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Sunday, October 23, 2011
Nuestra Señora de Guadalupe: La Historia
La explicación sobre Nuestra Señora, las apariciones y el papel de la virgen en la conversión de los mexicanos.
Mesoamérica, el Nuevo Mundo, 1521: la capital del Imperio Azteca cae ante las fuerzas del español Cortés. Menos de 20 años mas tarde 9 millones de los habitantes, que profesaron por siglos una religión politeísta que incluía sacrificios humanos, habían sido convertidos al Cristianismo. Qué ocurrió en esos tiempos que produjo conversión tan increíble?
En 1531 una Señora del Cielo se apareció a un pobre indio en un cerro al noroeste de la actual ciudad de México; se identificó como la Madre del verdadero Dios, le encargó que hiciera que el obispo construya un templo en ese lugar y dejó una imagen de sí misma impresa milagrosamente en su tilma, un tejido de cactus de poca calidad que se debió haber deteriorado en 20 años pero que no muestra señales de corrupción 469 años después y aún desafía toda explicación científica sobre su origen.
¡Inclusive parece aún reflejar en sus ojos lo que tenía frente a ella en 1531!
Su mensaje universal de compasión y amor, y su promesa de ayuda y protección para toda la humanidad, se encuentra relatado en el "Nican Mopohua", documento escrito en el siglo 16 en el lenguaje nativo, Nahuatl.
Hay razones para creer que en el cerro Tepeyac María vino en su cuerpo glorificado, siendo sus manos físicas las que acomodaron las rosas en la tilma de Juan Diego, lo que hace a esta aparición muy especial.
Una increíble lista de milagros, curas e intervenciones se le atribuyen. Es estimado que cada año mas de 10 millones visitan su Basílica, haciendo de su casa en la ciudad de México el Santuario Mariano mas popular en el mundo, al igual que la iglesia católica mas visitada después del Vaticano.
En total 24 Papas han honrado en alguna forma oficial a Nuestra Señora de Guadalupe. Su Santidad Juan Pablo II visitó su Basílica en tres oportunidades: en su primer viaje al extranjero como Papa en 1979 y otra vez en 1990 y en 1999.
La Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe es celebrada el 12 de Diciembre. En 1999, su santidad Juan Pablo II, en su homilía durante la Misa Solemne en la Basílica de Guadalupe durante su tercer visita al santuario, declaró la fecha del 12 de Diciembre con el rango litúrgico de Fiesta para todo el continente de las Américas.
Durante la misma visita el Papa Juan Pablo II confió la causa de la vida a su protección, y encomendó a su cuidado maternal las vidas inocentes de los niños, especialmente aquellos que se encuentran en peligro de no nacer.
Jesús es el Mesías
Pbro. Dr. Enrique Cases
Para entender a Jesús no hay que confundir su misión salvadora con cualquier tarea política o meramente humana.
JESUCRISTO MANIFIESTA SU FUNCIÓN MESIANICA
La figura del Mesías aparece en la Revelación del Antiguo Testamento como consecuencia de la necesidad de salvación que tiene Israel y la humanidad en general. El ángel le dice a San José: -y le pondrás por nombre Jesús: porque El salvará a su pueblo de sus pecados- (Mt. 1, 20-21) La palabra Jesús significa en hebreo salvador, o Dios salva. El Mesías, por tanto, es el que salva de los pecados.
Las ideas que tenían los judíos contemporáneos de Jesús acerca del Mesías y del Reino mesiánico eran variadas. En un extremo estaban los que lo concebían como un gran caudillo político-militar, que vencería a todas las naciones del mundo. En el otro, los pocos israelitas justos y piadosos como Simón, Zacarías, el Bautista... para los cuales el Mesías sería la luz de las gentes, el -cordero de Dios, que quita los pecados del mundo»; y, en consecuencia, el reino mesiánico traería sobre todo, el perdón de los pecados.
Mesías es una palabra hebrea que significa «ungido» La unción consistía en derramar aceite sobre la cabeza de uno, que quedaba, por esta acción religiosa, marcado para una misión divina de sacerdote o de rey. La misión consistía en salvar al pueblo de las dificultades. En griego, Mesías se traduce por jristós, de donde viene la palabra castellana cristo. Posteriormente se llamará también ungidos a los profetas, porque también son salvadores del pueblo.
EL MESÍAS DE ISRAEL
Hijo de David. Emmanuel
A partir de un determinado momento, la salvación se considera depositada en la familia de David y, en concreto, en un descendiente, que será el definitivo Mesías. Al Mesías se le llama Hijo de David. El cumplirá las promesas de salvación que Dios hizo a su pueblo.
Entre las muchas profecías mesiánicas, tiene especial importancia la del Emmanuel, palabra que significa: Dios-con-nosotros. Dice el profeta Isaías: «Por eso, el Señor mismo os dará una señal: he aquí que una virgen está encinta y os dará un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel» (7, 14)
En el Mesías reposará el espíritu divino y se caracteriza porque: 1) dominará a los enemigos; 2) obrará en favor de los humildes y, 3) le buscarán también los gentiles, es decir, no será salvador sólo del pueblo de Israel, sino de todos los hombres.
El profeta Miqueas precisa que será rey y nacerá en Belén. Zacarías lo muestra como rey justo, que trae la paz y la victoria, aunque será un salvador humilde que vendrá montado sobre un asno.
El siervo de Yavé
Al lado de las notas antes expuestas sobre el futuro Mesías, llaman la atención los textos que lo presentan como un siervo humillado y maltratado. Su aparente derrota parece oponerse a la idea del Mesías-rey vencedor, pero no es así, pues estas profecías completan y purifican las anteriores, dando otro aspecto de su actividad.
El siervo de Yavé, según Isaías, será humilde, sencillo, fiel a la verdad, firme, con una misión de enseñar, y salvar, que no será un fracaso, sino un sacrificio expiatorio por los pecados: «recayó el castigo sobre él y por sus llagas nos dio la salud» (53, S) Según Isaías, el siervo de Yavé se entrega libremente, y por amor, a la muerte. Por eso su sacrificio tiene una gran eficacia redentora, es decir, como medio para pagar la deuda que los hombres tienen con Dios, por los pecados.
Zacarías, por su parte, anuncia que será «traspasado» Varios salmos anuncian también estos sufrimientos, como el 22, citado por el mismo Jesús en la Cruz: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?».
El Hijo del hombre
El profeta Daniel describe al Mesías desde otra perspectiva. Lo presenta como viniendo de lo alto, sobre las nubes del cielo. «A él se le dio imperio, honor y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas te sirvieron. Su imperio es un imperio eterno, que nunca pasará, y su reino no será destruido jamás» (7, 13-14) Le presenta luego como vencedor de cuatro bestias, que simbolizan poderes diversos, enemigos de Dios. Le da el título de Hijo del Hombre. Este título de Hijo del hombre será. el que más frecuentemente usará Jesucristo.
Por tanto, en el Antiguo Testamento, la idea central sobre el Mesías es que será una manifestación definitiva de Yavé para salvar a todos los hombres. Para ello instaurará el reino de Dios, haciendo una nueva alianza entre Yavé y su pueblo. En él cabrán todas las gentes, que participarán de la salvación concedida a Israel. El Mesías reinará por los siglos.
JESUCRISTO ES EL MESÍAS
«Hemos hallado al Mesías, que quiere decir el Cristo» (Jn. 1, 41) Así lo dice Andrés a su hermano Simón. Es una de las afirmaciones iniciales del Evangelio. El mismo Jesús lo dice a la samaritana cuando ella comenta: «Yo sé que está para venir y que cuando venga, nos hará saber todas las cosas. Dícele Jesús: Soy yo, el que contigo había» (Jn. 4, 25)
Jesús es el descendiente de David
Nuestro Señor descendía de la familia de David, como consta en las genealogías que contienen los evangelios. Así le llaman los ciegos que curó en Jericó, la mujer siriofenicia que pide la curación de su hija y las muchedumbres que le aclaman como tal cuando entra triunfalmente en Jerusalén: «Hosanna al hijo de David, bendito el que viene en nombre del Señor» (Mt. 21. g) Los evangelistas recogen las profecías que se cumplen en Jesús: nacimiento en Belén, se sentará en el trono de David...
Jesús es el Hijo del hombre
Con este título mesiánico se denomina a sí mismo Jesús 81 veces en los evangelios. Con esta expresión indica su procedencia divina: «Nadie ha subido al cielo, sino aquél que ha bajado del cielo, el Hijo del Hombre» (Jn. 3, 13) Cuando Caifás pregunta a Jesús: «¿Eres tú el Mesías?... Jesús le respondió: Sí, yo soy, y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y venir sobre las nubes del cielo» (Mc. 14, 61) Cuando anuncia su segunda venida, al final de los tiempos, dice: «Cuando venga el Hijo del hombre en su gloria» (Mt. 25, 31) Como se trata del juicio final, aparecen las características divinas de Juez y Señor que posee Jesucristo como verdadero Mesías.
Jesús, Mesías que sufre
Los Apóstoles y la Iglesia primitiva han identificado a Jesús como el Siervo de Yavé de las profecías. Un texto claro es el de la institución de la Eucaristía: «Esta es mi sangre de la Alianza, que será derramada por muchos para remisión de los pecados» (Mt. 26, 28) San Juan presenta a Jesús como el Cordero que quita los pecados del mundo (cfr. 1, 19) Pero lo más elocuente es el cumplimiento, en la Pasión y Muerte de Cruz, de lo que habían anunciado, incluso con detalles, Isaías y los salmos.
JESUCRISTO ASUME SU FUNCIÓN MESIANICA
En tiempos de Jesús había una tensa y generalizada espera del Mesías. Aunque se resaltan las cualidades espirituales que tendrá el Mesías, se pone el acento en lo que representará de liberador de la opresión de los enemigos. No cabía en sus mentes la idea de un Mesías que sufriera y fuera humillado. Los mismos Apóstoles y discípulos de Jesús participaban de esta idea.
Jesús supera el mesianismo político
Jesús convoca al nuevo pueblo de Dios, su Iglesia, llamando primeramente a doce israelitas, que iban a ser las columnas del nuevo edificio espiritual o las cabezas de la nueva estirpe, en recuerdo, y a la vez en contraste con los doce patriarcas antiguos.
Los Apóstoles que eligió Jesús pertenecían a diversos grupos de los que existían entonces. El seguir a Jesús les fue llevando a superar sus antiguos horizontes meramente humanos. Jesús, con paciencia, les fue mostrando las nuevas perspectivas más profundas y, sobre todo, religiosas. El Espíritu Santo, que recibieron en Pentecostés, les dará la visión definitiva de su misión.
Carácter divino del Mesías
Jesucristo es hombre, pero también es Dios. Su naturaleza humana está unida a la segunda Persona de la Trinidad. Por eso, está por encima de todos los grupos religiosos judíos.
Para entender a Jesús, para creer en él, era necesario a todo israelita de su tiempo remontarse por encima de cualquier posición nacionalista, de carácter político. Podemos decir que esto sigue teniendo valor y que en cualquier época de la historia, para entender a Jesús hay que no confundir su misión con cualquier tarea política o meramente humana.
Testimonio de Sanación:
Nombre: Sra. Nena Bencosme
Lugar: Comunidad de Oración Nuestra Señora de la Altagracia
Tipo de Testimonio: Sanación Tumor Maligno, Tumor en el Seno
En el año 1998, la hermana Nena Bencosme siendo miembro servidora de la Comunidad de Oración para ese entonces denominada “Cristo Vive”. Un día se palpa en el seno izquierdo, lo que ella define un nudo (masa endurecida), lo comenta a sus familiares e inmediatamente acude a su médico de confianza, Dr. Bayoan De los Santos, el que a su vez la refiere al médico sonografista, le realizan una sonomamografía en el que observa una masa tumoral, llama al oncólogo para que lo mirara directamente en el aparato, le toma la muestra para una biopsia, el resultado fue: tumor maligno. Se decide operar, un gran momento de angustia para toda la familia, se comienza a orar, una pariente de mucha fe la visitó en su casa y sintió en su interior que iba a ser sanada por intercesión de la Virgen María; luego el equipo de servidores ora por ella con imposición de mano y se le comunica palabra de conocimiento en el Espíritu Santo que aunque la iban a operar, el Señor obraba en sanación en ella.
Fue internada y cuando estaba en la sala de operaciones, antes de ser anestesiada rezaba el Santo Rosario y sintió una fuerte presencia de la Virgen María. Después de abrir el seno, los médicos tomaron la masa tumoral y lo analizaron a ver si extirpaban el seno en su totalidad. Sorpresa para ellos había desaparecido la malignidad, tuvieron un tiempo turbador por el resultado que observaron, la obra sanadora a través de la Virgen María estaba dada para la honra y gloria de nuestro Señor Jesucristo.
Al momento de contar el testimonio, lágrimas intensas brotaron de nuestros ojos, la presencia de María estaba acompañándonos. Reza cada día de tu vida el Santo Rosario, hazte amigo (a) de ella y te llevará a los pies de su hijo Jesús.
Alimentos con Acido Urico
La acumulación de ácido úrico en el cuerpo puede ser un gran problema. Existen una serie de alimentos que pueden hacer que por su alto contenido en purina y ácido úrico, puede provocar que nuestro cuerpo se sature y empiecen los problemas.
Cuando los niveles de ácido úrico son muy elevados en el organismo, pueden aparecer ataques de gota o hiperuricemia.
Lo más aconsejables es conocer los alimentos con ácido úrico y purina para así poder excluirlos de nuestra dieta y por consiguiente mejorar acabar con esta dolorosa patología.
Alimentos que no debemos tomar:
*Vísceras de animales como el hígado, riñones, sesos, mollejas…
*Carnes: Todo tipo de carnes grasas como el cordero, costillas.
*Carne Roja: La carne de ternera y de buey es fundamental no tomarlas para bajar los niveles de ácido úrico.
*Embutidos: No debemos tomar ningún tipo de embutido graso, ya que estos alimentos disparan los niveles de purina y ácido úrico en el organismo.
*Pescados y mariscos: Cualquier tipo de marisco debe quedar excluido ya que tienen mucho ácido úrico.
*Mantequilla: Debemos evitar también este alimento para bajar los nivels de ácido úrico.
*Lácteos: La leche y demás productos lácteos.
*Dulces: Es imprescindible dejar a un lado todos los dulces, tartas, chuchería, bollería y azúcares refinados.
*Alcohol: Bajo ningún concepto se debe tomar alcohol.
*Frutos secos fritos: Los frutos secos fritos no son un alimento que contenga mucho ácido úrico pero no es aconsejable consumirlos durante los primeros días.
Alimentos permitidos:
Verduras y ensaladas: Todo tipo de verduras y ensaladas podemos consumirlas sin problema ya que no contienen purina ni ácido úrico.
Carnes: Solo las bajas en grasa como el jamón York, pavo etc.
Pescados: Solo pescado azul y en bajas cantidades
En cuanto a bebida, solo beberemos agua, nada de zumos azucarados, refrescos etc.
El exceso de ácido úrico en el organismo causa hiperuricemia y ataques de gota, muy dolorosos. Saber elegir bien los alimentos es lo más fundamental para acabar con el ácido úrico en el organismo.
Sunday, October 16, 2011
ORACIÓN DE SANACIÓN DEL RENCOR Y LA ENVIDIA
Señor Jesús, Tú has venido a curar los corazones heridos y atribulados, te ruego que cures los traumas que provocan turbaciones en mi corazón; te ruego, en especial, que cures aquellos que son causa de pecado.
Te pido que entres en mi vida, que me cures de los traumas psíquicos que me han afectado en tierna edad y de las heridas que han provocado a lo largo de toda la vida. Señor Jesús, Tú conoces mis problemas, los pongo todos en tu Corazón de Buen Pastor.
Te ruego, en virtud de aquella gran llaga abierta en tu corazón, que cures las pequeñas heridas que hay en el mío. Cura las heridas de mis recuerdos, a fin de que nada de cuanto me ha acaecido me haga permanecer en el dolor, en la angustia, en la preocupación.
Cura, Señor, todas esas heridas íntimas que son causa de enfermedades físicas. Yo te ofrezco mi corazón, acéptalo, Señor, purifícalo y dame los sentimientos de tu Corazón divino. Ayúdame a ser humilde y benigno.
Concédeme, Señor, la curación del dolor que me oprime por la muerte de las personas queridas . Haz que pueda recuperar la paz y la alegría por la certeza de que Tú eres la Resurrección y la Vida.
Hazme testigo auténtico de tu Resurrección, de tu victoria sobre el pecado y la muerte, de tu presencia viviente entre nosotros. ¡Amén!
¿Suceden realmente las posesiones diabólicas?¿Cómo distinguirlas de los casos patológicos?
Pregunta:
¿Suceden realmente las posesiones diabólicas? ¿Cómo identificarlas, diferenciándolas de algún tipo de psicopatología? ¿Cómo funciona y cómo se realiza un exorcismo?
Responde el P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E.
Estimada:
Trataré de responderle de la manera más exacta posible.
1. Los elementos constitutivos de la posesión diabólica
Dos elementos constituyen la posesión, explica Tanquerey[1]: la presencia del demonio en el cuerpo del poseso, y el imperio que ejerce sobre el cuerpo, y, por medio de éste, en el alma. No está el demonio unido con el cuerpo como unida con el cuerpo está el alma; con respecto al alma no es sino un motor externo, y, si obra en ella, es por medio del cuerpo en el que habita. Puede obrar directamente en los miembros del cuerpo, y hacerlo ejecutar toda clase de movimientos; indirectamente obra en las potencias, en cuanto éstas dependen del cuerpo para sus operaciones.
Pueden distinguirse en lo posesos dos estados diferentes; el de la crisis y el de la calma. La crisis es a manera de acceso violento, en el que el demonio manifiesta su imperio tiránico produciendo en el cuerpo una agitación febril que se manifiesta en contorsiones, en grito de rabia, en palabras impías y blasfemias. Los pacientes pierden entonces, al parecer, todo conocimiento de lo que pasa en ellos que dijeron o hicieron, o mejor, de lo que hizo el demonio por medio de ellos. Solamente en el comienzo sienten la irrupción del demonio; luego parecen perder la conciencia. Esta regla, sin embargo, tiene sus excepciones.
En los intervalos de sosiego no hay por donde se pueda descubrir la presencia del espíritu maligno; diríase que se fue. Mas a veces, Sin embargo, manifiéstase su presencia, por una especie de enfermedad crónica que desconcierta todos los remedios de la ciencia médica.
A menudo ocurre ser muchos los demonios que poseen a una sola persona; lo cual demuestra cuán poco posesión pueden. De ordinario la posesión no se verifica sino en los pecadores; pero hay excepciones.
2. Las señales de la posesión
Como hay enfermedades nerviosas, y monomanías o casos de enajenación mental, que se asemejan, en sus manifestaciones, a la posesión diabólica, importa mucho indicar las señales por las que podemos distinguirla de dichos fenómenos morbosos.
Según el Ritual Romano, tres son las señales principales para conocer la posesión diabólica:
a) El hablar lenguas no sabidas. Para comprobarlo bien, es menester estudiar a fondo el sujeto; ver si, en tiempos pasados, tuvo ocasión de aprender algunas palabras de dichas lenguas; si, en vez de articular algunas frases sueltas aprendidas de memoria, habla y entiende una lengua que en verdad no conocía.
b) La revelación de cosas ocultas, sin medio natural que lo explique. También en esto es menester una profunda investigación; cuando se tratare de cosas lejanas, será menester estar seguros de que no puede saberlas el sujeto por ningún medio natural; cuando de cosas futuras, hay que esperar que se cumplan para ver si suceden exactamente como se había anunciado, y si son bastante determinadas de manera que no dejen lugar al equívoco. Luego de comprobado el hecho a conciencia, aún queda por ver si ese conocimiento preternatural procede del bueno o del mal espíritu, según las reglas para la discreción de espíritus; y de un espíritu maligno presente a la sazón en el poseso.
c) El uso de fuerzas superioresnotablemente a las naturales del sujeto, habida cuenta con su edad, su adiestramiento, su estado morboso, etc.; realmente hay casos de sobreexcitación, en los que se duplican las energías. El fenómeno de la elevación en el aire, cuando se ha comprobado enteramente, es preternatural; hay casos en los que, teniendo en cuenta las circunstancias, no se puede atribuir a Dios ni a sus ángeles; se ha de tener por señal de intervención diabólica.
A estas señales pueden añadirse las que se deducen de los efectos causados por el empleo de los exorcismos o de las cosas sagradas, especialmente de las que se aplican a escondidas de los que se piensan que están posesos. Ocurre, por ejemplo, que, cuando se les aplica alguna cosa santa, o se recitan por ellos las preces litúrgicas, les acometen crisis de indecible furor, y blasfeman horriblemente. Más esta señal no es cierta sino cuando se hace todo eso sin saberlo el paciente; si se dan cuenta de ello, pudiera ser que se enfurecieran, ya por el horror que les causa todo lo que a la religión se refiere, ya por fingimiento.
No se ha de admitir, pues, de buenas a primeras la posesión, y nunca seremos harto prudentes antes de resolver.
3. Diferencia entre la posesión y los trastornos nerviosos
Las experiencias hechas con personas atacadas de enfermedades nerviosas han demostrado haber cierta analogía entre sus estado morbosos y los gestos de los posesos. No hay para maravillarse de esto: el demonio puede producir ora enfermedades nerviosas, ora fenómenos exteriores análogos a los de los nerviosos. Esta es una razón más para ser muy cauto en el juicio acerca de lo casos que se dicen de posesión.
Más estas analogías son únicamente en los gestos exteriores, que, de suyo, no bastan para probar la posesión. Jamas se supo de neurótico alguno que hablara lenguas no sabidas, que revelara los secretos del corazón, o que vaticinara lo porvenir con precisión y certeza. Estas son, según dijimos, las señales verdaderas de la posesión; cuando faltaren todas ellas, puede juzgarse que no hay sino una sencilla neurosis. Cuando alguna vez se equivocaron los exorcistas, fue por apartarse de las reglas que señala el Ritual. Para evitar engaños, conviene que examinen el caso, no solamente sacerdotes, sino también médicos católicos.
4. Remedios contra la posesión
Los remedios son, en general, cuantos pueden debilitar la acción del demonio en el hombre, purificar el alma y fortalecer la voluntad contra las acometidas diabólicas; de modo especial los exorcismos.
1) Remedios generales
a) Uno de los más eficaces es la purificación del alma por medio de una buena confesión, sobre todo de una confesión general, que moviéndonos a humildad y santificándonos, hace huir el espíritu soberbio e impuro. El Ritual aconseja añadir a esto el ayuno, la oración y la sagrada comunión. Cuanto más limpio de almas y mortificados estemos, tanto menos tendrá en nosotros parte el demonio; y la sagrada comunión pone dentro de nosotros al que venció a Satanás. Sin embargo, la sagrada comunión no ha de recibirse sino en los momentos de calma.
b) Los sacramentales y los objetos benditos tienen también mucha eficacia. Por razón de las oraciones que ha recitado la Iglesia al bendecirlos. Santa Teresa tenía especial confianza en el agua bendita, y bien fundada, porque la Iglesia le da la virtud de ahuyentar el demonio. Pero se ha de usar de ella con espíritu de fe, humildad y confianza.
c) El crucifijo, la señal de la cruz. Y sobre todo, las reliquias auténticas de la vera cruz son espantables para el demonio que fue vencido por la cruz: 'et qui ligno vincebat, in ligno quoque vinceretur'. Por la misma razón teme mucho el espíritu maligno la invocación del santo nombre de Jesús, que, según la promesa del Señor, tiene maravilloso poder para poner en fuga el demonio.
2) Los exorcismos
Dice el Catecismo (n. 1673): 'Jesús lo practicó (Mc 1,25 ss), de El tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar. En forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo. El exorcismo solemne sólo puede ser practicado por un sacerdote y con el permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia, observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia'.
[1] Resumo todo cuanto sigue a continuación de Ad. Tanquerey, Compendio de Teología Ascética y Mística, Ed. Desclée de Brouwer, Buenos Aires 1944, nn. 1537 y ss.
ORACIÓN DE BENDICION
Nuestro Señor Jesucristo que nos amó con un amor tan desmedidamente grande y que fue puesto sobre la Cruz de madera y condenado a la muerte más amarga: lave y bendiga tu alma con Su Sangre preciosa, en recuerdo del sufrimiento con el que pagó por ti, a fin de que tu amor arda para él. Que ese poderoso fuego de amor consuma todos tus pecados y te conceda reposar sobre Su Bendito Brazo, donde todos los santos reposan. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén, amén, amén.
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