Oración de Alabanza
Muchas veces en las asambleas de oración escuchamos a los animadores decir: “Hermanos, hemos venido a alabar a Dios, porque él se merece ser alabado por su pueblo”.
Todos gritan “¡amén!”, y comienza una oración que en el mejor de los casos podría resumirse en menos de diez expresiones: ¡Aleluya!, ¡glorificado!, ¡a El la gloria por siempre!, ¡hay poder! ... Amén.
Muchas veces en las asambleas de oración escuchamos a los animadores decir: “Hermanos, hemos venido a alabar a Dios, porque él se merece ser alabado por su pueblo”.
Todos gritan “¡amén!”, y comienza una oración que en el mejor de los casos podría resumirse en menos de diez expresiones: ¡Aleluya!, ¡glorificado!, ¡a El la gloria por siempre!, ¡hay poder! ... Amén.