Monday, February 9, 2015

Especial, Sacerdotes Ejemplares: Padre James Manjackal



Padre James Manjackal

El Padre James Manjackal es un sacerdote de la India, que tiene un gran misterio de sanación y evangelización por distintos países del mundo. Es un hombre de profunda oración y de gran fe. Lo conozco personalmente y he podido asistir a sus reuniones de evangelización y sanación. En su página web www.jmanjackal.net pueden verse numerosos testimonios de sanación y conversión en distintos países del mundo. Cuando celebra la misa, la celebra con tanto fervor y devoción, que parece que viera al mismo Jesús en persona, acompañado de María, a quien tiene mucha devoción. Él es un sacerdote ejemplar, que trabaja a tiempo completo, pues el sacerdote debe ser sacerdote las 24 horas del día.

Veamos un caso que nos cuenta en su página web y que nos indica que, esté donde esté, él siempre se siente sacerdote y está siempre disponible. Este caso le sucedió el 9 de diciembre de 1998. Estaba en el aeropuerto de Bombay, India, esperando en la larga cola de pasajeros de la línea aérea Gulf Air. Entonces, vio a un joven europeo, vestido como un hindú, de color azafrán y con ceniza en su frente, sujetando un ratón en su mano derecha y llevando una serpiente enroscada al cuello. Estaba discutiendo acaloradamente con un policía, porque no le permitía entrar al avión con los animales. Y él decía:

Estos son mis dioses recibidos en la India y vosotros policías indios, ¿no me permitís ir con ellos? La gente estaba gritando de impaciencia. Y dice el Padre Manjackal: Yo me puse a rezar detrás del joven. De pronto, inspirado por el Espíritu Santo, le puse mi mano sobre su hombro y con una sonrisa le pregunté: José, ¿no eres un católico de Alemania? ¿No estarás queriendo tomar a estas criaturas como tus dioses? Con sorpresa me miró y me preguntó: ¿Quién le ha dicho que me llamo José y que soy católico alemán? Sacando un crucifijo, le dije: Él es mi Dios, que me revela estas cosas por medio del Espíritu Santo.

Con lágrimas en los ojos me preguntó, si estaba dispuesto a hablarle más sobre Jesús y el Espíritu Santo. Convine en hacerlo, con la condición de que tirara aquellos animales. Él, como un niño, me obedeció y tiró al ratón y a la serpiente en un cubo de basura. El policía me lo agradeció y la gente empezó a aplaudir de agradecimiento. Durante el vuelo, le dije a José muchas cosas sobre Jesús y el Espíritu Santo. Él era un católico bautizado que había abandonado la fe para irse tras las mujeres, las drogas y el alcohol, habiendo adoptado el hinduismo como forma de vida. Me confesó que todo eso no le había dado sentido a su vida y que le faltaba algo. Terminó por confesarse y recibió la sagrada comunión en la misa que celebré en el hotel de Ryad, en Arabia Saudita. El joven estaba feliz y con lágrimas me dijo: Ahora mi sed y mi hambre de Dios han sido colmados con Jesús en la comunión.

Ciertamente, el sacerdote recibe muchas alegrías al perdonar los pecados de quienes estaban alejados de Dios. Entonces, se siente como un padre que da vida a sus hijos y puede decir:

Habría valido la pena haber nacido y haber sido sacerdote para confesar a este hombre pecador y después haber muerto al ver su alegría y su paz. ¡Vale la pena morir para dar vida!

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