Destinar un tiempo para cada comida del día y comer lentamente tiene sus beneficios.
La vida moderna es sinónimo de prisas; corremos de un lado para otro con el fin de realizar todas las actividades programadas, eso si, dentro de toda esa agitación tenemos rutinas a las que les dedicamos un tiempo determinado como el aseo personal, la imagen, ir al baño.
Estamos conscientes de lo importante que son estos aspectos pero ¿Qué hay del comer?, pareciera que apartar unos minutos para alimentarnos y hacerlo sin prisas no es relevante cuando en realidad es todo lo contrario pues repercute en buenas condiciones de salud.
A continuación te enlistamos los efectos inmediatos que tiene para tu organismo el alimentarse despacio:
- Comer cantidades adecuadas y masticar despacio redunda en una mejor digestión y por ende en una alimentación equilibrada y en un organismo más saludable.
- Erróneamente creemos que la digestión comienza hasta que los alimentos están en el estómago, en realidad comienza desde que están en nuestra boca.
- Comer lentamente te permite saborear los alimentos. Estamos siempre de prisas y por momentos quisiéramos tener un orificio en el estómago para así, tal cual, meternos los alimentos y no "Perder tiempo en masticar". Más que una mera necesidad, el comer y hacerlo sin prisas también juega un papel muy importante en la satisfacción personal.
- Sentirte saciado te lleva 20 minutos desde que comienzas a comer. Sólo después de ese tiempo el cerebro registra y te manda el aviso de que ya estás satisfecho. Ahora bien, si comes aceleradamente comerás mucho más antes de que esa señal aparezca y lo que desde luego afectará en tu peso corporal y obviamente en tu salud.
- Finalmente algo que podemos agregar es que comer lento ayuda a relajarnos; un cuerpo tranquilo recibe y aprovecha mejor los alimentos y los nutrientes que éstos nos aportan además de que mejora el estado de ánimo.
Buenos hábitos. Mejor alimentación
El comer despacio esta muy relacionado con nuestro modo de vida y los buenos hábitos de alimentación que tengamos. Desde luego es muy importante cuidar lo que comemos pero también la forma.
Los siguientes consejos te pueden ayudar a crear hábitos positivos:
- Establece horarios para tus comidas del día.
- No te saltes comidas porque significa un desequilibrio para tu organismo.
- Los nutriólogos generalmente sugieren tres comidas principales y dos refrigerios, con ello el organismo recibe la suficiente cantidad de alimentos a lo largo del día; evita la sensación de hambre y por otro lado el cuerpo tiene la suficiente energía para realizar todas las actividades.
- Procura no acercarte a comer con mucha hambre porque así consumes más alimentos y de forma rápida, lo que como ya mencionamos afecta tu peso y digestión.
- Mastica lento, hasta que sientas que la consistencia de los alimentos este bien mezclada con la saliva y puedan deglutirse fácilmente.
- No comas de pie, siéntate a la mesa preparada para la ocasión, relájate y disfruta de tus alimentos.
- No comas viendo televisión, con tu computadora al lado, leyendo el periódico, hablando por teléfono. Concéntrate en comer, así estas conciente de lo que comes y cuánto.
- Cuando comemos solos no tenemos el mismo apetito que cuando estamos acompañados; el compartir lo alimentos con alguien nos toma más tiempo, socializamos y disfrutamos del momento.
Estamos a tiempo de cambiar nuestro hábitos, hagamos un esfuerzo y practiquemos el comer despacio, definitivamente nuestro cuerpo lo agradecerá.
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