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Sunday, July 10, 2011

Testimonio de Sanación; Saúl Mayorga.

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Hace cinco meses, fui diagnosticado que padecía de CÁNCER NASOFARINGEO METÁSTICO MALIGNO, en el Instituto de Enfermedades Neoplásicas.

Los médicos me dieron un tratamiento que consistía en tener que llevar QUIMIOTERAPIA y RADIOTERAPIA.

En ese tiempo, empecé a frecuentar a la Iglesia Católica, porque para mi mal, la única esperanza era Dios. Así que mi hija me habló de un “Grupo de Sanación” al que había asistido con su mamá; me habló tanto, que decidí asistir.

En este grupo encontré a personas que habían padecido cáncer y que Dios las había sanado, y yo me puse a disposición de Dios y me dije a mí mismo: “Me voy a sanar”.

Y empecé a orar en las mañanas y en las noches.

El tratamiento empezó a agotarme físicamente y me sentía anímicamente mal; había días en que me sentía bien y otros mal. Había terminado 40 sesiones de RADIOTERAPIA y 2 de QUIMIOTERAPIA. Después me pidieron hacerme un examen de TOMOGRAFÍA, para ver cómo la enfermedad había evolucionado con el tratamiento recibido. No les puedo mentir que me sentía un poco temeroso, pero siempre con mi fe puesta en Dios, me dije: “¡Qué sea tu voluntad, Señor!”

Cuando el médico empezó a revisar la TOMOGRAFÍA, para ver cómo había evolucionado mi enfermedad, le empezamos a hacer preguntas:
 ¿Cómo había salido... cuales eran los resultados de los exámenes?
 -No necesita más tratamiento... el cáncer ha sido controlado – respondió el médico.
 -Y... ¿cuándo se reinician las QUIMOTERAPIAS... faltan dos? – repliqué.
- Ya no necesita más tratamiento... el cáncer ha sido controlado, sólo tiene que venir cada mes para un control – dijo el médico.

No se imaginan la alegría tan grande que sentí en ese momento, no lo podía creer, era como si hubiera nacido de nuevo; mis ojos se llenaron de lágrimas... pero de alegría, y le agradecí en ese momento a Dios Padre y al médico. ¡A Dios rogando y con el mazo dando!

Amigos, aprendí que Dios, es la única persona quien decide por nosotros y que solamente somos sus instrumentos, por que la fe es la única esperanza que nunca debemos perder

Gracias a Dios, a su Santísima Madre María, a este Grupo de Oración por los Enfermos y a todos los que de alguna forma u otra. Oraron al Altísimo por mí.

Saúl Mayorga.

Wednesday, April 27, 2011

Testimonio: Joven Estudiante

Alejandro Gentili
País: Bolivia

Testimonio: Yo no tengo un testimonio de una cura de cáncer ni de una enfermedad incurable. Es mas creo que el testimonio más grande que el Señor me da todos los días es el de levantarme con vida, aunque últimamente me he estado olvidando de agradacerle por dicho milagro.
Siempre he esperado un milagro de esos que te sanan de una enfermedad, pero ahora me doy cuenta que el Señor trabaja con humildad y amor, y sabe lo que nos conviene. Nunca he conocido un amor tan grande como el de Jesucristo, se los aseguro que nunca se vera ese amor, que sigue fluyendo hacia nosotros por mas que nos alejamos de El. Es como cuando falta una oveja en el corral, el pastor sale a búsqueda de ella pero El nunca se da por vencido.
Una muestra de este amor se me demostró en este semestre que acabó hace unas 2 o 3 semanas atrás. Cristo me ayudo tanto en mis estudios que mi promedio de notas subió sorprendentemente, es algo hermoso, como El te ayuda a pesar de que por cosas vanas no se lo agradecía. Lo más lindo es que el Señor siempre estuvo ahí y yo no me daba cuenta, o Dios que amor el que me tienes!
Gracias.

Sunday, April 17, 2011

Testimonio- En una silla de ruedas

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Oscar de Alba - En una silla de ruedas

País: México

Testimonio: durante 37 años tuve adicción al alcohol, pastillas cocaína, mariguana estuve en clínicas en diferentes estados, de México, Estados Unidos y España.  También aunque por corto tiempo encarcelamientos, por manejar alcoholizado y posesión de drogas. 

En una de esas andadas, en Acapulco caí mal en una alberca, y quede invalido, y en una silla de ruedas aun así seguí en las mismas, a las enfermeras convencía para que me hicieran mis cigarros o me dieran cocaína así pasaron 19 años.
Un día teniendo una Biblia cerca de mi empecé a leer, lo que Jesucristo hizo por nosotros, los evangelios, las epístolas de San Pablo, en si toda la Biblia. A la fecha llevo dos años leyéndola, mi vida ha cambiado completamente. He tenido un crecimiento espiritual, me he dado cuenta que la palabra de Dios todo lo puede, ahora también me dedico a la oración, cuando no a la Biblia y a ejercer un apostolado entre mis amigos para que dejen las adicciones, en si me he puesto a las ordenes de mi Señor Jesucristo, el me dio la vida y ahora para el vivo, ya no vivo yo en mi, Cristo vive en mi. 

Por obra de la Santísima Trinidad si esto se llega a publicar, solo les pido que se dediquen a la oración de día, de noche y a fortalecer el espíritu, tiempos difíciles vienen para los que llevamos a Cristo en el corazón.

Friday, April 8, 2011

Testimonio- A los pies de Jesús Eucaristía

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- A los pies de Jesús Eucaristía
Francisco Hernandez

País: El Salvador

Testimonio: Este testimonio es para aquellos que dudan de la presencia real de Jesús en la Santa Eucaristía. A mi madre le fue detectado un cáncer avanzado. La Medicina había puesto lo suyo y la mastectomía a la que sería sometida era para prolongarle la vida unos meses, lo único que nos quedaba era ponerla en oración a los pies de Jesús Eucaristía. Fue sometida a la mastectomía para evitar la invasión a otros órganos.

Mi fe les digo se tambaleó, pero la de mi madre no. Mi confesor me dijo que era una reacción natural de hijo y me dió ánimos para no claudicar. No he dejado desde hace año y medio de participar activamente todos los jueves en la adoración eucarística de mi parroquia.
Mi madre tiene ya un año dos meses, de gozar de buena salud el cáncer no invadió otros órganos. Doy Gracias a Jesús Eucaristía y a su Madre, por poder gozar todavía de mi madre y de poder dar este testimonio.
Hago desde aquí una invitación a todos los hombres para ser adoradores eucarísticos, las bendiciones no se hacen esperar.

Wednesday, March 30, 2011

Testimonio: Como el Señor libera a través del Sacramento de la Reconciliación.

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Gabriela Padron Gamboa - Como el Señor libera a través del Sacramento de la Reconciliación.

Pais: mexico

Testimonio: Hace cuatro años tuve mi encuentro personal con Jesús, mi vida era totalmente diferente a lo que hoy en día vivo pues anteriormente vivía une vida doble, para mi familia era una persona responsable y llena de triunfo pero en realidad mi verdadera vida era un caos pues yo bebía demasiado y a consecuencia de esta vida en el vicio me llevo a conocer otras personas con mi mismo vicio y que a demás veían películas pornográficas y sostenían relaciones sexuales fuera del matrimonio y clandestinamente con cualquier persona. Al rolarme en este ambiente aparentemente libre y de amplio criterio resulte siendo esclava de mis bajas pasiones.

Durante tres años lleve una relación con una persona ambos nos hicimos mucho daño y lo peor de todo es que Yo deseaba salir de esta situación pues en mi trabajo y en mi casa comenzaba a tener comportamientos "extraños" anormales deseaba de todo corazón cambiar pero no podía cada vez que intentaba cortar con esta vida algo dentro de mi se oponía y caía horriblemente, era una tremenda opresión lo que Yo sentía.

Un día me invitaron a un retiro abierto en el centro de convenciones y fui casi obligada por mi mamá, bueno no recuerdo nada lo único que recuerdo es que el predicador hablo del sacramento de la reconciliación y de como Jesús libera a través de este sacramento. Al día siguiente Yo tenia que irme al extranjero (pues pensaba que era la única forma de alejarme de mi misma y comenzar de nuevo), pero Jesús tenia otro plan, en otra ciudad sin amigos, ni siquiera hablaban español, en esta soledad Yo sentí como Jesús me amaba sentía muchos deseos de beber y otras cosas pero había en mi corazón una fuerza que me impulsaba a solo pensar que Jesús me amaba y solo eso me bastaba para que mis deseos se calmaran o ya no sentía tantos deseos. Dure en el extranjero un año por cuestiones de trabajo, pero al volver busque reconciliarme con Jesús y fue en este sacramento donde me sentí profundamente amada y aceptada por Jesús, posteriormente asistí a un curso de evangelización y comprendí que necesitaba ayuda de mis hermanos de comunidad pues me sentía libre pero continuamente tenia ataques, mis hermanos de comunidad me ayudaron y después de varios meses de en los cuales hicimos oración y ayunos el ministerio de discernimiento en conjunto con los ministerios de sanidad e intercesión oraron por mi, he de decir que fueron varias veces estas oraciones, recuerdo que fueron catorce meses de de continua oración.

Hoy en día pertenezco a una pequeña comunidad y sirvo en los ministerios de enseñanza y discernimiento el Señor me ha regalado varios carismas, pero lo mas importante es que Jesús me liberó y sanó todo mi ser, hasta mi cuerpo pues como consecuencia del alcohol padecía de dispepsia y actualmente estoy completamente sana. Jesús me ama tanto que actualmente llevo una relación de noviazgo muy sano y puro y el próximo verano pensamos contraer matrimonio.

Gloria a Dios.

Thursday, March 24, 2011

Testimonio.- El Espíritu de Dios En mi corazón

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De: ROBERTO NARVAEZ - El Espíritu de Dios En mi corazón

País: Colombia

Testimonio: Hace cuatro años por invitación de de mi hermana asistí a un seminario de vida en el Espíritu, en ese momento me encontraba con problemas de alcoholismo y problemas familiares, económicos y no le encontraba sentido a mi vida, también era una persona morbosa y adultera y por nada del mundo podía amar a mi suegra, la odiaba con todas las fuerzas de mi ser, maltrataba a mi esposa y a mis hijos, pensaba que no tenia perdón de Dios, pero en ese Seminario de vida en el espíritu el Señor me invito a que le abriera mi corazón y yo se lo abrí, y el entro y me sano de todo.
Nada había cambiado sino que con el Espíritu de Dios En mi corazón todo lo vi diferente y mi vida la cambio totalmente el señor para su gloria y desde ese momento el me tomo, y por su infinita misericordia me perdono y me hizo muchos regalos, me lleno con los frutos del Espíritu Santo y algunos de sus dones para la edificación de su iglesia, Ahora ya no pienso tanto en mi sino que me dedico a llevar su palabra y su mensaje , a mostrar a un Jesús vivos a todas las personas con las que me relaciono, es como una sed por servir a los demás, en algunas ocasiones he tenido momentos de
angustia, pero el Señor siempre esta ahí para Amarme.
Ahora me dedico a formar grupos de oración para la renovación carismática católica y Pertenezco Al EPAP (Equipo Parroquial de animación Pastoral) de mi Parroquia, En mi casa pase de ser la oveja negra a ser el consejero espiritual hasta de mi Padre, Jesús transformo mi hogar de un campo de batalla en un verdadero matrimonio en donde mi esposa y yo miramos en una misma dirección dejando que Jesús sea el centro de nuestras vidas, en mi trabajo el Señor me lo quito porque el es el  Administrador ,soy propietario de dos tiendas de ropa y para la Gloria del Señor de todo casi todo el día que le dedicaba al Negocio (Soy Administrador de negocios) Ahora le dedico una hora y el resto de tiempo a orar por los demás y Para la Gloria de Dios las ventas en mis negocios se han quintuplicado, que Grande y hermoso es el Señor.
Lo único que me duele hasta ahora es no haberlo conocido antes.
Yo antes Creía que Dios existía, mas no creía en su Palabra ya que no la practicaba.
Les pido que oren mucho por mi y por mi familia para que el señor nos siga sanando, ya que recién estoy empezando, soy un bebe para el señor y también porque voy a empezar estudios de teología para aspirar al diaconado permanente.
Tengo 36 años, mi esposa se llama Doris Lopez a la cual la amo con todo mi corazón .
Mis hijos son Diana Paola de 11 años , Roberto Andrés de 9 años, Juan Jose de 5 años y María Paula de 2 años y medio . Gracias Señor por mi familia.
Entre en esta pagina por casualidad, de pronto no estaba preparado para dar mi testimonio, pero si quieren lo puedo ordenar mejor, por favor me lo hacen saber, autorizo para que lo publiquen y espero que le sirva a muchos hermanos que están en esa situación en la que me encontraba hace 4 años.
Jesus te Ama
Que Dios los Bendiga por Esta hermosa y util pagina.

Saturday, March 19, 2011

Testimonio. Mi odisea del evangelicalismo al catolicismo.

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    Mi odisea del evangelicalismo al catolicismo

    Por Dave Armstrong

    Fui recibido en la Iglesia Católica en febrero de 1991 por el padre John Hardon SJ., un hecho que un año antes me hubiese parecido completamente inconcebible. No mucho en mi vida habría indicado este giro sorprendente de hechos, pero tal cuestión fue muestra de la siempre inescrutable misericordia y providencia de Dios.

    Mi primer conocimiento sobre la Cristiandad vino en la Iglesia Metodista Unida, la denominación en la que yo fui educado. La iglesia a la que nosotros asistíamos, en un barrio obrero de la ciudad de Detroit (Michigan, Estados Unidos), me parecía a mí, así como a cualquier niño en los comienzos de la década de 1960, que estaba en el declive, sociológicamente hablando, tanto así que la media de edad de los miembros era aproximadamente cincuenta o más años. En mis estudios años después como evangélico, yo aprendí que la reducción y el envejecimiento de las congregaciones eran uno de los signos visibles del deterioro del protestantismo de corriente.

    Como pudo resultar, nuestra iglesia se plegó en 1968, y después de eso, yo asistía raramente a la iglesia en los siguientes nueve años. Mi temprana educación religiosa no era del todo gratis, sin embargo, a medida de que yo iba ganando respeto por Dios lo que yo nunca abandoné fue la comprensión de Su amor para la humanidad, y una apreciación para el sentido de los mandatos morales básicos y sagrados.

    De todos modos, por cualquier razón, yo no tuve un interés creciente en la Cristiandad en este momento. En 1969, a la edad de once, yo entré en contacto por vez primera con el llamado altar quintaesencial de la cristiandad fundamentalista en una Iglesia bautista que nosotros visitamos dos o tres veces.  Yo me fui al frente para ser “salvo”, de forma absolutamente sincera, pero sin el conocimiento o la fuerza de voluntad requeridas (por las normas evangélicas más solícitas) para llevar a cabo esta resolución temporal.

    Durante este período, me fasciné con lo sobrenatural, pero desgraciadamente, entró los terrenos de un ocultismo vago, para todo. Yo me unté, con gran seriedad de ESP, telepatía, los Ouija, la proyección astral, incluso la brujería vudú (con maestro vicioso de gimnasio en mente!). Yo leía sobre Houdini (1) y Uri Séller (2), entre otros.

    Entretanto, mi hermano Gerry que es diez años mayor que yo, se convirtió, en 1971, al Evangelicalismo del Jesús Loco (3), una tendencia que estaba en su apogeo en ese momento. Él sufrió una transformación realmente notable, saliendo del círculo cultural del típico roquero drogadicto y pendenciero, y empezó a predicar en una forma celosa a nuestra familia. Éste era un espectáculo nuevo para mí. Yo ya me había influenciado por la contracultura hippie, y como siempre había sido de alguna forma anticonformista, el “Jesus Movement” (Movimiento de Jesús) tuvo una fascinación extraña para mí, aunque yo tenía ninguna intención de unírmeles.

    Yo me sentía orgulloso de mi "moderación" con respecto a las cuestiones religiosas. Como la mayoría de los cristianos nominales e incrédulos sinceros, yo reaccioné a cualquier despliegue de Cristiandad seria y devota con una mezcla de miedo, burla y condescendencia, mientras pensaba que tal conducta era "impropia", fanática, y fuera de la corriente principal la cultura americana.

    A principios de los años 1970 yo visité la Iglesia luterana el Mesías de vez en cuando en Detroit a dónde mi hermano asistía, junto con sus amigos melenudos del "Jesús Freak", y me retorcería en mi asiento bajo la convicción de los sermones poderosos del pastor Dick Bieber, un personaje del tipo de esos de los que yo nunca había oído. Yo recuerdo que pensaba que lo que él estaba predicando era indisputablemente la pura verdad, y si se trataba de la cuestión del “ser salvo" no habría ningún lugar para los de la tierra del medio o para los cobardes. Por consiguiente, yo era renuente, para decirlo de alguna forma, porque yo pensé que sería el fin de la diversión y la convivencia con mis amigos. Debido a mi rebeldía y orgullo, Dios tenía que usar los métodos más drásticos para mi despertar.

    En 1977 yo experimenté una depresión severa durante seis meses lo cual era totalmente atípico en mi temperamento antes. Las causas inmediatas eran las presiones en la última adolescencia, pero de forma retrospectiva está claro que Dios me estaba llevando a la casa el último sin sentido de mi vida - - una demanda individualista vacua y fútil por felicidad sin el propósito o la relación con Dios. Yo fui traído, tambaleándome, al fin de mí mismo. Era una crisis existencial aterradora en la que yo no tenía ninguna otra salida sino clamar a Dios. Él respondió rápido.

    Pasó que en la Pascua de 1977 la extraordinaria película Jesús de Nazaretde Franco Zeffirelli (todavía mi película cristiana favorita) estaba en la televisión. Yo siempre había disfrutado películas de la Biblia, como Los Diez Mandamientos.  Ellos dieron a las personalidades bíblicas vida, y el elemento de drama (como forma de arte) comunicó la vitalidad de la Cristiandad de una manera única y eficaz. Jesús, como fue retratado en esta película, dejó una impresión extraordinaria en mí, y el tiempo no podría ser mejor. Él aparecía como el último anticonformista que me apelaba.

    Yo me maravillé de la manera como Él trató a las personas, y te daba la sensación de cosas que tu nunca pudieras esperar de lo que Él diría o haría siempre algo con una visión o impacto incomparables. Yo empecé a comprender, con la ayuda de mi hermano, el razón del evangelio por primera vez: lo qué la Cruz y la Pasión significaban, y algunos de los puntos básicos de teología y soteriología (la Teología de Salvación) que yo nunca hubiera pensado antes. También aprendí que ese Jesús no sólo era el Hijo de Dios, sino Dios el Hijo, la Segunda Persona del Trinidad algo que, increíblemente, yo no había oído previamente, o simplemente no comprendí si yo lo hubiera oído. Yo empecé a leer seriamente por primera vez  en mi vida la Biblia (la traducción de la Biblia Viviente que es la paráfrasis más informal).

    Era la combinación de mi depresión y conocimiento nuevo de la Cristiandad que causó mi decisión de seguir a Jesús como mi Señor y Salvador de una forma mucho más seria, en julio de 1977 lo que yo todavía consideraría una "conversión a Cristo", y lo que la visión evangélica como la experiencia "el nuevo nacimiento" o de "salvos." Yo continúo viendo esto como un paso espiritual válido e indispensable, aunque, como católico, yo habría, claro, de interpretarlo de una manera algo distinta de la que yo tenía anteriormente. A pesar de mi estallido inicial de celo, yo me conformé de nuevo en la tibieza durante tres años hasta agosto de 1980, cuando yo rendí mi ser entero finalmente a Dios, y experimenté una "renovación" profunda en mi vida espiritual.

    A lo largo de los años ochenta yo asistí a Iglesias luteranas, a las “Asamblea de Dios” (4), y a sectas no denominacionales con fuertes conexiones con el "Jesús Movement", caracterizadas por la juventud, la espontaneidad de culto, música contemporánea, y el compañerismo caluroso. Muchos de mis amigos eran antiguos Católicos (apostatas) (5). Yo supe poco de Catolicismo hasta los inicios de la década de 1980. Yo lo consideraba como una "denominación" exótica, austera, e innecesariamente ritualistica que no tenía mucho atractivo para mí. Yo no estaba atraído por naturaleza a la liturgia, y no creía en absoluto en los sacramentos, aunque yo siempre tenía gran reverencia para la “Cena del Señor” y creí que algo real se impartía en ella.

    Por otro lado, yo nunca fui públicamente anticatólico. Habiendo tenido parte activo en trabajos apologéticos anticultos (especializando en russelismo o testigos de Jehová), yo comprendí rápidamente que el Catolicismo era completamente  diferente de los cultos, en eso de que tenía “doctrinas centrales” correctas, como la de la Trinidad y la Resurrección corporal de Cristo, así como una legitimidad histórica admirable; totalmente cristiana, aunque inmensamente inferior al evangelicalismo (6).

    Yo era, tu podrías decirlo, un típico evangélico de la especie que tenía cierto interés teológico un poco mayor del promedio. Yo me hice familiar con las obras de muchos de los “grandes”: C.S. Lewis, Francis Schaeffer, Josh McDowell, A.W. Tozer, Billy Graham, Hal Lindsey, John Stott, Chuck Colson, la revista Christianity Today, Keith Green y Ministerios “Last Days”, la Jesus Peopleen Chicago y revista Cornerstone, la hermandad Cristiana Inter.-Varsity(una organización universitaria), así como la escena de la música cristiana: del todo, influencias bastante beneficiosas como para no ser sentirse arrepentido del todo en absoluto.

    Mi fuerte interés en la evangelización y la apologética me llevó a volverme, con el permiso de mi iglesia, misionero en los campuses de la universidad durante cuatro años. Yo también me involucré en el movimiento pro vida, y en la Operación Rescate.

    Se me hizo claro rápidamente que los rescatadores católicos eran tan comprometidos a Cristo y piadosos como los evangélicos. En forma retrospectiva, no hay ningún suplente para la extendidamente cerrada observancia de los Católicos devotos. Yo me había encontrado con un sinnúmero de evangélicos que exhibían lo que yo pensé era un camino serio con Cristo, pero raramente con la intensidad como en la vida los Católicos. Yo empecé a hacerme amigo de mis hermanos católicos de los Rescates, y a veces en la cárcel, incluso sacerdotes y monjas. Aunque todavía escéptico teológicamente, mi admiración personal para con los católicos ortodoxos despegó como un misil Tomahawk.

    En el 1990 de enero yo empecé en un grupo de discusión ecuménico que yo moderaba. Tres amigos católicos conocedores del movimiento del Rescate, John McAlpine, Leno Poli, y Don McSween, empezaron a asistir. Sus reclamos para la Iglesia, particularmente lo concerniente a la infalibilidad papal y conciliar, me llevaron a zambullirme en un proyecto masivo de la investigación en ese asunto. Yo creí que yo había encontrado muchos errores y contradicciones a lo largo de la historia. Después yo comprendí, sin embargo, que mis muchos "ejemplos" no entraron en la categoría de declaraciones infalibles ni siquiera, como lo definido por el Concilio Vaticano de 1870. Yo también era un poco deshonesto porque yo pasaría por alto hechos históricos que confirmaban fuertemente la posición católica, como la aceptación temprana extendida de la Presencia Real, a sabiendas la autoridad del Obispo, y la comunión de los santos.

    Entretanto, yo estaba leyendo libros exclusivamente católicos (y todos los tratados cortos de las Respuestas Católicas (7) ), con una mente abierta, y mi respeto y entendimiento del Catolicismo crecieron por lo alto. Yo empecé (providencialmente) con El Espíritu del Catolicismo por Karl Adam, un libro demasiado extraordinario como para resumir adecuadamente aquí. Es, yo creo, un libro casi perfecto sobre el Catolicismo como un mundo y un estilo de vida, sobre todo porque una persona familiarizada con la teología católica básica. Yo leí los libros de Christopher Dawson, un gran historiador cultural, Joan Andrews (una heroína del movimiento del Rescate), y Thomas Merton, el famoso monje trapista, todos los cuales me impresionaron sumamente.

    Mis tres amigos de nuestro grupo de discusión continuaron respondiendo serenamente a casi los centenares de preguntas mías. Yo estaba asombrado por darme cuenta de que el Catolicismo parecía haber sido “bien pensado” - era un maravilloso y complejo sistema de creencias consistente incomparable con cualquier porción de evangelicalismo.

    En este momento yo me puse tremendamente preocupado por la aceptación protestante (y mi propia) aceptación libre y fácil de la contraconcepción. Yo vine a creer, de acuerdo con la Iglesia que una vez uno considera el placer sexual como un fin en sí mismo, entonces el llamado derecho al “aborto" no está lógicamente lejos. Mis amigos evangélicos de pro de-vida podrían ser fácilmente la excepción, pero el menos espiritualmente-dispuesto no habría hecho eso, como se ha confirmado por completo por la revolución sexual en total auge desde que el uso extendido de la Píldora empezó alrededor de 1960.

    Una vez una pareja piensa de que ellos pueden frustrar el deseo de Dios en el asunto de una posible concepción, entonces la noción de terminar un embarazo se sigue por una cierta lógica diabólica desprovista de la guía espiritual de la Iglesia.  En esto, como en otras áreas tales como el divorcio, la Iglesia es el innegablemente sabia y verdaderamente progresiva. G.K. Chesterton y Ronald Knox, los grandes apologistas, ya pudieron ver los graffitis en la pared alrededor de los años treinta.

    Yo estaba absolutamente asustado por el hecho de que ningún cuerpo cristiano había aceptado el anticoncepcionismo hasta que los anglicanos en 1930 lo hicieron, y la inevitable progresión en las naciones del anticoncepcionismo al aborto, como había sido mostrado irrefutablemente por el padre Paul Marx. Finalmente, un libro intitulado La Enseñanza de "Humanae Vitae" por John Ford, Germain Grisez, et al, me convenció de la distinción moral entre el anticoncepcionismo y la Planificación de la Familia Natural y me puso al borde.

    Yo acepté ahora una creencia muy "no-protestante", pero todavía incluso ni siquiera soñaba con hacerme católico (qué es, claro, inconcebible para un evangélico). Todavía yo era la presa cayendo al principio de conversión Chesterton - - ese que uno no puede ser justo con el Catolicismo sin empezar a admirarlo y comenzar a convencerse de él.

    Entretanto, mi esposa Judy que fue educada como católica y se volvió protestante antes de que nosotros nos conociéramos, también se había convencido independientemente de la equivocación del anticoncepcionismo. Ella se devolvió a la Iglesia el día en que yo fui recibido. ¡Que linda es la unidad! Entonces, en julio de 1990, yo ya estaba convencido de que el Catolicismo tenía la mejor teología moral que la de cualquier otro cuerpo cristiano, y grandemente respeté su sentido de comunidad, devoción, y contemplación.

    La teología moral y los elementos místicos intangibles empezaron a danzar el baile de la conversión para mí, y cada vez más se arraigaban profundamente dentro de mi alma; más allá de, pero no opuestos, a los cálculos racionales de mi mente - - lo qué el Cardenal Newman (8) llamó " El Sentido Ilativo”.

    Mi amigo católico, John, cansado de mi lata constante sobre los errores católicos y de adiciones a través de los siglos, sugirió que yo leyera el Ensayo sobre el Desarrollo de Doctrina Cristiana del Cardenal Newman. Este libro demolió completamente el esquema entero de historia de la Iglesia que yo había construido. Yo pensé, típicamente, esa Cristiandad temprana era protestante y ese Catolicismo era una corrupción tardía (aunque yo colocaba el derrumbamiento en la tardía Edad media en vez del tiempo usual de Constantino en el siglo IV).

    Martín Lutero, yo reconocía, había descubierto en Sola Scriptura los medios para limpiar los percebes católicos acumulados en la originalmente limpia e inmaculada nave cristiana. Newman, en contraste, explotó la noción de una nave sin percebes. Las naves siempre tienen percebes. La pregunta real era si la nave llegaría a su destino. La Tradición, para Newman, era como un timón y un volante, y era completamente necesaria para la guía y dirección. Como una carta de navegación.

    Newman demostró las características de los verdaderos desarrollos brillantemente, como opuesto a las corrupciones, dentro de la Iglesia visible e históricamente instituida por Cristo. Yo me encontré incapaz y sin voluntad de refutar su razonamiento, y un pedazo crucial del enigma se había puesto en el lugar - - la Tradición era ahora creíble y evidente a mí. Así empezó lo que de alguna forma se llamaba un "cambio del paradigma." Mientras leía el Ensayo yo experimenté un peculiar, intenso, e inexpresablemente sentimiento místico de reverencia para la idea de una Iglesia "Una, Santo, Católica y Apostólica." El Catolicismo era ahora pensable y yo caí de repente en una crisis intensa. Yo creía ahora en la Iglesia visible y sospechaba de que también era infalible. Una vez yo acepté la eclesiología católica, la teología siguió su curso como un asunto, y yo la acepté sin dificultad (incluso las doctrinas Marianas).

    Mis amigos católicos habían estado cultivando las tierras rocosas de mi voluntad y mi mente tan tercas durante casi un año, mientras plantaban las “Semillas Católicas”, que ahora rápidamente tomaron raíz y crecieron, para su gran sorpresa. ¡Yo había luchado lo más duro justamente antes de leer a Newman, en un esfuerzo desesperado por salvar mi Protestantismo, tanto como un hombre ahogándose sólo antes de que él sucumba! Yo continué la lectura, mientras intentaba activamente ahora persuadirse totalmente del Catolicismo, pasando por la autobiografía de Newman, el libro de Tom HowardEl Evangelicalismo no es suficiente, que me ayudó a apreciar al genio de la liturgia por vez primera, y dos libros de Chesterton (9) acerca del Catolicismo.

    Más o menos en este tiempo yo tuve una conversación con un viejo amigo, Al Kresta que también había sido mi pastor durante unos años y cuyas opiniones teológicas yo tenía en muy alta consideración. Yo admití ante él que yo estaba tremendamente en problemas con ciertos elementos de Protestantismo, y podría, quizás (pero era una noción improbable) estar pensando en volverme Católico. Para mi asombro, él me dijo que él también, estaba yéndose en la misma dirección, citando, en particular, el problema que la formulación y declaración del Canon de la Escritura tienen para las protestantes y su premisa de "Sólo Biblia".

    Estos tipos de eventos raros "confirmados" ayudaron a crear un sentimiento fuerte de que algo extraño simplemente estaba siguiéndose durante el período desconcertante antes de mi total conversión. Al estaba en tal crisis teológica (como estaba yo), que él renunció a su pastoral a los dos meses de nuestra conversación.

    También en este momento yo tuve el gran privilegio de encontrarme con el padre John Hardon, el eminente catequista jesuita, y empecé asistiendo a sus clases informales sobre la espiritualidad. Esto me dio la oportunidad de aprender personalmente de un sacerdote católico autoritativo, que también es un hombre deleitable y humilde. Después de siete semanas del tiempo de cuestionar mi sanidad alternadamente y llegar a nuevas cúspides de inmenso descubrimiento, el último soplo de muerte vino justo en la forma que yo había estado sospechado. Yo supe que si yo debía rechazar el Protestantismo, entonces yo tenía que examinar sus raíces históricas: la autodenominada Reforma protestante. Yo había leído previamente algún material acerca de Martín Lutero, y lo consideré uno de mis héroes más grandes. Yo acepté el mito normal de Lutero como el intrépido, el rebelde virtuoso contra la oscuridad de la tiranía católica y la superstición añadida a la “Temprana Cristiandad”.

    filosofía fue liberal, acabó siendo un conservador y fundó un diario para exponer sus opiniones con su amigo el escritor Hilaire Belloc, también conservador. El estilo brillante, vigoroso y agudo de Chesterton le hizo muy famoso. Aunque no se convirtió al catolicismo hasta 1922, casi todas sus obras lo defienden, al igual que la ortodoxia en general. (Tomado de MS Encarta 2003). Pero cuando yo estudié una gran porción del libro biográfico de seis volúmenes sobre Martín Lutero, Luther, del jesuita alemán Hartmann Grisar mi opinión de Lutero fue puesta patas arriba. Grisar me convenció de que los principios fundamentales de la Revolución protestante eran en total débiles. Yo siempre había rechazado las nociones de Lutero sobre la predestinación absoluta y la depravación total de humanidad. Ahora yo comprendí que si el hombre tuviera un libre albedrío, él no tenía porque ser declarado virtuoso meramente en un sentido judicial, abstracto, pero podría participar activamente en su redención y realmente podría hacerse virtuoso por la Gracia de Dios. Éste, de alguna forma, es el debate clásico sobre la Justificación.

    Yo aprendí muchos hechos desfavorablemente perturbadores acerca de Lutero; por ejemplo, su metodología existencial sumamente subjetiva, su desdén para la razón y el precedente histórico, y su intolerancia dictatorial hacia los puntos de vista contrarios, incluyendo aquéllos provenientes de sus compañeros protestantes (10). Éstos y otros descubrimientos me estaban aturdiendo, y me convenció más allá de toda duda de que él realmente no era un "reformador" de la Iglesia "pura" y pre-Nicena, sino mejor un revolucionario que creó una nueva teología en muchos, aunque no todos, los aspectos. El mito fue aniquilado.

    Ahora yo estaba "escéptico" con el concepto protestante común de la iglesia invisible, "redescubierta." Al final, mi amor innato por la historia jugó una parte crucial en mi abandono del Protestantismo, que tiende a prestar muy poca atención a la historia (como de hecho es necesario para retener cualquier nivel de verdad plausible en contra del Catolicismo).

    A estas alturas, se volvió, en mi opinión, un deber moral e intelectual el abandonar el Protestantismo en su forma evangélica. Aún no era fácil. Los viejos hábitos y percepciones mueren difícilmente, pero yo me negué a permitir que los sentimientos y prejuicios interfirieran con el proceso maravilloso de iluminación en el que predominó la gracia de Dios. Yo esperé expectante el último ímpetu para rendirme totalmente. El curso imprevisible de conversión llegó a su culminación el 6 de diciembre de 1990, mientras yo estaba leyendo la meditación del Cardenal Newman sobre “La Esperanza en Dios Creador" y en un momento comprendí de forma resuelta que yo ya debía de oponer resistencia alguna a la Iglesia Católica. Al final, como en la mayoría de las experiencias de los conversos, un miedo heladísimo toma su lugar, similar a los de los temblores de ante del matrimonio. En un momento, este último obstáculo desapareció, y una paz emocional y teológicamente tangible prevaleció.

    En los siguientes tres años desde mi conversión, han ocurrido algunas cosas asombrosas en nuestro círculo de amigos (yo no reclamo crédito para mi en éstos casos, tal vez una influencia pequeña, sino, la forma tan maravillosa en que Dios mueve los corazones de las gentes). Cuatro personas se han devuelto a la Iglesia de su niñez y tres, como yo, nos hemos convertido del protestantismo de toda la vida. Éstos incluyen a mi anterior pastor, Al y su esposa, Sally, uno de mis más buenos amigos y compañero frecuente en la comunidad evangélica y su esposa Lori; el amigo de toda la vida de Dan, Joe Polgar quien había estado virtualmente en el paganismo por unos años; otro amigo, Terri Navarra, y la hija de un amigo, Tom McGlynn, Jennifer. Adicionalmente, otra pareja que nosotros conocemos se habían convertido a la Ortodoxia Oriental, un segundo está pensando en serio sobre el mismo hecho, y una tercera pareja puede convertirse al Catolicismo. No es necesario decir, que muchos de nuestros amigos protestantes ven estos sucesos con trepidación enmudecida. ¡Uno de mis anteriores pastores, en el encuentro más acalorado que tuve desde que mi conversión, me llamó "blasfemo" porque yo creí que había más en la Tradición Cristiana que simplemente lo que es contenido en la Biblia! ¡Otro amigo buen que es un ministro bautista dice que aunque yo había cometido un error terrible, yo todavía estoy salvo debido a su creencia en la seguridad eterna! Después de todo, agradecidamente a Dios, ha sido una experiencia bastante suave entre nuestros amigos protestantes evangélicos. Muchos ignoran nuestro Catolicismo del todo. Yo creo que todos los Católicos pueden compartir estas experiencias que experimenté que he estado describiendo, en el sentido que cada nuevo descubrimiento de alguna verdad católica es igualmente estimulante. A medida en que todos nosotros crezcamos en nuestra fe, alegrémonos en los abundantes manantiales de deleite, así como en los tiempos instructivos de sufrimiento que

    Dios nos provee en su Cuerpo, totalmente manifestado en la Iglesia Católica. Yo me siento muy en casa en ella, tanto como podría esperarse en este lado de cielo.

    AD MAIOREM GLORIAM DEI

    Notas

    1 Famosísimo mago norteamericano de principios de siglo XX.

    2 Británico de origen israelí que dobló una cuchara sin tocarla, solo con la mente, en vivo y en directo (¡que berraco!)

    3 “Jesus Freak”, con el perdón de los lectores e incluso de la persona de Dave, otro de tantos inventos norteamericanos e ingleses para convencer a la gentes sobre la soberanía de Jesucristo Nuestro Señor en nuestras vidas, pero cayendo en un sincretismo que raya con lo pagano y lo vicioso. La persona de Jesús no necesita de tales espectáculos y doctrinas tan showbiz para ser proclamado. (nota del traductor)

    4 Grupo sectario pentecostal. Es considerado en toda Europa como secta peligrosa y es prohibido en Rusia. John Ashcroft pertenece a esta secta y su nombramiento como Fiscal General de EEUU causó gran conmoción en los medios (en el Tercer Mundo no, ¿porqué?)

    5 Sin más ni más. Este fenómeno se está dando mucho en América Latina, pues no hay educación al respecto de las sectas pentecostales. Se hacen llamar así mismos como cristianos aún en mella de la verdadera Fe Universal en Jesucristo.

    6 (??????)

    7 John Keating´s Catholic Answers. www.Catholic.com (debería haber una sección en español <reclamo del traductor>)

    8 El Venerable John Henry Newman, escritor inglés. Campeón del Catolicismo en Inglaterra. Cardenal de la Iglesia en 1877. Su motto cardenalicio: Ex umbris et Imanigibus ad Veritatem(De las sombras y las imágenes a la Luz que da la Verdad)

    9 Gilbert Keith Chesterton (1874-1936), escritor inglés, nacido en Londres. Aunque al principio su

    10 Entre otras cosas, mandó a quemar anabaptistas y a su líder Thomas Müntzer y a colgarlos de los capiteles de los templos (¿?). Escribió un manual sobre como hacer una Noche de los Cristales Rotos y genocidios. 400 años después su hijo espiritual lo hizo en Alemania. Abandonó a los campesinos y se unió al Estado (Tomado de My Beliefs de Hermman Hesse) (Nota del traductor, quien también lo consideraba un héroe).

Wednesday, March 16, 2011

El Padre Emiliano Tardif, M.S.C., nos contaba el siguiente testimonio:

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El Padre Emiliano Tardif, M.S.C., nos contaba el siguiente testimonio:

Cuando estuve de párroco en Sánchez vino a visitarme una señora que daba su testimonio: “Padre Emiliano yo vine hace muchos meses buscándolo porque sufría de ataques de asma desde pequeña y vine para que Ud. me impusiera las manos y orara por mi. No lo encontré y salí muy triste de la Casa Curial. 

Sin embargo, encontré la Iglesia abierta, entre y al fondo estaba la imagen de Nuestra señora del Rosario. Me acerque y le dije: Madre, como no esta el P. Emiliano para que me imponga las manos, imponme Tu las manos y ora por mi.

Saque el santo rosario de la cartera y empecé: primer misterio, segundo misterio, tercer misterio y terminando el cuarto misterio me dio un ataque de asma que casi me moría. Espere un momento, descanse y termine el quinto misterio. Regrese a mi casa, cerca de 3 horas de viaje. Hoy vengo a contarle que fue el último ataque de asma que me dio. Nunca más he sufrido de asma: Jesús me sano.

Cuando doy este testimonio les pregunto: que tenía la señora? Unos dicen fe y otros dicen asma. Eso es: asma. A que fue a Sánchez? Buscando al P. Emiliano para que le impusiera las manos, como dice Jesús en San Marcos 16,17-18 (Léanlo, por favor). Y al no encontrarlo que hizo? Le pidió a la madre de Jesús que le impusiera las manos. Y mientras ella rezaba el Santo Rosario (que es Palabra de Dios, ya que el Padre Nuestro y el Ave María están en los Evangelios-en la Biblia-), mientras rezaba el santo Rosario la Virgen María estaba trabajando y consiguiendo el milagro de su Hijo Jesús como hizo en las Bodas de Cana. Ella no hace milagros pero si los consigue, le roba los milagros a su Hijo, que no le niega nada a su madre: “Y fue el ultimo ataque de asma… Jesús la sano” Bendito sea el nombre y la presencia viva de Jesús, que es el mismo de ayer, de hoy y de siempre como nos dice la Palabra de Dios en la carta a los Hebreos 13,8.

Entonces en los retiros o enseñanzas o Eucaristías les doy ese testimonio y los invito a orar de esa forma: cada misterio le dicen a mama María: Madre impón las manos sobre tal intención y sin mas palabras se inicia el misterio. Y así los cinco misterios. Que un hijo o hija, o el marido o alguien esta portándose mal o fastidiando: “dile a la madre de Jesús: Madre impón las manos sobre fulano y sin mas palabras comienza el misterio. Vamos a ver la gloria de Dios. Si quieres en este momento hagámoslo: levanta una mano y dile: madre querida que esta sea tu mano bendita y ponla en mi cabeza y ora por mi mientras te saludo con esa oración que nació del corazón de Papa Dios y te la dijo Gabriel, ahora te la digo yo: oremos un Ave María con la mano de nuestra (que sea la de María) en nuestra cabeza… en silencio o en voz alta digamos el Ave María. Gracias Madre por conseguir cuantos milagros para los hermanos que con humildad hicieron este ejercicio.

Entonces si hay alguien enfermo: ya sea ancianito-a, en recuperación de una cirugía, algún familiar en estado de coma o en cuidados intensivos y la familia esta afuera o tiene una habitación pueden hacer dos cosas: primero cada hora, ya sea las 7:00 a.m.-8:00-9:00 y así sucesivamente se reúnen todos los que estén y dicen vamos a orar el misterio del Santo Rosario y mientras oramos la Virgen María esta imponiendo las manos y haciendo el trabajo con su hijo amado Jesús. Luego del misterio leen un pasaje de la Biblia, empezando por el Evangelio de San Mateo y siguen hasta terminar el Nuevo Testamento, luego siguen con el Antiguo Testamento. De esta manera van a leer mientras la persona esta enferma mucha Palabra de Dios y van a ver como la Palabra de Dios: “sana, sana y libera”. Entonces el misterio del Santo Rosario y luego el pasaje Bíblico. Y cuando la persona puede tomar agua dan el tercer paso: “La terapia del agua”. Tomar un vaso o un vasito con agua. Eso le limpia la parte digestiva, riñones y le hace caminar a los que pueden hacerlo con dificultad y los obliga a moverse. Los que están en oficinas sobre la computadora pueden hacer la terapia del agua: cada hora un vaso o vasito y así tienen que levantarse a orinar y eso los relaja y los oxigena.

Saturday, March 12, 2011

Testimonio de Sanacion del Padre Emiliano Tardif, M.S.C.

 http://www.rinnovamentocarismatico.org/grandi%20carismatici/Tardif.jpg

Nombre: Padre Emiliano Tardif, M.S.C.

Tipo de Testimonio: Sanación Tuberculosis, Sanación Enfermedad Pulmones

En 1973, yo era provincial de mi Congregación, Misioneros del Sagrado Corazón, en República Dominicana. Había trabajado demasiado, abusando de mi salud en los 16 años que tenía como misionero en el país. Pasé mucho tiempo en actividades materiales, construyendo iglesias, edificando seminarios, centros de promoción humana, de catequesis, etc. Siempre estaba buscando dinero para edificar casas y para dar alimento a nuestros seminaristas.

El Señor me permitió vivir todo ese activismo y, por el exceso de trabajo, caí enfermo. El 14 de junio de ese año en una asamblea del Movimiento Familiar Cristiano me sentí mal, muy mal. Tuvieron que llevarme inmediatamente al Centro Médico Nacional. Estaba tan grave que pensaba que no podría pasar la noche. Creí realmente que me iba a morir pronto. Muchas veces había meditado sobre la muerte y predicado sobre ella, pero nunca había hecho el ensayo de morirme, y esto no me gustó.

Los médicos me hicieron análisis muy detenidos, detectándome tuberculosis pulmonar aguda. Al ver que estaba tan enfermo pensé volver a mi país, Quebec, Canadá, donde nací y vive mi familia. Pero estaba tan delicado que no podía hacerlo entonces. Tuve que esperar quince días bajo tratamientos con reconstituyentes, para realizar el viaje.

En Canadá me internaron en un centro médico especializado donde los médicos me volvieron a examinar, pues querían estar bien seguros de cual era mi enfermedad. El mes de julio se lo pasaron haciendo análisis, biopsia, radiografías, etc. Después de todos estos estudios, confirmaron de manera científica que la tuberculosis pulmonar aguda había lesionado gravemente los dos pulmones. Para animarme un poco me dijeron que tal vez después de un año de tratamiento y reposo podría volver a mi casa.

Un día recibí dos visitas muy peculiares. Primero llegó el sacerdote director de RND -Revista "Notre Dame"- quien me pidió permiso de tomarme una fotografía para el artículo: "Cómo Vivir con su Enfermedad".

Aún él se despedía cuando entraron cinco seglares de un grupo de oración de la Renovación Carismática. En República Dominicana me había burlado mucho de la Renovación Carismática, afirmando que América Latina no necesitaba don de lenguas sino promoción humana, y ahora ellos venían a orar desinteresadamente por mí.

Estas visitas tenían dos enfoques totalmente diferentes; el primero para aceptar la enfermedad. El segundo para recobrar la salud.

Como sacerdote misionero pensé que no era edificante rechazar la oración. Pero, sinceramente, la acepté más por educación que por convicción. No creía que una simple oración pudiera conseguirme la salud.

Ellos me dijeron muy convencidos:

-Vamos a hacer lo que dice el Evangelio: "Impondrán las manos sobre los enfermos y éstos quedarán sanos". Así que oraremos y el Señor te va a sanar.

Acto seguido se acercaron todos a la mecedora donde yo estaba sentado y me impusieron las manos. Yo nunca había visto algo semejante y no me gustó. Me sentí ridículo debajo de sus manos y me daba pena con la gente que pasaba afuera y se asomaba por la puerta que se había quedado abierta.

 Entonces interrumpí la oración y les propuse:

-Si quieren, vamos a cerrar la puerta...
-Sí padre, cómo no... - respondieron.

Cerraron la puerta, pero ya Jesús había entrado.

Durante la oración yo sentí un fuerte calor en mis pulmones. Pensé que era otro ataque de tuberculosis y que me iba a morir. Pero era el calor del amor de Jesús que me estaba tocando y sanando mis pulmones enfermos. Durante la oración hubo una profecía. El Señor me decía. "Yo haré de ti un testigo de mi amor". Jesús vivo estaba dando vida, no sólo s mis pulmones sino a mi sacerdocio y a todo mi ser.

A los tres o cuatro días me sentía perfectamente bien. Tenía apetito, dormía bien y no había dolor alguno. Los médicos estaban preparados para comenzar inmediatamente el tratamiento. Sin embargo , ningún medicamento les respondía de acuerdo a mi supuesta enfermedad. Entonces mandaron traer unas inyecciones especiales para gentes cuyo organismo no es normal, pero tampoco hubo reacción alguna.

Yo me sentía bien y quería regresar a casa, pero ellos me obligaron a pasar el mes de agosto en el hospital buscando por todos lados la tuberculosis que se les había escapado y no podían encontrar.

Al final del mes, después de muchos experimentos el médico responsable me dijo:

- Padre, vuelva a su casa. Usted está perfectamente, pero esto va en contra de todas nuestras teorías médicas. No sabemos lo que ha pasado.

Luego encogiendo los hombros, añadió:

- Padre, usted es un caso único en este hospital.
- En mi Congregación también - le respondí riendo.

Salí del hospital sin recetas, medicinas ni cuidados especiales. Me fui a casa pesando sólo 110 libras (50 kilos). El hospital que me iba a curar de tuberculosis me estaba matando de hambre.

Quince días después apareció el número 8 de la Revista "Notre Dame". En la página cinco estaba mi fotografía del hospital: sentado en la célebre mecedora, con sondas, cara triste y mirada pensativa. Abajo de la fotografía decía: "El enfermo debe aprender a vivir con su enfermedad, acostumbrarse a las alusiones veladas, a las preguntas indiscretas... y a los amigos que ya no volverán a mirarlo de la misma manera". Pero mi salud echó a perder su número.

El Señor me había sanado. Mi fe era muy pequeña, tal vez del tamaño de un grano de mostaza, pero Dios era tan grande que no había dependido de mi pequeñez. Así es nuestro Dios. Si estuviera condicionado a nosotros, no sería Dios.

De esa manera yo recibí en carne propia la primera y fundamental enseñanza para el ministerio de curación: El Señor nos sana con la fe que tenemos. No nos pide más, sólo eso.

El 15 de septiembre asistí a la primera reunión de oración carismática de mi vida. Ni sabía lo que era eso, pero fui, puesto que me había curado y las personas que habían orado por mí me pidieron que diera el testimonio de mi curación.

Comencé a trabajar un poco ese mes de septiembre y le escribí a mi superior para que el año que yo debía estar hospitalizado me permitiera pasarlo estudiando la Renovación Carismática en Canadá y Estados Unidos. Me dio permiso y fui a los centros más importantes de Quebec, Pittsburg, Notre Dame y Arizona.

Recuerdo que estaba en Los Angeles celebrando Misa con mi sobrina y un amigo. Después de leer el Evangelio en francés quise comentarlo, pero pasó algo muy curioso: sentí como que la mejilla se me adormecía y comencé a hablar algo que no entendía. No era ni francés, ni inglés, ni español. Cuando terminé de hablar, exclamé sorprendido:

- No me digan que voy a recibir el don de lenguas...
- Eso es lo que tú ya recibiste, tío - respondió mi sobrina -. Tú estabas hablando en lenguas.

Tanto que yo me había burlado del don de lenguas y el Señor me lo regaló en el momento en que iba a predicar. Así descubrí ese don tan hermoso del Señor.

Testimonio tomado de el libro "Jesús Está Vivo"  de Emiliano Tardif M.S.C. y José H. Prado Flores, Ediciones MSC, Páginas 9-12.