Monday, December 8, 2014

Jesús Te Sana a Través de la Adoración Eucarística y en la Eucaristía

«Jesús te sana a través de la Adoración Eucarística y en la Eucaristía», afirma sacerdote Ghislain Roy

 Decenas de sacerdotes y también cientos de jóvenes y familias tuvieron la oportunidad de vivir en Chile una particular experiencia de Dios, animados y acompañados por el padre Ghislain Roy y teniendo por centro la Adoración eucarística y la Eucaristía. En esta entrevista, Ghislain Roy revela no sólo inéditas y extraordinarias experiencias que ha vivido durante la Adoración Eucarística, sino el por qué es urgente reavivar esta oportunidad de encuentro directo con Dios.

Como en visitas anteriores de este sacerdote, fueron llegando informaciones que hablan de experiencias de renovación en la fe, sanaciones de diversa índole y otros sorprendentes eventos vividos por quienes participaron de aquellos encuentros centrados en el misterio eucarístico.
Fuimos entonces a reunimos con Padre Ghislain, pocas horas antes de su partida, para conversar sobre lo que aún es lejano o poco frecuente para muchos católicos… descubrir el misterio que contiene la Adoración eucarística y el participar de la Eucaristía con fe.

El 2 de junio de 2013 Papa Francisco convocó a una Adoración Eucarística a todo el orbe católico. Hecho histórico. Por primera vez los católicos del mundo en adoración simultánea. ¿Es la Adoración Eucarística tan relevante para la vida de fe?

El Papa nos enseña que la Adoración Eucarística es la vida de la Iglesia. Cuando la Iglesia se pone alrededor de Jesús para adorarlo en la Eucaristía, esto da comunión y fuerza. Si queremos más comunión y unidad en la iglesia tenemos que empezar poniéndonos a los pies de Cristo a través de la Adoración. Él quien nos dijo «que todos sean uno»… primero tenemos que estar unidos a Él, para poder hacer realidad esa unidad de todos. Esto sólo lo permite la Adoración eucarística.

¿Es la Adoración Eucarística una fuente de sanación?

Sí. En la parroquia donde yo estoy (Beauceville, Canadá) tengo una capilla de Adoración Eucarística Perpetua, con más de doscientas personas que se turnan día y noche, todas las semanas. Ellas testimonian liberaciones, sanaciones, solución de problemas entre las parejas, sanación del corazón, sanación entre jóvenes que vivían dificultades importantes. También algunos que recibieron liberación de ideas suicidas. Una señora que tenía cáncer vino a preguntarme qué le sugería y le contesté: «Vete a Jesús que está en el Santísimo Sacramento, para recibir sanación». Si nosotros no proponemos esto, la gente se irá a la Nueva Era, a prácticas de reiki, de yoga, buscando la sanación… cuando en la Iglesia tenemos todo lo que necesitan. Somos nosotros quienes se los tenemos que proponer y también convertirnos en adoradores. Si yo no soy un adorador me será muy difícil hablar de ello y convencer a los demás.

¿Cuál es el vínculo entre la realidad de la cruz que se exalta en Semana Santa y la Adoración Eucarística?

Cada vez que adoramos al Santísimo, en esta presencia real de Jesús, ahí se eleva particularmente la cruz, vamos al Padre a través de la cruz, por Jesús que se da en el Santísimo Sacramento. La Madre Teresa de Calcuta ha dicho algo que encuentro interesante… ‘Cuando vosotros contempláis a Jesús crucificado os dais cuenta de cuánto Él os amó y cuando contempláis a Jesús en el Santísimo Sacramento os dais cuenta de cuánto Él os ama ahora’. Así que ambos se completan. Es el misterio de la cruz y de su presencia real.

Históricamente ¿Cuándo inicia la Adoración Eucarística?

Sabemos que los primeros cristianos guardaban la presencia Real de Cristo (reserva eucarística) para los enfermos. Entonces en ese intertanto entre la misa y llevarlo, la gente empezó a Adorar esa presencia Real, antes de llevarla a los enfermos. Esto nos muestra además el vínculo entre Adoración y Eucaristía. ¿Cómo vas vivir la Eucaristía sin haberle antes adorado? Porque la adoración nos lleva a Jesús en la Eucaristía. En mi parroquia por ejemplo había gente que no iba a misa y empezaron a Adorar. Eso fue lo que les llevó a la Eucaristía.

Entre los creyentes hay muchos como el apóstol Tomás que precisan ver para creer. ¿Efectivamente adorar a Dios presente en el Santísimo Sacramento puede sanar enfermedades de las personas? ¿Qué pruebas puede dar?

Oracion de Sanacion

Adoracion al Santisimo Sacramento del Altar

15 Minutos con Jesus Sacramentado

Saturday, December 6, 2014

Rosario del Enfermo (con meditaciones)

El Santo Rosario es una devoción a Mariana de las más antiguas y más conocidas entre el pueblo cristiano. Para ti, hermano(a) que sufres, el Santo Rosario es la oración más apta, pues a veces transcurren horas y horas solo(a) sin saber en qué ocuparte. Además por tus mismas enfermedades, no puedes leer mucho.

Rezar el Santo Rosario es una manera excelente para vencer tu soledad, aprovechar tu tiempo y pedir a Jesús y a la Santísima Virgen fuerzas y valor para llevar tus sufrimientos. Las lecturas bíblicas y las reflexiones que se presentan a continuación se pueden leer con los misterios que corresponden al día que se rece el Rosario.

Dios nuestro, permítenos, ofrecerte junto con la Santísima Virgen María, este Rosario de meditación para los enfermos:

Por la señal de la Santa Cruz…

María, Salud de los Enfermos, Ruega por nosotros, y por todos los que sufren.

Gloria al Padre…

PRIMER MISTERIO
Primer Misterio Curación del Leproso en Galilea Mc 1, 40-45
Se le acerca un leproso suplicándole y, puesto de rodillas le dice: “Si quieres puedes limpiarme”.Compadecido de él, extendió su mano y le tocó y le dijo: “Quiero, queda limpio”. Y al instante le desapareció la lepra y quedó limpio.Lo despidió al instante prohibiéndole severamente: “Mira no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio”.Pero él, se puso a pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que Jesús ya no podía presentarse en público en ninguna ciudad, sino que, se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a él de todas partes.

REFLEXIÓN:

Las personas con mucha facilidad o por ignorancia, conveniencia o maldad rechazamos a quienes padecen alguna enfermedad. Hasta llegamos a pensar que en la medida en que los apartamos de nosotros o que nos alejamos de ellos, somos mejores. El Evangelio de San Marcos, nos presenta la curación de un enfermo de lepra para dar a entender que Jesús no despreciaba a los enfermos sino que los aliviaba.

El enfermo independientemente de la enfermedad que padezca y de las causas de haberla contraído, necesita el amor, la comprensión, y la misericordia de quienes conviven con ellos. Más aún el Evangelio nos enseña que cuando un enfermo se siente acogido y aliviado aunque no sea curado, puede convertirse en mensajero entusiasta de buenas noticias para sus hermanos.

Se reza Padre nuestro, 10 ave Marías y el Gloria.

Jaculatoria: Santa María, Salud de los Enfermos. Ruega por nosotros y por todos los que sufren.

SEGUNDO MISTERIO

Cristologia: La Curación del Leproso




Por: P. Enrique Cases | Fuente: Catholic.net



Entre los milagros que llevaron a muchos a creer y que mueven a Nicodemo a hablar con Jesús está la curación del leproso. Los evangelistas no señalan expresamente que fue en aquellos días, y lo sitúan de un modo inconcreto en una ciudad, pero parece muy probable que sea el Simón leproso el mismo que invitará a Jesús a comer unos días antes de la tercera pascua en Betania. Debía ser un personaje más o menos importante. La proximidad pudo conmover más a Nicodemo que procura enterarse del mensaje de Jesús y de su misma persona.

"Y vino hacia Él un leproso que, rogándole de rodillas, le decía: Si quieres, puedes limpiarme. Y compadecido, extendió la mano, le tocó y le dijo: Quiero, queda limpio. Y al momento, desapareció de él la lepra y quedó limpio. Le conminó y enseguida lo despidió, diciéndole: Mira, no digas nada a nadie; pero anda, preséntate al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio. Sin embargo, una vez que se fue, comenzó a proclamar y a divulgar la noticia, hasta el punto de que ya no podía entrar abiertamente en ciudad alguna, sino que se quedaba fuera, en lugares apartados. Pero acudían a Él de todas partes" (Mc).


Verificar la curación

La lepra es una enfermedad especialmente grave, pues junto a las llagas que deforman el cuerpo y que llevan lentamente a la muerte, se cría que era contagiosa y, por ello el leproso está sometido a prohibiciones como el acercarse a los sanos bajo pena de lapidación. Si se producía una curación tenía que se verificada por los sacerdotes. Era fácil ver en esta enfermedad la triste condición del pecador.


Acto de fe

El leproso acude a Jesús, con riesgo de su vida, con una petición humilde y dolorida:"si quieres, puedes limpiarme" Es un acto de fe, pues afirma que puede curarle, que está en su poder, y desea que esté también en su querer. Jesús no investiga su fe, la ve. Y accede rápidamente, lo toca con todo lo que esto llevaba de contaminarse legal y físicamente, dice "quiero, sé limpio", y se cura. La inmediata petición de discreción sorprende, pues muchos otros milagros son hechos para que crean los presentes; aquí hay silencio, quizá porque, en este caso, la lepra no era aún publica, o por otra razón que los evangelistas callan. Sí se le pide que vaya a los sacerdotes. No dice si siguió como discípulo; pero todo parece indicar que no sólo lo fue, sino que se cuenta entre el grupo de incondicionales, o amigos, si se quiere expresar así. Jesús quiere discreción para que no se malogren el crecimiento de sus primeras acciones en Judea.

Cristologia: La Curación del Paralítico




Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados.


Por: P. Enrique Cases | Fuente: Catholic.net

Los amigos ayudan, la fe cura

"Subiendo a una barca, cruzó de nuevo el mar y vino a su ciudad. Entonces le presentaron a un paralítico postrado en una camilla". Las gentes del pueblo se apiñan para ver a Jesús. La admiración y la sorpresa; la curiosidad y la necesidad, unidas a la fe religiosa, les empujan al nuevo Maestro. Los que llevan al paralítico no pueden acceder hasta el lugar donde está al Señor, e idean abrir el techo de la casa de Pedro para que el enfermo sea visto y curado. Todos se sorprenden de aquella amistad que conduce a estos extraños y extraordinarios modos, pero lo cierto es que el paralítico, que no podía acudir a pedir la curación por la naturaleza de su enfermedad, tiene amigos, y los amigos responden. "Al ver Jesús la fe de ellos" -fe y amistad que les hacen agradables al Señor- mira con misericordia al hombre que desciende del techo en rara figura, y dijo al paralítico: "Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados". Esta vez, antes que la curación, el perdón. La sanación del alma. Este hecho no pasa inadvertido a ciertos escribas que dijeron en su interior: "éste blasfema". Conociendo Jesús sus pensamientos, dijo: "¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? Qué es más fácil, decir: tus pecados te son perdonados, o decir: levántate y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados, dijo al paralítico: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. El se levantó y se marchó a su casa. Al ver esto, las multitudes se atemorizaron y glorificaron a Dios por haber dado tal poder a los hombres"(Mt).


El poder de perdonar

Si el modo en que Jesús ha perdonado al paralítico fuera sólo una cuestión de formas, parecería que Jesús hacía un juego de palabras; dar el perdón podía ser un juego más del hablar. Pero curar un paralítico no se puede hacer con palabras, y Jesús lo cura como señal de que verdaderamente ha perdonado el pecado. Es decir, tiene el poder de perdonar, algo que sólo Dios puede hacer. El hecho es importante y el milagro se ha convertido en un signo de la liberación del pecado, algo mucho más importante que una limitación corporal. Jesús perdona, hace algo reservado a Dios. Algunos pueden pensar que lo hace sólo como enviado de Dios. Otros pueden pensar que Dios está en medio de ellos. Pero los hechos son testimonio elocuente: el paralítico anda y alaba a Dios, y Jesús perdona los pecados.


Comienzan las oposiciones

En esta curación se advierte la primera oposición a Jesús tan sólo con críticas internas. La proclamación del reino no va a ser pacífica cuando se desvele más claramente quién es Él.


La Buena Nueva

Los hechos conmocionaron a toda la región y, cada vez más, acuden de todas partes para ver a Jesús. Los dolientes y sus familiares se ponen en movimiento. Jesús habla, anuncia la buena nueva, y cura.