Monday, July 9, 2012

Ministerio de Intercesion Tiberiades



Los siguientes hermanos nos han pedido oracion. Les agradecemos que nos apoyen con una plegaria por ellos y sus necesidades.

Dios les bendiga.

Margarita Caminos. Enferma de Cancer.

Marianela G.

Sergio y su Esposa.

Marcelo Fabricio Pastor Sanchez.

Elba y Carlos Pallero.

Jose Enrique Rosendo.

Maria Soledad Perry.

Milenia Svetlin

Veronica Leonor Vega Carvajal.

Margarita Guzman.

Por el alma de Alfredo Barroso.

Familia Guzman

Araceli Martinez

Marissa

Carmen Jimenez

Mariana

Alberto

Lizzete y Familia


Dios conoce a cada uno de ellos y sus necesidades. El obrara segun sea su santa Voluntad. No desfallezcan, sigan orando que nosotros estamos orando por ustedes.

INTRODUCCIÓN A LA SANACIÓN: EL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN.



Sabemos que el hombre es uno, es un ser cuyo cuerpo y alma están íntimamente unidos en la unidad de la persona, y cuando él se enferma es la persona que es atacada por el mal, cualquiera sea la esfera (física, psíquica, espiritual) que es directamente atacada. Si deseamos hablar de sanación debemos tener claro esta unidad del hombre, pero también tener en cuenta estos tres estados o niveles del hombre. San Pablo ya nos lo nombra en la carta a los Tesalonicenses: "Todo lo que es vuestro, espíritu, alma y cuerpo, se conserve irreprochable para la venida del Señor". (5,23)

En las oraciones de sanación comunitarias, no hacemos distingos entre curación física, psíquica y espiritual. Rezamos por la persona enferma. Llamamos a domicilio al Médico divino, y el Médico divino sabrá dónde poner las manos y cómo obrar para devolver la salud a la persona que sufre.

Como nos mueve dar a comprender la sanación misma y la dinámica que la acompaña para ayuda de los que están en este ministerio, vamos a tratar la sanación en los diversos niveles. En primer lugar veremos las diversas enfermedades que el hombre contrae y cómo el equipo de sanación debe enfrentarse con una persona que pide oración. Seguimos una exposición del P. Emiliano Tardif.

Acordémonos que hay:

1). - La enfermedad de nuestro espíritu, causada por nuestros pecados.
2). - La enfermedad emocional, causada por heridas emocionales a través de nuestras relaciones interpersonales o por la ansiedad o por traumas del pasado...
3). - La enfermedad física, causada por un mal o por un accidente...

Pero, además, cualquiera de estas tres enfermedades (pecados, problemas emocionales, enfermedades físicas) puede ser causada por una opresión diabólica. Y en este caso, siendo una causa distinta, se requiere un tratamiento distinto: la oración de liberación o el exorcismo.
Entonces, son tres enfermedades clásicas, pero cuatro clases de oración.

a). La oración de arrepentimiento, para sanar el espíritu, el alma.
b). La oración para la sanación interior, por la curación de los recuerdos, de las heridas emocionales, las heridas psicológicas.
c). La oración por la curación física, para las enfermedades del cuerpo.
d). La oración de liberación.

La oración de liberación, cuando se trate de casos de influencias de espíritus malignos, la dividimos en dos:

1). Hay una que se hace a través de un exorcismo litúrgico que hace el sacerdote delegado por el obispo, en casos de posesiones diabólicas.

2). La otra, es la simple oración de liberación que se usa para liberarnos de opresión diabólica, cuando hay una influencia maligna en el cuerpo, o de liberarnos de obsesión diabólica cuando es en la mente. Por ejemplo, alguien que sufre de una obsesión sexual, necesita de una oración de liberación de una obsesión diabólica. Alguien que sufre de un "espíritu de enfermedad" necesita una oración de liberación también, pero el Señor le libera de una opresión diabólica.

LA ORACION DE ARREPENTIMIENTO Y EL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN.



La enfermedad que invade más profundamente al hombre es el pecado; ella es la que toca al hombre en su espíritu. Y al mismo tiempo es la que desencadena todas las demás enfermedades, tanto psíquicas, como físicas. Nunca podremos valorar los tremendos daños que obra el pecado, sobre todo cuando es inveterado: la ceguera de la mente que oscurece la fe, la sordera a la voz de Dios y a la conciencia que embota la esperanza, la dureza del corazón que extingue la caridad; vuelve al hombre incapaz de relacionarse con Dios por haber resentido profundamente su organismo sobrenatural.

Solo Dios puede llegar al espíritu del hombre para sanarlo.

Tomo unos pensamientos de "La plegaria para la curación" de Matteo la Grua.
La sanación espiritual implica una conversión. Ésta puede ser instantánea -y entonces es un milagro - y puede ser gradual - y entonces es un proceso por etapas -, pero sobre una línea continua. Es la penetración del Espíritu Santo en el espíritu del hombre, es el camino de Dios en la vida del hombre, que cambia su modo de ser. Es una transformación en la mentalidad del hombre, en el pensamiento del hombre, en la voluntad del hombre, en el mundo afectivo del hombre, a los que el Espíritu los lleva a una nueva vida en Cristo.

Esta conversión, o sanación espiritual, ocurre por vía sacramental a través del sacramento de la reconciliación; o por vía extrasacramental, en un contexto de oración en el Espíritu Santo.

Siempre el punto central de esta sanación radica en el sacramento de la reconciliación, donde es el Señor mismo el que recibe al penitente y lo inserta profundamente en su vida divina, haciéndolo pasar por su muerte y su resurrección, mediante el Espíritu.

En este contexto, hay que tener presente dos cosas importantes.
La primera es que la confesión que desemboca en una curación del espíritu es generalmente el último estadio de un proceso interior de conversión iniciado por Dios; es el epílogo de una intervención de Dios, a menudo resistido por la persona, que finalmente rompe el yugo que tenía sobre sus hombros. Sin estos signos de Dios sería dudosa que la confesión desemboque en una efectiva curación.

La otra, es la importancia que tiene la oración, principalmente comunitaria, hecha en el Espíritu. Esta oración es importante para reclamar que el Espíritu penetre en el corazón del hombre para que dé el primer paso de conversión; tenemos entonces, la oración de arrepentimiento que dirige su plegaria contra la ceguera para recobrar la vista espiritual a través de la Palabra de Dios; que dirige su plegaria contra la dureza de corazón, que hace hincapié sobre la bondad de Dios; y que dirige su plegaria contra la sordera espiritual para que oiga la Palabra de Dios. En la oración de arrepentimiento, los instrumentos humanos (razonamientos, discusiones, reflexiones, persuasiones, exhortaciones, llamadas al corazón) no sirven de mucho. Sólo la gracia de Dios puede sanar; gracia que podemos canalizar a través de la Palabra de Dios, pero que debemos hacer descender desde el cielo a través de la oración humilde y constante, que atraviesa las nubes y llega hasta el trono de Dios.

La oración es también muy importante como apoyo y sostén de la confesión, al tiempo que ésta se realiza. Si respalda al ministro y al penitente una comunidad en plegaria, es decir, la Iglesia orante, Dios dispensará abundantes gracias de luz, de buena voluntad, de fuerza, para que ese acto sacramental señale la iniciación de una nueva fase de vida espiritual.

La grandeza del Sacramento de la Reconciliación no se comprende si no entramos en el corazón de Dios, lleno de misericordia y compasión hacia sus hijos. Una de las figuras más claras de este sacramento lo encontramos en la parábola del hijo pródigo que Lucas nos relata en su evangelio.

Para entender mejor este sacramento y para sacarle el mayor provecho, veamos tres momentos de gracia de Dios que se dan en el sacramento de la Reconciliación. Para ello, seguimos al P. Darío Betancourt, en su libro "Fuentes de sanación".

a). El momento de "perdón" cuando Jesús perdona a la persona.
b). El momento de "liberación" cuando Jesús desata a la persona.
c). El momento de "sanación" cuando Jesús pasa su mano sanadora sobre la persona, curando todos los recuerdos malos del pasado y sanando todas las heridas causadas por la experiencia desagradable durante y después del pecado.

a). Momento de perdón.
El primer momento de la gracia de Dios que actúa en una persona es cuando la persona decide pedir perdón al Padre. Aunque este momento es simplemente el comienzo de un proceso de reconciliación, la persona que pide perdón y tiene la intención de confesar su pecado ya está en camino de ser sanada. El Señor nos invita primero a pedir perdón y perdonar a los demás. Es el comienzo de restablecer relaciones entre personas y entre ellas y Dios.

Un ejemplo lo tenemos en la historia de la mujer samaritana (Jn.4, 1-42) La condición que Jesús presentó a la mujer samaritana para ser perdonada (arreglar la situación con su marido), es la misma condición que nos ofrece a nosotros. En el sacramento de Reconciliación Él exige perdón antes de todo. Normalmente no habrá liberación y sanación hasta que haya perdón verdadero, perdón pedido por nosotros por nuestros propios pecados, y el perdón por los que pecaron contra nosotros.

Pedir perdón, perdonar a los demás, perdonarnos a nosotros mismos, es obra de la gracia de Dios; gracia, que a través de la oración, debemos pedir con toda humildad.
Muchas personas, por falta de perdón, no llegan a liberarse de un pecado, de un vicio de pecado, a pesar que lo confiesan semana tras semana.

b) Momento de liberación.
No podemos quedarnos con sólo pedir perdón y perdonar, porque el Señor nos perdona. Debemos también confesar nuestros pecados para ser libres de ellos. Por eso el apóstol S. Juan dice: "Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y limpiarnos de toda iniquidad".

Un buen médico solo necesita para sanarnos que le declaremos nuestra enfermedad; no pide que le enseñemos a curarnos. Hagamos, pues, simplemente que Jesús vea bien desnuda nuestra llaga, y que sepamos que lo demás lo hará Él. Por grandes que sean nuestros pecados, nuestra fe nos asegura que su misericordia es mayor.

Podría ocurrir que la simple confesión de los pecados no bastara para ayudar a liberar totalmente a una persona. En estos casos, si el sacerdote confesor sospecha algo, se le aconsejaría que ejercitase más frecuentemente el simple y privado exorcismo, acordándose de las palabras del Señor: "En mi nombre sacarán los demonios...".

c). Momento de sanación.
Cuando una persona ha sido perdonada por Jesús y se efectúa una liberación de sus pecados en el sacramento de Reconciliación, falta a veces una tercera parte en el proceso de reconciliación. Es cierto que la persona está perdonada con la absolución del presbítero en confesión, pero la obra de Cristo no termina ahí. En un sentido la obra especial de redención está apenas comenzando.

Sería el momento de la confesión en donde el sacerdote ayude al penitente a descubrir la raíz de su pecado y a enseñarle el camino de su nueva vida. Este momento sería como guiar a la persona hacia su pentecostés personal, después de experimentar una liberación, sea de pecado o de un espíritu maligno. Este pentecostés debe ser un proceso que dura hasta que no haya duda de que la persona enferma ha cambiado su vida, y pueda vivir la vida cristiana sin mucha perturbación.

Predicador Catolico Salvador Gomez. Tema: Vino Nuevo

Tuesday, July 3, 2012

Apologética Mariana ¿QUIÉN ES LA VIRGEN MARÍA?


María, que en hebreo quiere decir "Señora" o según otros, "Mar profundo de Tristeza", es la mujer con la cual se abre la promesa en la antigua alianza (Gen. 3:15) y con la cual cierra Simeón la antigua profecía (Lc. 2, 25-35). Es la Mujer que ha tenido un mayor contacto con la Santísima Trinidad en la historia. El Padre la selecciona entre todas las mujeres, El Espíritu Santo engendró un hijo en sus entrañas y la segunda persona tomó carne y sangre en su vientre. Si por Eva entró el pecado en el mundo, por la Virgen María entró la Salvación.

¿POR QUÉ MARÍA ES CENTRO DE ATAQUE HOY EN DÍA?
Desde el Génesis fue profetizada la "Enemistad entre la Mujer y el demonio" (Gen. 12, 13-18) . También está escrito que el demonio hará la guerra a los hijos de la Mujer. Esta es la razón por la cual María es centro de división entre los cristianos y no de unión.

¿POR QUÉ LA IGLESIA ES LA GRAN DEFENSORA DE MARÍA?
Porque María es nuestra Madre ya que la recibimos de Jesús en la Cruz, (Jn. 19, 25-28) . Juan representa a toda la Iglesia, además, la gran promesa en Gn. 3, 15 dice que quienes podrían vencer a la descendencia de la serpiente, serían los hijos o descendencia de la Mujer. Nosotros somos la descendencia de la Mujer, esta Mujer es la Virgen María. Si el pueblo de Israel, son los hijos en la Fe de Abraham, nosotros somos los hijos en la Fe de María, la primera que acepto a Cristo como Señor y Salvador, la primera que recibió la unción del Espíritu Santo (Lc. 1).

¿POR QUÉ LA IGLESIA LLAMA A MARÍA MADRE DE DIOS?
En el evangelio de San Lucas 1, 39-45, Isabel, llena del Espíritu Santo dijo, "Que favor que la Madre de mi Señor venga a mí". La palabra griega para definir Señor que utiliza Isabel es "Kurios" que es la misma que se utiliza en la versión griega del Antiguo Testamento para traducir "Adonai". Cuando una persona habla bajo la unción del Espíritu Santo es Él quien habla, luego fue el mismo Espíritu Santo quien llama a María, Madre de Dios.

¿TUVO MARIA MÁS HIJOS?
En el evangelio de San Marcos, se mencionan cuatro hermanos de Jesús, Santiago, José, Juda y Simón los cuales nunca son llamados hijos de María. La palabra hebrea "Aha" se utiliza como hermano, tío, primo, pariente; por ejemplo en Génesis 13, 8 se menciona a Lot como "hermano, Aha" de Abraham, sin embargo son tío y sobrino (Gen 12, 5). En el mismo evangelio de Marcos 15, 40 se nombran a José y Santiago como "hijos" de María; en Juan 19, 25 se aclara que esta María era hermana (Aha) de la Madre de Jesús. En Hechos 1, 13 se mencionan a Simón y Judas como seguidores del Maestro.

¿QUÉ RELACION TUVO JOSÉ CON MARÍA?
La relación de José con la Virgen María fue la de proveer legalidad y sostén al Redentor. En Mateo 2, 3 el Ángel le dice a José, "Toma al Niño y a su Madre". La forma hebrea para referirse a la mujer de José, es la Madre de Jesús. San Mateo 1, 18 dice "No la conoció hasta que parió a su hijo primogénito". Él "hasta", indica anterioridad, no condiciona lo que ocurrió después. En Segunda de Samuel 6, 23 dice "Micol hija de Saúl, no tuvo más hijos hasta, que murió". ¿Tuvo hijos después de muerta?

¿POR QUÉ LA IGLESIA DICE QUE MARÍA NO TUVO PECADO?
Jesús estuvo bajo la Ley. En la ley, el pecado lo transfería la madre (Salmo 51, 7). Jesús NO puede tener pecado por lo tanto, por el poder de Dios, María fue preservada del pecado. En tanto a su maternidad, la palabra griega que se traduce llena de gracia es: Kecharito, la cual quiere decir que fue, que es y que será llena de gracia. La gracia es la ausencia del pecado. María se proclama en el Magnificat "Me alegro en el Dios que me salva" faltan 33 años para el calvario y la Salvación y ya María se proclama en presente Salvada.

¿POR QUÉ LA IGLESIA DICE QUE MARÍA FUE LLEVADA AL CIELO EN CUERPO Y ALMA?
Esto no está en la Biblia. La Asunción de María no esta bíblicamente expresada, pero está en la tradición de la Iglesia. Muchas personas se preguntan, ¿por qué no está en la Biblia? Podríamos, responderles, tampoco Martín Lutero está y sabemos que existió.

Estos fueron hechos que sucedieron después de terminados los libros que componen los Evangelios, sin embargo aunque no está en la Biblia, ésta no la contradice, pues antes de María, Henoc en Gen 5, 24 y Elías en II de Reyes 2, 11 fueron llevados en cuerpo y alma al cielo.

¿POR QUÉ LA IGLESIA LLAMA A MARÍA REINA?
Dice la Palabra "El que se humilla será ensalzado". María se humilla a esclava (Lc 1, 38) y Jesús la ensalza a lo opuesto que es, Reina, ¿lógico verdad?. Además en I Reyes 2, 19 dice que en el Reino de David la madre del Rey se sienta a la derecha del Rey. Jesús es Rey (Jn 18, 37) es heredero del reino de David (Lc 1, 32) por lo tanto el lugar de María es un trono a la derecha de su Hijo que es Rey.

¿POR QUÉ LOS CATÓLICOS LE ORAN A MARIA?
En Juan 2, 1-12 María demostró hasta la saciedad su poder de intercesión.

"Pero es que hay un solo intercesor y es Cristo".
Cierto, ante el Padre solo existe un sólo intercesor que es Jesús, pero ante Jesús, María intercede por nosotros. Al igual que un pastor evangélico ora por un enfermo ante Jesús, de la misma manera María ora por nosotros.

"Pero María esta muerta"
Falso, Lucas 20, 38 dice": Que Dios no es Dios de muertos sino de vivos, porque para El todos viven". Además Apocalipsis 6, 9-10 y 8, 3 nos muestra a las almas clamando a DIOS aun después de abandonar este mundo.

LOS CATÓLICOS ADORAN A MARÍA
No, la Iglesia no se cansa de proclamar que nosotros honramos a María como lo hacia Jesús y la proclamamos bendita, cumpliendo la profecía bíblica (Lc 1, 48) pero la adoración es única y propia de Dios y María es criatura.

¿POR QUE REZAN EL ROSARIO SI NO ESTÁ EN LA BIBLIA?
No hay oración más Bíblica que el rosario. Todos los misterios están en la Biblia. El Padre Nuestro, también esta en la Biblia así como la primera parte del Ave María. El Rosario es una oración más Bíblica que muchas que se hacen en algunas iglesias. En cuanto a la repetición, dice Marcos 14, 39 que Jesús repetía muchas veces la misma oración, el rosario es una meditación en una oración.

ALGUNAS PERSONAS DICEN QUE LAS APARICIONES DE MARÍA SON COSAS DEL DEMONIO.
Falso. María según Apocalipsis 12, tiene la misión de anunciar la segunda venida de Cristo. En las apariciones, María, no trae al mundo mensajes propios, trae un mensaje Evangélico de conversión, arrepentimiento y retorno a las Escrituras. El demonio no puede predicar conversión a Jesús. Y los frutos de Paz, conversión y alegría que se ven en las personas que asisten a estos eventos no pueden venir del maligno. Dice la Escritura que atribuir al demonio las obras de Dios es pecado contra el Espíritu Santo y éste no es perdonado (Mateo 12, 22-32).

Hermanos, dice Timoteo 2, 23-24 que la Biblia es para edificación no para discusión. Ama a María y Ella te llevara al JESUS que tanto buscas, pues ella lo conoce muy bien, lo llevó en su vientre por nueve meses, lo alimentó, cuidó y guió por 30 años. Nadie lo conoce como Ella. Nadie le da Gloria a Dios quitándole Honra a María, pues la Honra de María es la gloria de Dios.

Ministerio de Apologética
SOBRE ESTA ROCA

@ Ministerio Siloe - Frank Morera

¿Por qué creo en la Iglesia Católica ?


Por Padre Jordi Rivero


Creo en la Iglesia Católica por gracia de Dios. La fe es un regalo inmerecido que libremente recibimos.

Creo en la Iglesia porque creo en Jesucristo.

Quien cree que Jesús es Dios debe creer también en todo lo que El ha hecho y dispuesto para nuestra salvación. La Iglesia nace de su costado traspasado de donde vertió agua y sangre.

La Iglesia sigue viviendo del agua (Bautismo) y de la sangre (Eucaristía) derramada en la cruz.

Creo en la Iglesia por la Eucaristía. Dios hace muchísimos milagros para recordarnos las verdades de la fe. Muchos de estos son verificados por rigurosos estudios cinéticos: Lanciano, Lourdes, Guadalupe y muchos otros. El milagro más grande es la Eucaristía. El dijo: "El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré el último día" (Juan 6,54).

Es El mismo Cristo en la Eucaristía quien se hace realmente presente cada día en más de 500.000 iglesias católicas en todos los continentes.

Algunos dicen: "Jesús está en todas partes. Para que ir a la Iglesia".

Hay que enseñarles: Si, Jesús está en todas partes, pero solo en la Eucaristía esta presente en forma substancial para que lo comamos y tengamos vida nueva. Para sanarnos, liberarnos del mal, unirnos en la Iglesia y darnos fuerza para vivir la santidad. Solo en la Iglesia se encuentra Cristo Eucaristía. Cristo ha venido para reunirnos, como un pastor recoge a sus ovejas. Quiere así que seamos su Cuerpo Místico para que en él seamos todos hijos del Padre. Quiso hacernos familia suya. Por eso fundó una sola Iglesia, con un sola fe, un solo bautismo.

Creo en la Iglesia porque es obra de Dios y no de hombres. No escogió a la Iglesia como podría escoger mi plato favorito. La Iglesia es institución divina y no capricho humano. Los hombres pueden fundar otras muchas iglesias y religiones para reunirse y hacer cosas buenas. A estas guardo respeto y a quienes buscan la verdad con sinceridad les tengo admiración. Pero no por eso olvido que Jesús, Dios y hombre verdadero, quiso reunirnos en UNA IGLESIA, la que El fundó.

Creo en la Iglesia "Católica" que significa "Universal".

La Iglesia católica no es solo para un grupo o religión. Es para todo pueblo, raza y nación. Está en todas partes es la más grande y bien organizada del mundo. No porque sus miembros sean más inteligentes sino porque es obra de Dios. ¿Sabía usted que cada día hay en el mundo 50.000 nuevos católicos? Cada mes hay un millón y medio de católicos más que el mes anterior. Cada año hay 18 millones de católicos más que el año anterior. Durante el gobierno del Papa Pablo VI, la Iglesia Católica paso de 600 millones a 750 millones.

Durante el gobierno del Papa Juan Pablo II el número de católicos pasó de 750 millones a 1086 millones 2003.

Esto a pesar de un esfuerzo intenso de parte del mundo para desprestigiarla y destruirla.

Creo en la Iglesia porque solo ella enseña con autoridad divina toda verdad.

Jesús confió a los Apóstoles la revelación divina contenida en su Palabra. Les prometió el Espíritu Santo y les comunicó la facultad de enseñar en Su nombre. << Quien a vosotros os escucha, a mi me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí, me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado. >>_ (Lucas 10, 16). Solo la Iglesia Católica es gobernada por el Papa y los Obispos, sucesores de los Apóstoles, herederos de esta promesa.

Ellos poseen por lo tanto la autoridad del magisterio para enseñar toda Palabra revelada y profundizar su contenido sin error. Con la protección y guía del Espíritu Santo. Mientras que en otras iglesias hay diversidad de interpretaciones Bíblicas, solo la Iglesia Católica ha enseñado la verdad plena con total consistencia en todas partes desde el principio. Solo ella posee el Depósito de Fe que contiene lo que Jesús nos revelo: La Biblia y la Tradición Apostólica.

Creo en la Iglesia Católica, porque veo la obra de Dios en María nuestra madre.

Los católicos hacemos lo que Jesús pidió al discípulo amado en la cruz: Llevamos a María a nuestra casa. (CF.Jn 19,27).

Creo en la Iglesia Católica por el testimonio de los Apóstoles y los Padres

Creo en la Iglesia Católica por el testimonio de los santos.

Nuestros hermanos mayores. Ellos son Evangelios vivos, ejemplos de lo que Dios hace en los que viven plenamente en la Iglesia y son alimentados con Cristo vivo a través de ella.

Creo en la Iglesia Católica porque no me dejo llevar por los escándalos sino por la Palabra de Dios.

Es cierto que hay escándalos en la Iglesia. Ya Jesús lo advirtió. Pero también hay cientos de miles de mártires que han derramado su sangre por Cristo en cada siglo incluso el nuestro. Millones y millones viven su fe inspirados por el Evangelio. Se bien que la Iglesia está formada por seres humanos pecadores. Pero Jesús quiso reunir en ella a los pecadores para hacerlos hijos de su Padre, Dios. No todos se convierten. Desde el principio algunos desde adentro le traicionan. Pero Jesús no revoca su alianza sellada con Su Sangre. Sigue siempre fiel a sus promesas. Jesús dijo: "Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella." (Mateo 16,18)

Cada uno pone sus ojos en lo que le interesa: unos miran a los santos y ven Evangelios vivos dignos de ser imitados. Otros en cambio solo miran los malos ejemplos para justificar el rechazo a la Iglesia. ¿Donde pones tus ojos en los santos o en los escándalos? Jesús nos advierte: " el que no tiene pecado, que tire la primera piedra" Por mi parte prefiero mirar a los santos, nuestros hermanos mayores pues tengo mucho que aprender de ellos y aprecio sus ayudas, No desisto en la esperanza de llegar a ser uno de ellos por la misericordia de Dios que perdona y da la gracia.

En cada siglo los enemigos de la Iglesia Católica anuncian su inminente desaparición.

Sin embargo ella los entierra a todos. Han pasado 2000 años. Todo imperio se ha derrumbado pero la Iglesia Católica sigue siendo la misma madre con más de mil millones de hijos e hijas, más de 405.450 sacerdotes y más de 3.000 obispos.

Hoy la Iglesia es perseguida, despreciada y difamada por todas partes. Pero su autoridad moral sigue siendo un faro de luz inextinguible que puede ser odiado pero no ignorado. La sucesión de Pedro jamás se ha roto. El Papa sigue gobernando a la Iglesia y los católicos por todo el mundo siguen unidos en comunión con él. Todo esto solo puede ser obra de Dios. Por eso creo y por eso no puedo dejar de anunciar la verdad de mis hermanos.

Y usted: ¿Conoces la Iglesia católica o la caricatura que hacen de ella sus enemigos?

¿Está usted sobre la roca firme establecida por Cristo o en las arenas movedizas de interpretaciones humanas? Jesús te llama. No lo hagas esperar.

La serenidad no es estar a salvo de la tormenta, sino encontrar la paz en medio de ella.

Padre Jordi Rivero

Dios les bendiga