Monday, December 1, 2014

LA ORACIÓN DE LIBERACIÓN


La oración de liberación es una oración dirigida a Dios normalmente hecha por un grupo de creyentes para pedir la liberación del maligno a favor del que sufre su influjo con exclusión de los casos de posesión diabólica (siempre reservados al exorcismo).

En la oración de liberación non es legítimo, por parte de los laicos y también de los sacerdotes que no tengan las debidas licencias, dirigirse directamente al demonio incluso cuando no se trate de posesión diabólica. Es necesario que el grupo de oración esté constituido  por hermanos que posean las cualidades humanas (un buen equilibrio psíquico), espirituales (vida de gracia) y que el grupo, en su conjunto, posea dones carismáticos (carisma de misericordia, carisma de intercesión, carisma de discernimiento, carisma de autoridad) y haya recibido una buena formación en esta materia.

La oración de liberación debe ser objeto de un atento discernimiento.

Un primer discernimiento  se obtiene, antes de la oración, dedicando a la persona que pide la liberación, un tiempo suficiente para una escucha delicada y paciente. Un segundo discernimiento se logrará durante la oración sobre la persona, antes de comenzar una eventual oración de liberación, confiándose sobre todo a los carismas (si están presentes) de discernimiento y discernimiento de espíritus.

Un discernimiento final es el que nace después de la oración cuando se evaluando lo sucedido entre los miembros del equipo de oración.

Todo equipo adaptará este itinerario de discernimiento al camino realizado, la formación madurada, y sobre todo una consideración humilde a cerca de los frutos derivados de la experiencia vivida juntos.

Tomado de “El ministerio de la oración por los que sufren” Fray Alejandro R. Ferreirós OFM Conv

LA ORACIÓN DE SANACIÓN INTERIOR


Todos hemos experimentado, al menos alguna vez, sufrimientos, conflictos interiores, cólera fuerte e irracional, miedos, tristeza, etc. Frecuentemente estas situaciones derivan de un estado de “enfermedad interior” debido a heridas o traumas recibidos durante nuestra vida (incluso en los primeros instantes o incluso en la vida prenatal).
Sabemos por el Evangelio que Jesús puede curarnos no sólo físicamente sino también interiormente: psicológicamente, emocionalmente, espiritualmente.
No es necesario saber con precisión qué cosa, en nosotros, tiene necesidad de sanación, aunque el saberlo ayude. Nosotros podemos orar para ser sanados interiormente y dejar que el Señor nos guíe en aquello que debemos hacer o por lo que debamos orar seguidamente.
La oración por la sanación interior se realiza, generalmente en un pequeño grupo (como los del ministerio de oración sobre los hermanos).
El que recibe las oraciones de sanación interior o de liberación debe saber cuánto es indispensable el estado de gracia y la conciencia de que la sanación debe situarse siempre dentro de un proceso de conversión y creciente encuentro con el Señor.
Tomado de “El ministerio de la oración por los que sufren” Fray Alejandro R. Ferreirós OFM Conv

LOS CAMINOS DE SANACIÓN INTERIOR Y LIBERACIÓN



Las oraciones de sanación interior y las de liberación requieren, normalmente, un cierto camino de repetición durante el cual la persona obtiene beneficios siempre mayores. A fín de que estos beneficios no tarden en verificarse y para evitar el peligro de malograr las intervenciones del Señor es necesario que este camino vea:
* La colaboración activa de la persona que sufre
* El sostén por parte de la comunidad de oración, particularmente por parte de los ministerios de intercesión y oración sobre los hermanos.
La colaboración activa se puede realizar de diversos modos como acogida del plan de salvación o sanación que Dios quiera donarnos. Por ejemplo:
*  Participación asidua en la oración comunitaria
*  Ejercicio del perdón
*  Frecuencia en los sacramentos
* Meditación de la Palabra de Dios (particularmente de los pasajes bíblicos recibidos durante las oraciones)
* Realización de las obras (comportamientos, actitudes, gestos, oraciones, etc) que el Señor pide para nuestra conversión y sanación
* Recurrir a la dirección espiritual.
 El responsable del grupo de oración, con delicadeza y amor, recordará siempre a los que sufren la necesidad de su propia colaboración activa en el curso de un camino de sanación o liberación.
El apoyo del grupo y particularmente el apoyo ministerial ayuda mucho a superar las dificultades que aparecen, a lo largo del camino. El responsable del equipo de oración que sigue un camino de sanación deberá compartir siempre son el equipo y el coordinador del ministerio las modalidades con las cuales es oportuno intervenir para apoyar a las personas que reciben oraciones. Se tratará de modalidades que, en el respeto de la colaboración activa indicada, deberán ser objeto de un discernimiento que tiene en cuenta la situación específica.
Tomado de “El ministerio de la oración por los que sufren” Fray Alejandro R. Ferreirós OFM Conv

INDICACIONES PARA LA ORACIÓN DE SANACIÓN INTERIOR



La oración de sanación interior se refiere  principalmente a todos los trastornos que han afectado la psiquis (sobre todo en la esfera afectiva y emocional o de los recuerdos) influenciando negativamente comportamientos o modos de pensar. Estos afectan luego otras esferas, la vida espiritual o física de la persona.

Dios, en su sabiduría y preocupación por cada uno, conoce el momento más indicado y la gradualidad con la que se debe ofrecer la sanación interior. El equipo de oración pedirá al Señor recibir el discernimiento carismático antes de comenzar la oración de sanación interior sobre la persona que sufre. Por el mismo motivo, durante la oración, es bueno evitar realizar un camino de sanación basado únicamente en modelos descriptos en libros específicos.

Se deben también evitar los métodos que hagan referencia a psicoterapia (reservada a médicos expertos en este campo).

El conocimiento de las situaciones (presentes o pasadas) de la vida del enfermo, aunque se crea proveniente de presuntos carismas, debe ser usado con gran discernimiento en cuando no siempre es positivo manifestar abiertamente al enfermo hechos que se refieren a aspectos particulares delicados de la vida personal.

La sanación interior no puede proceder sin una coherencia suficiente y un compromiso, por parte del solicitante, en el cuidado de la propia vida espiritual. Con tal propósito recordamos que el sacramento de la reconciliación es indispensable para recibir la sanación interior. En caso de dificultades serias a nivel espiritual se recomienda dirigirse a un sacerdote.

Los traumas, las heridas psíquicas, pueden provocar condicionamientos incluso muy fuertes que disminuyen la libertad de la persona. Es tarea de la oración de sanación interceder  para que el paciente sea liberado de estos condicionamientos. Esta oración no tiene que ser confundida con la oración de liberación como comúnmente señala la renovación (liberación de las influencias del maligno).

Durante la oración de sanación interior podría ser útil una oración de liberación en aquellos casos en los cuales el discernimiento (posiblemente carismático) realizado por el equipo que ora, lleve a pensar que la sanación interior se encuentre obstaculizada por un influjo negativo del demonio.

La sanación interior requiere normalmente un camino de algunas sesiones. Este camino debe ser propuesto con delicadeza al interesado de modo que pueda expresarse en merito con toda libertad.

Tomado de “El ministerio de la oración por los que sufren” Fray Alejandro R. Ferreirós OFM Conv

INDICACIONES SOBRE LA ORACIÓN DE LIBERACIÓN



INDICACIONES SOBRE LA ORACIÓN DE LIBERACIÓN

La oración de liberación es una oración de intercesión que se dirige a Dios para que la persona sobre la cual se ora sea liberada de la influencia del maligno.

Se realiza en los casos de necesidad efectiva y solamente después de un discernimiento por parte del grupo que ora.

Requiere la conciencia y la preparación por parte de todo el grupo que reza. En caso de que el discernimiento muestre la utilidad, debe ser propuesta, con discreción y sensibilidad, a la persona necesitada.

Requiere la participación activa de esta persona y puede ser repetida algunas veces, preocupándose de que no sustituya el compromiso personal (conversión, perdón, oración, alabanza, vida de gracia) de quien la recibe.

En ningún caso puede volverse un exorcismo (aunque no se lo exprese claramente) y por lo tanto  no puede comportar un diálogo dirigido al demonio o a otros espíritus.

Ninguna oración de liberación (ni exorcismo) puede referirse a presuntos influjos negativos o presuntos ligámenes ejercidos por las almas de los difuntos ya que de ninguna de ellas es lícito presumir su condenación y por lo tanto que sea instrumento del demonio. Tampoco es lícito creer que las almas en un eventual estado de purificación puedan hacer el mal.

Tomado de “El ministerio de la oración por los que sufren” Fray Alejandro R. Ferreirós OFM Conv

CAMINOS DE SANACIÓN Y APOYO MINISTERIAL



CAMINOS DE SANACIÓN Y APOYO MINISTERIAL

El comienzo de un camino de sanación interior o liberación es un momento muy delicado para la vida espiritual y psicológica de la persona. Por lo tanto se debe realizar un discernimiento atento por parte del coordinador junto con los responsables del equipo cuando se recibe alguna solicitud.

En todo momento se debe tomar en seria consideración la disponibilidad de la persona para seguir con esfuerzo las indicaciones que el Espíritu quisiera dar y la disponibilidad a un camino de conversión. La participación de la persona debe ser libre, consciente y clara.

La duración del camino de oración dependerá del discernimiento del equipo teniendo en cuenta los frutos, la participación activa del interesado, los momentos de pausa necesarios para una maduración personal y para recibir lo que el Señor va obrando. Luego de un número razonable de oraciones es sabio interrumpir, al menos momentáneamente el camino.

Finalizada cada oración el responsable debe recordar a la persona la palabra que el Señor le ha dado que se volverá un punto de referencia para el camino personal de oración que se realiza.

Los miembros del equipo compartirán, luego de cada oración, la acción salvífica que el Señor está realizando. Evitando caer en la tentación de volverse un consejero espiritual, el coordinador mantendrá un diálogo abierto con la persona por la que se ora con respecto a su camino.

Al finalizar cada oración los presentes deben evitar  hacer comentarios personales y, si es posible, invitarán al hermano a permanecer unos minutos delante del Santísimo.

Se indicará oportunamente la importancia de prepararse con el tiempo necesario desarrollando la oración personal y la vida sacramental.

En el caso de que el coordinador, durante un tiempo razonable, no tenga más noticias sobre las necesidades que motivaron la oración, deberá establecer si es que todavía subsisten las condiciones para proseguir con la de intercesión.

Finalmente es importante que se exhorte a los hermanos a permanecer en contacto para poder ofrecer eventuales testimonios.

Tomado de “El ministerio de la oración por los que sufren” Fray Alejandro R. Ferreirós OFM Conv

Comienza el Adviento



El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico, empieza el domingo más próximo al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre. Son los cuatro domingos anteriores a la Navidad y forma una unidad con la Navidad y la Epifanía.

El término "Adviento" viene del latín adventus, que significa venida, llegada. El color usado en la liturgia de la Iglesia durante este tiempo es el morado. Con el Adviento comienza un nuevo año litúrgico en la Iglesia, 

El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor.
Se puede hablar de dos partes del Adviento:

Primera Parte

Desde el primer domingo al día 16 de diciembre, con marcado carácter escatológico, mirando a la venida del Señor al final de los tiempos;

Segunda Parte

Desde el 17 de diciembre al 24 de diciembre, es la llamada "Semana Santa" de la Navidad, y se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo en las historia, la Navidad.

Las lecturas bíblicas de este tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del profeta Isaías (primera lectura), también se recogen los pasajes más proféticos del Antiguo Testamento señalando la llegada del Mesías. Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret son los modelos de creyentes que la Iglesias ofrece a los fieles para preparar la venida del Señor Jesús.