Wednesday, October 24, 2012

Temas de Interes: Confesión a distancia


Confesión a distancia
P. Jon M. de Arza, IVE
Pregunta:

¿Se puede confesar a una persona vía e-mail? Gracias. Romina.
Respuesta: Analicemos la cuestión que se plantea, por parte del penitente y por parte del confesor.
Para que el sacramento de la reconciliación sea válido, se requiere, entre otras cosas, la declaración de los pecados por parte del penitente (esto es, la «confesión» propiamente dicha, como acto del penitente[1]), lo cual se debe realizar de palabra, ya que la expresión vocal es el modo más usual para la manifestación de nuestros pensamientos.
Sin embargo, en caso de necesidad, sería lícito expresar los pecados por escrito, por signos o por intérprete, pero el penitente siempre debe estar presente al confesor.
¿En qué casos se puede recurrir a la confesión o declaración de los propios pecados por escrito? «… se podría recurrir a la confesión por escrito a un confesor presente en ciertos casos como los siguientes –indica el P. Miguel Á. Fuentes-:
-Cuando el penitente es mudo o habla con dificultad;
-Cuando el confesor es muy sordo o al menos tanto que hay peligro de que se escuchen los pecados confesados;
-Por vergüenza extraordinaria del penitente o por la tentación de callar alguno;
-Por falta de memoria.
Pero en estos casos es conveniente que el penitente exprese al confesor vocalmente (si es posible) que se arrepiente de los pecados consignados por escrito; al menos debe hacerlo por algún gesto[2]», como por ejemplo, golpearse el pecho, besar un crucifijo, u otros semejantes.
Sin embargo, el mayor inconveniente para la validez de una confesión vía e-mail, viene por parte del confesor, puesto que, para sean válidas las palabras de la absolución, las mismas «han de ser pronunciadas vocalmente (aunque sea en voz baja e imperceptible) por el sacerdote sobre el penitente presente al menos moralmente. Vocalmente, porque las palabras del sacerdote son instrumento para producir la gracia en el alma del penitente. Por tanto, el sacerdote mudo no puede absolver, y también es inválida la absolución por escrito (carta, telegrama, etc.)[3]».
Por tanto, el penitente debe estar presente al confesor, «al menos moralmente». ¿Qué significa esa presencia? No es necesario que el penitente pueda ser visto por el confesor, siendo suficiente que éste estime su presencia[4], como sucede cuando uno se confiesa en un confesionario provisto de rejilla. «En caso de necesidad (naufragio, terremoto, batalla) puede darse la absolución a cualquier distancia (mientras se perciba a los penitentes, pero sub conditione)[5]».
Resumiendo: se requieren la presencia real del penitente (al menos moral), y la transmisión real de las palabras de la absolución conferida por el confesor.
El P. Fuentes concluye:
«De lo dicho se colige la probable invalidez de la absolución dada por teléfono, radio o televisión, ya que falta la presencia real del penitente, y no hay real transmisión de las palabras de la absolución, sino que son vibraciones eléctricas que reproducen la palabra humana. De todos modos la Santa Sede no se ha pronunciado definitivamente sobre esta cuestión. Por tanto, en la práctica, en caso de extrema necesidad (imposibilidad absoluta de presentarse ante el moribundo) el sacerdote puede y debe enviarle sub conditione la absolución por teléfono o radio; y con mucha mayor razón a través de un tubo o canal fonético (por ejemplo a aquéllos que quedasen atrapados en un derrumbe con peligro de muerte)»[6].
Ahora bien, en el caso del mail es claro que no se puede dar la absolución (en este caso sería «enviar la absolución», porque no es un medio vocal (y ya vimos que es inválida la absolución por escrito). Además, el Papa Clemente VIII condenó y prohibió la absolución por mensajero[7], y aquí entra todo tipo de correo, ya sea personal, ya sea electrónico. Diverso es el caso del uso del «skype» o la comunicación a través de una video cámara, por ejemplo, que, en mi opinión, caería bajo el mismo juicio expresado en el párrafo anterior, es decir, que se trataría de una absolución probablemente inválida, pero que el sacerdote (dado que no existe  un pronunciamiento definitivo del Magisterio sobre la cuestión) podría y debería enviar «bajo condición», en caso de extrema necesidad.

[1] Dice el P. Miguel A. Fuentes: «La confesión sacramental es la acusación voluntaria de los propios pecados cometidos después del bautismo, hecha por el penitente al sacerdote legítimo, en orden a obtener la absolución de los mismos en virtud del poder de las llaves» (FUENTES, M. A., Revestíos de entrañas de misericordia. Manual de preparación para el ministerio de la penitencia, Ediciones del Verbo Encarnado, San Rafael 52007, 71).
[2] Idem, 72.
[3] Idem, 75.
[4] Cf. Ibidem.
[5] Ibidem.
[6] Idem, 74-75. El subrayado es nuestro.
[7] Cf. DS 1994/1088.

Oracion por Sanacion Interior

Padre de bondad y de Amor, te bendigo, te alabo y te doy gracias porque por Amor nos diste a Jesús.
Gracias Padre por la luz, la verdad y el Buen Pastor, que han venido para que tengamos vida y la tengamos en abundancia.
Hoy Padre me quiero presentar delante de ti, como tu hijo.
Tu me conoces, pon tus ojos de Padre amoroso en mi vida.

Sunday, October 21, 2012

       
 
Oración para la sanación del cuerpo
Jesús, tus manos y tus pies fueros traspasados. Traspasado también fue tu lado. Todo fue traspasado para que fuésemos sanados, para que nuestro cuerpo, templo del Espíritu Santo, fuese purificado.

Saturday, October 20, 2012

Consejos Saludables: Hipertensión arterial

  Hipertensión arterial | Descripción general

¿Qué es la presión arterial? La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias a medida que se mueve a través de su cuerpo. Así es como funciona: Las arterias son vasos sanguíneos que llevan la sangre de su corazón al resto del cuerpo. Cuando su corazón late, impulsa la sangre a través de las arterias. A medida que la sangre se mueve, ejerce presión contra las paredes de las arterias. Esta es su presión arterial.

¿Qué es la hipertensión arterial?


Monday, October 15, 2012

¿Porqué el Dolor?¿Cuál es el Sentido del Sufrimiento?



Pregunta:

 Estimado Padre: Mi duda concreta es la siguiente: ¿deseo saber el porqué de la injusticia, del dolor, de la enfermedad? Entiendo que debemos ser pacientes y aceptar la voluntad de Dios, ya que Él es el único que tiene las respuestas, no obstante al ver la realidad que enfrentamos en la vida diaria ¿cómo no perder el camino? De antemano le agradezco el tiempo que se sirva dedicarme para aclarar estas dudas. ¡Que Dios lo Bendiga! Atentamente 

Responde el P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E. 

Consejos Saludables: Síndrome Metabólico | Descripción general


¿Qué es la resistencia a la insulina?
El cuerpo transforma la mayoría de los alimentos que come en glucosa (una forma de azúcar). La insulina es una hormona producida por el páncreas que permite que la glucosa ingrese a todas las células del cuerpo y sea usada como energía.
En algunas personas, los tejidos del cuerpo dejan de responder a la insulina. Los médicos se refieren a esta afección como resistencia a la insulina. Si tiene resistencia a la insulina, el cuerpo hará más y más insulina, pero como sus tejidos no responden a ella, el cuerpo no puede usar la glucosa en forma adecuada.

¿Qué es el síndrome metabólico?


La resistencia a la insulina a menudo va acompañada de otros problemas de 

Oración por un Enfermo



“Oh, Dios mío, el enfermo que se encuentra ante Ti ha venido a exponerte su deseo, pidiéndote lo que juzga ser para él la cosa más importante. Dios mío, infunde Tú en su corazón este convencimiento: ¡Lo importante es que gocemos de salud en el alma! ¡Que se cumpla en todo, Señor, sobre él tu santa voluntad! Si quieres su curación, que se cure, pero si tu voluntad es otra, que siga llevando su cruz.

También te pido por cuantos intercedemos por él: purifica nuestros corazones para que seamos dignos de transmitir, por nuestro medio, tu divina misericordia. Señor, protégelo y alivia sus penas. Que se cumpla en él tu santa voluntad. Que sea revelado por su medio tu Santo Nombre. Ayúdale a llevar con valentía su cruz.”