(TURÍN, 24 DE
MAYO DE 1998)
Lo que cuenta sobre todo para el creyente es que la Sábana
Santa es un espejo del Evangelio. De hecho, si se reflexiona sobre el
sagrado lienzo, no se puede olvidar que la imagen que se encuentra
presente en él tiene una relación tan profunda con lo que narran los
cuatro Evangelios sobre la pasión y muerte de Jesús que cada hombre
sensible se siente interiormente tocado y conmovido al contemplarla. Quien
se acerca a ella es consciente también de que la Sábana Santa no sólo
impresiona el corazón de la gente, sino que hace referencia a Aquel a cuyo
servicio la ha puesto la Providencia amorosa del Padre. Por lo tanto, es
justo alimentar la conciencia de la preciosidad de esta imagen, que todos
ven y que nadie puede explicar por ahora. Para toda persona profunda es
motivo de hondas reflexiones que pueden llegar a implicar la vida.