? (Desde el Punto de Vista Psicologico)..



Debemos confiar en nuestra capacidad de ser seres sanos...



Hay una sensación de que hoy nos enfermamos más que antes. Para algunos es así y para otros hay mayor prevención y detección precoz de algunas enfermedades. Independientemente de la razón, hay quizás una mayor conciencia de que la salud es un bien muy preciado y es necesario tomar medidas para cuidarla. Conversamos con la psicóloga Jennifer Middleton, autora del libro “Yo (no) quiero tener cáncer”, para conocer algunos aspectos tomados de su experiencia con personas afectadas por alguna enfermedad. 


De acuerdo a su experiencia con terapias de pacientes ¿cómo define la enfermedad?
Es un estado de alteración que afecta a la persona en su totalidad, es decir, su cuerpo, mente, emociones, espiritualidad y entorno social. Sólo abordando todos los aspectos de la persona es posible pensar en ayudarla para su curación. Si sólo se trata lo físico, la persona volverá a enfermar tarde o temprano, ya que se tratan los síntomas pero no aquello que llevó a la persona a enfermarse.


¿Cuál es la relación o responsabilidad que tiene una persona sobre su enfermedad?
Creo que toda persona tiene una responsabilidad frente a su salud y enfermedad. No es algo que se pueda delegar a otros cuando somos adultos. Nos enfermamos porque tenemos estilos de vida insanos, porque nos maltratamos y nos exponemos. Muchas veces esto ocurre por ignorancia, por desconocimiento y porque nuestra medicina tiene un énfasis exagerado en la curación y casi nada en la prevención. Ni la medicina, ni la educación se preocupan de que no nos enfermemos, de enseñarnos las mejores formas de cuidar la salud.
No hay que confundir responsabilidad con culpa. No se trata de castigarse porque no fuimos capaces de cuidarnos, pero sí tenemos la obligación de aprender lo que tenemos que hacer para sanarnos, observar los cambios necesarios y ver cómo nos vamos a cuidar de ahora en adelante. Debemos confiar en nuestra capacidad de ser seres sanos.

Friday, August 22, 2014

Testimonio de Sanación



 Este es mi Testimonio personal:

Dios hizo un milagro en mi familia, sanó a mi mamá de cáncer.

(Este relato es verdadero, no es un "cuento")
(esto lo difundo sólamente para glorificar a Dios, que es quien hizo la Obra)

Relato:

En febrero de 2001, mi mamá se notó un bulto extraño en una de sus mamas. Ella tiene 60 años.

Concurrió al médico, el cual le indicó de inmediato exámenes de diagnóstico: Mamografía y ecografía .

El informe resultó: tumor de forma irregular, de 1,6 cm de diámetro, "atípico".

El médico, en cuanto vió el informe, la derivó de urgencia a un cirujano ginecólogo. 

El cirujano, al ver los estudios, ya le dijo en la primera consulta:
Tiene usted 99 % de probabilidad de que sea un tumor maligno.
Debemos operarla en seguida.

Mi mamá fué intervenida quirúrgicamente una semana después, el martes 7 de marzo.

Las Florecillas de San Francisco: Capitulo IX


Cómo San Francisco y el hermano León rezaron maitines sin breviario

En los comienzos de la Orden estaba una vez San Francisco con el hermano León en un eremitorio donde no tenían los libros para rezar el oficio divino. Llegada la hora de los maitines, dijo San Francisco al hermano León:

-- Carísimo, no tenemos breviario para rezar los maitines; pero vamos a emplear el tiempo en la alabanza de Dios. A lo que yo diga, tú responderás tal como yo te enseñaré; y ten cuidado de no cambiar las palabras en forma diversa de como yo te las digo. Yo diré así: «¡Oh hermano Francisco!, tú cometiste tantas maldades y tantos pecados en el siglo, que eres digno del infierno». Y tú, hermano León, responderás: «Así es verdad: mereces estar en lo más profundo del infierno».

Florecillas de San Francisco: Capitulo X



Cómo el hermano Maseo quiso poner a prueba
la humildad de San Francisco

Se hallaba San Francisco en el lugar de la Porciúncula con el hermano Maseo de Marignano, hombre de gran santidad y discreción y dotado de gracia para hablar de Dios; por ello lo amaba mucho San Francisco. Un día, al volver San Francisco del bosque, donde había ido a orar, el hermano Maseo quiso probar hasta dónde llegaba su humildad; le salió al encuentro y le dijo en tono de reproche:

-- ¿Por qué a ti? ¿Por qué a ti? ¿Por qué a ti?

-- ¿Qué quieres decir con eso? -repuso San Francisco.

Y el hermano Maseo:

-- Me pregunto ¿por qué todo el mundo va detrás de ti y no parece sino que todos pugnan por verte, oírte y obedecerte? Tú no eres hermoso de cuerpo, no sobresales por la ciencia, no eres noble, y entonces, ¿por qué todo el mundo va en pos de ti?

Al oír esto, San Francisco sintió una grande alegría de espíritu, y estuvo por largo espacio vuelto el rostro al cielo y elevada la mente en Dios; después, con gran fervor de espíritu, se dirigió al hermano Maseo y le dijo:

-- ¿Quieres saber por qué a mí? ¿Quieres saber por qué a mí? ¿Quieres saber por qué a mí viene todo el mundo? Esto me viene de los ojos del Dios altísimo, que miran en todas partes a buenos y malos, y esos ojos santísimos no han visto, entre los pecadores, ninguno más vil ni más inútil, ni más grande pecador que yo. Y como no ha hallado sobre la tierra otra criatura más vil para realizar la obra maravillosa que se había propuesto, me ha escogido a mí para confundir la nobleza, la grandeza, y la fortaleza, y la belleza, y la sabiduría del mundo, a fin de que quede patente que de Él, y no de creatura alguna, proviene toda virtud y todo bien, y nadie puede gloriarse en presencia de Él, sino que quien se gloría, ha de gloriarse en el Señor (1 Cor 27-31), a quien pertenece todo honor y toda gloria por siempre.

El hermano Maseo, ante una respuesta tan humilde y dicha con tanto fervor, quedó lleno de asombro y comprobó con certeza que San Francisco estaba bien cimentado en la verdadera humildad.

En alabanza de Cristo. Amén.